menstruación – Periodismo ULL https://periodismopre.ull.es Diario digital de la Universidad de La Laguna Tue, 03 Sep 2019 20:24:39 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.2 https://periodismopre.ull.es/wp-content/uploads/2016/04/cropped-PULL_Redondo-1-32x32.png menstruación – Periodismo ULL https://periodismopre.ull.es 32 32 La lucha de las endoguerreras https://periodismopre.ull.es/la-lucha-de-las-endoguerreras/ Tue, 03 Sep 2019 11:00:09 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=106697 Para la comunidad científica, Carolina Hernández padece endometriosis, una enfermedad que todavía no tiene cura. Esta patología se caracteriza por el crecimiento del tejido endometrial (membrana que recubre el útero y que se desprende con cada menstruación) fuera de su localización habitual, lo que provoca intensas dolencias para la paciente. Los principales vestigios son: dolor abdominal, abundantes hemorragias, dispareunia y malestar al mantener relaciones sexuales, defecar y orinar. Según qué zonas estén afectadas, también existe la posibilidad de que aparezcan trastornos digestivos, náuseas y vómitos.

Esther Fernández, responsable de la Asociación de Afectadas por la Endometriosis Crónica (ADAEC) en Canarias, explica que «las propias mujeres suelen, por norma general, desconocer que la padecen. No es hasta que llega el momento de querer ser madre, que comprenden que les es imposible llevar a término un embarazo». Además, destaca que la «sintomatología abarca un amplio espectro, pues hay pacientes que son asintomáticas, es decir, no presentan indicios». Esto conlleva a un pronóstico tardío y a la propagación de la enfermedad a otros órganos vitales.

A pesar de su gravedad, en la actualidad no se tiene constancia de un número exacto. Se estima que, en España, las cifras rondan en torno a los 2,5 millones de afectadas. En el Archipiélago el desconocimiento es aún mayor. Por ello, ADAEC Canarias ha solicitado un estudio epistemológico a la Oficina de Defensa de Derechos de Usuarios Sanitarios. «Teniendo en cuenta que conforma una de las primeras causas de infertilidad y que las Islas tienen la natalidad más baja de todas las Comunidades Autónomas de España, es preciso conocer cuántas mujeres sufren endometriosis, para poder contribuir a la realización de un diagnóstico precoz y mejorar la calidad de vida de cada una de ellas», declara Fernández.

Esther Fernández y Carolina Hernández se enfrentan día a día a la enfermedad. Foto: A. M.

«Al no poder mitigar el dolor con medicina, en más de una ocasión tuve que recurrir a la marihuana»


En el caso de Carolina Hernández los médicos demoraron diez años en diagnosticarle endometriosis. Durante este período de tiempo tuvo que acudir incontables veces a hospitales para que, en cada una de sus visitas, los especialistas le dijeran que su dolencia no era grave, sino un síntoma común del ciclo menstrual. «Al no obtener respuesta por parte de la sanidad pública decidí contratar un seguro privado. ocasión me recomendaron a quedarme embarazada, ya que, al ser joven, las posibilidades eran muy altas», detalla.

No obstante, esto no sucedió, por lo que la derivaron a reproducción para hacerle una frecundación in vitro. El día que iba a empezar el tratamiento de fertilidad, le comentó a la doctora que tenía un bulto extraño en la zona de la barriga desde hacía varios días. «Me hicieron una radiografía y me extrajeron un trozo de tejido para analizar en el laboratorio», aclara. Quince días después, le entregaron los resultados: Endometriosis recto vaginal severa y un endometrio de diez centímetros en la pelvis. En estos momentos, Carolina Hernández se encuentra en plena fase de recuperación.

Ella no es la única. Desde muy joven, María del Mar Amaral sufre fuertes bajadas de tensión y abundantes menstruaciones, que le provocaron anemia. «Mi madre, que en paz descanse, fue la primera en notar que no era normal que una adolescente tuviera reglas tan descontroladas, ya que no me venían cada 28 días, sino que tenía dos al mes e incluso tres», asegura. Su madre también había padecido la enfermedad, así que decidió llevarla al ginecólogo que la trataba. Tres años después, tras realizarle su primera laparoscopia (técnica quirúrgica que permite la visión de la cavidad pélvica-abdominal), descubrieron que tenía esta enfermedad.

«Hablar con naturalidad hará que se abran muchos caminos a las próximas generaciones»


Antes de su quinta operación comenta que vivió un auténtico infierno: «Estaba apuntada para realizarme otra laparoscopia, gran fue mi sorpresa cuando me llamaron por teléfono de Digestivo». Una consulta a la cual nunca había acudido. El médico a cargo le entregó, sin hacerle revisión, un consentimiento para una colonoscopia. María del Mar Amaral expone que «querían quitarme parte del recto, ano, colon y demás». Asustada, decidió ir por la vía privada a por diferentes opiniones. «Mi intuición ha sido mi mejor aliada. Fue muy, muy desagradable. Me dijeron que iban a hacer una cirugía de cáncer de colon cuando mi enfermedad no tiene nada que ver con ello», confiesa.

Gracias a la constante labor de ADAEC son muchas las mujeres que, como Carolina Hernández y María del Mar Amaral, han encontrado el apoyo y la orientación que necesitaban. Por el momento, uno de los mayores  logros que ha conseguido la asociación ha sido el proyecto Autocuidado femenino, por medio de la Consejería de Igualdad del Ayuntamiento de Gáldar, en Gran Canaria. Además, a nivel educativo, procuran aportar información de manera constante a los familiares y profesores, con el fin de enseñarlos a detectar por ellos mismos cualquier vestigio en las adolescentes.

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La copa menstrual: conoce sus ventajas e inconvenientes https://periodismopre.ull.es/copa-menstrual-la-alternativa-que-se-esta-poniendo-de-moda/ Wed, 20 Feb 2019 14:05:18 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=89940 La copa menstrual es un recipiente de silicona médica que se introduce en la vagina durante el periodo y que recoge el flujo de la regla en lugar de absorberlo, siendo reutilizable después de cada uso. Se adapta a las paredes vaginales en todo momento y, dependiendo de la cantidad de sangre que expulse cada mujer, se puede llevar hasta 12 horas en el interior. Para Juan Mario Troyano Luque, catedrático y profesor de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de La Lagunasu fundamento radica en la recolección de sangre endometrial «evitando su salida al medio externo y extrayéndolo secuencialmente, para volver a ser reutilizado las veces que se precise, tras vaciar el contenido sanguíneo y lavar adecuadamente en cada reutilización”.

 Este producto se está popularizando cada vez más como sustituto a las medidas corrientes como son los tampones y las compresas. Esto se debe, sobre todo, a que las copas vaginales son más económicas y ecológicas, ya que se pueden reutilizar durante varios años sin necesidad de comprar otra. Sin embargo, existen dudas sobre si son una buena opción o si son seguras para la mujer.

Una de las razones por la que algunas mujeres han empezado a utilizar la copa menstrual es para evitar contraer infecciones como “el síndrome del shock tóxico”, asociado con el uso del tampón al servir como medio de cultivo para las bacterias por la sangre acumulada; o candidiasis, infección que se da cuando las bacterias buenas de la vagina no pueden mantener el hongo candida albicans bajo control. Respecto a esta afirmación, Troyano comenta lo siguiente: “Toda mujer expuesta por su actitud o hábitos sexuales a coitos de riesgo y, por tanto, a enfermedades de transmisión sexual, tiene una mayor incidencia a agravar patologías con el uso de tampones menstruales, y más aún si mantiene por periodos superiores a 8 horas el uso de los mismos sin cambiarlos”.

Los materiales


No obstante, el ginecólogo asegura que el material de los tampones resulta inocuo para la salud de la mujer y que el único problema sería alguna alergia a los componentes. Lo mismo ocurre con las compresas, no son perjudiciales, pero una mujer que pasa mucho tiempo sentada (debido a su profesión, por ejemplo) con una toalla higiénica puesta puede tener dificultades en la aireación genital, lo que puede facilitar las infecciones. 

De igual forma, las mujeres portadoras de enfermedades de transmisión sexual también deben tener cuidado al usar la copa menstrual, pues si se mantiene llena por mucho tiempo «puede servir también como un caldo del cultivo favorecedor y agravante de infecciones”, asegura el profesor. La salud sexual y la higiene adecuadas son imprescindibles para el uso habitual tanto de los métodos tradicionales como de copas vaginales.

Una de las preguntas frecuentes es a qué edad puede utilizarse la copa menstrual y si se puede usar antes de haber tenido relaciones sexuales. A esta cuestión, Troyano comenta que depende, en parte, del tipo de himen de la mujer, pero que la presencia de uno permeabilizado tras el coito facilita su aplicación. “En cualquier caso, y en función del tipo anatómico de membrana virginal si este adopta la forma semilunar o en ‘diafragma’, no ofrecerá impedimento para su uso antes de haber iniciado relaciones sexuales”, afirma a la vez que asegura que un virgo fibroso o fenestrado hará muy difícil, por no decir imposible, la introducción.

Ventajas y desventajas


Por una parte, la copa menstrual tiene muchas ventajas, pues resulta más económica, dura varios años, al ser hipoalergénicas son inofensivas para el organismo, no causa sequedad, no daña al medio ambiente, etc. Pero, por otra parte, al principio puede resultar difícil su colocación, la limpieza puede ser complicada si se encuentra en un baño público y el proceso de extracción y rehigieniciación para ser reutilizado puede ser un inconveniente metodológico, ya que obliga a lavarlo y eliminar todos los restos sanguíneos y al final de la menstruación esterilizarla.

“Es un procedimiento factible y que se usa en función de la comodidad de la mujer que lo desea, pero no justifica el cambio radical eliminando a los otros procedimiento”, explica Troyano. Asimismo, recomienda a las mujeres que quieran empezar a usar la copa menstrual “que se sometan previamente a una exploración ginecológica y más si no han tenido relaciones sexuales previas, ya que el especialista le informará sobre la factibilidad del método según el tipo de himen que tenga”.

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No todo es de color de rosa https://periodismopre.ull.es/no-todo-es-de-color-de-rosa/ Tue, 26 Dec 2017 18:00:36 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=43538 Érase una vez dos titulares: Crean un chocolate que alivia los dolores menstruales y Crean una lencería especial para no tener que usar tampones ni compresas. Titulares que me entran por los ojos y me llaman e incitan a leer el resto del contenido de las publicaciones. Así es, dos avances que tratan de solventar dos problemas que generalmente la menstruación trae consigo: las molestias y el gran número de productos que se emplean para afrontarla.

No me enfada el hecho de que se innove y se trate de solucionar un problema que, en mayor o menor medida, afecta a todas las mujeres del mundo. Lo que me enoja es que el avance que suponen estos progresos no vaya ligado a una normalización de la situación en sí, y tampoco a la solución del aspecto económico de la misma. Pero vayamos por partes.

«Si algo así genera tal revuelo, es que es necesario hablar más del tema»


Presumimos de ser personas liberales y sin complejos, pero es un hecho que la menstruación sigue siendo un tema tabú en pleno siglo XXI. Si no, recordemos a la nadadora Fu Yuanhui, que explicó que su bajo rendimiento en una prueba de los JJ.OO. de Río de Janeiro se debió a que tenía la regla. Estas declaraciones despertaron la bestia que vive en las redes sociales y se convirtieron en trending topic. Si algo así genera tal revuelo, es que es necesario hablar más del tema.

El periodo es algo que se vive desde la vergüenza y desde lo incómodo o, al menos, es la manera en la que la sociedad responde ante ello, y por ende, nosotras. Y un causante de ello son las marcas de compresas, tampones y todos esos productos de higiene femenina. Aprovechan la desconfianza de la mujer en una situación en la que alguien se entera que está menstruando, lo que le obliga a ser más cauta y doblar la protección para evitar cualquier imprevisto. Y es que saben que nosotras estamos dispuestas a pagar más. Y no hablemos de sus anuncios, que rebosan felicidad y dinamismo por los cuatro costados, mostrando una imagen bastante alejada y distorsionada de lo que supone estar menstruando.

Las mujeres pagan entre el 8 % y el 24 % más por la versión femenina de un mismo artículo que los hombres


Económicamente, la menstruación es un timo. El llamado «timo rosa». Haciendo cuentas, ser mujer no resulta rentable: es más caro que ser hombre. Según un estudio del Ayuntamiento de Nueva York denominado De la cuna al bastón, el coste de ser una consumidora mujer, de media, los artículos de cuidado personal de las mujeres son un 13 % más caros que los de los hombres. Y no es de extrañar. Las compresas y tampones no son considerados bienes de primera necesidad, por lo que se les aplica un gravamen de un 10 % de IVA. De acuerdo con el comparador de precios idealo.es, las mujeres pagan entre el 8 % y el 24 % más por la versión femenina de un mismo artículo que los hombres. En total, una mujer se gasta unos 7000 euros a lo largo de su vida en productos relacionados con la menstruación. Y a esto hay que añadirle la brecha salarial.

A pesar de todo esto, algunas instituciones ya se han puesto manos a la obra para tratar de arreglar todo esto. Una de ellas es el Gobierno canario, que en noviembre de este mes anunció que a partir de 2018 suprimirá el impuesto que se le aplica a los productos de higiene íntima femenina; es decir, pasarán a estar gravados del 3 % al 0 % de IGIC. Esperemos que esta iniciativa se extienda y sea acogida al resto del país y que, de una vez por todas, los tabúes y complicaciones en torno a la menstruación acaben desapareciendo.

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