Un grupo de astrónomos de las universidades sudafricanas de Ciudad del Cabo y Cabo Oeste han revelado la existencia de una inexplicable alineación de agujeros negros supermasivos que emiten radiación desde el núcleo de distintas galaxias en la misma dirección. El hallazgo ha sido del todo fortuito mientras los investigadores estudiaban radioimágenes de una zona del espacio conocida como ELAIS-N1, a tres millones de años luz, a través del telescopio Gian Metrewave Radio Telescope (GMRT), para determinar la emisión de radio de las estrellas más débiles y distantes del universo. Fue entonces cuando descubrieron un grupo de agujeros negros que emitían en cada una de sus galaxias chorros de radiación alineados. La causa de este anómalo comportamiento radica, según los expertos, en el movimiento de los agujeros en la misma dirección.
Andrew Russ Taylor, profesor en la Universidad de Ciudad del Cabo y presidente del grupo de Astronomía de dicha institución y de la Universidad de Cabo Oeste, es quien lidera la investigación. Durante la presentación de los resultados ha señalado que, “considerando que estos agujeros negros no saben el uno del otro ni tampoco tienen forma alguna de intercambiar información o de influirse directamente los unos a los otros en una escala tan amplia, esta alineación debe haberse producido durante la formación misma de las galaxias, en el universo primitivo”.
Estudios anteriores habían detectado desviaciones en la uniformidad de la orientación de las galaxias, fenómeno conocido con el nombre de isotropía. Según él, no importa la dirección que observemos, pues siempre veremos las mismas propiedades en el universo. Sin embargo, las nuevas radioimágenes ofrecen a la Cosmología la oportunidad de usar los chorros de emisión de las galaxias para estudiar alineaciones en escalas de distancias de 100 Megapársec, a más de tres millones de años luz.
La presencia misma de estas misteriosas alineaciones revela que existe una cierta preferencia por determinadas orientaciones y eso podría ser clave para estudiar la evolución de las galaxias a gran escala, así como los movimientos y variaciones que dieron lugar al origen del universo. Como indica Taylor, “apenas estamos empezando a comprender cómo se formaron las estructuras a gran escala del universo a partir del Big Bang, creciendo a partir de pequeñas alteraciones iniciales y evolucionando hacia lo que vemos hoy en día”. Este hallazgo ayudará en esta tarea y también a “predecir cómo será el universo en el futuro”, añade. Pero, al ser la primera vez que se observa un fenómeno de tales características, habrá que esperar para conocer la explicación exacta del comportamiento insólito de estos agujeros negros.
El estudio, que ha sido publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, confirma cuánto desconocemos aún sobre el espacio y cuánto queda por investigar para resolver algunos de los grandes misterios que inquietan al ser humano: ¿de dónde venimos?, ¿estamos solos en el universo?