Ofensiva de Rusia en Ucrania – Periodismo ULL https://periodismopre.ull.es Diario digital de la Universidad de La Laguna Sun, 24 Apr 2022 18:41:06 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.2 https://periodismopre.ull.es/wp-content/uploads/2016/04/cropped-PULL_Redondo-1-32x32.png Ofensiva de Rusia en Ucrania – Periodismo ULL https://periodismopre.ull.es 32 32 Guerra en Ucrania: ¿quién falla a quien? https://periodismopre.ull.es/guerra-en-ucrania-quien-falla-a-quien/ Sun, 24 Apr 2022 12:14:31 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=198957 Como si no fuera mucho con la pandemia que hemos atravesado en los últimos dos años, ahora nos encontramos con una guerra. El 24 de febrero de 2022, Rusia, o mejor dicho, Putin, decidió atacar a Ucrania alegando ser una «operación especial inevitable», no una invasión, argumento que utilizó en 2008 en la guerra con Osetia del Sur y en 2014 con la anexión de Crimea.

Claro está que esto no sucedió de la noche a la mañana. Y puede que Rusia tenga la razón. Todo ha sido consecuencia de falsas promesas realizadas en el pasado. En plena Guerra Fría, se creó la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) entre los aliados de Estados Unidos con el objetivo de «blindarse ante posibles ataques militares». Esta alianza suponía una amenaza para la Unión Soviética, por lo que desde su creación le aterrorizaba el hecho de que se expandiera hacia el Este.

Ante esta situación, existen varias versiones rusas que afirman que Occidente había prometido que tal expansión de la OTAN hacia el Este no sucedería. La catedrática de Historia de la Universidad de Southern California, Mary Elise Sarott, se encargó de realizar un estudio para analizar a fondo esta situación. Por lo que comenta, la cuestión es que sí hubo ciertos «acuerdos» de que la OTAN no se acercaría a las fronteras de la Unión Soviética; el ministro alemán de Exteriores Hans-Dietrich Genscher fue uno de los que declaró públicamente que «la OTAN no tiene la intención de expandirse al Este».

El trato que se le ofreció a Mijaíl Gorbachov, último presidente de la URSS, buscaba la integración de Alemania en la OTAN, pero sin llegar a incluir a la República Democrática Alemana (zona que controlaba la URSS). James Baker y Helmut Kohl lograron convencer a Gorbachov de que aceptara dicho trato, pero el líder ruso dejó muy claro que «cualquier extensión de la zona de la OTAN sería inaceptable».

Es decir, sí que hubo acuerdos. Prueba de ello también podemos encontrar en las Memorias de Gorbachov, e incluso en transcripciones estadounidenses, pero entonces, ¿por qué no se cumplieron? La respuesta es fácil, eran simples acuerdos de palabra y no se firmó nada que lo respaldara legalmente. Viéndolo así, se puede considerar obvio que actualmente Rusia tenga razones para disgustarse por el incumplimiento de ese palabreo de los años noventa.

Podríamos compararlo con una situación tan simple como: le pides a tu amigo que no cuente un secreto y es lo primero que hace. ¡Claro que te enfadarías! Y no solo eso, sino que lo hace una y otra vez. Cada adhesión de un país del Este de Europa a la OTAN ha sido un ataque indirecto que Rusia ha asumido con enfado.

«Cada adhesión de un país del Este de Europa a la OTAN ha sido un ataque indirecto que Rusia ha asumido con enfado»

Teniendo en cuenta todo esto, si bien se pudiera considerar que Rusia tiene razones fundamentadas para atacar a Ucrania, esta decisión con tantas consecuencias no se puede argumentar en «acuerdos» no formalizados que sucedieron hace más de treinta años.

Actualmente en Ucrania viven aproximadamente 44 millones de personas que no tienen ni una pizca de culpa del resentimiento que aún conserva Rusia. Que sí, la presencia de la OTAN en Ucrania pondría a Moscú a la mira de misiles, pero dichos misiles no serían necesarios salvo situaciones que la misma Rusia provocaría, porque, a mi parecer, Putin es el único interesado en una guerra, porque sin pensarlo dos veces atacó a un país solo por no cumplir sus peticiones.

A dos meses de la invasión, el mundo se sigue preguntando qué pasará. El Ejercito ruso cada vez avanza más, dejando en su camino a miles de civiles muertos. Así las cosas, lo cierto es que a estas alturas el cuándo y cómo acabará esta guerra solo lo sabe Putin.

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Concentración contra la invasión rusa en la capital tinerfeña https://periodismopre.ull.es/unas-cien-personas-se-concentran-contra-la-invasion-rusa-en-la-capital-tinerfena/ Tue, 22 Mar 2022 08:25:41 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=198427 La comunidad ucraniana de Tenerife movilizó a más de un centenar de personas a lo largo de la mañana de este pasado domingo, 20 de marzo, para manifestarse contra la invasión rusa. Tras el encuentro, que tuvo lugar en la plaza de la Candelaria de la capital tinerfeña, se produjo una movilización de protesta que recorrió las principales calles para reivindicar la paz y el cese inmediato de la guerra en Ucrania. Durante la concentración, la portavoz de la Asociación Oberig de Tenerife, representante de la ciudadanía ucraniana en la Isla, instó a las personas del Archipiélago a que alzaran la voz y se uniesen a las reivindicaciones.

«La barbarie criminal debe detenerse y toda la población europea debe plantarle cara a Vladimir Putin», denunció la Asociación a través de un comunicado para anunciar el acto en la ciudad. Asimismo, la Organización aprovechó la ocasión para agradecer a la población canaria la solidaridad brindada desde el pasado 24 de febrero, fecha de inicio de la invasión.

José Manuel Bermúdez, durante su intervención en la concentración. Foto: L. Rguez.

Entre las personas asistentes se encontraba José Manuel Bermúdez, alcalde de Santa Cruz de Tenerife, quien decidió sumarse a la protesta pidiendo que «acabe el genocidio que está sufriendo el pueblo ucraniano». Finalizó su intervención con un guiño al lema popular ucranio («Slava Ukraini!»), que significa «¡Gloria a Ucrania!», y que la numerosa asistencia acompañó gritando al unísono.

La concentración concluyó entre gritos de «No a la invasión de Ucrania», «Stop Putin» y «Tenerife con Ucrania».

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Alfajores por Ucrania https://periodismopre.ull.es/alfajores-por-ucrania/ Wed, 09 Mar 2022 07:01:51 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=193735

«Mi padre y mi madre están en Ucrania y duermen con la ropa puesta en los sótanos por si tienen que escapar»

La vida de Natalia Kvasnytsia, ucraniana asentada en Tenerife, dio un vuelco de 360 grados el pasado 24 de febrero. Sin embargo, al día siguiente del comienzo de la invasión rusa en Ucrania, no quiso quedarse de brazos cruzados y, sin pensarlo dos veces, comenzó a vender alfajores caseros en su cuenta de Facebook para donar dinero a su país natal. Ahora, la iniciativa sigue en marcha y ya lleva recaudados más de mil euros. Lo que empezó siendo un pequeño gesto solidario caló en las casas del pueblo tinerfeño y acabó haciéndose eco entre la población del Archipiélago.

«Llega un momento en el que te da igual todo. No sé en qué día estoy, ni siquiera qué hora es», comenta al mismo tiempo que no logra asimilar lo que está viviendo. Cuenta que todos los veranos vuelve de vacaciones a su tierra natal con su familia y expone lo que una amiga le hizo reflexionar hace unos días: «Imagínate que eso pasa mientras estamos en Ucrania, no podríamos salir ni volver a Tenerife, donde ya hemos construido una nueva vida. Solo decides irte de vacaciones para disfrutar y reencontrarte con tu gente y, en un segundo, un misil puede alcanzarte y provocarte la muerte».

La solidaridad, la mejor arma para Ucrania


Kvasnytsia relata que la mañana después de comenzar la invasión rusa a Ucrania despertó pensando en hacer algo por ayudar a su gente y a su nación. «Como mi verdadera pasión es la repostería y suelo cocinar tartas, opté por la elaboración de alfajores. Mi corazón me decía que actuase por mi país con mis propias manos, así que decidí subirlo a Facebook animando a la población tinerfeña a que colaborara. Solo tenía que comprarme los dulces a 1,15 euros la unidad», explica mientras recalca que el dinero lo está «ingresando directamente por transferencia a la cuenta oficial que el Gobierno de Ucrania tiene abierta para recibir donaciones económicas».

Kvasnytsia no pensaba que su idea tendría tanta repercusión, pues a las horas siguientes de publicarla no paró de recibir notificaciones con pedidos. «La gente de aquí es muy comprensiva y me suelen ayudar muchísimo, pero no me esperaba este aluvión de solidaridad. La semana pasada recaudé 420 euros solo en dos días», manifiesta con gratitud, aunque para ella esté siendo más complicado de lo que creía, ya que solo tiene un horno pequeño y es un trabajo que requiere mucho tiempo.

No obstante, opina que así se siente, de alguna manera, involucrada en esta lucha. «No se puede hacer mucho, pero por lo menos contribuyo con lo mejor que sé, las excusas en estos momentos no son válidas», sostiene.

Los alfajores que elabora Natalia Kvasnytsia en su casa. Foto: L. Rodríguez

«Le pido a la gente de las Islas que nos ayuden»


Natalia Kvasnytsia, quien además es exjugadora profesional del Club Voleibol Aguere y del Haris, anima a la ciudadanía y a las asociaciones españolas y autonómicas a que se impliquen: «Le pido a la gente de las Islas que nos ayuden, con lo que sea, pero participar o manifestarse». También añade que con pequeños granitos de arena se pueden hacer muchas cosas por la población de allí. «Hay que ser personas solidarias porque a lo mejor nos puede tocar el día de mañana. No sabemos si podemos colaborar demasiado con ello pero poco es más que nada, ya quedó demostrado en la reciente erupción del volcán de La Palma», recuerda.

«Ojalá pudiera estar más cerca. Si estuviera por ejemplo jugando en Polonia, o en la Península, cogería el coche e iría sin pensármelo», explica mientras su preocupación aumenta al tener que tomar la decisión, junto con su marido, de quedarse con sus hijos o regresar a Ucrania.

«Es triste saber que puedes morir de esta manera»


Aunque ella se encuentra en Tenerife, relata la dura situación que vive su familia desde el inicio de la invasión rusa en el país. «Mi padre y mi madre duermen todos los días en el sótano de su edificio. Además, siempre llevan la ropa puesta por si tienen que escapar corriendo. Sé que mi madre no va a tener tiempo de bajar cuando tenga que salir de allí, ya que vive en un quinto piso y tiene obesidad».

De igual forma, le informan de que hay muchos soldados rusos infiltrados. «Ellos no llegaron ahora, vinieron hace meses a marcar cruces en las calles para los misiles. Cuando vives así no te das cuenta, pero se pueden ver perfectamente con pintura fluorescente por las noches. Imagínate lo que descubrimos», comenta, añadiendo que todas las ciudades ya forman parte de la defensa territorial de la nación.

Si bien es cierto que a su familia no le ha pasado nada todavía, admite que está pasando por un momento muy difícil y que su cabeza se encuentra a seis mil kilómetros de aquí. «Es triste saber que puedes morir de esta manera», añade.

«No dejen de aprovechar la vida al máximo por planificar un futuro incierto e imprevisible»


Kvasnytsia señala con estupor que la ciudadanía ucraniana no pensaba que iba a llegar la guerra. Además, insiste en que para Rusia «Ucrania es una mina de oro», y que el problema principal no reside en su tierra. «No puede ser que todo el mundo dependa de una sola persona. Las armas nucleares que ahora tiene Rusia son nuestras y con esto nos atacan», manifiesta, sintiéndose impotente al pensar que «lo que se está produciendo es una verdadera masacre».

Por último, Kvasnytsia reflexiona sobre su pasado y confiesa con voz entrecortada que el país de su infancia ya no será el mismo. Aun así, no se marcha del encuentro sin dejar algún consejo para las «personas afortunadas» que hayan tenido la suerte de no haber experimentado alguna situación parecida: «Vivan la vida y disfruten de los pequeños momentos del día a día, no dejen nunca de aprovecharla al máximo por planificar un futuro incierto e imprevisible».

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