En el acto recibieron la primera parte de las ayudas de este año un total de nueve estudiantes, de los que dos son de Enfermería, una de Farmacia y seis de Medicina. Una vez superados los 60 créditos obligatorios, recibirán la segunda parte de esta beca, tal y como dictan las bases. Rosa Morell, presidenta de la Fundación, le pidió a los estudiantes que cuando en su día trabajen con personas enfermas o preocupadas por su salud lo hagan desde la profesionalidad y el respeto. Uno de los alumnos agraciados, Carlos García, apuntó que gracias a esta ayuda podrá centrarse en lo importante, el estudio, al tiempo que indicó que esta fundación es un ejemplo para la sociedad.

Reconocimiento de alumnos becados

La opinión del estudiante fue refrendada por los testimonios enviados a través de vídeo de otros exalumnos, hoy ya profesionales, que le deben mucho a la Fundación Pizarroso. Así, una antigua alumna de la Universidad de La Laguna, que hoy se dedica al ámbito de la psicología en Madrid señaló que la aportación económica recibida le sirvió para finalizar sus estudios y realizar el máster que le permitió especializarse y diferenciarse dentro de un mercado tan competitivo.

Otro, desde Lanzarote, explicó que es hoy fisioterapeuta gracias a Pizarroso, pues la ayuda económica le sirvió para homologarse en actividades de ciencias físicas y del deporte. “Le estoy muy agradecido”, concluyó. También participó una estudiante, esta centrada en el mundo de la farmacia, que envió una carta igualmente agasajadora. Así, dijo que ella tiene muy claro qué es actuar a la recíproca, pues piensa devolver a la sociedad toda la ayuda que esta le ha prestado.

Uno de los patronos, Antonio Vallés, quien fuera vicerrector de Estudiantes de la Universidad de Barcelona, con la que esta fundación también tiene suscrito un acuerdo, definió a Pizarroso como una persona intuitiva, perfeccionista, con las ideas muy claras con respecto a la fundación que pretendía montar, como de hecho sucedió. “Nos gustaría que el espíritu de justicia y de generosidad del fundador impregnara a los nuevos becarios”, dijo en el acto de homenaje.

Por último, el rector en funciones de la Universidad de La Laguna, Francisco Almeida señaló que lo sucedido con la Fundación Pizarroso es un ejemplo de que hay proyectos que trascienden a los equipos de gobierno y van mucho más allá. Si bien esta entidad recibió hace cuatro años el Premio de Mecenazgo de la Universidad de La Laguna, explicó el rector, el centro académico nunca podrá agradecer lo suficiente la labor ejemplar que realiza esta fundación, que ha ayudado a lo largo de sus diez años de historia a sesenta proyectos de vida de esta universidad.

En esta entrega de ayudas estuvo presente el vicerrector de Estudiantes, Alfonso García; la presidenta de la Fundación Privada Pizarroso, Rosa Morell; uno de los patronos de la entidad donante, Antonio Vallés; y el jefe de Servicio de Alumnos y Gestión de los Servicios Generales de la ULL, Fermín Martín.

Las ayudas de la Fundación Pizarroso se entregan en dos fases: la primera, que es la concedida hoy, se considera beca, equivale al 40 % del total (es decir, 2800 euros) y se entrega de manera incondicional por el mero hecho de haber superado el baremo de la convocatoria.

La segunda parte, considerada premio, corresponde la 60 % restante y se entregará a final de curso solamente si el estudiante acredita haber superado 60 créditos. Es decir, depende del rendimiento académico.

Estudiantes de los grados de Medicina y Enfermería

Los beneficiarios de la beca del curso 2016-2017 son cinco estudiantes del Grado en Medicina y siete del Grado en Enfermería. Algunos de ellos intervinieron en el acto para agradecer una ayuda sin la cual no podrían haber completado sus estudios o habrían tenido que pasar por muchas dificultades para hacerlo.

El vicerrector de Estudiantes señaló que había sido una sorpresa de última hora este aumento del número de ayudas, por lo que agradeció nuevamente a la Fundación su compromiso con la ULL, que data desde 2007.

La presidenta del Patronato alabó la diversidad de situaciones del alumnado beneficiario, pues hay estudiantes que inician sus estudios mientras que otros utilizarán la beca para completar su último año y, además, cinco de las personas que la han recibido ya habían gozado de esta prestación en cursos anteriores.

Por su parte, el patrono de la Fundación recordó una de las peculiaridades de esta beca: que es de “estar a la recíproca”, por lo que sus beneficiarios adquieren el compromiso moral de ayudar a la Fundación en cuanto sean profesionales en ejercicio y su situación económica y laboral se lo permita.