El 15 de marzo los jóvenes se movilizaron y se estableció la primera huelga mundial en contra del cambio climático. En este contexto, Juventud por el Clima se creó para reclamar un “planeta donde poder vivir”, dice Natalia Díaz, funcionando como altavoz para los científicos que llevan avisando del daño desde hace tiempo.

Por ello, se reúnen en asambleas libres casi todos los martes y organizan las acciones de las siguientes semanas y las manifestaciones que cada viernes continúan por fuera del Parlamento. Todo ello, con el propósito de pedir a los políticos que implanten el Estado de Emergencia climático, con el que podrían conseguir que el Estado tome acciones mucho más radicales ante esta problemática, según Eduardo Febles. 

 “Esta lucha no va a parar”

Los dos integrantes de este movimiento, que rehúye de líderes, están de acuerdo en que en Canarias hay mucho por hacer porque, a pesar de la diversidad y riqueza del archipiélago, Febles exclama que “no se está haciendo nada por cuidar nuestras Islas, dentro de poco tendremos que decir: ‘vengan a lo que eran las islas afortunadas”. Natalia Díaz destaca que “hemos convertido el mar en un vertedero”, como es el ejemplo de la playa del Poris con kilos de microplásticos arrastrados por las mareas.

A pesar de todo, no han perdido la esperanza y por eso mismo siguen peleando por esta causa porque aunque el daño ya infligido no se pueda reparar, Díaz confía que si se actúa ya “el futuro que nosotros pedimos sí que exista”. Porque aunque los científicos ponen como fecha de no retorno el 2030 el «cambio climático es el día a día», afirma Natalia, por esta razón el carácter de urgencia que ambos jóvenes comparten. El tiempo se agota pero Eduardo Febles aclara que «esta lucha no va a parar».

Así lo recalcó el rector Antonio Martinón, al inicio de la sesión, que acogió a un público variado y multitudinario. “En todos los actos que celebremos de esta índole vamos a estipular un abono simbólico que dedicaremos íntegramente a alguna organización no gubernamental que lleve a cabo acciones solidarias. Queremos que precisamente ese aspecto, la solidaridad, pivote en muchas de nuestras acciones y sea marca de la Universidad de La Laguna”, subrayó.

El decano de la Facultad de Humanidades, Javier Medina, actuó como maestro de ceremonias y presentó a cada grupo. Señaló que estábamos ante cuatro grandes representantes de los colectivos musicales de la Institución: “Generaciones de universitarios no seríamos lo que somos si la Universidad no nos hubiera ofrecido la oportunidad de formarnos en otros aspectos como la música, el cine o el deporte”.

Un heterogéneo programa coral

La cita estaba pensada como un heterogéneo programa coral, en el que se intercalaron piezas muy conocidas y cercanas a las fechas navideñas, junto a otras menos populares, para finalizar con un canto común de todos los intervinientes. Los primeros en ocupar las tablas del escenario fueron los integrantes del Coro Polifónico, formado en 1983 y dirigido desde 2015 por Julio Chinea. Esta formación coral, de larga tradición, ha cosechado significativos éxitos y destaca por su versatilidad interpretativa.

Le siguió la más decana de las agrupaciones, la Coral Universitaria, que data de 1970 y está a cargo del profesor Juan Ignacio Oliva. Este colectivo ha servido de plataforma de formación de destacados coralistas de toda Canarias y ha recorrido múltiples recintos internacionales, actuando en Europa, América, África y Asia. Son, además, los representantes españoles de un proyecto europeo sobre lenguas y música.

El espectáculo continuó, tras el descanso, con la actuación de la experimentada Camerata Lacunensis, creada en 1993, de la que Javier Medina destacó su trabajo técnico y su emotividad, clave en su amplio repertorio que oscila del Renacimiento y el Barroco hasta la actualidad. Está dirigida por Francisco José Herrera.

La encargada de cerrar la noche fue la Banda Sinfónica, que data de 2004 y es la cuarta banda universitaria del país. Dirigida por Mario González García, cuenta con una cincuentena de músicos, la mayoría de ellos procedentes de la propia ULL, si bien también forman parte de ella profesionales de diversos conservatorios. Ha colaborado con artistas de renombre como la solista Candelaria Gil o el timplista Benito Cabrera.

Cuatro galardonados en los II Premios ULL Solidaria

El evento también fue el contexto elegido para hacer entrega de los II Premios ULL Solidaria. Así, en la segunda edición de estos galardones, el director de Responsabilidad Social de la ULL, Francisco Amador, recordó que la financiación obtenida de la recaudación de las entradas iría destinada a la asociación ACUFADE, que reúne a los cuidadores y cuidadoras de personas con Alzheimer y otras enfermedades. Esta organización presentó un vídeo que resume sus líneas de actuación, dedicadas a potenciar la autonomía personal de los enfermos, y que cuenta con unidades de estimulación cognitiva y atención a domicilio.

Los premios, patrocinados por Sinpromi, están pensados para reconocer la labor de los universitarios que se preocupan por los demás y llevan a cabo acciones de transformación social, al tiempo que también impulsan los trabajos de innovación en el campo de la solidaridad y las prácticas de aprendizaje servicio.

Este año, el ganador en la modalidad de vídeo fue el alumno José Afonso Domínguez, con su obra Emprender desde la ULL. En ella, expone el trabajo que realiza la asociación Atletas sin Fronteras, de la que forma parte, y que promueve la actividad física salvando todo tipo de obstáculos. El segundo puesto fue a parar en la estudiante Natalia Díaz, por su vídeo Únete, donde fomenta el valor de la solidaridad entre el alumnado.

Los galardones institucionales contemplan también otra categoría, en este caso para los trabajos fin de grado o fin de máster. Así, el jurado decidió otorgarlos ex aequo a los trabajos Las Moraditas. Branding territorial, empoderamiento y participación ciudadana, de Alicia Morales (TFG del Grado en Diseño), un proyecto que promueve el aprendizaje-servicio y que pretende convertir el diseño en una herramienta social capaz de transformar el espacio comunitario y el bienestar personal, y al TFG del Grado en Matemáticas de Carolina Yanes titulado: Dificultades en el aprendizaje de las matemáticas del alumnado con TDAH. Este último trata de un estudio que también se enmarca en el aprendizaje-servicio y que desarrolla una propuesta didáctica para la enseñanza-aprendizaje de las matemáticas usando las TIC.

Fotos: María Nuria Peña Alonso