El ámbito escolar juega también un papel muy importante. Existe un desconocimiento sobre el significado de «comer bien» y la gravedad que conlleva no seguir una correcta alimentación. Por ello, en los comedores se debe seguir un menú revisado y elaborado por un nutricionista, asegurando así una dieta equilibrada. De esta manera, cuando los dos núcleos fundamentales de la infancia están informados y concienciados, difícilmente se tendrá una mala educación alimentaria.

Gran parte de los casos de obesidad en Canarias derivan del consumo de procesados, como galletas o cereales industriales. La dieta mediterránea se está deteriorando, inclinándose hacia un consumo más americanizado, caracterizado por alimentos abundantes en azúcares. Todo ello ha provocado que adoptemos una serie de hábitos que se alejan por completo de un estilo de vida saludable. «Un ejemplo de desayuno que la gente piensa que es saludable sería la leche con cereales o el pan de molde integral con mermelada. Sin embargo, existen desayunos que se han demonizado y realmente serían más recomendables, como unos huevos revueltos con beicon», explica Camilo Álvarez.

Según la Revista Española de Salud Pública, las bebidas azucaradas son causantes de casi 184 000 muertes anuales en todo el mundo. Por ello, se han planteado distintas políticas alimentarias para agravar los impuestos de productos procesados y azucarados. Una que se llevó a cabo fue la subida del IVA del 10 % al 21 % en refrescos. Con este tipo de medidas se busca un cambio en los hábitos de consumo y prevenir así problemas alimenticios.

Y no solo es importante para el coronavirus, sino demás trastornos de salud mental como el estrés, la ansiedad, la depresión, el miedo o la tristeza que han ido creciendo entre la población desde el inicio de la pandemia. Dentro incluso de estas restricciones, de idas y venidas de niveles y fases de cada comunidad autónoma española, el deporte siempre ha sido fruto de controversias y discusiones entre los responsables políticos que pactan y dictaminan las restricciones. Entre ellas, el cierre de gimnasios y centros deportivos o equipos y deportistas federados que han tenido que paralizar sus actividades. Pero, ¿realmente la actividad física tiene algo que ver con la propagación del virus o, sin embargo, es beneficioso para la salud?

«Las patologías poscuarentena afectaron de manera generalizada a toda la ciudadanía española»

Según el estudio de Alimentación y Deporte 2020, elaborado por ALDI y la Academia Española de Nutrición y Dietética, el 58 % de la ciudadanía española dejó de realizar actividad física y se incrementó el problema del sedentarismo en el año 2020. La población española pasa de media seis horas y veinticinco minutos sentada. Esto ha provocado varias patologías derivadas de las prácticas poco saludables durante el confinamiento.

El doctor Julio Hernández, especializado en Medicina de Urgencias y Emergencias del Servicio Canario de Salud, destaca un «empeoramiento de enfermedades relacionadas con los factores de riesgo cardiovascular, dícese como la hipertensión vascular, diabetes o el colesterol». Canarias cuenta con uno de los mayores índices de colesterol en España. Algo que se hizo notar en la consulta fue «el poner como excusa la pandemia para justificar el empeoramiento de esta patología debido al sedentarismo y la mala alimentación».

El doctor resalta, además, una «grave crisis dentro de la salud mental». Se agravaron de igual manera los trastornos mentales como «la ansiedad generalizada, la depresión e incluso los trastornos de conducta alimenticia». Todo esto tiene su origen en las situaciones de alto estrés que de forma generalizada afectaron a la población, como la pérdida de trabajos, entrada en el ERTE, la limitación social, pérdida de rutina, parón de los deportes, miedos y pérdidas de seres queridos generadas por la Covid-19.

Por un lado, muchos pacientes dejaron de acudir a sus respectivos seguimientos médicos adecuados, se relajaron sus dietas y ejercicios durante la cuarentena. Esto propició un agravamiento de las patologías en la vuelta a consultas presenciales. Por otro lado, la gente motivada por el miedo y la incertidumbre del momento evadió los tratamientos a sus enfermedades diagnosticadas, o en algunos casos, no detectadas.

«La alimentación tiene también un papel fundamental a la hora de afrontar retos derivados de la cuarentena»

Agustín Mesa es técnico especialista en dietética y nutrición además de docente y terapeuta. Cuenta que las citas sí «han aumentado después de la cuarentena», aunque aclara que «en España la cultura de la medicina preventiva no está presente en la población». Generalmente, una consulta médica se visita cuando ya hay una patología por detectar y no para prevenirla. Esto se puede conseguir mediante nutricionistas que se especializan en un seguimiento individual del paciente, además de que este siga las recomendaciones profesionales. «Durante esta pandemia nos hemos visto en la obligación de adoptar una vida más sedentaria aún, y el consumo de televisión y redes sociales ha afectado en salud mental», declara. Esto tiene consecuencias graves para la alimentación, ya que tendemos a comer más y peor en esas situaciones.

El técnico nutricionista también hace hincapié en un fenómeno que no llega a ser nuevo, pero sí de alguna forma se ha fomentado más últimamente: «Por un lado, se ha generado una tendencia de culto al físico en este último año y, por otro, pacientes que se han visto agravados por la pandemia». Ese mismo culto ha hecho que, según él, mejoren las cifras de consumo dentro de gimnasios, peluquerías, etc. Pero por otro lado, peligra la situación de muchas personas que han tenido empeoramientos físicos y psíquicos. «Los casos de suicidio han aumentado y no es algo casual».  Para combatir la gravedad de la situación, Agustín Mesa recomienda tres cuestiones esenciales para un estilo de vida más saludable: «Gestión de las emociones, alimentación y cinética, en este orden». El deporte y el movimiento ha sido siempre un esencial para el bienestar físico y mental.

«El Cabildo de Tenerife impulsó medidas para incentivar el deporte en la Isla»

La directora insular de Deportes del Cabildo de Tenerife, Laura Castro, considera que el deporte ha tenido «un papel fundamental durante el transcurso de la pandemia, ya que gracias a evidencias científicas sobre la actividad física sabemos que contribuye a reducir la gravedad de la Covid-19, así como los beneficios psíquicos y físicos que lleva». En un primer momento, la actividad física no se consideraba actividad esencial dentro de los comunicados en los que se presentaban las medidas sanitarias. Más tarde, el deporte fue considerado una actividad esencial y «se pudieron llevar a cabo numerosos programas, como DXT Salud, para que la población mantuviera hábitos de vida saludable».

Uno de los grupos más afectados por las restricciones fueron los deportes entendidos como federados o de competición, esto provocó «una merma en la salud de las personas, por lo que nuestro objetivo se ha centrado en triplicar las ayudas», declara la consejera. El cierre de los gimnasios tuvo también un papel importante dentro de las restricciones, ya que según Laura Castro «supuso amenazas para la salud de las personas, pérdida de empleo, reducción de ingresos y fomentó el aislamiento social, además de los problemas físicos y mentales que expertos señalan en distintos estudios». En esa etapa, declara que «hubo una escucha activa» de todas las instituciones relacionadas con el deporte en la Isla que les permitió aportar distintas soluciones como las «ayudas contempladas en el Pacto por la Reactivación Social y Económica de Tenerife».

Además, los deportes de contacto han sido los más afectados por este lado, por lo que el Cabildo impulsó una nueva línea de ayudas exclusiva para los deportes y juegos tradicionales y autóctonos, como la Escuela Insular de Lucha Canaria, que actualmente cumple con todas las medidas sanitarias necesarias para su uso. Las ayudas también han llegado para la mayoría de instituciones deportivas para paliar los daños derivados y la ausencia de competición que hubo en la mayor parte de esta pandemia. Por otro lado, la directora destaca que «en todo momento han sido interlocutores con otras Administraciones para llegar a acuerdos económicos y sociales».

El Cabildo también ha querido iniciar proyectos en relación al deporte en los últimos meses. Entre ellos, han presentado ‘Educar entrenando’, un programa pionero que tendrá varios ejes de actuación. Entre ellos, «el Pacto insular por el deporte base de la isla de Tenerife, proyecto piloto con entidades colaboradoras del Pacto insular en materia de educación en valores y la generación de recursos materiales y económicos para entidades que fomentan valores a través del deporte». Por otro lado, en materia de infraestructuras, además de mejorar varios centros deportivos tinerfeños, se va a llevar a cabo durante el año 2022 el Plan Canchas Multijuego. En este plan se instalarán canchas «multideporte» en cada municipio, fomentando así el deporte y la actividad física gratuita entre la población.

Isaac Méndez, técnico deportivo, maestro especialista en Educación Física y licenciado en Psicopedagogía, trabaja como monitor de entrenamiento en Fitness4All San Benito. Cuenta que «en los primeros momentos previos a la cuarentena, contábamos con cerca de seis mil usuarios y de repente todo se paralizó». El confinamiento «hizo que diéramos todo gratis y de forma altruista. Los cantantes daban conciertos en línea, el Circo del Sol también realizó espectáculos para todo el mundo… Y a eso nos sumamos los entrenadores». Isaac Méndez fue uno de los muchos técnicos deportivos que se unieron a brindar estas clases de manera online y gratuita con un perfil profesional en la plataforma Instagram.

La vuelta a la actividad física dentro de centros deportivos como este supuso, según el monitor, «una depresión de aforo espectacular, perdiendo prácticamente la mitad de la clientela». Esto llevó a muchas empresas a generar menos ingresos, llevar empleados al ERTE y además recortar horarios laborales de sus trabajadores. Con las restricciones sanitarias, vinieron los problemas con los centros deportivos. «Los seres humanos somos seres de costumbres y cualquier cambio repercute en consecuencias negativas hasta que nos acostumbramos a una situación, pero los primeros momentos fueron complicados para todos», comenta.

Una de las primeras medidas que tomó el Gobierno canario fue limitar el aforo en gimnasios a quince personas independientemente del aforo e instalaciones de la empresa deportiva. Esta medida no era viable en muchos centros deportivos dados los aforos, la extensión de los locales y el número de clientes que debía obtener cita previa a la hora de ingresar en el complejo deportivo. Es por esto que muchas personas que practicaban deporte se daban de baja por las restricciones.

Posteriormente, gracias a las manifestaciones por parte de trabajadores del mundo del deporte, se validó como una actividad esencial y pudieron relajar las medidas sanitarias. «El deporte era vital antes de la pandemia, durante la pandemia y será vital después de la pandemia», añade Isaac Méndez, para añadir que «el entrenamiento deportivo y la actividad física diaria ahorra gastos importantes para la Seguridad Social, ya que beneficia determinadas patologías tanto físicas como mentales». Ultima, también, que hay ciertos entrenamientos que «ayudan a segregar ciertas hormonas que una persona que pase tanto tiempo sin realizarlo, no las tiene».

En Fitness4All San Benito han querido tomar medidas restrictivas anti-Covid, entre ellas reducir su aforo al 55 % en todas las salas o uso de mascarilla obligatoria en todo el recinto. Cada vez que se realiza un ejercicio que implique manejar material deportivo, este es desinfectado después de su uso. Además han querido ampliar las zonas para clases guiadas con la instalación de una carpa al aire libre para una mejor filtración del aire.

El auge de los entrenamientos personales o en grupos reducidos

Ricardo Gómez tiene 23 años y es graduado en Actividad Física y Deporte, además de estar especializado en Entrenamiento y Readaptación y en Deportes de Alto Rendimiento en Equipo. Actualmente trabaja como entrenador personal en Sanaya, pero antes del confinamiento se ocupaba como preparador físico en el Club Deportivo Vera (Tercera División de la Liga Española).

Por parte de las competiciones futbolísticas, hubo una incertidumbre generalizada dadas las dudas en relación al inicio de estas. Hubo ciertas situaciones para el deporte federado que paralizaron por completo la actividad durante semanas propiciado por los diferentes niveles declarados en las Islas. Esto hizo que las personas que practicaban deporte federado se vieran obligadas a entrenar desde casa y, en consecuencia, perder progresividad y constancia en los entrenamientos.

Posteriormente, se reguló gracias a consejos y reuniones con distintas instituciones deportivas el poder celebrar las competiciones, pero bajo determinadas circunstancias. «En cada partido debíamos realizar a cada uno de los integrantes de la plantilla una prueba de antígenos negativa 72 o 48 horas antes del partido y además una declaración COVID cada quince días», señala Ricardo Gómez.

El licenciado en Deporte comenzó su etapa como trabajador en un centro de entrenamiento personal, ubicado en la capital tinerfeña, el pasado mes de junio . «Los centros deportivos como Sanaya han crecido mucho porque a nivel social existe una tendencia a un entrenamiento más individualizado y no compartir material con cientos de personas al día», subraya. Además, ha notado «muchos casos de deportistas con una muy buena preparación física antes de la cuarentena y que posteriormente han intentado lograr el mismo estado físico pero no ha sido posible». Otra cuestión destacable son los casos de lesiones musculares por la realización incorrecta de ejercicios hechos en casa al no realizarlos frente a un profesional y se tratan de forma personalizada en el complejo.

El deporte, definitivamente, es un factor importante ligado a la mejora de forma física y mental. Muchos estudios así lo avalan y, gracias a ellos, cada vez más existe una consciencia sobre la actividad física y su importancia, más en tiempos de pandemia

Raquel Marín, autora del libro Pon en forma tu cerebro, asegura que «los procesos obesogénicos generan procesos inflamatorios que terminan afectando al cerebro». Entre las personas voluntarias que formaron parte de la muestra estudiada se encontraba gente con sobrepeso, otras con normopeso en estado avanzado de Alzheimer y otras con sobrepeso en fase de deterioro cognitivo leve.

El personal de investigación que colaboró en estudio observó una asociación entre la materia gris (neuronas) y la obesidad en las personas que tenían demencia. Esto quiere decir que un peso por encima de lo saludable puede hacer que las neuronas sean más vulnerables y propensas a lesionarse. Por otra parte, el normopeso (peso saludable) parece ralentizar el avance de la demencia leve en comparación con la obesidad.

La tercera conclusión del estudio es que la obesidad reduce el flujo sanguíneo cerebral. El cerebro necesita bastante oxígeno y glucosa para funcionar y estos elementos llegan a nuestra cabeza a través de la sangre, por lo que una reducción del flujo podría provocar un mal funcionamiento del órgano.

Cuidar nuestra alimentación para no padecer Alzheimer

Este estudio da a entender que las personas con sobrepeso sí pueden tener una mayor probabilidad de desarrollar alzhéimer en un futuro. «No solo somos lo que comemos. Según comamos ahora, seremos en el futuro», añade la catedrática Raquel Marín. Una alimentación saludable puede ser una gran prevención de cara a enfermedades neurodegenerativas. En su página web ofrece algunas recetas de cocina neurosaludables.

«La obesidad debería ser un problema atajado desde los gobiernos. Se trata, muchas veces, de una obesidad vinculada con la pobreza», concluye Marín.

Una de las causas principales que se achaca a estas cifras es el elevado precio de los productos frescos frente a los ultraprocesados de mala calidad. Juan Revenga, biólogo, nutricionista y uno de los principales divulgadores de nuestro país, comenta, a raíz de un estudio publicado por la prestigiosa revista British Medical Journal en el que se revela que las dietas saludables salen, de media, 1,1 euros más caras por persona, que «esto supondría un coste al año de 400 euros extra por persona. En una familia de cuatro miembros, ascendería a los 1600 euros, una cifra difícil de asumir».

Aun así, el mismo Revenga señala, en una de sus publicaciones, que es posible realizar cuatro comidas diarias de forma correcta sin excederse en el precio. Estas contienen ingredientes de temporada y, como base, proteínas de calidad. Pese a eso, añade que «el factor de la educación es muy importante», ya que, para él, «comer mal es casi gratis y educar mal, muy barato. Las cosas cambian en medida que nosotros hacemos que cambien, y la alimentación es un buen ejemplo».

La alimentación en Canarias, un problema

La dieta que se lleva a cabo en las Islas es una de las causas que hace que el territorio se desmarque en cifras de exceso de peso. Un exceso consumo de papas, cereales refinados y bollería, sumado a un escaso consumo de vegetales, hace que se alcancen valores tan altos.

«Canarias va un paso por detrás en promoción de una alimentación saludable», declaraba Lluís Serra, catedrático en Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, en una comisión parlamentaria de Sanidad en 2015.

Inmaculada Bautista, doctora del Instituto Canario de Medicina y Nutrición, señala que «aplicamos muy poco la dieta mediterránea». Asimismo, añade que «nuestros hábitos incluyen un menor consumo de aceite de oliva y de verduras, frutas y ensaladas».

La actividad física, un factor clave

La ausencia de ejercicio físico también es clave en esta situación. Canarias cuenta con un 34,22 % de población sedentaria según la última encuesta realizada por el Servicio Canario de Salud. Guillermo Rodríguez, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la ULPGC y expreparador físico del C.D. Tenerife, destaca que «la relación es totalmente directa». «A largo plazo, la ausencia de ejercicio implica obesidad», indica. Además, Rodríguez insiste en que «aun así, solo con actividad física no combates estas circunstancias, sino que debe ir de la mano de una buena alimentación».

La realidad es que, acorde al estudio realizado por Francisco López Jiménez y Mery Cortés Bergoderi, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Rochester, el sobrepeso es el factor de riesgo de enfermedad cardiovascular más prevalente y el que menos mejora en las personas que ya padecen esta dolencia. «La obesidad se ha convertido en una gran amenaza para la salud en todo el mundo. Su prevalencia ha aumentado en prácticamente todos los continentes y probablemente en todos los países desarrollados», declaran.

El papel de las instituciones

Diversas organizaciones, acorde con lo dramático de la situación, han implementado varios planes para reducir la epidemia. El Gobierno de Canarias aprobó un Plan de Abordaje de la Obesidad, en el que relata una serie de consideraciones y recomendaciones para hacer frente al problema. Además, algunas organizaciones políticas de las Islas han solicitado la implantación de un impuesto a bollerías y bebidas azucaradas bajo el pretexto de disminuir su consumo. Esta idea, que llegó a ser traslada al debate del Parlamento, quedó desestimada por parte del Gobierno.

A nivel nacional, la última campaña de prevención de la obesidad infantil llevada a cabo por el Gobierno data del año 2007. Desde ese tiempo, se han implantado varios planes y estrategias de abordaje de la enfermedad, pero los datos siguen siendo preocupantes. España es el segundo país de Europa con mayor número de niños con sobrepeso, únicamente superado por Chipre, según la Organización Mundial de la Salud.

Poco a poco, esto se convierte en un hábito, junto con el auge de los alimentos industrializados y la gran comercialización del tabaco. Es entonces cuando el sedentarismo se convierte en algo preocupante y se empieza a clasificar como un factor de alto riesgo para la salud de los individuos. Con la llegada del siglo XXI, la alarma que se enciende en torno a este problema es bastante ruidosa y, por ello, las grandes organizaciones sanitarias y profesionales especializados profundizan más. Es así, como año tras año, se publican nuevos informes sobre el nivel de inactividad física en la población de determinados países o en zonas geográficas concretas. De ello, se extraen resultados cada vez más preocupantes.

Un estudio, realizado en 2016 por el Departamento de Deporte y Salud de la AEPSAD, arrojó que la inactividad física es el cuarto factor de riesgo de mortalidad en el mundo, y la Organización Mundial de la Salud establece varias causas para esta situación. La superpoblación es una de ellas, junto con la densidad del tráfico (lo que conlleva a la mala calidad del aire), el aumento de la pobreza y la falta de lugares acondicionados para el deporte. Pero, ¿qué es el sedentarismo?.

Simón León Correa: «El sedentarismo no se puede considerar una enfermedad ni síntoma»

Según el médico Simón León Correa, “el sedentario es el vago, el que está todo el día sentado, usa las escaléras mecánicas, ascensor y coche para todo, pero el sedentarismo no se puede considerar una enfermedad ni síntoma”. El doctor lo clasifica como un factor de riesgo para ciertas enfermedades vasculares como la hipertensión que, junto con la obesidad, la edad avanzada o el exceso de colesterol LDL, aumentan la probalilidad de infarto.

Cabe reseñar que según un análisis realizado en 2016 por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el 73% de la población española de entre 18 y 74 años no cumple con los requisitos mínimos de actividad física recomendada. Además, en ese mismo estudio se demostró que son más los hombres activos que las mujeres en este aspecto, siendo ellas el 79.87% de una muestra de 9873.

Todo ello, conforma una evidencia del componente social que representa el sedentarismo, puesto que el género femenino debe cargar con responsabilidades culturalmente asociadas a ellas (cuidado del hogar y familia), más la formación académica y el ámbito laboral, cosas que a la larga, las terminan alejando del deporte. Sin embargo, el doctor Correa discrepa en este sentido: “Las mujeres tienden a tener más carga de trabajo en el hogar o por la maternidad, algo que les hacer ser menos sedentarias frente a los hombres. Incluso en una pareja de mediana edad donde ambos trabajen y se compartan el cuidado de la casa y los niños, el hecho de ser madre ya es sinónimo de no ser sedentario”

La juventud y el deporte

La situación de los jóvenes con respecto al sedentarismo llama mucho la atención. La OMS establece que este sector debe hacer al menos 150 minutos semanales de actividad física moderada, combinado con ejercicios de fortalecimiento mucular dos o más días. Según un informe del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, de una muestra de 1093 individuos entre 18 y 24 años, el 54,34% no realiza deporte o solo muy de vez en cuando, sin llegar a la recomendación mínima.

Los jóvenes y adolescentes son los llamados ciudadanos activos, debido al gran número de actividades que componen su vida cotidiana, marcada por el tiempo libre que disponen y la manera de llenarlo. Sin embargo, en la investigación Juventud y paradojas de la Modernidad: de los estilos de vida saludables al sedentarismo activo, realizada en la Universidad Politécnica de Madrid, se indica cómo la mayoría no asocian ambos términos, y por tanto, descartan el deporte. Estos son los llamados sedentarios activos, de los que la sociedad está llena.

Lo cierto es que el abandono a temprana edad de estos hábitos está influenciado por la familia, el sistema educativo, o la motivación que siente el sujeto por seguir ejercitándose, la cual suele agotarse con el paso del tiempo. Además, existen ciertas barreras psicológicas que tienen mucho peso en la desición de no hacer ejercicio, como los complejos físicos, el cansancio, la falta de tiempo y la poca cultura deportiva que se respira en el país.

«La primera causa de muerte en los países desarrollados son las enfermedades vasculares asociadas a la hipertensión, ya sea infarto cerebral o al corazón»

«La primera causa de muerte en los países desarrollados son las enfermedades vasculares asociadas a la hipertensión, ya sea infarto cerebral o al corazón, y todo está asociado al sedentarismo. Por tanto, es una situación a la que se le debe poner remedio de inmediato», afirma Correa.

En el caso de la hipertensión, por ejemplo, las personas que efectúan actividad física con frecuencia reducen significativamente el riesgo de infarto. En este gráfico, tomado del estudio que realizó el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, se puede ver cómo la diferencia de prevalencia de hipertención es más significativa a medida que se avanza en edad, siendo los ancianos más activos en este sentido, los que menos prevalencia tienen.

“Eliminar el sedentarismo es uno de los pilares fundamentales para tratar la hipertensión. Si la persona se mueve más, el corazón bombea más rápido, cosa que limpia las arterias de los residuos de grasa que se pueden acumular (esos que si no se limpian producen infartos). Al caminar, por ejemplo, bajas de peso, tu azúcar se normaliza y reduces más riesgos”, comenta el doctor Correa.

Asimismo, en la misma tesis se analizó la hipertensión en los ciudadanos de cada Comunidad Autónoma española en función de la práctica de la actividad física. Los resultados sitúan a Canarias como el territorio con los niveles más altos.

Estos datos coinciden con uno de los índices más altos de obesidad del país. «Se suele asociar la obesidad con sedentarismo y no es así. Hay gente con sobrepeso y obesidad que no son sedentarias», concluye Correa. Hay muchos factores que pueden ocasionar este problema sin necesidad de la vida inactiva. Lo que queda claro es que son problemas que se deben combatir con urgencia entre la población española.

Los resultados que se obtienen de este análisis confirman que el consumo de cacao ayuda a mejorar la nutrición y el metabolismo, y actúa de manera positiva contra la oxidación y los síntomas depresivos en personas que sufren obesidad. Además, también es capaz de reducir los niveles de colesterol y glucosa en sangre.

En el estudio han participado 47 voluntarios con edades comprendidas entre los 50 y 80 años, que llevaron a cabo una moderada dieta hipocalórica (baja en calorías) durante cuatro semanas. Al concluir, los análisis demostraron que los participantes habían bajado de peso, disminuido su presión arterial y reducido su nivel de grasa corporal.

Con esta ya son varias las investigaciones que han demostrado los beneficios que se obtienen al consumir cacao. Sin embargo, según la doctora Idoia, para ingerir la dosis recomendada de este ingrediente en nuestra vida diaria, es necesario saber la cantidad de flavanoles presentes en los productos con cacao. Algo complicado, ya que esa información no suele aparecer en los envoltorios de los productos.

El estudio ha sido dirigido por los investigadores Alfredo Martínez y Marian Zulet del Centro de Investigación en Nutrición.