El debate comenzó, por tanto, con el trío original de películas, que es el más aclamado por la crítica y por el público y que sirvió para abrir este universo que tantos fanáticos ha cosechado. El primer acierto que citaron Conde y Trujillo, que hicieron que este inicio triunfara en el mundo del cine fue el elevado presupuesto con el que contaba. Esto permitió que George Lucas contratara a los mejores equipos y profesionales de la época en efectos visuales y maquillaje. Otro de sus grandes puntos fue el apostar por la música clásica dentro de un mundo futurista y fantasioso, algo que solo había hecho anteriormente 2001: Una odisea en el espacio y que le permitió distinguirse de tal forma que cualquier persona reconoce inmediatamente la saga al oír su banda sonora.

También se comentó el éxito que la primera película tuvo en taquilla, alcanzando 300 millones de dólares y convirtiéndose en el filme que más dinero logró recaudar hasta entonces. Fue este éxito lo que permitió a la segunda entrega contar con un presupuesto aún mayor que le ayudó a convertirse en la película más aplaudida dentro de toda la saga. Tal y como mencionó Trujillo, únicamente la primera escena que abre este filme contó con el mismo presupuesto que todo el cine español del año 1980.

Ramón Trujillo: «Inicialmente George Lucas pensaba hacer películas estanco, sin relación entre sí»

Sin embargo, tras el éxito de estas tres entregas, Lucas dejó a un lado Star wars durante los siguientes 20 años ya que se centró en otros proyectos como Indiana Jones, que resultaba más rentable para la productora. Finalmente regresó en 1999 con el Episodio I: La amenaza Fantasma, que fue una vuelta decepcionante para los críticos y para muchos fans. El principal fallo del que pecó fue que buscó dirigirse, al igual que en las primeras entregas, a un público infantil, sin tener en cuenta que los espectadores que vieron las anteriores serían ya adultos. Este fue el mismo problema que compartieron sus dos secuelas, que además tuvieron que competir con otras grandes sagas que surgieron en esa época como fueron El señor de los anillos, Harry Potter o Matrix. Sin embargo, Conde destacó de esta segunda trilogía que lograra mostrar al público hasta donde podía expandirse este universo.

Por último se habló de las últimas novedades de la saga dentro de la compañía Disney y, con esto, de posibles formas de seguir expandiendo nuevos horizontes de la franquicia. Con estas nuevas películas ocurre el mismo problema que ya se dio en las anteriores y es que ni los estudios ni sus directores apuestan por realizar un filme dirigido a adultos y no a niños. Tratan de atraer a un público joven que desconoce la saga y se olvidan de pensar en los espectadores que siguen este universo desde hace años y que son los que llenan las salas de cine.

La protagonista de la última apuesta cinematográfica, Rey, resulta aún más limitada que el personaje de Luke y la película falla al hacerla prácticamente invencible, dando la sensación de que nunca corre un riesgo real. Asimismo, parece que los guionistas de las nuevas entregas no han terminado de entender la saga y el espectador tiene que hacer un esfuerzo por creerse algunas de las situaciones que se muestran. Tampoco la nueva serie, Mandalorian, parece estar apuntando en la dirección correcta, ya que remite demasiado a los primeros filmes.

Víctor Conde: «Si una saga no es capaz de evolucionar hacia el futuro está haciendo un mal trabajo»

Sin embargo, aún hay nuevas apuestas que se salvan y que sí buscan algo más arriesgado y serio, como es el caso de Rogue one. Para lograr esta perspectiva más adulta que guste al público original de las películas, la franquicia tiene muchas opciones y tenemos como ejemplo de esto lo que logró hacer Joker, desmarcándose de las típicas películas de superhéroes. Pero para esto el estudio debe correr el riesgo y no temer a la clasificación adulta.

Los ponentes serán Víctor Conde, escritor y ganador de diversos premios internacionales, y Ramón Trujillo, experto en cine y director del Festival de Isla Calavera y del Aula de Cine de la Universidad. Entre ambos llevarán a cabo esta tertulia con motivo del estreno del Episodio IX, El Ascenso de Skywalker.

Con este acto se busca homenajear a una de las sagas más taquilleras de la historia y que ha movido a millones de fans alrededor del Mundo. La saga se ha mantenido gracias a su originalidad y a la cantidad de detalles que logran que el público crea y disfrute de este universo. Cuarenta años no han servido para tumbar a una de las historias más fructíferas del cine.

La audiencia era escasa. Varias camisetas con los escudos de las diferentes casas hacían que pudiéramos identificar a los más fanáticos de la serie. Más tarde, descubrimos que no eran los únicos: el turno de preguntas nos dejó ver que incluso el más trajeado de la sala sentía pasión por el tema que estábamos tratando.

Poco después de las 19.30 horas, tras el comienzo del acto, los dos responsables del coloquio comenzaron a analizar las claves del triunfo de Juego de Tronos. Según Conde, el mérito es de los showrunners de la versión televisiva, David Benioff y D.B. Weiss. “La virtud de la serie fue transformar una obra de un tipo de literatura minoritaria en un fenómeno”, afirmó. También basó su argumentación en el carácter culebronesco que impera, usando, según él, todos los “trucos sucios” propios de este tipo de ficción.

Por otro lado, González comenzó a exponer su criterio respecto a esto, dándole importancia a los intérpretes que protagonizan la historia. “El leitmotiv de cada uno de los personajes es mantener la cabeza pegada al cuello. Esta premisa cambió la forma de hacer televisión”, comentó.

Ambos coincidieron en que la perspectiva histórica de la serie ha ayudado a su éxito. González contó que “detrás de cada casa hay un pasado muy grande que no sabemos, pero intuimos”. Aprovechó, entonces, para volver a elogiar a los creadores de la ficción para la pequeña pantalla. Destacan los aspectos históricos reales que se pueden encontrar en las tramas, pero el veterano en fantasía ve algunos fallos respecto a esto: “Un mundo en el que la magia y las criaturas mitológicas existen solo puede ser realista hasta un punto. La historia de este universo no puede ser parecida a la nuestra”. Su compañero discrepó y defiendó la posición de Martin, amparándose en la presencia minoritaria que tienen estas armas mitológicas en la historia.

Respecto a la parte técnica y visual, los ponentes no dudaron en mojarse y opinar, siempre entre bromas, en un ambiente distendido. Por un lado, hablaron de la épica visual de las batallas, que hereda, según estos expertos, de películas como El señor de los anillos: El retorno del Rey o Troya. Además, destacaron el realismo de estas escenas, en las que “un compañero abatido era un estorbo para el resto”.

Sin pelos en la lengua

Llegó el momento de las actuaciones. Ante la afirmación de Conde sobre el descubrimiento de Emilia Clarke como actriz, su partenaire se muestra muy descontento: “Considero a Emilia Clarke una actriz horrorosa”. Además, explicó con claridad cómo algunos actores están aprovechando su momento, pues saben que no tendrán un gran recorrido tras esta última temporada. Lo que empezó como una charla, a estas alturas ya era una conversación de bar. Entre las intervenciones del público y las risas generadas por los conferenciantes, los asistentes se animaban cada vez más a aportar sus teorías sobre el futuro de Poniente.

Ante la pregunta de uno de los oyentes, Ramón González y Víctor Conde no dudaron en contar sus esperanzas respecto al devenir de los personajes en este esperado final. El primero declaró que mantiene la esperanza de que el Rey de la Noche logre matar a sus oponentes y sentarse en el trono de hierro. El segundo, en cambio, se lamentó pensando en que las exigencias televisivas van a influir en la construcción de un final feliz. En lo que ambos coincidieron es en que, viendo como ha evolucionado la serie, sus guionistas tienen la responsabilidad de darle al público algo que sorprenda, como llevan haciendo desde su primera temporada con esa famosa cabeza clavada en una pica.

Jorge Fonte afirmó que la película es «una de las más flojitas de los clásicos”, mientras que Miguel Ángel Fuertes destacó que «tiene muchos aspectos similares a Bambi”. Víctor Conde, por su parte, aportó su visión sobre cómo “se utilizaron soluciones artesanales para determinados planos requeridos por el director”.

La velada resultó muy productiva para los numerosos cineastas que se dieron cita en la sala.

La estancia poco a poco continúa llenándose. Saludos a diestra y siniestra. Los envoltorios de chocolatinas crujen, ahora con más intensidad. Los frikis siguen hablando de realizadores y productores con nuevos integrantes en la conversación. La coordinadora de la charla da la bienvenida. Todos atienden y suena la banda sonora. Comienza El retorno a Oz.

Dorothy es una niña que vive con sus tíos. Tienen problemas económicos y su casa está medio destruida por un tornado. Por eso, la jovencita entra en un manicomio hasta que sus tíos regresen. Allí se encuentra con Ozma, una pequeña que viaja desde Oz para advertirle de que corre peligro y tiene que huir. Ambas salen del asilo y se dirigen a Oz: la Ciudad de Esmeralda está devastada y sus amigos ahora son de piedra. Dorothy debe salvarlos y emprende una aventura de terror y fantasía.

La magia de la gran pantalla se apaga y la luz de la estancia se enciende. Los asistentes permanecen sentados hasta que termina la sinfonía de la membrana. Mientras, se oye un murmullo de impresiones compartidas con el de al lado. La moderadora, Sofía Ramos, se dirige al público. Es el momento del debate. La periodista Vanesa Bocanegra y los escritores Víctor Conde y Jorge Fonte son los invitados especiales al coloquio. Algunos visitantes prefieren irse, pero aún así la sala sigue llena. Parece que Dorothy ha dejado mucho de qué hablar.

“Disney siempre tiene un lado oscuro”

Los presentes intentan entender cómo un filme tan escalofriante y sombrío puede ser destinado a los pequeños: “Disney siempre tiene un lado oscuro, depende de cómo lo mires”, explica Bocanegra. “Toda la trama y la manera de enfocarlo era terrorífico, pero, aunque sea tétrico, los niños pueden disfrutarla”, agrega. Fonte no discrepa, considera que la película va en la línea de producto familiar porque es muy disneyana.

Con estas reflexiones sobre la cinta, a lo mejor las láminas de terror para niños son una opción. Pero, la idea no gustó en la época de su lanzamiento. ¿Por qué? El auditorio intenta aclararlo. La pregunta es para Víctor Conde. Y este asegura que el proyecto no funcionó porque no llevaba un encuadre Disney. “No es un musical, es de acción y de terror. Es una fantasía con ese lado oscuro, por eso a la gente le resultó demasiado confuso”, asevera. Baja el micro y se queda satisfecho.

La charla continúa, los oyentes se preocupan por el estado psicológico de Dorothy. Se comenta que podría estar loca por imaginarse un mundo que solo ella ve. Pero un aficionado refuta y aclara que la niña adoptó ese papel macabro para evadirse de los problemas de su familia. Otros recuerdan que Oz no era un lugar imaginario porque en la historia original existía. ¿Por qué Dorothy viaja a Oz? La duda permanece. El diálogo se alarga ya más de quince minutos y muchas manos de los espectadores siguen levantadas. La organización cierra la velada. Poco a poco se abandona el refugio. Y así, la sala 1 se apaga esperando los abrazos y los reencuentros cinematográficos. Será en otra sesión.