Tan solo restan quince minutos para que inicie al espectáculo que recorrerá la evolución de la música desde sus inicios hasta los años noventa, o como versa su propio lema, «de Mozart a Michael Jackson». El personal acomodador funciona a pleno rendimiento ubicando a quienes continúan llegando. En el telón del escenario se proyecta sobre un fondo morado el título que da nombre al evento, incluso hay personas que se animan a sacarse una foto como recuerdo.

Justamente, a las 21.02 las luces empezaron a atenuarse poco a poco hasta que la escena se quedó a oscuras durante varios segundos. La tensión en el ambiente era palpable y se acrecentó aún más cuando se comenzó a escuchar como si fuera una psicofonía de los Cantos Gregorianos que daban, ahora sí, las primeras señales de que la aventura musical había comenzado. Durante la primera parte del show el público se mostraba frío y distante con el elenco de artistas que interpretaban temas como Symphony No. 40 de Mozart o All I ask of you de Johaann Strauss.

Tras las interpretaciones de Bolero de Maurice Ravel y el vals Blue Danube, se producía la primera ovación por parte del cerca de millar de personas, luego de que sonara New York, New York de Frank Sinatra. A partir de aquí, y con la aparición de canciones más reconocidas, la atmósfera dio un giro de 180 grados que, acompañada de una bola de discoteca en la cúspide de la sala, impulsó los coros del respetable con himnos como Hey Jude o All you need is love de The Beatles, sin olvidar las actuaciones rememorando a Marilyn Monroe o Elvis Presley.

«Este espectáculo no podría haber sido posible sin grandes profesionales del ámbito musical»

La recreación de un muro con cajas de cartón para la canción de Pink Floyd, Another brick in the wall, supuso la llegada al descanso del espectáculo durante quince minutos. Ir a picar algo o acudir al baño fueron las dos vías por las que se optaron durante la pausa. A la vuelta, y habiendo llegado ya a la década de los años setenta, la implicación del público era máxima. Se sucedieron los temas Bohemian Rhapsody y I want to break free de Queen, incluso se cantó Radio Ga Ga donde el grupo bailarín vistió diferentes indumentarias de su cantante Freddy Mercury.

La representación de Michael Jackson no dejó indiferente a nadie, tanto la coreografía de los zombis como la del doble de la estrella del pop, generó un auditorio boquiabierto, los ya conocidos Thriller y Billie Jean, sonaron al ritmo de las palmadas del público. Tras un vídeo con imágenes de las estrellas a las que se les brindó tributo, el acto finalizaba con todo el equipo de cantantes y músicos encima del escenario recibiendo la gratitud de todo el recinto. El cantante Alessandro Bedore tan solo tuvo palabras de agradecimiento: «Este espectáculo no podría ser posible sin grandes profesionales del ámbito musical». Tras la intervención del italiano mi reloj marcaba las 23.30 y tuve claro que a pesar de que allí habían presentes diversas nacionalidades, todas se entendieron bajo un mismo idioma, el de la música.

La banda liderada por Tolo Sanders, quien encarna a Freddie Mercury, se dio a conocer nacionalmente tras su paso por Got Talent en el año 2018. En su participación consiguieron alcanzar las semifinales del concurso y proyectar una carrera que ha continuado mediante giras exitosas. Sin embargo, el propio Sanders ya había conseguido hacerse un hueco en los titulares en 2017 tras su imitación de Mercury para el programa Tu Cara me Suena.

Queen Forever Tribute no es solamente Sanders. Su historia no se entendería sin Adrián Pujadas, intérprete de Brian May, y posteriormente con las incorporaciones de Juanjo Amengual, como John Deacon; Haritz Caperochipi, dando vida a Roger Taylor, y Sebastián Raimundo en el papel de Spike Edney. Todos ellos «con cuidadas caracterizaciones y una puesta en escena minuciosamente diseñada» revivirán los mayores éxitos de Queen.

Tras su paso por Tenerife, el grupo tributo finalizará el año con sus actuaciones en Ávila este sábado, 10 de diciembre, y en el Auditórium de Palma de Mallorca el 17 de diciembre.

Ambos conciertos comenzarán a las 21.00 horas y se prevé que duren alrededor de dos horas. Las entradas ya están a la venta y se pueden conseguir en la web del propio festival, en tomaticket.es y en la red de tiendas Mary Paz. El precio de las mismas oscila entre los 25 y los 35 euros.

El conjunto liderado por Pablo Padín se ha convertido en uno de los habituales del festival. “Este es un evento definitivamente incomparable para los fanáticos de esta famosa banda y para los no fanáticos también” comenta Patrick Tiercelin, responsable de las redes sociales de Mar Abierto.

Vestuarios, sonidos e instrumentos clonados exactamente a los originales

El parecido físico y vocal de Padín con Freddie Mercury y del resto de los músicos al grupo original, es una de las claves del éxito del cuarteto. Durante el 2015 fueron elegidos por la reconocida revista Rolling Stone como el mejor tributo de la historia.

Según los integrantes, esta será la mejor exhibición de su larga trayectoria que ya sobrepasa la veintena de años. Los rosarinos afirman que tienen una vinculación y una conexión especial con el público de las Islas y que, temporada tras temporada, esa magia sigue vigente.

Este año, el grupo presenta un show renovado con una puesta de iluminación y escenografía diferente. Además, interpretan un set list que abarca la extensa carrera de Freddie Mercury con Queen y como solista.

El concierto empezó con la obra Silent Night, compuesta por Gruber, aunque se interpretó bajo el arreglo de John Edmondson. Sin romper el ambiente navideño se siguió con Classical Christmas, adaptación de David Marshall. A partir de aquí, se dio un aire más moderno con las interpretación de Another brick in the wall (El Muro) de Pink Floid. Tras esta obra no podía faltar un tributo a Queen con algunos de los mejores éxitos de la banda bajo el arreglo de Peter Kleine Schaars.

En la siguiente parte se incorporó el Coro Municipal, que cantó White Christmas bajo el arreglo de Hector Mac Carthy y 1492: The Conquest of Paradise, original de Vangels y arreglo de John Glenesk Mortimer. Con posterioridad, la banda Tabladitos volvió a lo instrumental tocando un mix de canciones de Bon Jovi, arreglo de Wolfgang Wossner. Finalizó el concierto con Einzug zum Opernball, popurrí de canciones navideñas europeas de Franz Watz.

La Banda Municipal de Música de Barlovento sigue con la tradición del concierto de navidad el 30 de diciembre desde hace 27 años. La interpretación de las canciones de rock forma parte de un adelanto del concierto de verano 2019 que hará tributo a diversas bandas de música de los ochenta.

La Obra Social La Caixa destinó mil euros a la Orquesta para la compra de instrumentos.

En esta biografía, el autor intenta contarnos la vida de Freddie Mercury, desde sus inicios como “Farrokh Bulsara” hasta que se convirtió en una de las estrellas más famosas de las generaciones de los años 70 pasando por la formación oficial de Queen y la publicación de sus discos. Todo esto de una manera amena y acompañado de unas ilustraciones que ayudan a darle solidez a lo que se va contando.

Alfonso Casas, autor de esta biografía, es uno de los ilustradores más famosos de España. Ha trabajado en publicidad para varias empresas reconocidas a nivel nacional e internacional. Además, es dibujante y guionista de varios cómics. Casas afirma que «Freddie Mercury rompió todas las barreras del rock».

En resumidas cuentas, una nueva forma de conocer la existencia y las vivencias, tanto de este personaje tan célebre para nuestra sociedad, como de uno de los grupos más famosos de todos los tiempos en el género del rock. Asimismo, en la actualidad podemos encontrar en las grandes pantallas una analogía de Bohemian Rhapsody que hace referencia a una de las canciones más conocidas del grupo. En este documental se resume la vida de Freddie y de Queen en general y demuestran que si no se deja de luchar se puede llegar a lo más alto. Y en cuanto a las críticas, por muy malas que sean, tienen que servirte para mejorar y dar lo mejor de tí.

Este grupo lleva ya varias décadas dando vueltas al mundo con sus fidedignas versiones de grandes clásicos de Queen como Bohemian rapsody o I want to break free. Han llenado grandes escenarios y teatros por toda Europa y América, llegando a congregar a más de 35 000 personas en el Mathew Street Festival de Liverpool. Como es lógico, estas cifras no las consigue un simple imitador, la caracterización, la similitud de toda la banda, la puesta en escena, así como las luces y el vestuario hacen que sea lo más parecido a un show de uno de los cuartetos más icónicos del siglo XX.

En esta ocasión traen a Tenerife un espectáculo totalmente clásico que lleva por nombre Wembley 1986, un recopilatorio que los llevó hasta los grandes escenarios hace 20 años. Si bien es cierto que la agrupación originaria murió con su icónico vocalista hace 26 años, a raíz de esta pérdida nació la representación que ha visto crecer a Dios Salve a la Reina, manteniendo el recuerdo más vivo que nunca.

A día de hoy, aún quedan unas pocas entradas, pero el grupo argentino ya nos ha demostrado en múltiples ocasiones que eso no es garantía para que en el día del evento quede algo en taquilla.

David Bustamante abrirá el cartel el próximo sábado 1 de septiembre, a las 21.00 horas. El cantante, que cuenta con un total de nueve álbumes en su repertorio, es una de las voces más reconocidas de España. Además, acumula múltiples discos de platino y de oro, millones de copias vendidas y varios premios musicales a sus espaldas.

Un nuevo tributo a Queen

El sábado día 15 llegará el espectáculo Primitals, una comedia musical basada en la historia de una tribu, donde cuatro aborígenes llegan dispuestos a conquistar al público. El siguiente fin de semana tendrá lugar el We Love Queen, que se celebrará el viernes 21. Será un homenaje al grupo británico, con música en directo y una teatralización de sus temas más conocidos.

El festival pondrá punto final el sábado 22, con la actuación de Pastora Soler. La artista sevillana aprovechará su paso por la Isla para presentar su nuevo trabajo, La Calma, que llega después de dos años alejada de los escenarios.

En ediciones anteriores han participado otros artistas y grupos reconocidos como India Martínez, Efecto Mariposa, David De María, Los Secretos, Café Quijano o Vanesa Martín, entre otros.

Tie your mother down, I want all y Another One Bits the Dust fueron las primeras que animaron el ambiente. Pocas letras bastaron para levantar al público, que comenzó a tocar palmas y a saltar mientras el cantante no paraba de moverse por todo el decorado.  

Nuestro Freddie Mercury se puso romántico y comenzó a tocar el piano, que se encontraba en una esquina de la escena bajo un foco que lo iluminaba por completo. Save me, Now I´m here y Under pressure fueron las melodías que resonaron con fuerza acompañadas de las teclas.

Guitarra en mano, el imitador se lanzó con Need you loving tonight y Somebody yo love. Con más de medio espectáculo ya a sus espaldas, el músico se puso una toalla al cuello para secarse el sudor y continuar con Who wants to live forever, I was born tol ove you y Love of my life.

Canciones míticas

Uno de los momentos más esperados de la noche llegó con I want to break free. El showman se lanzó al escenario con camiseta rosa sobre su vestuario blanco impoluto que incluía peluca negra, lo que trasladó a todos los presentes al famoso videoclip del grupo británico. Con el público ya en pie resonó Radio Ga Ga.  

«¿Quién tiene ganas de bailar?», preguntó el vocalista antes de interpretar Crazy litle thing called love. Con ella, los pocos asistentes que quedaban sin mover el esqueleto no pudieron resistirse. Sin embargo, el momento bailongo no duró mucho, pues Mercury volvió al piano para cantar Mamma, lo que hizo que más de uno optara por encender un mechero antes que la linterna del móvil. Aprovechando el ritmo de esta última, la hiló con Bohemian Rhapsody. Tras ella, toda la banda abandonó el escenario y el “¡Oé, oé, oé!” comenzó a escucharse en todo el recinto.

Los protagonistas volvieron y, tras dar las gracias, cantaron otro de sus grandes éxitos: Don´t stop me now. Tras el subidón, llegó Innuendo, con un ritmo más relajado. Fue entonces cuando Mercury se quitó la camiseta y se puso una chaqueta blanca y roja con una capa, lo que despertó la ovación del público. Los platos fuertes quedaron para el final. We will rock you y We are the Champions terminaron de enamorar a los asistentes, que se dejaron sus últimos hilos de voz.   

Con un vestuario de rey, con corona y capa incluida, saludaron y abandonaron, nuevamente, el escenario. Cuando los asistentes se disponían a salir y, con muchos de ellos ya fuera, en las pantallas laterales se vio la corona que se había quedado sobre las escaleras. En ese instante, los que quedaban dentro del pabellón volvieron a animarse y los músicos aparecieron de nuevo. Esta vez, se despidieron con We will rock you. A pesar de las dos horas de fiesta ininterrumpida, a todos nos quedaron ganas de que… The show must go on.

*En colaboración con: Iru Rodríguez