Ley Trans – Periodismo ULL https://periodismopre.ull.es Diario digital de la Universidad de La Laguna Sat, 11 Mar 2023 19:48:04 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.2 https://periodismopre.ull.es/wp-content/uploads/2016/04/cropped-PULL_Redondo-1-32x32.png Ley Trans – Periodismo ULL https://periodismopre.ull.es 32 32 Las asociaciones LGTBIQ+ presentan su baja de la Mesa Insular LGTBIQ+ https://periodismopre.ull.es/las-asociaciones-lgtbiq-presentan-su-baja-de-la-mesa-insular-lgtbiq/ Sat, 11 Mar 2023 07:58:59 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=242017 El conjunto de las asociaciones LGTBIQ+ del Archipiélago: LGTBI* Diversas Canarias, Chrysallis Canarias, LiberTRANS, Canarypride, Transboys, Caminar IntersexEfecto Puerto se concentraron en la puerta del Cabildo de Tenerife el pasado jueves, 9 de marzo, para presentar su baja de la Mesa Insular LGTBIQ+. El motivo del encuentro residió en la realización del III Congreso sobre la Mujer y el Deporte, por parte de la Institución, en el que se presentó un panel sobre la inclusión de las personas trans en el deporte y donde «se difundieron delitos de odio hacia el colectivo» el pasado 3 y 4 de marzo.

Fran Baute, presidente de la Asociación LGTBI* Diversas, en representación de todas las asociaciones de la Isla, manifiestó que presentan su baja de manera unánime y conjunta porque sus demandas para que no se diera cobertura institucional a un congreso que acogía «una mesa claramente tránsfoba» no fueron atendidas. En este sentido, explicó que lo ocurrido es «la consecuencia directa de no haber defendido de manera transversal los derechos de las personas LGTBIQA+, en concreto de las mujeres trans».

«Aunque las personas tránsfobas se vistan de seda, siguen siendo tránsfobas»


Según el presidente de Diversas, el colectivo tomará medidas en contra de los discursos «transexcluyentes» vertidos en el congreso porque «son constitutivos de infracciones de acuerdo con la ley». Por ello, la próxima semana presentarán al Gobierno de Canarias y al Gobierno de España un dosier con la recapitulación de las manifestaciones realizadas. «Es verdad que utilizaron un lenguaje alambicado y extremadamente ambiguo pero al final, aunque las personas tránsfobas se vistan de seda, siguen siendo tránsfobas», declaró.

Sin embargo, las asociaciones admitieron que no pedirán la dimisión del consejero de Participación Ciudadana y Diversidad, Nauzet Gugliotta, sino que se retracte de sus palabras. «Queremos que se manifieste públicamente a favor de los derechos del colectivo, y en concreto, a favor de los derechos de las personas trans», afirmaron.

La vicepresidenta de LiberTRANS, Nayara Martínez, recalcó que las asociaciones advirtieron que si el congreso no se cancelaba dejarían la mesa insular y agregó que «mi existencia no es un debate, soy mujer trans y tengo derecho a formar parte del deporte». Asimismo, subrayó uno de los comentarios que más molestó al colectivo: «hombres con miembros viriles van a entrar a vestuarios de mujeres», por ello, la vicepresidenta explicó que «saber lo que tengo en medio de mis piernas me pertenece única y exclusivamente a mí».

«Las heridas que tenemos no las queremos para el resto»


Por su parte, Yelko Fernández, presidente de LiberTRANS, aseguró que en ningún momento se avisó a la Mesa Insular LGTBIQ+ de la celebración del III Congreso de Mujeres y Deporte, puesto que cuando se enteraron ya era tarde. Además, manifestó que las personas que organizaron este congreso pensaban que iban a acudir y «armar la de Dios», sin embargo, recalcó que en ningún momento les van a encontrar tirando piedras ni golpeando porque «a nosotras ya nos golpearon y las heridas que tenemos dentro no las queremos para el resto».

Para concluir el encuentro, Fernández recomendó escuchar lo que allí se dijo «porque hablan de nosotras como si fuéramos objetos, animales o personas que no pertenecemos a este planeta, donde los derechos humanos parece que no tienen nada que ver con nosotras» y anticipó que esta situación la dejarán en manos de la justicia, quienes deberán meditar y dictaminar si lo ocurrido se constituye como delito o no. «Si no es así, ganarán ellas, pero sí es así, ganará la justicia», sentenció.

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Los derechos del colectivo LGBTIQ+ https://periodismopre.ull.es/los-derechos-del-colectivo-lgbtiq/ Tue, 29 Jun 2021 08:54:39 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=172250 España es uno de los países donde sus habitantes son personas diversas y respetuosas con la gente del colectivo LGBTIQ+. El Gobierno español ha demostrado su compromiso con la defensa de los derechos de este colectivo y ha tomado las medidas necesarias para seguir avanzando en la eliminación de la discriminación, las agresiones y la violencia que se siguen produciendo en la actualidad. La no discriminación por orientación sexual es una de las políticas exteriores de España en cuanto a derechos humanos. Además, es uno de los países donde ya no se cuenta con las terapias de reconversión.

A pesar de esto, aún es necesario avanzar porque siguen existiendo muchos pensamientos homofóbicos o tansfóbicos. Este año, en el metro de Barcelona, las agresiones se han incrementado en un veinte por ciento como así comenta NIUS. Por otro lado, en Madrid se han registrado un total de veintitrés ataques según el Observatorio madrileño contra la LGTBfobia.

Al ver que hoy en día las agresiones se siguen produciendo, llega a condicionar a la gente joven a aceptar su sexualidad. Este proceso de descubrimiento marca tu crecimiento e impide en muchas ocasiones ser feliz por comentarios impropios.

«Para la sociedad, las mujeres trans somos la última mierda»


Forman parte del colectivo LGTBIQ+ la gente homosexual, bisexual, asexual y trans. Las personas trans son las más expuestas y, por lo tanto, las más criticadas. Hace poco oí cómo la cantante y actriz Jedet comentaba que «para la sociedad, las mujeres trans somos la última mierda».

No podemos hablar del colectivo en su totalidad sin referirnos a la gente trans. En España tuvimos una persona muy destacada, Cristina Ortiz, más conocida como La Veneno. Gracias a Javier Ambrossi y Javier Calvo conocimos su historia por la realización de la serie Veneno. Su lucha fue muy significativa, ella caminó para que hoy muchas puedan correr.

Esta serie transmitió muchos valores, desde el humor hasta la tragedia pasando por otra multitud de sentimientos. El mensaje que se lanzó y los valores que difundió no se deben de perder. Es por eso que debemos de seguir luchando por una sociedad más igualitaria, eliminando de esta manera toda acción que vaya en contra de los derechos humanos.

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«Las personas LGTBIQ+ debemos tener el sentimiento de orgullo todo el año» https://periodismopre.ull.es/las-personas-lgbtiq-debemos-tener-el-sentimiento-de-orgullo-todo-el-ano/ Mon, 28 Jun 2021 06:01:18 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=176367 Anthony Juan Carballo Díaz es médico graduado por la ULL. A sus 25 años, trabaja en Diversas coordinando el proyecto Espacio Cero, un servicio de salud sexual y detección precoz de VIH, sífilis y hepatitis C. Esta entidad nace en 2015 para ofrecer servicios sanitarios, acompañamiento y educación en relación a la comunidad LGTBIQ+ en Tenerife, sobre todo en el Norte. Además, Diversas participa en reivindicaciones y trabajo institucional, y forma parte de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB). Hoy, Día del Orgullo, Carballo expone su punto de vista respecto a la celebración, la violencia del lenguaje y las realidades del colectivo.

¿La celebración del Orgullo está mercantilizada? «Sí. Las empresas, desde los bancos hasta las tiendas de ropa, utilizan al colectivo y lo mercantilizan para aumentar sus ganancias a fin de mes. Al final, somos gente que quiere lucir ropas y visibilizar quiénes somos, pero si no hay un trabajo social, un reconocimiento y programas de inclusión en esas empresas, entonces falla el enfoque».

¿Cómo se puede hacer frente a esa mercantilización? «Hay que tener mente crítica. El Orgullo no es solo publicar en Instagram o comprarte una camisa. Es una reivindicación en la que no hace falta ser parte de la causa para defenderla. También, la cuestión está en cómo trabajan las empresas, en su base social. Por ejemplo, la FELGTB lleva un programa que se llama Yes we trans. Trabaja junto con entidades contratadoras en la inclusión de las personas trans, que tienen actualmente la mayor tasa de desempleo y discriminación dentro del colectivo».

«Deconstruirse y ser consciente de los privilegios trae como consecuencia tener que ceder espacios»


¿Las perspectivas interculturales, interraciales e interseccionales deben ser una base mínima en los movimientos LGTBIQ+? «Creo que es importante, principalmente porque todas las personas somos como una matrioshka. Las discriminaciones inciden de tal forma que una mujer trans migrante se verá afectada por su condición mujer, pero además por ser trans y, encima, migrante. Esa triple segregación debe tenerse en cuenta a la hora de hacer reivindicaciones el 28J. No dejar a nadie atrás. Debemos enfocarnos en la lucha conjunta, pero siempre sabiendo quién debe ser protagonista. Al igual que en el 8M son las mujeres quienes deben abanderar los discursos, aquí también tiene que haber un grupo que lidere, que es el colectivo LGTBIQ+. El resto, apoyar, no acaparar ni ocupar espacios que no les pertenecen».

¿Qué opinión le merece la consideración de un día del orgullo cisexual o hetero? «Cuando hablo con mis amistades sobre esto, siempre digo lo mismo: hagamos un ejercicio de empatía. Pongámonos en la piel de una persona LGTBIQ+ que va al instituto y que sufre acoso en el aula. En la de una mujer trans con una expresión socialmente masculina. ¿Cómo se sienten? ¿Cuánto sufren? Al lograr empatizar, reculan y se dan cuenta del error. Un día del orgullo heterosexual no hace falta por el simple hecho de que, a fecha de hoy, las personas heterosexuales no sufren discriminación, cosa que sí le ha sucedido al colectivo a lo largo de toda la historia».

¿El hombre medio blanco, hetero y cisexual se siente amenazado por el Día del Orgullo? ¿Por qué? «Yo creo que sí. Deconstruirse y ser consciente de los privilegios que tiene trae como consecuencia el tener que ceder espacios. Vivimos en una sociedad cisheteropatriarcial en la que, desde la infancia, se nos ha inoculado a través de la educación cuál es nuestro lugar y que no podemos cederlo. Es en esa pérdida de privilegios donde los hombres suelen presentar dificultades a la hora avanzar, tomándoselo a la defensiva».

¿El Orgullo se centra demasiado en la perspectiva masculina y gay, generando cierta invisibilización, o existe un balance equilibrado? «Eso lo vemos mucho. En este caso, los gais son los que más acaparan. Es una autocrítica que debemos hacernos, porque eso se ha traducido en que, hasta hace poco, habláramos solo del Orgullo Gay, la fiesta de los gais. Esto, afortunadamente, ha cambiado. Cada vez más, se habla del Orgullo LGTBIQ+, pero sí es cierto que los hombres, dentro del colectivo y de toda la población, tenemos que ser conscientes de nuestros privilegios y actuar en función de ellos. No podemos permitirnos hablar de una colectividad LGTBIQ+ y no abanderar la lucha de las mujeres trans, sobre todo cuando son ellas las que lucharon para que hoy podamos ir de la mano por la calle o decir te quiero sin miedo. Hay que hacer una reflexión interna e introspectiva, pero no dejarlo ahí, sino llevarlo a la acción y a la deconstrucción para ser mejores personas».

El habla como arma segregadora


¿Cuál es la violencia que encierra el lenguaje? Si es más sutil en unos casos que en otros, ¿cómo se le hace frente? «El español es muy rico, con muchos términos y sinónimos, y eso es muy bonito. Creo que donde está la violencia es en la manera de transmitir los mensajes, en las formas, y no tanto en las palabras, ya que es la gente quien las dota de significados. Eso lo combatimos dándonos la oportunidad de aprender y escuchar. A lo mejor habría que tener mayor asertividad a la hora de decir las cosas y recibir los mensajes».

¿Cuáles son las generalizaciones o bulos más peligrosos para el colectivo LGTBIQ+ aún presentes a día de hoy? «Sobre todo los que están vinculados a la realidad trans. Creo que todavía encontramos mucha sexualización en las mujeres, en concreto. El hecho de que haya algunas que no lleven a cabo una reasignación genital genera morbo. No solo de puertas adentro, sino también entre la sociedad heterosexual, y es algo que muchas reivindican y sufren. Otra cosa que solemos escuchar todavía en los centros educativos es el mito de que las lesbianas lo son debido a que no han probado otra cosa. Sigue perviviendo ese estereotipo de que no eres lesbiana por sentir una atracción hacia las mujeres, sino porque, como no te has acostado con ningún hombre, no sabes lo que significa».

¿Perduran estereotipos vinculados al sida y otras enfermedades de transmisión sexual? «Sí. Ahora, en el instituto, la juventud insulta a otras personas diciendo que son sidosas. Es algo que me llama la atención e, incluso, le pregunté a un chico abiertamente por qué lo hacen. Es por un estereotipo homófobo que se vincula al sida, que no el VIH, para generar más discriminación y serofobia hacia otra gente. Lo usan de modo súper común. También destacaría el uso del término transformer en referencia a la gente trans. Esa violencia de la que hablábamos continúa en las nuevas generaciones, aunque busca nuevas formas de transmitir los mismos mensajes».

¿Qué piensa sobre la persistencia del uso del masculino genérico? «Creo que es un error. Lo que no se nombra, no existe. Hemos visto en medios de comunicación y en noticias la dificultad que está teniendo el empleo desglosado de sustantivos y adjetivos como chica/chico o guapo/guapa. De modo que seguimos manteniendo esa violencia en el lenguaje. A eso hay que añadir la no binariedad, es decir, quienes no se identifican ni como hombres ni como mujeres y emplean la e, término neutral, para identificarse. Creo que ahí reside la magia y la riqueza que tiene el español. Si generalizamos con la o, más de la mitad de la población queda invisibilizada».

¿Qué opina de la frase «el Orgullo es todo el año»? «Estoy totalmente de acuerdo. Creo que es una reivindicación que hay que llevar en el ADN, no solo entre integrantes del colectivo, sino en toda la sociedad. El orgullo es un sentimiento que como personas LGTBIQ+ debemos tener todo el año porque hemos vivido mucha discriminación. Aunque es verdad que se han dado pasos hacia adelante. Antes solo hablábamos del 28J, pero ahora hablamos del mes del Orgullo. Ya a ver cuándo hablamos de los meses del Orgullo, hasta que tengamos el año entero, los 365 días».

«Queríamos ir a por una ley de máximos que reconociera a todo el mundo y no dejase a nadie atrás. Hoy, Canarias es vanguardia»


¿Qué consecuencias sociales y políticas tiene la invisibilización de las personas no binarias y las trans que no se someten a modificaciones corporales? «La principal es que continuamos viviendo en una sociedad donde los estereotipos de género, a pesar de querer romper con ellos, continúan. Me refiero a quienes no quieren llevar a cabo todo el proceso de transición hormonal. A lo mejor solo quieren el cambio de nombre y ya con eso son felices. Entonces, ¿qué nos encontramos? Segregación dentro del propio colectivo. Hemos inoculado roles, estereotipos y expresiones físicas o conductuales binarias, de tal manera que una persona trans no binaria puede no querer tener una expresión socialmente vinculada a un género u otro, pero al no reconocerse lo que es el no binarismo, esa gente no se ve identificada y continúa con una necesidad de passing».

¿De dónde sale el miedo y la polémica a la Ley Trans? «Siempre que lo he comentado con mi círculo cercano he dicho que las leyes, en general, son para ampliar derechos. Nadie puede quedar en los márgenes cuando lo que queremos es legislar. Creo que lo que sucede es una falta de empatía. Desde los movimientos sociales, en particular del movimiento feminista, tenemos que hacer una retrospección hacia la discriminación que se ha vivido en relación a la identidad. Cuánto daño nos ha causado identificarnos como mujeres o como lesbianas y, a partir de ahí, llevar a cabo un ejercicio de empatía y sororidad. No entender que hay mujeres trans que siguen sufriendo segregación es lo que lleva a comentarios como el de que van a violar a otras en las cárceles o en los baños».

¿Qué se siente al haber conseguido la aprobación de esta ley en el Archipiélago antes que en el resto del país? «La verdad es que ha sido un trabajo complicado y duro que comenzó en 2018 a través de un proceso participativo entre las entidades sociales LGTBIQ+ de toda Canarias. Yo recuerdo dinamizar una de las sesiones en Fuerteventura y teníamos mucha ilusión en ese momento. Queríamos ir a por una ley de máximos que reconociera a todo el mundo y no dejase a nadie atrás. Hoy, podemos tener una ley que es la vanguardia de España. La Ministra de Igualdad, Irene Montero, lo expresaba en muchas ocasiones en el Congreso. Creo que podemos sentir mucho orgullo, esa Canarias orgullosa que lleva como lema el Gobierno autonómico. Por fin no vivimos con una hora menos, tenemos diez años de avance social. Es cierto que la materialización y ejecución de la ley costará un poco, pero ahí seguiremos para luchar y reivindicar».

¿Cómo le gustaría concluir? «Para terminar, me gustaría decir a todas esas personas LGTBIQ+ que puede que nos lean que no están solas. Que pueden contar con una entidad como Diversas si creen que están pasando por una situación complicada. Hay profesionales detrás que les pueden apoyar de forma totalmente gratuita. Al final, cuando lo pasas mal, lo que más necesitas es que te tiendan una mano. A mí me hubiera gustado recibir ayuda en ese sentido. Por eso, quiero mandar un mensaje de apoyo y acompañamiento a toda esa gente».

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Mujeres trans, hoy es su día https://periodismopre.ull.es/mujeres-trans-hoy-es-su-dia/ Mon, 08 Mar 2021 08:21:27 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=155131 Las agresiones, la burla, el menosprecio y la discriminación son una realidad que hoy, al igual que ayer, y por desgracia mañana, se ven obligadas a afrontar las mujeres trans. La diferencia es que, en la actualidad, su voz se escucha un poco más que antes, pero sigue sin ser suficiente. Esta falta de visibilidad contribuye a que se alimenten conductas e ideologías basadas en la transfobia, que a menudo se difunden a través de bulos y discursos cargados de odio, rechazo y desconocimiento. Incluso, llegando a tergiversar movimientos que luchan por la igualdad, como es el feminismo. Por eso, hoy toca desmentirlos. Hoy es el día de todas, pero más aún el de las mujeres trans.

El caso de transfobia más mediatizado recientemente es el de la diputada del PSOE Carla Antonelli, quien, recientemente, se defendía contra el ataque tránsfobo de un diputado de Vox. Pero este es un ejemplo que, además de no sorprender, no refleja ni de lejos la violencia a la que está expuesto el colectivo. Lo que sí es motivo de sorpresa, y no agradable, es el crecimiento del feminismo trans excluyente (TERF, del término en inglés trans-exclusionary radical feminist), y es que no parece lógico que detrás de la igualdad que busca el feminismo se esconda semejante discriminación.

«En España, más del 40 % han tratado de suicidarse, y su tasa de desempleo ronda el 80 %»

Las personas trans son, dentro de un colectivo marginado de por sí, las más expuestas. En España, más del 40 % han tratado de suicidarse, y su tasa de desempleo ronda el 80 %, por lo que, a menudo, la única salida es el trabajo sexual. A ello se le suma una constante exposición a violencia verbal, física e institucional, por no hablar de la persistente invasión de su intimidad sexual y genital, o los prejuicios y estigmas sobre su vida privada. Pero todos estos datos han quedado a la sombra de la sociedad, y no se incluyen en los discursos que promulgan las TERF, basados en arremeter contra el borrador de la Ley Trans.

Esta propuesta de ley pretende la despatologización y autodeterminación de género en el registro legal, sin necesidad de informes psicológicos y dos años de hormonas. En caso de aprobarse, supondría eliminar unos procesos largos e invasivos basados en roles de género arcaicos. En este sentido, el colectivo TERF habla de preocupaciones ilícitas y tránsfobas, como la desprotección de la infancia o la consideración de las personas trans como potenciales agresoras sexuales. Pero lo cierto es que ya existen países con leyes similares a la que se pretende implantar en España, como son Bélgica o Reino Unido.

De cualquier forma, es tremendamente reduccionista abarcar al colectivo solo a partir de una propuesta de ley porque ha causado polémica. Antes de ella, la visibilidad en los medios era casi nula, y solo se las ve ahora, cuando interesa. Son muchas las personas que hablan, pero pocas las que escuchan. Y en esta cuestión, aunque parezca evidente, no se respeta que quienes deben tener la palabra son las personas trans. Y hoy, ocho de marzo, en especial las mujeres.

No podemos hablar de feminismo, movimientos LGBTI o cambios sociales sin hablar de mujeres trans. Marsha P. Johnson, una mujer negra y trans, se convirtió en uno de los iconos de la lucha por la igualdad y los derechos LGBTI. Mujeres como ella entregaron su integridad y su vida a una lucha que hoy nos permite ser más libres que ayer. Es ilógico que, con una perspectiva histórica, surjan colectivos mal llamados feministas que excluyen a algunas mujeres por racismo, clasismo o transfobia. Eso no es feminismo.

Hasta hace pocas décadas las personas homosexuales y bisexuales estaban catalogadas como enfermas mentales, y no fue hasta 2018 que la OMS dejó de considerar la transexualidad como un trastorno. Las mujeres no tenemos independencia económica porque sí. En su momento se luchó contra ideas arcaicas que nos etiquetaban de inferiores e incapaces. Esta es la misma situación. Así que hoy, ocho de marzo, por mucho que resuene el discurso TERF, también es el día de las mujeres trans.

 

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