Pablo Zabala es el estudiante de la Universidad del País Vasco que decoró el Puente de Vizcaya para conmemorar el 125 aniversario de la estructura. A través de un mural dividido en cuatro partes, dos en cada extremo del puente, elaboró una composición pictórica para recordar el pasado minero e industrial de la ría del Nervión. Su obra, titulada El mural gris, se basa en dos colores primarios muy asociados a las tierras vascas: el verde y el rojo.
Zabala, quien se graduó en la UPV/EHU en 2017 y cursa el máster de Pintura de la misma institución, quiso representar «la entrada y salida de dos barcos», según expresó al gabinete de prensa de la Universidad. El alumno analizó también la gama cromática utilizada para reflejar el humo que dejan las embarcaciones tras su paso. Usó el color «verde en el margen izquierdo y el rojo en la derecha por las luces del mar», explicó. Asimismo no dudó en afirmar que fue el propio entorno el que estableció muchas de las normas del trabajo.
El Puente de Vizcaya fue construido a finales del siglo XIX y terminado en 1893. Se declaró Patrimonio de la Humanidad en 2006 y, como recoge la página web de la UNESCO, fue el primer puente del mundo que posibilitó el paso simultaneo de navíos y de personas y vehículos de una a otra orilla, por medio de una barquilla suspendida. Toda una obra de ingeniería que, en plena Revolución Industrial, sirvió de modelo para otras estructuras que se construyeron a lo largo de Europa, África y América.