Rupatrupa – Periodismo ULL https://periodismopre.ull.es Diario digital de la Universidad de La Laguna Thu, 02 Feb 2023 13:13:14 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.2 https://periodismopre.ull.es/wp-content/uploads/2016/04/cropped-PULL_Redondo-1-32x32.png Rupatrupa – Periodismo ULL https://periodismopre.ull.es 32 32 Rupatrupa agota entradas en el Aguere en su vuelta a los escenarios tinerfeños https://periodismopre.ull.es/rupatrupa-agota-entradas-en-el-aguere-en-su-vuelta-a-los-escenarios-tinerfenos/ Wed, 01 Feb 2023 08:00:51 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=234599 El grupo tinerfeño Rupatrupa volverá a actuar en su isla natal este viernes, 3 de febrero, desde las 21.00 horas, en el Aguere Espacio Cultural. El concierto enmarcado en el Festival Soplo de Letras, gestionado por la asociación cultural UvedeVida, supondrá el regreso a las tablas de Tenerife tras varios años sin actuar en su casa. Ante el reclamo del público, la Organización ha dispuesto cincuenta entradas extra tras el sold out desde hace semanas.

El proyecto musical está encabezado por Roberto Ruido, vocalista y compositor de unas letras influidas por el reggae o la rumba, aunque con un marcado sello propio. Su camino comenzó a formarse con la esencia de la música callejera en 2016 con la publicación de su primer álbum Directo en el Cuartito de la Lavadora, nueve canciones que sirvieron de punto de partida a una carrera que ha deparado otro disco más en 2017, titulado Directo en Sdma y el EP A Solas, más reciente en 2020.

Tras una última gira por Latinoamérica y una parada en La Palma el pasado 28 de enero en el marco de la iniciativa cultural Contigo AlMediodía, el aterrizaje en el Aguere trae consigo «un formato más potente y versátil, pero con el mismo buen rollo». En el escenario lagunero disfrutará además de la compañía de Nadir Sigolo, acordeonista; Alba Gil, saxofonista; Germán Cuesto, guitarrista; Ione de la Cruz, bajista, y Tiago Braúna, batería de la banda.

«Es muy bonito ver lo que genera Rupatrupa y el público tan fiel que tiene»


Desde la Organización afirman estar muy contentos con la respuesta al concierto de Rupatrupa, tras «superar las estimaciones iniciales. «Sabemos que es un grupo muy querido por el público canario, pero ha sido sorprendente la rapidez con la que conseguimos el sold out«, apuntan. En este punto, aunque aún no existe ninguna oficialidad, adelantan la intención de trabajar en una segunda fecha de la banda en Tenerife: «Es muy bonito ver lo que genera Rupatrupa y el público tan fiel que tiene».

La programación de 2023 de Soplo de Letras comenzará este año con el concierto de la banda tinerfeña, «un grupo que se ajusta a la perfección a nuestra esencia como Festival«. Además, valoran compartir valores similares y haber seguido su carrera musical desde sus inicios. «Es sin duda una apuesta muy positiva. Estamos expectantes por escucharles en directo», comentan.

La Organización asegura que los siguientes pasos del Festival apostarán por «la descentralización de la esfera cultural, ofreciendo eventos en distintos municipios de Canarias y mostrando la creatividad, el talento local, nacional e internacional». Con el objetivo de ofrecer «un toque fresco al panorama cultural y generar curiosidad por las letras en la sociedad», aseveran que Rupatrupa es una apuesta segura, pues «sus canciones tienen gran trasfondo. No solo buscan esa melodía perfecta, sino también reivindicar temas sociales y personales a través de sus palabras».

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Rupatrupa: «Los músicos de verdad tienen que vivir del directo» https://periodismopre.ull.es/64022-2/ Wed, 25 Apr 2018 14:01:01 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=64022 El Café 7 huele a tierra y a cerveza de tarde. Roberto Ruido, ingeniero de Telecomunicaciones y madrileño de nacimiento, habla entre el barullo como cantante del grupo Rupatrupa, el cual lo forma junto al saxofonista Mathias Burgos-Villa y el acordeonista Nadir Sigolo. Desde la Península, Italia y Colombia se ha creado el espíritu de este trío de origen lagunero que, desde hace tres años, inunda las calles y se nutre del directo para crecer con la presencia del público a un palmo de sus narices. La viralidad de las redes sociales ha puesto en el punto de mira a esta nueva formación que apuesta por una marca personal que dé algo diferente: energía.

¿Cómo empezaste en la música? «Desde muy pequeñito tuve la suerte de que mis dos hermanos mayores me inculcaron la música, a su manera, junto a otro primo, que es como otro hermano. Lo bueno es que cada uno me dio un estilo diferente y, entonces, con nueve años ya probé a tocar una guitarra. Esta me la ayudó a comprar mi hermano, la cual era malísima para alguien pequeño porque las cuerdas estaban muy altas y, ya luego, a los once, me compré una eléctrica y empecé a tocar. Nunca he tenido un profesor, ni he estudiado ni nada, ha sido a mi bola, y en cuanto a lo que es vivir de la música fue al llegar aquí a Tenerife».

¿Cuándo decidiste venir? «Fue cuando terminé de estudiar en Madrid, me agobié con todo y decidí cortar. Primero fui a Melilla, donde tengo familia, y después con mi prima, que vivía en Mallorca en ese momento, me dijo que se venía a Canarias para terminar la carrera de Biología, no sabía muy bien a qué isla pero allá se iba. Y yo le dije ‘pues me voy contigo, me da igual, quiero ir a donde me apetezca’. Y así llegamos aquí hace tres años, y desde entonces».

A partir de ahí comienza Rupatrupa… «Tal cual llegué aquí no tenía ningún plan, ni de trabajar ni nada. Tenía, y tengo la suerte, de que mis padres me ayudaran con el dinero cuando lo necesito, aunque ahora gracias a la música soy más independiente. Pero bueno, me ayudaron mucho. Buscaba trabajo de lo que fuese y me puse a tocar en la calle. Era algo que siempre había querido hacer en Madrid, pero allí era más complicado, y llevaba mucho tiempo cantando pero nunca lo había hecho en público. Siempre había tenido un montón de miedo escénico y aquí, hace tres años, dije: ‘Mira, ya está, hazlo y que sea lo que dios quiera’. Entonces, empecé a tocar y, una vez paseando por la ciudad con mi prima, escuché un acordeón que estaban tocando a Yan Tiersen, que es un compositor que me encanta, y me acerqué y era Nadir. A partir de ahí le dije ‘mira, yo quiero tocar contigo’. En ese mismo momento, yo llevaba la guitarra y toqué con él, mi prima tocó con él, y ya nos dimos los números».

¿Y luego? «Luego, al tiempo, nos dejamos de ver, pero me dio de nuevo la venada y me dije que tenía que volver a tocar con él, me encanta lo que hace, voy a tocar con él, me dije. Además, conocía a un chico que tocaba el saxofón que, justamente, compartía piso con Nadir, ‘sí, vive en mi casa, igual, tal, vente para acá’, y así desde que llegué».

Casi el destino…  «Bueno, yo digo las coincidencias. Pero sí, desde entonces no hemos dejado de trabajar. El nombre cambió. En principio, nos llamábamos ‘Roberto Ruido y la Trupa’. Este es mi nombre artístico, como muchos colegas me conocían, la gente me llama de todo, Ruper, Rupa, Rupatrupa… Y un día me dio por buscar qué significaba trupa y, creo que es en rumano, que significa banda, o tropa, y luego truppa en italiano significa también algo así. Así que quedó perfecto.

«El problema es que el lugar en sí está en contra de que haya artistas»


Tú eres de Madrid, Nadir es de Milán, y Mathias es de Francia aunque nació en Colombia, ¿qué aporta cada nacionalidad? «Aportan de todo. Por ejemplo, Nadir trae la cultura del acordeón de Italia, donde es la cuna de este instrumento, donde más nivel hay y como no para de investigar. Hace tanto jazz como clásico y es muy versátil ya que hay mucha gente que te dice que es de mano derecha, que lo que realmente pasa es que son pianistas, por lo que utilizan solo una y dejan la otra para dar fuelle y no la usan. Pues él ha traído esa cultura, que es mucha más rica. Y Mathias la cultura unas raíces muy diversas ya que es colombiano, aunque con dos años se viniera a Europa».

¿Cómo ves la escena musical canaria? «Lo que veo es que hay mucha gente esforzándose en que mejore el circuito para la gente que queremos tocar, y veo que hay mucha gente, que son los que mandan, como los ayuntamientos, que parece ser que tienen el objetivo contrario. Por ejemplo, cuando llegué aquí me enamoré de La Laguna porque en muy poco espacio, y de manera gratuita, disfrutabas de espacios como el Café 7, en el Tintín, el Aguere… Había de todo. Y eso se lo han cargado. Entonces, la escena de los artistas me encanta porque parece ser que por metro cuadrado hay muchos, pero luego el problema es que el lugar en sí está en contra de que estén estos artistas».

¿Y las redes sociales cómo les ha afectado? «Las redes sociales, como por ejemplo Youtube, nos ha dado un impulso que no esperábamos. Ha sido todo como muy rápido. David Sales, que es quien se encarga del canal de Sesión de Micros Abiertos, nos ha comentado que está flipando porque no había pasado nunca con otro grupo aquí, pero claro, ahora hay que trabajar de pasar de lo virtual en lo real: hacer conciertos y ver qué tal. Nosotros siempre en los conciertos nos llevamos casi siempre sorpresas para bien. Por lo que vemos, nos paran, nos saludan, nos dicen que les gusta… La gente veo que nos sigue, nos conoce, pero no sé a qué escala, porque luego es difícil ponerlo en números reales».

¿No piensas en volver a Madrid, al epicentro? «No. Por ahora, no. Mucha gente me dice que cómo es que siendo de Madrid me haya venido aquí, ¡y a intentar vivir de la música!, y yo les digo que allí no era feliz, y aquí sí. Me parece básico. Es una putada coger un avión y pagar la guitarra, que además no te lo ponen nada fácil, yo me dejo una pasta en el trayecto a la Península, y además llevando percusión… Pero prefiero estar así, tal vez pasar una temporada, quizás, tocando, pero por ahora de aquí no me quiero mover. Para nada».

¿Quiénes son tus referentes? «Yo soy súper mal lector, y me sorprende que a la gente le guste tanto las letras. Es algo de lo que todo el mundo me habla y, realmente, leo mucho pero para informarme. Busco información en Internet sobre gente que me gusta, a quienes sigo… Entonces, referentes literarios no te puedo dar, pero de música sí. Calle 13, Yann Tiersen, Extremoduro, Mark Knopfler ,y mi grupo referente, Metallica, fue con quienes empecé a tocar la guitarra eléctrica. Esa fuerza que saco para cantar puede que sea por ellos. Luego, todo el mundo me dice que me parezco al Muchachito por tocar con los pies, lo cual fue realmente fue una necesidad ya que mpezamos a tocar en la calle los tres y, de repente, dije, a ver si meto un cajón, me siento en el mismo y si meto una pandereta, y una caja… «.

Imagen cedida por Rupatrupa

«El mayor clima de felicidad que puede haber es componer»


La manera de impostar la voz… Lo he trabajado mucho. Prueba, haz lo que tú quieres, no te hagas daño, claro. He cambiado mucho en cuanto al ‘qué quiero encontrar’».

¿Cuál es el proceso de creación? «Para mí es lo mejor. Lo que es de vivir de la música viene de eso: el mayor clima de felicidad que puede haber es componer. Y componer que, a veces, te tiras una noche escribiendo una canción y la ves al día siguiente  y ‘menuda mierda’. No usas nada, o solo un cacho de guitarra o una frase. Pero ese momento no te lo quita nadie, que es el de mayor felicidad. Igual que también hay veces que quieres componer algo y te atranques y no te salga durante días… El proceso, no tengo norma. Lo empiezo a hacer sin querer. Me pasó algo y me puse a escribir, y me gustó la sensación. Fue esto de acabo de coger esto que tengo aquí dentro y lo pongo en un papel, lo pongo con acordes y no es el hecho de quiero componer, sino ahora necesito componer. El proceso suele ser que cojo la guitarra porque me apetece tocar y me empiezo a inventar algo o algo que ya tengo y lo comienzo a completar, o voy por la calle y se me ocurre un silbido, un arreglo, y lo grabo con el móvil… Borracho pasa un montón, esto de que estás en el baño sin el móvil encima y ya ves que la pierdes, aunque he aprendido a decir que ya vendrá otra».

No tienes un orden… «No, no tengo un orden, lo que sí suelo hacer es que todo va junto. No soy de escribir una letra y luego intentar cuadrarla en unos acordes, lo voy haciendo todo a la vez. En muchos artistas que me gustan, noto que, casi seguro, la cuadran en un ritmo o una melodía, y creo que siempre va a quedar un trabajo mucho más fino si lo haces todo a la vez porque tú en ese mismo momento en el que dices una palabra pues resulta que queda mejor dos, o tres, o cambiarla por otra… Es como el juego del cadáver exquisito. Pero nunca te va a quedar igual. La única norma que tendría sería esa: que van saliendo a la vez».

Si de algo se suelen caracterizar tus letras es de que hablan de cosas cotidianas… «Básicamente, trata de eso. Una amiga cada vez que oía una canción que sacaba nueva resultaba que me decía: ‘Tío, es que sabemos todo lo que te pasa, sobre todo tu vida amorosa, cuéntanoslo’. Tal vez eso pasa porque no se me da bien hablarlo».

¿Como una terapia? «Siempre. Me cuesta decir que soy artista, pero para la gente que lo piensa, creo que un verdadero artista lo tiene que tomar como una terapia, una necesidad. Es que, realmente, si dejas de verlo como esto puedes estar estudiando el mercado y tu objetivo sea que ya no necesito crear porque sí sino porque quiero ganar dinero, entonces entran cosas que, para mí, no son el fondo del arte».

¿Qué te parece la incursión de nuevos cantautores como La Otra, el Kanka, Kilombo y demás, en comparación con otro tipo de música más ‘vendible’? «Por parecer, me parece fatal. A mí me parece que la música está estrechamente ligada a la inteligencia, y en ese sentido si esta está triunfando… A ver, no creo que si una persona que escucha reguetón lo llevas a un auditorio y lo pones en frente de una orquesta potente no se van a emocionar, pero ni siquiera van a pensar en eso porque no tienen ese tiempo para abrir esas miras. La industria de la música donde más dinero gana es en la radio, en los discos… Por eso, hay mucho consumidor que es simplemente ‘ponme lo que quieras’, y de ahí a que finalmente me aprenda ‘Despacito’. Si hubiera una cultura diferente en la radio y se viera que hay cosas variadas, esto cambiaría. Por ejemplo, hay gente que estudia un montón, que investiga sobre esto, que es una ciencia aparte de un arte, y en cambio, hay otra gente que, no sé lo que hacen, que, de repente, ganan un montón de dinero. Ahora, si lo ganan es porque lo producen y, si lo producen es porque hay gente consumiéndolo».

«Los músicos de verdad tienen que vivir del directo»


¿Y el pirateo? «Yo soy el primero que consume un montón de música gratis y cuando tengo dinero acudo a los conciertos. De pequeño me compraba un montón de discos, luego empecé a salir de fiesta y llegó Internet, y se vino el E-Mule y demás, e empecé a descargarme canciones. Yo soy el primero que las composiciones que he hecho las he puesto en Internet, y seguiré haciéndolo. Si algún día no lo hago, tú misma me mandas esta grabación y me dices ‘mira, tú me dijiste esto’, porque creo que intentar vivir de eso no tiene sentido. Es decir, existe, alguien puede coger y subir tu disco… A mí me molestaría, por ejemplo, que una productora que tuviera mucho dinero pues me robara una canción para ponerla en una película, coño, tienes dinero, págame, pero prefiero que la gente que puede invertir su dinero en venir a un concierto, lo haga. Porque, realmente, los músicos de verdad tienen que vivir del directo».

¿Piensan pasarse a grabar a un estudio? «Internet ha democratizado muchísimas cosas. En la época de los Beatles no estaba al alcance de cualquiera, y ahora nosotros hemos grabado una maqueta con un material de mierda, y se puede hacer un sonido igual de bueno. Ya no hace falta tener un estudio detrás para sacar una producción que a la gente le guste, no hace falta ni siquiera que sea un material de calidad. Hubo un momento en que si no era por una marca o empresa no habrías podido sacar el disco. Hay muchos músicos que se quejan de Internet, son de otra época, pero yo no lo entiendo. Creo que las nuevas tecnologías son un arma de doble filo, para todo, pero que si lo sabemos utilizar, será muy potente para lo bueno».

¿Y cómo se viven esos directos? «Siempre que nos subimos en el escenario lo pasamos increíble, la química que hay entre nosotros es fantástica. La gira que hicimos el año pasado por la Península fue muy dura, sobre todo a nivel físico, incluso tuvimos que dormir en la calle una vez, o que una guagua nos fallara y ya no llegabas. Entonces, esto hizo que en muchos conciertos no se notara esa relación por el cansancio más que nada. En cuanto a la energía interior… Somos tres colegas pasándolo de puta madre, y nos emocionamos cada vez más por lo que vemos enfrente con la gente».

¿Recuerdas el primer concierto de Rupatrupa? «Fue en La Terrera, en una especie de jam session. Presentamos nuestro proyecto con un par de canciones ante unos amigos, fue súper guay. Eso lo habíamos estado preparando a través de: ensayo, calle, ensayo, calle… Y después en un concierto, como tal, fue en el Tintin, sin contar con ese. Yo siempre he tenido un miedo escénico brutal, si te fijas, en los vídeos siempre canto con los ojos cerrados, las cámaras parece que te están apuñalando y, al final, lo he vivido como un subidón, como una droga, a la que me he terminado enganchando. Sin embargo, esa sensación empieza a chocar con la de no querer defraudar a la gente. Cuando llevábamos a amigos o a gente que liábamos por la calle pues teníamos menos responsabilidad que ahora, que sabes que la gente puede que te esté escuchando todos los días, que hay quien te lo dice, y que está delante de ti y se sabe la canción. Es más, yo me equivoco a veces, y estoy con la guitarra y la percusión y se me va y justo en ese momento veo a alguien cantando y… Lo vivo con una felicidad, pero también con una presión mayor».

«La calle te enseña de todo»


¿Qué les ha enseñado la calle? «La calle te enseña de todo. Muchos artistas que han estado tocando en la calle dicen eso de, me gustaría verlos a todos, a esos que están triunfando, tocando aquí, y es verdad. Te enseña lo duro que es querer vivir de la música sí o sí, te enseña que puedes hacerlo, a tocar con frío, con mucho frío y mucho calor, te enseña un montón de las personas… Un músico de la calle no deja de aprender cada día. Una mañana ganas poco dinero, y ves que ha podido ser por el cansancio porque se nota en la energía de la música, o en una discusión que hayamos tenido los tres y luego de salir se nota que sigue ahí, se transmite. En la calle, sobre todo, si no lo haces bien, no ganas dinero. Ahí no la puedes fastidiar».

Tiene que ser duro… «No es un ensayo, ya que no puedes pararte y decir ‘mira, mejor así’, pero tampoco es un concierto como tal. Una anécdota, cuando yo empecé a tocar era solo con la guitarra. Me acuerdo que en la Catedral, uno de los primeros días, se acercó una mujer muy, muy, muy mayor que era llevada por otra porque apenas podía andar, y la mujer anciana se paró, se lo dijo a la chica con la mano, me señaló, se empezó a acercar, y se quedó como a dos palmos míos y se puso a bailar al ritmo del reggae, y ahí flipé y dije: ‘Quiero seguir con esto’. Las mejores anécdotas las he tenido con personas mayores o con niños, te das cuenta de que son dos edades en las que, o todavía no has aprendido lo que es la vergüenza impuesto por la sociedad, o ya te da igual absolutamente lo que piensen de ti».

¿Y en cuanto a los permisos en la calle? «Quiero que los den ya. Cuando llegué lo conseguí y a los seis meses se me caducó. Me parece que es una manera de regular ese circuito, ese trabajo, y me parece que es una manera de que lo que estás haciendo sea legal. Porque hubo un momento en el que el Ayuntamiento… Llevo un año y pico esperando, parece ser que interesa que tú no seas legal. Si tú molestas a alguien, pero si tienes el papel que te permite estar ahí, pues es lo que hay. Y a ver, yo no estoy aquí para molestar a nadie, es más, se pasa mal cuando estás tocando y tienes que estar pendiente, muchas veces entramos a las tiendas y preguntamos si está muy alto, o si molestamos, o nos lo dicen. Nos gusta eso, porque si no estás a gusto no vas a estar bien. Aún con eso hay gente que le molesta, y sin ese permiso que demuestra que lo haces de manera legal, viene la policía y te saca de ahí. Además de que es una manera de que haya un diálogo entre la gente a la que le molesta y los que sí que quieren que estemos».

¿La policía les ha dicho algo? «Sí, sí, el saxofón suena muy fuerte, o la caja… Hemos tenido problemas, un montón de veces. Y al no tener ese permiso pues estás haciendo algo ilegal, que aquí por ejemplo la policía no te multa porque es una petición por parte del ayuntamiento, pero siempre estás en ese límite. Por eso sí es necesario ese permiso».

Imagen cedida por Bristop

«Creo que la música se tiene que comprometer con todo»


¿Crees que hay un compromiso en la música? «Creo que la música se tiene que comprometer con todo. Nosotros hemos tenido conversaciones muy fuertes con este tema. Nadir, por ejemplo, nos lo dice, es además de un proyecto una manera de transmitir un mensaje, como una herramienta positiva. El mensaje se ha ido construyendo por la gente, que nos dicen que transmitimos una energía que te cagas, repartís amor, dicen, y para mí el mensaje esencial es, por el hecho de vivir de la música, es que tienes que hacer lo que te apetezca. No en plan anarquía sino persigue tus sueños, esfuérzate, y que no vaya en detrimento de la libertad o felicidad de quien tienes al lado. El reguetón es algo en donde artistas están influyendo en todo el mundo y no se dan cuenta que su mensaje llega a millones de personas en el mundo. Yo me pensaría cada palabra de cada canción».

Se crea una responsabilidad… «Al principio no pensaba en eso, yo cantaba lo que me apetecía, pero llega un momento en el que me di cuenta que la gente lo escuchaba, y tienes que empezar a plantearte ciertas cosas. Todavía no me he decidido cambiar ninguna letra, pero es verdad que si se me pasa una idea loca por la cabeza diría ‘espérate’. Tienes la posibilidad de transmitir algo positivo, hacer algo al respecto en vez de, por ejemplo, enviar mensajes machistas que, finalmente, calan».

Después de dos maquetas, ¿hay disco a la vista? «El disco lo que quiero hacer, básicamente, es grabarlo por las Islas Canarias, grabarlo en exteriores, sin estudios, lo cual no creo que sea necesario. Primero, cuesta un dineral, y creo que hay maneras de hacerlo donde disfrutas más y puedes plasmar la energía musical, y luego, que básicamente la energía que transmites en un estudio es ni parecida a la de un cuartito grabado en un directo como hicimos en su momento. Hacíamos varias tomas y, finalmente, nos quedábamos casi siempre con las primeras. No es que esté en contra de los estudios, sino que con el avance de la tecnología del sonido se puede grabar algo que esté bien y a que la gente le guste. Y, junto a esta grabación, a la vez, me gustaría hacer una especie de una película documental. Cada vez está más cerca y, con ello, hacer a la gente participe a través del crowfounding«.

Has nombrado mucho a los seguidores, a ese público que les escucha por la calle, en los conciertos, ¿son la cura contra las dudas de la vida del músico? «Lo que nos da gana todos los días es que hay gente que nos mandan mensajes que nos dan las gracias por la música que hacemos. Contra eso ya no hay nada con lo que pueda darme el bajón. No tenía dudas de qué hacer pero sí de cómo hacerlo porque no te da para vivir de esto, ese era el miedo. Y nos preguntan que cómo lo conseguimos, y la clave es que gastamos muy poco. No ganamos nada, pagamos alquileres bajos y es una media… Claro, es en mi caso. Pero no es el ganar mucho o poco sino en lo que lo vas a gastar. Tuve que parar un tiempo debido a una lesión en la muñeca y durante un mes entero mis padres me tuvieron que pagar el piso y mandarme dinero para comer. Yo he dejado deportes como el fútbol porque si me rompo algo pues hasta luego, pero pensar para mí no es dudar, y creo que es la clave que las cosas hayan ido bien. No estoy entre un ‘no, sí, no’… Es un sí, ahora, la duda es el cómo: cómo hacer que esto sea rentable, que me haga feliz. Mis padres han dudado, que me haya ido lejos, después de lo que he estudiado…».

Pero las semillas de aquella primera maqueta se siguen sembrando… «A nivel literal, me han dicho que no lo diga que queda muy mal, pero es que no me han crecido, y algunos me mandan fotos de lo bien que están las plantas, y no lo entiendo. Pero a nivel metafórico, sí, tal y como entendemos el proyecto, es no parar de plantar y no parar de cuidar lo que se ha cultivado. Con esa primera maqueta fue el inicio de esa semilla con la que continuamos hoy en día».

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La duodécima edición del ULL Rock Festival, este viernes en La Laguna https://periodismopre.ull.es/36020-2/ Wed, 25 Oct 2017 07:00:32 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=36020 La Universidad de La Laguna, a través del Vicerrectorado de Relaciones con la Sociedad y con la colaboración de Click&Roll, apuesta un año más por el ULL Rock Festival. En esta ocasión, el evento vivirá su duodécima edición en la Plaza de la Concepción (La Laguna) este viernes 27 de octubre a las 21.00 horas. El objetivo del acto, que transcurrirá durante tres horas, no es otro que el de potenciar otras músicas, como son el jazz, el rock o la canción de autor, además de dar a conocer a sus artistas apoyando la difusión de sus trabajos.

Los seis finalistas que participarán en el certamen, gratuito hasta que se complete el aforo, han sido preseleccionados por el jurado a partir de las maquetas remitidas. Unos jueces que proclamarán al ganador al término de las actuaciones. Para su valoración, se tendrán en cuenta criterios como la calidad interpretativa, las composiciones propias e inéditas, la creatividad y originalidad y la puesta en escena. El vencedor será galardonado con el XII premio de Música ULL, un diploma acreditativo y 800 euros. También el segundo recibirá 400 euros y el correspondiente obsequio conmemorativo.

Entre los protagonistas de la cita estará Carlos Rodríguez. Este cantante tinerfeño, asiduo en los bares y locales de la isla, mima las letras con su rock n’roll de medio tiempo, repleto de historias personales, relatos de viajes, de idas y venidas y con claras influencias de Hombres G, Andrés Calamaro o Los Rodríguez. A él le seguirá Habemus Trío, una banda minimalista y atípica formada por Ancor Miranda (batería), Norberto Arteaga (saxo) y Carlos Meneses (contrabajo), que ofrecerán su visión particular del jazz.

También se podrá disfrutar de Jason Luis Latin Project, el cual dará el toque latino a la velada, o del conjunto canario La Huida, que ofrecerá su característica mezcla de sonidos (pop, rock, reggae y detalles latinos). La banda de rock alternativo Sumergible y el rock-grunge de los realejeros de Trasterofilia cerrarán un concurso que contará con un invitado especial: Poker Rock. Estos últimos, que ya participaron en el reciente memorial a Benito Reverón, volverán a dar su toque personal con un repertorio amplio de los grandes clásicos de los 60 y 70 desde una perspectiva divertida, apasionada y elegante.

Un escaparate para los artistas canarios


El Festival ULL Rock se ha ido consolidando poco a poco, ya que en los últimos años han pasado algunas agrupaciones que, posteriormente, han entrado con fuerza en el panorama musical canario, como es el caso de Pasajeros, ganadores de la undécima edición. En 2016, la propuesta de jazz de Tritono se alzó con el primer puesto y el segundo escalón estuvo ocupado por Rupatrupa. Este año serán seis los participantes que lucharán por deleitar al público y, si se precia, triunfar en el escenario.

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El concierto ‘Una voz por EducaNepal’, este sábado en el Paraninfo https://periodismopre.ull.es/el-concierto-una-voz-por-educa-nepal-en-el-paraninfo-universitario/ Wed, 18 Oct 2017 14:59:52 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=34800 Una voz, una guitarra será el lema que encabezará el concierto Una voz por Educa Nepal. El evento, que tendrá lugar este sábado 21 de octubre en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna, comenzará a las 20.00 horas y contará con la presencia de varios artistas canarios. Durante una hora y media se subirán al escenario varios cantautores de la escena isleña. Las entradas, a un coste de 10 euros, se pueden adquirir en diferentes puntos de venta.

Entre los que actuarán están Jorge Chaick y Daniel Ferreiro, habituales en los locales tinerfeños; el proyecto musical de mestizaje de autor Ida Susal, encabezado por la cantante Julia Botanz; el santacrucero José Arbelo, premiado en numerosos certámenes musicales; el autor de discos como Hijo del sol, Al[H]ambre y Al final del verano, Jesús Garriga; el joven grupo Rupatrupa; y la intérprete femenina Muriel Sarda.

Los tickets se pueden conseguir en el Vicerrectorado de Relaciones con la Sociedad de lunes a viernes, de 9.00 a 15.00 horas. También pueden comprarse en otros establecimientos como la tienda de alimentación Planeta Orgánico (Candelaria), la librería Unicornio (Santa Cruz) y Sothis (La Laguna). Además, mediante Internet en Tomaticket y en las taquillas del recinto, entre semana de once de la mañana a una de la tarde, y los días de espectáculo 60 minutos antes del comienzo del mismo.

Una iniciativa organizada por una ONG canaria


La ONG EducaNepal es la encargada de organizar la cita. La asociación canaria sin ánimo de lucro, que nació hace 15 años, intenta prevenir el tráfico de niñas y la explotación laboral infantil, a través de talleres y actividades de este tipo, orientadas a la educación y la sensibilización. Hasta ahora ha conseguido escolarizar a miles de menores de esta región asiática para evitar que caigan en manos de las mafias que trafican con pequeños y se aprovechan de ellos sexual o laboralmente. Por estos motivos se han construido estas escuelas para chicos y chicas que sufren situaciones extremas de marginación.

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El Paraninfo Universitario acoge este viernes el XI Festival ULL Rock https://periodismopre.ull.es/el-paraninfo-acoge-este-viernes-el-xi-festival-ull-rock/ Wed, 26 Oct 2016 17:55:49 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=9512 El Paraninfo de la Universidad de La Laguna acogerá este próximo viernes, 28 de octubre, a las 20.00 horas, el XI Festival ULL Rock, donde los grupos finalistas del Premio de Música de la ULL subirán al escenario con el objetivo de convencer al jurado y ganar los 800 euros con los que está dotado este galardón. El locutor del programa radiofónico Click&Roll, Miguel Ángel Rodríguez, será el encargado de presentar a los cinco grupos que han sido seleccionados por un jurado profesional, de entre los cuarenta que han participado en 2016.

El Festival ULL Rock, con entrada gratuita hasta completar aforo, acogerá durante sus tres horas de duración propuestas musicales de diferentes estilos. Actuarán en esta ocasión Gustavo Gaph, Monday Rewind, Rupatrupa, Tritono y Terco.

Como grupo invitado actuará Pasajeros, ganador de la edición anterior, que presentará su nuevo disco ante la audiencia del Paraninfo una vez hayan actuado los artistas a concurso, mientras delibera el jurado.

Los finalistas


Abrirá el Festival ULL Rock el grupo de rock alternativo Monday Rewind, fundado en 2013. Sus influencias parten desde el hard rock más clásico hasta el sonido oscuro y sucio del Grunge de los 90. Recientemente han grabado su primer EP, Break In, en Rat Music Studio, compuesto por tres temas propios.

El rock dará paso al jazz de Tritono, trío contemporáneo con un carácter moderno y personal. Santi Bobet (guitarra), Ruimán Martín (bajo) y Akior García (batería) comienzan la andadura de esta banda en 2015. Han actuado en numerosos espacios de Canarias, así como en diferentes lugares de Estados Unidos, Europa y España.

Los sonidos folk-rock llegarán con la banda Terco. Pedro Arpe, Dorado, Martina y Tomy Álvarez conforman este grupo que tiene influencias de bandas como Of Monsters and Man o Arcade Fire.

El pop rock latino llegará de la mano de Gustavo Gaph, que publicó su primer disco en 2015 con el single Donde estás ahora. Este cantante ha estado acompañado en su proyecto por diferentes artistas como Joni Cruz, Aaron Alberto, Raúl García, Jonay Hernández y Moisés Alberto. Actualmente continúa con la promoción del nuevo sencillo:  Sube y ven, un tema dedicado a Canarias.

Cierra el apartado de finalistas el grupo Trupatrupa, proyecto basado en canciones propias compuestas por Roberto Ruido (guitarra, voz y percusión con los pies), completadas y mejoradas por Nadir Sigolo (acordeón) y Mathias Burgos-Villa (saxo y flauta travesera).

Difundir el trabajo de los nuevos talentos musicales


El Premio de Música de la Universidad de La Laguna lo convoca el Vicerrectorado de Relaciones con la Sociedad con el objetivo de difundir el trabajo de los nuevos talentos musicales en estilos como el jazz, el rock, el pop, la canción de autor o las nuevas músicas en la isla de Tenerife.

Los participantes en esta gala son los finalistas del X Premio de Música de la ULL, del cual saldrá el conjunto o artista ganador del galardón, dotado con 800 euros, un segundo puesto con 400 euros más una estatuilla conmemorativa y un diploma acreditativo.

Los cinco grupos finalistas han sido seleccionados por el jurado a partir de las maquetas remitidas.

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