¿Cómo empezó su relación con el cine? “Empezó en 2002. Un amigo, que era asistente de Tony Santos (Operación Triunfo), me dio la posibilidad de meterme en un videoclip suyo. Ese fue mi primer contacto con el sector audiovisual. Con el tiempo, a pesar de haber hecho varias portadas de revista, interiores y anuncios de distintas marcas, vi que lo que más me gustaba era la interpretación».

A partir de ahí, ¿cuál fue su siguiente trabajo? «En 2007 me llegó la oportunidad de hacer Las Hijas, un cortometraje de Willy Ríos con el que nos quedamos a la antesala de los Óscar como el mejor cortometraje español de ese año. A partir de ahí, contactaron conmigo para hacer una obra de teatro, Tombuctú, 52 días a camello, de Ahmed Kasali, colaborador de la compañía Fura dels Baus. La verdad es que me encantó y decidí meterme en la escuela de teatro para formarme un poquito más en cuanto a interpretación”.

¿En cuántos proyectos has participado? “¡Uf! En muchos trabajos pequeños y cortometrajes entre amigos sin ningún tipo de apoyo económico. Un montón que, generalmente no se suele ver, y es una pena. En cuanto a producciones más reconocidas, he participado en Una hora más en Canarias, que se ha rodado aquí en Tenerife. También he estado en proyecto Concha, y en La piel fría, el largometraje de Paul Skin”.

«Fue bastante grato saber que la academia había valorado nuestro trabajo»

Ha sido preseleccionado para ser finalista en los Premios Goya. ¿Cómo recibió la noticia? “Pues la verdad que fue una sorpresa. Tengo un amigo, Beneharo, también actor, y vi colgado en sus redes sociales que estaba preseleccionado como candidato, lo cual me alegró mucho y me dio la curiosidad por ver que tal estábamos nosotros. Me llevé la sorpresa al ver que, dentro de las películas preseleccionadas como candidatas a los Premios Goya, estábamos nosotros. La verdad fue bastante grato, al menos saber que la Academia se había parado un segundo para valorar el trabajo de uno y tenerlo como posible ganador”.

¿Esperabas ser preseleccionado? “Yo creo que todo el mundo cuando se mete a hacer cualquier oficio espera llegar lo más alto posible y hacerlo de la manera más profesional posible. En cuanto a interpretación en España, los Goya son los premios por excelencia, por así decirlo. Es un aliciente para el trabajo de uno”.

¿Cómo te llegó la oportunidad para trabajar en La piel fría? “Generalmente vamos muy limitados por perfiles. Esa oportunidad me llegó a través de un casting. El director no quería a cualquier persona en ese papel, él sabía que yo era actor y, por perfil e interpretación, me dio la oportunidad”.

¿Tiene en mente algún trabajo más en cine? “Bueno, tengo varios proyectos enviados y estoy a la espera. La complicación de vivir aquí en Canarias es que no estás en el día a día para presentarte a pruebas, con lo cual se tiene que mandar por vídeo y no siempre son bienvenidos los casting en diferido. Ellos quieren verte allí. Me planteé ir a Madrid y estar allí un tiempo para ver qué tal».

«El arte da para comer, pero no te da para cenar”

Y a corto plazo… “Pues mira, los actores generalmente solemos tener dos oficios. Como suelo decir yo: ‘El arte da para comer, pero no te da para cenar’, por lo que generalmente trabajamos en otras cosas. Yo trabajo con producciones de cine, de anuncios… Trabajo tanto delante como detrás de las cámaras. A corto plazo estoy trabajando en una película alemana, pero detrás de las cámaras, no delante. Ja, ja, ja».

Supongo  que en su círculo cercano tiene los apoyos suficientes para volver a lograr sus éxitos profesionales… “Sí, mi novia me apoya mucho, la familia, mi madre, mis hermanas, mis amigos… Ellos han visto un poco mi trayectoria y cómo hemos ido saltando de una cosa a la otra: moda, publicidad, teatro, cine… Al principio era un poco el loco (risas), pero poco a poco fue yendo mucho mejor”.

Y, para finalizar, ¿tendría algún mensaje que dar a quienes les gusta la interpretación? “Constancia, formación, perseverancia, ilusión y pasión”.

Handia es un drama español dirigido por Jon Garaño y Aitor Arregi, basado en hechos reales. Después de la Primera Guerra Carlista, Martín vuelve a su casa en Guipúzcoa y se sorprende al ver que su hermano, Joaquín, es mucho más alto de lo normal. El protagonista, guiado por la ambición, le lleva a un viaje por Europa para que todo el mundo pague por ver al hombre más alto de la Tierra. Sus ansias de dinero y fama cambiarán para siempre el destino de la familia.

La acción esta semana llega con la estadounidense Geostorm , protagonizada por Gerard Butler, Jim Sturgess y Abbie Cornish, entre otros. En ella, un ingeniero, tras el fallo de la mayor parte de satélites en cadena, se ve obligado a viajar con su hermano al espacio y salvar al planeta de una gran tormenta artificial. Mientras, en la tierra, planean matar al presidente de EE.UU.

Desde Alemania, llega el filme de animación dirigido por Richard Claus y Karsten Kiilerich. El pequeño vampiro narra la vida de Rudolph, un chico de trece años que es vampiro. Todo se tuerce cuando un famoso cazavampiros comienza a perseguirle a él y a todos sus compañeros.

La Segunda Guerra Mundial, protagonista de la semana

Otro de los estrenos españoles es Red de Libertad. Se trata de un drama que transcurre en Francia, a principio de la II Guerra Mundial. Helena Studler se dedica al cuidado de los huérfanos y los abandonados, pero cuando estalla el conflicto descubre que cerca de su localidad los nazis han construido un campo de concentración. Ella y otras Hermanas de la Caridad traman un plan para liberar a los cautivos que se encuentran dentro.

¡Lumière! Comienza la aventura es un documental ambientado en 1895, cuando los hermanos Auguste y Louis Lumière inventaron el cinematógrafo. Dirigieron las primeras películas de la historia del cine. El director, Thierry Frémaux, ofrece una selección de largometrajes que lleva a los orígenes del séptimo arte.

Dirigida por Pierfrancesco Diliberto ‘Pif’, llega el filme italiano Amor a la siciliana . En 1943, las fuerzas aliadas desembarcan en la isla de Sicilia. Arturo se enamora de Flora, pero ella está comprometida con un jefe de la mafia. La única forma de casarse con la joven es pedirle la mano a su padre que se encuentra bajo el yugo de las tropas nazis. El protagonista, desesperado por conseguirlo, se alista a las fuerzas aliadas para buscar a su futuro suegro y conquistar a su amada.