Un estudio liderado por la Universidad Autónoma de Madrid concluye que, en el contexto de la crisis económica en España, las medidas de austeridad y los recortes deterioraron la atención a la violencia de género y fue un obstáculo para que los servicios públicos de salud pudieran abordarla adecuadamente. La investigación fue publicada en el European Journal of Public Health y está liderada por la profesora Laura Otero-García, que ha dirigido a otras expertas de la Universidad de Lleida, el grupo de investigación Gesec, la Universidad de Alicante, la Escuela Nacional de Sanidad y la Universidad de Umeå (Suecia).
Según informa Efe, la UAM advierte de que la disminución de personal en las plantillas de los hospitales ha hecho que los profesionales tengan que reducir «aún más» el tiempo de consulta y, por lo tanto, «encuentren dificultades para atender problemas complejos como este».
Asimismo, el artículo añade que «cada vez son más escasos los recursos para las mujeres que necesitan ayuda» y expone que la violencia «puede agravarse» según aumenta la dependencia económica, así como por la pérdida del rol tradicional de «cabeza de familia» en los hombres en paro de larga duración.
La estrategia debe cambiar
La indagación, basada en entrevistas en profundidad a especialistas de atención primaria, aprecia también que la formación continuada para dar una respuesta adecuada es «cada vez más ínfima» y que el «exceso de carga laboral» impide a los profesionales poder asistir a estas actividades cuando se convocan.
La investigación concluye que la estrategia central contra la violencia de género «debe cambiar» para proporcionar más medios a los servicios «que deben responder a la violencia de género.