Trata de personas – Periodismo ULL https://periodismopre.ull.es Diario digital de la Universidad de La Laguna Mon, 31 Oct 2022 21:06:11 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.2 https://periodismopre.ull.es/wp-content/uploads/2016/04/cropped-PULL_Redondo-1-32x32.png Trata de personas – Periodismo ULL https://periodismopre.ull.es 32 32 María Padrón, víctima de la prostitución, superviviente y ahora luchadora https://periodismopre.ull.es/maria-padron-victima-de-la-prostitucion-superviviente-y-ahora-luchadora/ Sat, 24 Sep 2022 14:03:54 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=214085

El feminismo aborda la vida humana desde una perspectiva igualitaria entre hombres y mujeres en defensa de los derechos humanos y la libertad en todos los ámbitos. El patriarcado es un sistema estructural que se sostiene en unas bases misóginas y fundamentalmente de abuso y cosificación de las mujeres. El sistema prostitucional ejerce graves abusos y violencia sobre los cuerpos con los que mercantiliza. La opinión pública camina en dos direcciones contrapuestas: la regularización o la abolición de la prostitución. Para poder generar un pensamiento propio es necesario conocer la realidad de las personas a las que les afecta esta decisión. Nuestro testigo directo, de dicha explotación sexual, emplea un seudónimo para conservar su integridad.

El sistema patriarcal en general, el neoliberalismo sexual y la prostitución en particular componen un mundo opresor y maltratador para todas las mujeres. No solo son víctimas las prostitutas, lo son sus hijas e hijos, todas esas niñas que piensen que es una opción o aquellas mujeres precarizadas que no ven otra salida. María Padrón es víctima, superviviente y ahora luchadora.

María Padrón viene, no solo de un país muy machista, sino de un narco estado proxeneta como es Colombia. La cultura colombiana sexualiza y cosifica a todas las mujeres, especialmente a las niñas. «En Latinoamérica los mismos padres venden a sus hijas», explica. La prostitución infantil es el mayor producto. En los burdeles había muchísimas pequeñas que traían los mafiosos del campo y de la selva. La justicia no existe, nadie habla porque el dinero es blanqueado por las propias instituciones. Hay una impunidad enorme.

Ella siempre sintió que esa situación era horrible, aunque para la mayoría era algo natural. En los colegios se normalizaba hasta tal punto que sus compañeras lo veían bien. “Tenía una compañera con 14 años, que jamás se me olvidará su cara, a la que acompañaba al lugar en el que un hombre de 68 le daba dinero a cambio de sexo, con el consentimiento de su familia”, cuenta la testigo. Los proxenetas pagan en función del uniforme que lleves, allá la sociedad está dividida en estratos y cada uno accede a su respectivo centro educativo según su nivel adquisitivo.

«Mi mamá fue víctima de trata de blancas»


La situación familiar de nuestra protagonista es un ejemplo del daño que hace el patriarcado.  «Mis hermanos han sido consumidores de la explotación sexual a pesar de que mi mamá estuvo en ese… yo lo llamo crimen, durante muchos años», cuenta. Las condiciones también se daban porque su  familia era muy humilde. Su padre era adicto a las drogas y lo mataron dentro de ese mundo. «Mi mamá se vio una mujer joven sola, pobre, con sus hijos en un país como Colombia y pues bueno… tuvo que adentrarse en el sistema prostitucional. No tuvo otra salida», explica.

Fue en los años 90 cuando empezó el movimiento migratorio y de la explotación sexual de las mujeres latinoamericanas para Europa. Así fue cómo se convirtió en víctima de trata. Antes de marcharse, les dejó a sus hermanos y a ella a cargo de otras personas en diferentes lugares. “Me dejó en la casa del hombre que me había violado, pero ella no lo sabía”, cuenta la víctima. Su infancia fue muy triste y traumática. Su mamá nunca dijo a lo que se dedicaba, María se enteró recientemente.

La historia de su madre comenzó en  Alemania, la llevaron primero a un macro burdel. Ella se logró escapar con otras 4 mujeres de diferentes nacionalidades. Se fueron en un tren a Italia y estuvieron trabajando un tiempo ahí ya por cuenta propia. Entonces, le hablaron de Canarias por el clima.  El frío donde ejercía la prostitución por aquel entonces era insoportable y ellas estaban siempre semidesnudas en la calle para poder «venderse». Llegó a España y comenzó a traer a su familia poco a poco.

La regularización de la prostitución hace que puedas pedir una cerveza y un servicio. Foto: E. Delgado

«El amor romántico patriarcal casi me mata»


Cuando María Padrón llegó a España, al comenzar la universidad, conoció a un empresario del que se enamoró. Resultó ser en realidad uno de los mayores narcotraficantes de Canarias y pertenecía a una organización criminal. Siempre estaba viajando y cuando estaba por aquí era muy controlador. Le pidió matrimonio y al casarse fue cuando comenzó el maltrato físico, sumado al psicológico. «Soy una superviviente, pero lo que casi me mata fue el daño mental y emocional que me hizo», declara entre lágrima María. Estaba tan sometida que se convirtió en su testaferro para blanquear.

Ella se vio tan atrapada que cuando se quiso divorciar no pudo. Su vida era insoportable debido a lo que se dedicaba su pareja: Tenían que estar huyendo constantemente, noches de irse de madrugada, siempre tener una maleta preparada. «Yo no tenía ni idea sobre trámites legales», explica la testigo para reconocer que «tampoco se me pasaba por la cabeza denunciarle porque él me había advertido de lo que les había hecho a sus exparejas». Le tenía muchísimo miedo. Lo que más le dolía era que él fuera adicto al sistema prostitucional.

Sus familiares, su abuela, siempre le dijeron que el amor es sufrimiento. Lo normalizaban todo, sobre todo las infidelidades. Ella entendía que por ser mujer era lo que le tocaba sufrir, que le peguen, que le violen, que le humillen. «A mí me criaron en esa sumisión», afirma. Nadie la ayudó a salir de esa situación, nunca tuvo un referente. Trató desesperadamente salir de eso pozo, pero solo se ahogaba más.

Literatura de referencia feminista. Foto: E. D.

«El feminismo me salvó la vida y me dio una nueva oportunidad para ser feliz»


Los psicólogos y la sociedad siempre la han revictimizado. Empezó a formarse en terapia y comenzó a leer muchos libros dedicados a ayudar a mujeres. En ellos se hablaba muchísimo del patriarcado. Comenzó a ver respuestas a través del movimiento feminista y le brindó la esperanza y las herramientas que necesitaba. “Entendí el mundo en el que vivo, en el que no ha sido culpa de mi mamá ni mía sino del sistema”, afirma María Padrón y concluye con que: «Me salvó la vida y me dio una nueva oportunidad para ser feliz».

La realidad chocó con su vida hace muy poco tiempo. «Mi madre nos contó toda su vida hace apenas seis años, al igual que le contamos todo lo que mi hermana y yo pasamos con nuestros violadores cuando se fue. Fue un alivio y una liberación poder contarlo. Mis hermanos se avergüenzan de ella, pero yo la comprendo y la respeto. Ella también siente mucha vergüenza de sí misma», explica ella.

La visión que a día de hoy tiene sobre el sistema que ha denigrado, explotado, consumido y maltratado el cuerpo de las mujeres solo conduce hacia un camino: La abolición. Finalmente declara que «la mujer no es una mercancía».

El poder del cambio reside en la sociedad


El cambio social hacia una vida más digna y más justa para todas las personas, sobre todo a aquellas que han sufrido en las garras del capitalismo más inhumano, reside en la acción individual y la unión como sociedad. Por eso, es tan importante la labor de programas de atención y protección como «La casita», que ofrece salidas vitales y laborales para salir de la prostitución. También es muy necesaria las medidas y decisiones tomadas desde las instituciones y tenemos el derecho y la obligación de exigir nuevas leyes y sistemas que protejan y velen por la integridad de todo el mundo.

Los referentes son indispensables para provocar una reacción de lucha. Leticia Dolera, escritora, guionista y activista, considera que la prostitución no puede considerarse un oficio más. «Para algunos el intercambio de un billete legitima la explotación, pero muchas mujeres que han sido víctimas de esta explotación explican como las secuelas psíquicas, físicas y emocionales no son las que te dejan otro trabajo», explica.

La abolición para la escritora es la única vía. «En los países donde se ha regulado ni ha mejorado la calidad de vida de las prostitutas ni ha disminuido la trata de seres humanos. Al contrario, se ha conseguido que puedas pedir una caña y un servicio por diez euros. En países donde se han puesto en práctica estas políticas, como Suecia, está demostrado que ha disminuido la trata», argumenta.

Las cifras y los datos pueden hablar por sin solos, pero cuando son las personas las que sufren, sangran y sienten deberían ser alzadas sus voces frente a las de los consumidores y todos los que se lucran de un sistema que las destruye. La abolición es la respuesta a un problema que durante años se ha barrido bajo la alfombra.

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«La trata de personas es una de las violaciones de derechos más lucrativas» https://periodismopre.ull.es/la-trata-de-personas-es-una-de-las-violaciones-de-derechos-mas-lucrativas/ Wed, 11 Mar 2020 14:20:25 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=119944 La fundación Cruz Blanca  inició este pasado lunes, 9 de marzo, el  XII Foro Nacional de Participación en el Aula Magna del Campus de Guajara. El tema elegido fue la trata de seres humanos. Los actos se prolongaron hasta ayer martes. Esperanza Jorge, codirectora del documental Hilo de la Luna, que se presentó por la tarde, apuntó que la trata de personas es una de las violaciones de derechos humanos más lucrativas y que mientras siga existiendo demanda no habrán cambios. «Debemos replantearnos el sistema», afirmó.

La película, con dirección y guion de Inmaculada Antolínez y Esperanza Jorge, trata el tráfico de personas. Además, aborda el caso de Blessing, una joven nigeriana de 14 años víctima de abusos sexuales en Europa. Esperanza Jorge mostró en profundidad la situación en la que se encuentran estas jóvenes y niñas cuando las captan: «Las engañan haciéndolas creer que llegarán a Europa y encontrarán una vida mejor».

Sin embargo, destacó que en el momento en el que comienzan su viaje atraviesan un largo período de abusos y violaciones que puede durar meses e, incluso, años hasta que llegan a Europa. Asimismo, comentó que las chicas no escapan porque las chantajean con hacerles yuyu, práctica usada en la religión tradicional africana. «Se les corta el pelo y las uñas para amenazarlas», explicó la codirectora.

El Foro finalizó con una serie de mesas redondas. Manuel Saleta, inspector interlocutor social provincial contra la Trata de Seres Humanos, y Carolina Barrio, fiscal delegada de Extranjería y Cooperación Internacional, fueron algunos de los invitados.

 

 

 

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El negocio de la libertad https://periodismopre.ull.es/el-negocio-de-la-libertad/ Tue, 19 Dec 2017 17:10:20 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=43053 Somos víctimas del fin. La obsesión por dar sentido a cada paso nos conduce a intentar controlar la incertidumbre. Hasta hace algún tiempo, Dios se constituía como fuente hegemónica de respuestas. Ante la caída de esta percepción, el culto al capital se ha convertido en un comodín o alternativa que garantiza la solución de cualquier problema que se presente en la actualidad.

Nuestro día a día está marcado por el dinero. La ropa que vestimos, el camino hacia el trabajo, el café de la mañana, el colchón sobre el que dormimos. Todo tiene un precio. Esta situación se convierte en alarmante cuando, donde unos vemos personas, otros siguen viendo dinero, dejando entrever que ni siquiera la vida es inmune al poder de la moneda, la religión universal donde todo se compra y se vende.

Captan personas, les arrancan la libertad y las trasladan para después comerciar con ellas. En esto consiste la trata de seres humanos, uno de los tres delitos más lucrativos a nivel mundial junto al tráfico de drogas y de armas, donde las mafias reducen la vida a un objeto con valor de cambio. Algunos de los propósitos de estas transacciones son la explotación sexual, los trabajos forzados, la mendicidad, los matrimonios obligados o el servicio doméstico.

El número de víctimas según la UNODC es de 2,5 millones


Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el número de víctimas reconocidas de este tipo de intercambios asciende a los 2,5 millones. Sin embargo, se estima que por cada víctima identificada se esconden 20 sin rostro. Por lo tanto, 50 millones de vidas podrían ‘estar en venta’, siendo las protagonistas de la esclavitud del siglo XXI.

El 79 % de esta cifra son mujeres, captadas para después ser prostituidas o casadas a la fuerza. Un ejemplo más de la cosificación diaria que experimentamos y en la que nuestra dignidad y nuestro cuerpo quedan simplificados a una máquina de reproducción y de placer masculino.

Mientras la batalla de intereses entre los dirigentes políticos acapara la agenda mediática, en España, según el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado, 23 000 mujeres y niñas están en riesgo de sufrir esclavitud sexual. Pese a los distintos marcos de prevención que se han suscrito a nivel mundial, como el Protocolo de Palermo, ningún país queda al margen de este conflicto. Tampoco las cifras experimentan reducciones significativas, un indicador que muestra que la normativa es insuficiente e ineficaz.

En el informe publicado por la UNODC sobre el estado de la cuestión en 2016 se destacó la relación entre el aumento de los movimientos migratorios de los últimos años y el incremento del número de víctimas de la trata. En consecuencia, muchas de estas vulneraciones se producen a las puertas de Europa. Es el caso de la ruta entre Libia e Italia, que se ha convertido en un auténtico infierno en la tierra, donde las violaciones, las torturas e incluso las subastas de personas están a la orden del día.

“Nadie huye de su casa si no tiene un tiburón dentro”


Sin embargo, a causa del cierre de la ruta de los Balcanes acordado entre la Unión Europea y Turquía en 2016, los migrantes que proceden de Oriente Medio o del África subsahariana ven la alternativa libia desde el prisma de la esperanza. Un punto de paso entre la guerra y la paz, Occidente. Ante el bloqueo de los países receptores, esta esperanza se ahoga en el Mediterráneo, junto a la idea de Europa como cuna de los Derechos Humanos.

A pesar del flagelo que viven los migrantes, las políticas vinculadas a los movimientos de extrema derecha, en auge en los últimos años con triunfos como el de Trump, emiten un discurso de odio hacia quien llega de fuera. Divulgan etiquetas y mitos: “vienen a robarnos el trabajo”, “levantar fronteras implica la entrada de terroristas”, etc. Palabras que se convierten en cadenas, esta vez, simbólicas.

Tal y como afirma la activista y embajadora de ACNUR Barbara Hendricks, “nadie huye de su casa si no tiene un tiburón dentro”. La inmigración no es una causa, es la consecuencia de la desesperación que provocan tiburones como el hambre, la sed o la guerra, en muchas ocasiones, alimentados por Occidente, exportador de armas y principal responsable del cambio climático que, a su vez, desemboca en sequías y malas cosechas.

La gestión de los movimientos de población se convierte en el ejemplo claro de la crisis de prioridades en la que se sume el sistema actual, donde el Sur mira hacia el Norte, pero el Norte no tiene ojos para nadie, solo para sí mismo.

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