Timanfaya – Periodismo ULL https://periodismopre.ull.es Diario digital de la Universidad de La Laguna Sun, 31 Oct 2021 09:11:18 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.2 https://periodismopre.ull.es/wp-content/uploads/2016/04/cropped-PULL_Redondo-1-32x32.png Timanfaya – Periodismo ULL https://periodismopre.ull.es 32 32 Lanzarote, esencia, naturaleza y arte https://periodismopre.ull.es/lanzarote-tierra-de-esencia-naturaleza-y-arte/ Sat, 30 Oct 2021 07:00:05 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=187253 Lanzarote, al igual que el resto de sus islas hermanas de Canarias, es especial. Sus cráteres marcan las pautas de su belleza árida, su calidez amable y su lava caótica. Quienes la visitan, en diversas excursiones, se asombran por su versatilidad, sus paisajes y su magia. Porque sí, en Lanzarote se respira todo aquello que no se puede explicar, solo sentir una vez estás ahí, como Timanfaya, el resultado de la rebeldía de la tierra que, entre los siglos XVIII y XIX, desestabilizó la vida de sus habitantes para dar paso a un lugar asombroso.

En 1824 la Isla abandonó su periodo de disidencia para entrar en uno de paz que, en la actualidad, permite disfrutar de más de 50 kilómetros cuadrados de un espectáculo tan grotesco como bello. Aunque, por la reciente erupción de La Palma, parece que estamos más informados sobre la actividad volcánica, el Parque Nacional de Timanfaya cuenta con materiales piroclásticos únicos como los cabellos de Pelé, una especie de fibrilla de vidrio basáltico formada en la lava.

Cuando visites este lugar, al que puedes ir de excursión, te sentirás en el origen de la vida, entre el humo y la ceniza escucharas el rugido de una naturaleza que, aún viva, quiere permitirte disfrutar de su singularidad.

Timanfaya erupcionó en 1730. Foto: PULL

La huella de Manrique


Si hablamos de Lanzarote y sus emblemas tenemos que hablar de la huella de César Manrique. El que fuera uno de los artistas españoles más relevantes, se fue en 1992 dejando diversas joyas en la que siempre será su isla. Aunque es conocida por la mayoría su papel fundamental en Timanfaya, también es destacable el Mirador del Río. Aparentemente integrado en el contexto volcánico la infraestructura fue diseñada para que, la mano del ser humano no rompiera la fuerza de la naturaleza, pero sí permitiera admirarla. Desde aquí podrás observar el Archipiélago Chinijo: La Graciosa y los islotes de Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste.

El Mirador del Río se construyó en 1973. Foto: PULL

En este viaje que estamos emprendiendo es imposible no pasar por los Jameos del Agua. Cuando el techo de un tubo volcánico se derrumba da pie a que cosas maravillosas sucedan después y eso es lo que ocurrió en este lugar. El Volcán de la Corona dio paso a los Jameos y a la Cueva de los Verdes; entrar en esta última supone conocer las entrañas de la tierra que nunca deja de rugir, adentrarse en sus caminos y sorprenderse cuando el agua se quiebra como si fuera magia.

Los Jameos del Agua es un sitio mucho más abierto en el que Manrique también dejó su huella. Los matices de sus colores y la adaptación de su estructura hacen que la mente viaje a la infancia, al brillo y a la ilusión.

Los Jameos del Agua. Foto: PULL

Si nos desplazamos solo un poco, hasta Guatiza, encontraremos el Jardín de Cactus donde César Manrique también dejó su legado. En una cantera descuidada el artista vio un potencial infinito y quiso plasmar, nuevamente, esa unión entre lo terrenal y lo imaginario que da lugar a un sitio tan icónico como este. Cuenta con más de nueve mil cactus entre las que se encuentran 1500 especies diferentes.

Por último, quiero que disfrutes de la esencia de esta isla. Quiero que veas la estampa de sus casas blancas en el ambiente árido para que te des cuenta de que lo que digo tiene sentido y razón. En Lanzarote está todo aquello que parece irreal, de otro planeta o, incluso, de otro siglo. En Lanzarote está la magia exaltada y el informalismo más autentico. En Lanzarote encontrarás tu esencia y conectarás con el arte y la naturaleza. En Lanzarote serás tú.

]]>
Timanfaya, un paseo entre lava y ceniza https://periodismopre.ull.es/timanfaya-un-paseo-entre-lava-y-ceniza/ Sun, 29 Aug 2021 11:29:21 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=173963 El Parque Nacional de Timanfaya, en la isla de Lanzarote, es uno de los lugares más singulares y diferentes del Mundo. Se encuentra en la parte suroeste de la isla y su origen se remonta a las erupciones ocurridas en los siglos XVIII y XIX, especialmente entre 1730 y 1736. Con una superficie de 51,07 kilómetros cuadrados, ocupa una gran parte de la Isla y recibe al año a más de millón y medio de visitantes, siendo el segundo parque nacional más visitado de Canarias. Debido a su valor ecológico incalculable, fue declarado Parque Nacional el 9 de agosto de 1974.

Timanfaya se formó a raíz de una erupción fisural de características basálticas que se desarrolló a lo largo de una fractura de casi 16 kilómetros de longitud. Las erupciones estuvieron activas durante seis años ininterrumpidos, sepultando nueve pueblos; Tingafa, Montaña Blanca, Las Maretas, Santa Catalina, Jaretas, San Juan, Peña de Plomos, Testeina y Rodeos. Asimismo, los tipos de lavas que abundan en el parque son las denominadas «aa», con cierto enfriamiento y pérdida de gases, y la «pahoehoe», muy fluida.

Existen diferentes curiosidades del Parque Nacional que no son muy conocidas. En el plano geológico, uno de los hechos más interesantes fue el derrumbe del Volcán de Mazo, cuya pared cayó dentro del propio cráter y produjo cenizas que se extendieron por toda la isla. Otro aspecto a resaltar es la amplia gama de elementos volcánicos, ya que «hay materiales vítreos, muy brillantes y casi negros que corresponden a escoria emitida durante erupciones hawaianas y también, cabellos de Pele, una especie de filamentos de vidrio volcánico del tamaño de un pelo», apunta Carmen Romero, profesora de Geografía Física de la Universidad de La Laguna.

Ante la posibilidad de una posible erupción en el futuro dentro del Parque, la vulcanóloga añade que «debido a la experiencia que posee Lanzarote con Timanfaya y la erupción de 1824, la Isla todavía tiene el potencial de que un volcán expulse lava en un futuro».

Coladas de lava y uno de los volcanes del parque. Foto: Michael Valdivia
Coladas de lava y uno de los volcanes del parque. Foto: M. Valdivia

«Es el único parque nacional de Canarias que tiene litoral, lo que agranda la lista de especies»


Debido a las erupciones que tuvieron lugar entre 1730 y 1736, muchas especies vegetales y animales se vieron afectadas. Aún así, hubo un tipo de refugio que salvó de la desaparición a estos organismos, los islotes. Los islotes son pequeñas elevaciones del terreno que consiguieron evadir las grandes coladas de lava que arrasaban la zona. Un dato curioso es que el Parque Nacional de Timanfaya es el único de Canarias que tiene litoral, lo que agranda la lista de especies.

La flora existente en este lugar es escasa debido al clima seco y a la aridez del terreno. Los líquenes y los musgos son los reinantes en este paraje, ya que consiguen sobrevivir gracias a la humedad que transporta los vientos alisios y a la poca materia orgánica presente en la superficie. Asimismo, también encontramos otras plantas como la tabaiba dulce, el geranio silvestre, el corazoncillo, el verode, el salado blanco, etc.

En lo que se refiere a la fauna, la zona la habitan musarañas canarias, lagartos de Haría o perenquenes majoreros que se alimentan de pequeños insectos y algunas plantas. Las aves, sin duda, son la especie predominante, incluyendo el cuervo, el cernícalo común, el guirre, la pardela cenicienta o la paloma común. Al ser un espacio que limita con el mar, también habitan especies marinas como el águila pescadora, cangrejos rojos, burgados, lapas, morenas, pulpos, salemas, entre otras.

Turistas disfrutando de un paseo montados en camello. Foto: Michael Valdivia
Turistas disfrutando de un paseo montados en camello. Foto: M. V.

Montañas del Fuego


Dentro del parque se encuentra el centro de visitantes diseñado por el artista lanzaroteño, César Manrique, situado en el Islote de Hilario y que, junto al Echadero de los Camellos, forman las denominadas Montañas del Fuego. Las personas que visiten este lugar tan singular tienen la opción de realizar un pequeño paseo montando a camello a la misma vez que admiran el paisaje volcánico. Por otro lado, en el Islote de Hilario se puede disfrutar de una demostración de un géiser al tirar agua a las entrañas de la tierra, que está a una temperatura de casi 300 grados.

A la llegada, quienes lo deseen pueden optar por coger la guagua que realiza un recorrido guiado por la ruta de los volcanes, en la cual se pueden contemplar cuatro volcanes, bombas volcánicas y unas vistas a todo el parque. Otro de los atractivos que más sorprende a turistas y locales es el horno de El Diablo, el restaurante ubicado en el propio islote. Se trata de un horno donde los alimentos se cocinan con el calor que emana las profundidades de la tierra. Desde pollo y brochetas hasta salchichas y pescado, todo se puede cocinar en este particular horno.

Según Sonia Morales, guía de Turismo de Canarias y guía de Timanfaya, «lo que más les impresiona a las personas que visitan este lugar es poder disfrutar de las anomalías geotérmicas, el paisaje volcánico y ver cómo se cocina la carne con el calor de la tierra».

Para las personas que habitaban Lanzarote en el siglo XVIII, que la tierra se abriera ante sus pies fue un auténtico horror que causó miseria y destrucción. Sin embargo, ese caos, trescientos años después se convirtió en el mayor reclamo turístico de la isla gracias a la simbiosis de la naturaleza y a la aportación de César Manrique, que llevaba por bandera el respeto por la naturaleza.

]]>
Advierten del deterioro que sufren los parques nacionales canarios https://periodismopre.ull.es/advierten-del-deterioro-que-sufren-los-cuatro-parques-nacionales-canarios/ Thu, 25 Feb 2021 17:23:31 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=153175 El Consejo Social de la Universidad de La Laguna celebró durante la mañana de hoy jueves, 25 de febrero, una nueva sesión de su ciclo divulgativo Encuentros con el futuro que, en esta ocasión, abordó los efectos del cambio climático en el medioambiente. En el evento participaron, entre otros ponentes, los directores de los cuatro parques nacionales canarios, para hablar sobre cómo gestionan estos espacios protegidos y cómo les está afectando el calentamiento global.

Los cuatro manifestaron una gran preocupación por el deterioro que están experimentando esas zonas especialmente sensibles a causa de factores como el descenso de las precipitaciones, el incremento de la temperatura que aumenta el riesgo de incendios, la presencia de especies invasoras y la acción de los herbívoros sobre la fauna.

Timanfaya


El primero en intervenir fue Pascual Gil Muñoz, director del Parque Nacional de Timanfaya, en Lanzarote, quien no habló sobre cuestiones medioambientales sino sobre el esfuerzo que conlleva administrar un espacio de estas características, «en el que es necesario que el personal asuma varias tareas para las que, en ocasiones, no está preparado». Por ello, al finalizar su intervención recalcó la necesidad de contar con más personal especializado y estable para mejorar la gestión.

Señaló la gran dificultad y los recursos necesarios para hacerse cargo de los equipamientos, senderos, infraestructuras varias como los centros de visitantes o el sistema de gestión ambiental para deshacerse de los residuos, sin olvidar la relación con otras instituciones y el mantenimiento y reparación de todo lo que sea necesario. También manifestó su esperanza de que un proyecto de innovación en el que están trabajando les permita sustituir la energía generada mediante motores de combustible por la procedente de la geotermia, es decir, el intercambio de temperatura entre el subsuelo de ese paraje volcánico y la superficie.

La Caldera de Taburiente


Ángel Palomares Martín, director del Parque Nacional de La Caldera de Taburiente (La Palma) presentó brevemente las principales características geográficas de ese espacio, que consideró que posee un grado de conservación «medio», ya que algunas zonas han experimentado un gran deterioro, en parte ocasionado por las plantas invasoras y, sobre todo, los herbívoros exóticos invasores.

Un problema que experimenta este parque, dijo, es la disminución de los manantiales naturales a causa de la construcción de galerías de explotación de agua, «lo que está provocando que se seque la flora de las zonas en donde antes se daban esos reservorios de humedad». La situación, añadió, «se agrava por la sequía que se ha experimentado en la última década, que ha provocado una gran mortandad en pinos y herbáceas». Para gestionar el Parque, Palomares señaló que se toman medidas que tratan de compatibilizar el uso público con su impacto, y se acometen acciones de recuperación de flora amenazadas y de restauración de zonas erosionadas por la afluencia de público.

Garajonay


En tercer lugar, el director del Parque Nacional de Garajonay (La Gomera), Ángel Fernández López, resumió el impacto del cambio climático en dicho espacio, señalando que está afectando alarmantemente a la laurisilva, en parte por la reducción de precipitaciones, que él calcula de un 3,5 % menos cada década, de igual modo que cifra el aumento de temperatura en 0’1 grados cada diez años. A todo ello, subrayó que se suman las consecuencias del incendio de 2012, que devastó un 20 % de todo el Parque, incluyendo zonas de pinar que habían sido recuperadas tras años de trabajo. También alertó de problemas en el ciclo hidrológico, con reducción de caudales de riachuelos, algunos de los cuales han desparecido por primera vez en 2020.

Ante esta situación, explicó que algunas especies serán capaces de adaptarse para sobrevivir, ya sea reduciendo su tamaño o migrando a zonas más frescas y húmedas, «pero a otras habrá que ayudarlas mediante translocaciones a otras zonas». Por ello, apuntó, que «es fundamental invertir en conservación ya que está demostrado su efecto positivo, pues puede favorecer, incluso, el aumento de precipitaciones y una mayor captación del agua de niebla».

El Teide


Finalmente, Manuel Durbán Villalonga, director del Parque Nacional de El Teide, explicó que, gracias a la existencia de seis estaciones meteorológicas dispuestas por todo el espacio, a las que se suman las del Observatorio de Izaña y las del Parador, han podido saber que el aumento de temperatura en esa zona es el doble que en el resto de Canarias, de 0,2 grados por década, ya que el Parque se sitúa por encima del mar de nubes.

Aseveró que «esas condiciones climáticas extremas habían mantenido a raya naturalmente a las especies invasoras vegetales, pero ya es un problema que se está dando en la actualidad, al que hay que sumar el de los vertebrados como conejos y muflones». Destacó, además, que «la fauna autóctona también es problemática: el aumento de temperatura ha hecho que el periodo de invernada del lagarto del Teide disminuya, por lo que está más activo y se alimenta de especies protegidas como la violeta del Teide o la violeta de Guajara».

Pedro Luis Pérez de Paz


Tras esta mesa redonda, intervino el catedrático jubilado de Botánica de la Universidad de La Laguna Pedro Luis Pérez de Paz, con un currículo investigador y gestor muy relacionado con los espacios de conservación, ya que, por ejemplo, fue director del proyecto de la Red Natura 2000 para Canarias. También formó parte de la Comisión de Parques Naturales de Canarias, de la cual dimitió poco después al considerarla un «fiasco» instrumentalizado políticamente.

Sobre el desarrollo sostenible y medioambiente, habló de una aproximación mediante cinco e: ética, estética, economía, ecología y educación. Además, reflexionó que la humanidad ha sobrevivido a muchas desgracias, pero que si hay algo que nunca perdonarán las generaciones futuras es la pérdida de la biodiversidad actual.

 

]]>