Esto solo pasa en categoría masculina. Para que se entienda mejor: el torneo olímpico femenino lo va a jugar el balón de oro y el masculino, el centrocampista del Parma que ha militado en la exitosa segunda división italiana. Bueno, si lo dejan. Esperen, esto no acaba aquí. En el Mundial y en la Eurocopa las listas son de 26. Aquí han decidido poner el límite en 18. Muchos me parecen. No entiendo por qué dejan que lleven suplentes. Yo iría con once. Al menos, esta norma es igual en las dos categorías.

«Si los clubes, que son los que pagan, no quieren, los jugadores no van»

Lo dantesco es que se asume que sea así, es lo normal. Los medios preguntan a Alcaraz si le hace ilusión ir a París, mientras debaten sobre si Nico Williams o Lamine Yamal tienen que ir a jugar «eso». ¿Qué sentido tiene? ¿Se imaginan una película de Venom sin Spider-Man? ¿O del Joker sin Batman? Vale, no son los mejores ejemplos. La gente compra el discurso de que el fútbol olímpico no interesa. Menos mal. En los últimos Juegos, los de Tokio 2020 (2021 para quién lo prefiera), ocho de los diez eventos más seguidos fueron de fútbol. Con todo lo malo que tiene, la última final dejó en La 1 una audiencia de 5,2 millones de personas y un 44,9 % de cuota de pantalla. ¿En serio? No es posible. ¿Quién va a ver eso? Serán datos manipulados. Quizás las audiencias las mida Tezanos.

No todo van a ser culpas externas. No creo que la actitud de algunos seleccionadores ayude a la competición. Santi Denia ha decidido ocupar uno de los cupos de más de 23 años con el delantero (un decir) Sergio Gómez. Un tipo que esta temporada ha participado en la asombrosa cifra de doce partidos con el Manchester City como lateral izquierdo. En este país, por bastante menos, se ha pedido la cabeza del seleccionador.

El caso es que el fútbol mira por encima del hombro: «No les necesitamos. Generamos suficiente». Si fuese un personaje de Inside Out, sería Soberbia, que no existe, pero lo dejo caer para la tercera entrega. Así lo ven y es entendible. Al fin y al cabo, la pela es la pela.

«De deporte tiene poco, no necesitas entrenar tanto como deportistas de élite, simplemente te subes a un escenario con un vestuario bonito», son algunas afirmaciones que provienen de gente desconocedora del arte del movimiento. «Quienes son bailarines, son atletas de Dios», dijo una vez Albert Einstein, reconociendo que quien baila debe poseer una conexión sublime entre su yo artístico a la hora de demostrar su pasión y su yo deportista cuando de esfuerzo, técnica y disciplina se trata.

«Se valora más el sudor en el campo de juego»

Recuerdo cuando en el colegio se reían de mí cuando decía que quería ser bailarina. Entre esas risas se oían voces diciendo que los sueños, sueños son, y no son nada más que eso. Oía cómo desprestigiaban la disciplina, que no requería de dedicación ni entrenamiento como cualquier otra modalidad deportiva, que dedicase mi tiempo mejor a ser atleta porque sus entrenos sí eran duros, que fuese jugadora de fútbol o incluso de baloncesto. Vivimos en un mundo donde se valora más el sudor en el campo de juego que la esencia en el escenario. Cualquier disciplina necesita una dedicación constante que quien no la desempeña es incapaz de conocer.

¿Por qué la danza no es más que una afición? Porque demanda tiempo y esfuerzo para alcanzar la excelencia, pero no el suficiente. Convertirse en profesional requiere al menos diez años de entrenamiento intensivo, donde artistas trabajan arduamente para perfeccionar su técnica, fortalecer su cuerpo y desarrollar la flexibilidad necesaria. El entrenamiento profesional es equiparable al de deportistas de alto rendimiento, con jornadas de al menos cinco horas diarias que incluyen clases, ensayos, dietas y entrenos.

«En la danza prima la conexión entre el cuerpo, la mente y el alma»

Es por ello que, cada cuatro años, al desarrollarse los Juegos Olímpicos y ver que la gimnasia artística, la rítmica e incluso la natación artística se consideran deporte, me pregunto: ¿qué tan diferente es la danza cuando estos mismos tienen una base de ballet? El ballet es el estilo cuyos movimientos están basados en el control total y absoluto del cuerpo, donde se recomienda empezar desde temprana edad debido a su grado de dificultad. Además, sin centrarnos únicamente en este estilo de baile, los Juegos Olímpicos de este año en París, denominan deporte al breakdance, que será una nueva categoría.

La danza no es solo un deporte, sino una creación de expresión excepcional de la creatividad y arte del ser humano, donde prima la conexión entre el cuerpo, la mente y el alma. Es un recordatorio de que el arte y el deporte, a través de cada uno de los estilos existentes, pueden fusionarse en una experiencia única que trasciende cualquier límite que la sociedad pueda imponer.

¿De dónde proviene la idea de hacer halterofilia y a qué edad comenzaste a practicar este deporte? «La verdad es que la halterofilia es muy poco llamativa, es muy poco vista por España. Yo empecé a practicar con 10 años allí en Aranjuez, en Madrid y la motivación me llega desde mi padre. Él siempre se ha sentido muy atraído por el deporte y me ha dicho que tenía que practicar uno y si lo hago, si o si ser el mejor. Eso siempre lo he tenido en cuenta y cuando conocí a un compañero aquí viviendo, fue cuando me vinieron más esas ganas de llegar a ser el mejor a toda costa».

¿En qué momento te diste cuenta que realmente podías llegar muy lejos en la halterofilia? «Yo practiqué atletismo, fútbol y halterofilia a la vez, y a pesar de que todos se me daban bien, me decanté por la halterofilia. Fue entonces, cuando mi entrenador se dio cuenta que valía realmente para esto. Vio que subía marcas muy rápidamente, que subía mucho peso para la edad que tenía y mandó mis vídeos, al CETD (Centro Especializado de Tecnificación Deportiva de halterofilia), y el entrenador de aquí le dijo que viniera ya para Tenerife. En ese momento vi lo mucho que me valoraban y supe que servía para ser el mejor».

«Son entre 12 y 16 semanas de preparación para un campeonato»

¿Cómo es una semana de un deportista de tan alto nivel como tú? «La semana previa de una competición no hacemos mucho peso. Pero semanas antes, se basa en hacer una o dos repeticiones como mucho al 95-100 % de tu máximo rendimiento y son entre 12 y 16 semanas de preparación para un campeonato. Durante este tiempo, tenemos que estar bien físicamente, pero sobre todo psicológicamente, que creo que es lo más vital, por lo que es muy difícil prepararse para cualquier tipo de torneo».

Practicas deporte a un nivel muy alto y a la vez estudias. ¿Cómo puedes lidiar con todo? «Es muy difícil la verdad. Porque querer ser el mejor y no poder estar al 100% centrado en una meta ya que tienes otras responsabilidades es muy complicado. Y también tienes que hacer otras cosas para tu futuro, pues evidentemente no se puede vivir de la halterofilia a no ser que seas uno de los mejores del Mundo».

¿Qué es lo que piensas cuando estás a punto de levantar el peso? «En el primer intento, siempre se me pasa todo el mundo que me ha apoyado, que ha estado ahí, en mi abuelo sobre todo, a quien mataron, y pensar en hacerlo sobre todo por mí y por todos ellos. Pensar que han venido y han estado luchando por ti es lo que me saca fuerzas para por lo menos en el primero hacerlo bien y tranquilo». 

¿Alguna vez has sentido miedo a fracasar o has dudado de ti mismo? «Si lo he tenido varias veces la verdad. Cuando fui al campeonato de Europa sí lo pensé, porque yo quería llegar a una marca mínima de campeonato del mundo y me obsesioné tanto en llegar a esa marca que me puse demasiada presión y me vine abajo».

¿Y cómo superas ese momento? «Pues solo queda ser fuerte, no hay más. Pienso que para ser fuerte en este deporte se necesita sobre todo ser fuerte psicológicamente, y para ello hay que tratar con los problemas poco a poco todos los días, hablarlo con un psicólogo que la verdad que es un muy buen apoyo y que recomiendo mucho».

¿Qué sientes en el momento en el que ya sabes que eres campeón nacional? «Es una satisfacción impagable. Ahora mismo lo digo y no me parece para tanto, pero en ese instante te entra una alegría en el cuerpo, una euforia. Y también es una liberación, porque pienso en todas las veces que he llorado, que lo he pasado mal y los días donde no quería ir a entrenar, y me digo que ha merecido la pena tanto esfuerzo para ese momento solo».

¿Ahora mismo, cuáles son tus próximas metas? «Mi próximo objetivo es ir al campeonato del mundo y quedar top 5 de Europa y ser de nuevo campeón de España claramente. Y en un futuro, el plan sería ir a las olimpiadas de 2028 en Los Ángeles». 

¿Cómo y cuándo empezó a interesarse por la gimnasia rítmica? «Empecé en el 2004, con 14 años, en gimnasia deportiva y viendo que las chicas de rítmica entrenaban al lado de mí, decidí probar. Fue ahí cuando comencé».

¿Se ha planteado dejar alguna vez este deporte por la presión que conlleva ser un hombre? «No. Lo he tenido que dejar en algún momento durante una temporada porque también soy entrenador y era incompatible pero al final se ha podido ajustar ambas responsabilidades y sigo como gimnasta e instructor. Con lo cual, no está en mi pensamiento retirarme todavía».

Hace unas semanas vimos cómo la medallista olímpica Tatiana Navka le lanzaba un ataque sexista argumentando que «la gimnasia rítmica es un deporte femenino y que sus hijos jamás verán eso como algo normal». ¿Cómo se lo tomó? «La verdad es que me sentó bastante mal porque creo que hay que educar a las nuevas generaciones en la tolerancia y en el respeto, y que ella justamente haya publicado esto siendo una patinadora olímpica de alto nivel que supuestamente debería tener unos valores deportivos y humanos, pero se ve que ella no los posee. Además, ella es la mujer del jefe de prensa de Vladímir Putin, por lo que se encuentra en esa nube de no querer que la sociedad avance y progrese».

Debido a este ataque de la medallista, recibió bastante apoyo en redes sociales. Imaginamos que es algo gratificante y un sinónimo de cambio en la mentalidad de la sociedad. «Me ha sorprendido muchísimo la repercusión que ha tenido porque para mí, este comentario ha sido uno más de todos los que me he encontrado a lo largo de mi carrera deportiva. Sin embargo, no me afectó para nada de forma negativa, sino todo lo contrario. Todo el apoyo, la positividad, todas las buenas energías y los mensajes de cariño que recibí me han hecho sentir especial, no solo porque haga gimnasia rítmica, sino porque el mundo entero ha visto que los chicos también podemos practicar este deporte y eso da pie a que la gente lo vea como algo normal porque los deportes deben practicarse sin darle importancia al género».

¿A qué cree que se debe la poca visibilidad que tiene la gimnasia rítmica masculina? «Dentro de lo que cabe, en España hay poca visibilidad en general porque los deportes por excelencia, por así decirlo, son el fútbol, el tenis o el baloncesto, y parece que los demás no sirven para nada pese a su sacrificio. Además, no podemos darlo a conocer más porque no tenemos campeonato de Europa o un campeonato del mundo, por lo que uno de ámbito nacional es muy raro que salga en las noticias».

En el año 2009, la Real Federación Española de Gimnasia eliminó de su reglamento la posibilidad de que los hombres participasen. ¿Cómo fue la lucha para conseguir que el género masculino también pudiese competir? «El 2009 fue un año crucial para nosotros porque fue cuando se creó el primer campeonato de gimnasia rítmica masculina, ya que previamente los chicos competíamos contra las chicas y cuando salió la normativa en es año, no contemplaba la presencia del género masculino en el campeonato de España. A raíz de ello, acudimos a las noticias, a la prensa y a programas con bastante peso como el de Ana Rosa Quintana. Fue en ese entonces cuando se creó el primer campeonato y a partir de ahí fue un antes y un después, algo que España ha apoyado».

¿Es consciente de que seguramente muchos niños le tomarán como ejemplo e inspiración para atreverse a adentrarse en el mundo de la gimnasia rítmica? «La verdad es que no soy consciente de que pueda ser un ejemplo para poder dar pie a que los niños piensen eso, me apura pensarlo y no me lo termino de creer. Yo solo he abierto el camino a algo que creo que es justo para todo el mundo y hago un deporte el cual yo amo y seguiré amando».

¿Tiene la esperanza de que a corto plazo los Juegos Olímpicos incluyan la modalidad masculina de gimnasia rítmica? «Se supone que en París 2024 quieren que todos los deportes estén representados por ambos sexos pero veo muy complicado llegar ahí porque hay que crear una selección y todo eso se empieza a partir de una partida presupuestaria por el Estado, por lo que es muy difícil que en tan poco tiempo se pueda hacer una selección de gimnasia rítmica masculina».

Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid en 1986, su trayectoria profesional siempre ha estado ligada al mundo deportivo. ¿Por qué eligió este camino? “Desde pequeña, siempre me aficionó el deporte. Me gustaba y me gusta practicarlo. Mis compañeros de promoción, Vicente Vallés o Fran Llorente, tuvieron claro desde el primer día de carrera que querían dedicarse a la política. Yo, por el contrario, siempre quise deporte. Paco Lobatón, cuando dejó de presentar el telediario, hizo un programa sobre el Parlamento y me quiso llevar, pero me negué. ¿Qué hacía hablando de política? Yo sabía lo que quería».

Su voz inconfundible destaca en las narraciones de campeonatos de gimnasia rítmica, patinaje artístico o hípica. ¿Es satisfactorio este reconocimiento por parte del público? “La gente me conoce más bien por la voz que por la cara. Me encuentro muy bien haciendo lo que hago, me documento, trabajo duro para hacer las cosas de manera correcta. El que piense que al terminar la carrera deja de estudiar está muy equivocado. Hay que continuar con el aprendizaje. Te tiene que diferenciar del resto tu preparación y, para ello, tienes que darle tiempo; tienes que especializarte. Luego, debes intentar llegar al público. Yo, por ejemplo, lo que hago es contarle a la gente las cosas utilizando un lenguaje accesible a ellos, teniendo en cuenta que los deportes que yo transmito son muy técnicos”.

Su experiencia en la cobertura de los Juegos Olímpicos es muy distendida. ¿Cómo calificaría un despliegue informativo de estas características?  “Es brutal. Unos JJ. OO. empiezan a prepararse dos años antes de que se disputen. Ahora mismo, en 2018, estarán empezando a prepararse los de 2020 de Tokio. Todas las televisiones deben prepararlo a la vez con el comité organizador y con la empresa que organiza toda la señal televisiva y esto avanza en silencio, es invisible. La gente ve las Olimpiadas y ve a los periodistas allí, pero no sabe todo el trabajo que hay detrás”.

«No estaré en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2020»

Ha estado presente en la cobertura de los Juegos Olímpicos de Verano de manera ininterrumpida desde Seúl 1988 hasta Río 2016. ¿Repetirá en los próximos? “No. Esto se debe a que los derechos de las Olimpiadas los ha comprado Eurosport para las ediciones de 2018, 2020, 2022 y 2024. Salvo que TVE negocie con el canal una sublicencia o una compra, no creo que participe. Creo que los de Río fueron mis últimos Juegos».

¿Guarda con especial apego la locución de alguna competición? “Todas en las que hay medallas de deportistas españoles tienen un punto de emoción, no solo por el hecho de ser los que nos representan, también porque te das cuenta de que eres tú la que lo va a contar. Esto tienen un plus de intensidad”.

¿Cree que el papel de la mujer está infravalorado en los medios de comunicación y en el deporte? «Es algo por lo que llevo luchando desde el metro cuadrado que me ha tocado en esta sociedad. No solo las deportistas tienen que tener su espacio. Las mujeres somos el 50 % de la población y debemos tener la posibilidad de demostrar la valía, preparación y formación que tenemos. Se debe reconocer que estamos tan capacitadas como los hombres para ocupar los puestos de gestión”.

«Las mujeres somos el 50 % de la población y debemos tener la posibilidad de mostrar nuestra valía»

¿Cuál es su postura con respecto a las reivindicaciones de los “Viernes Negros” del personal de Radio Televisión Española? “Allí he estado, me he hecho mi foto de negro todos los viernes. Llevo 32 años en RTVE y he visto pasar por allí a 14 directores generales y 14 de televisión. No hay nada que sea perfecto, pero el equilibrio en la información y en la manera de contar las noticias tiene que ser imprescindible en la televisión pública. En los últimos años, sinceramente, creo que no ha sido así. Se ha hablado más de entretenimiento en los telediarios que de la propia información y eso es otra manera de desinformar. La televisión pública es un caramelo muy apetitoso para todos los gobiernos”.

¿Qué le ha parecido su experiencia en la Universidad de Verano de Adeje? “Excelente. El concejal de deportes, Adolfo Alonso, me propuso hacer la ponencia inaugural y la hice. Fue un honor estar aquí abriendo los cursos de verano y luego participando en este curso de periodismo deportivo”.

Entrevista realizada junto a Sara Toj.

Del Río realizará un recorrido por las tecnologías empleadas en el periodismo deportivo desde el teletipo hasta las redes sociales. No es la primera vez que la periodista visita la Universidad de La Laguna para aportar sus conocimientos. En octubre de 2016, recién concluidos los Juegos Olímpicos de Brasil, la periodista acudió al ciclo de conferencias Periodismo y JJOO organizados por el Aula de Comunicación de la ULL y la Asociación de la Prensa Deportiva de Tenerife para explicar a los presentes cómo organiza un medio de comunicación una cita tan importante como unos Juegos.

Bajo la dirección de la profesora de Comunicación de la Universidad de La Laguna, Carmen Rodríguez Wangüemert, este curso avalado por la Asociación de la Prensa Deportiva de Tenerife y la Asociación por el Deporte Femenino, contará con un nutrido grupo de especialistas en Comunicación y Derecho.

La profesora de Ciencias de la Comunicación de la ULL Patricia del Ponti; las periodistas Jacqueline González y Laura Castro, y el profesor de Derecho de la ULL Javier Capote abordarán las alternativas existentes en la actualidad, en especial la innovación sobre las narrativas para reflejar la importancia de los acontecimientos de deportes en la sociedad actual. Además se pondrá en valor el contexto jurídico y social de la profesión,  la marca personal y corporativa en el mundo deportivo y el afrontamiento de la profesión del periodismo deportivo para plantear alternativas de innovación y de emprendimiento en la mejora de la comunicación deportiva.

Así se manifiesta, por ejemplo, a través de las investigaciones de Clara Sainz de Baranda, profesora del Departamento de Periodismo y Comunicación Audiovisual de la Universidad Carlos III de Madrid, en el que se concluye que la mujer es sujeto noticioso en prensa deportiva impresa en el 5,11 % de los casos, mientras que los hombres protagonizan este tipo de informaciones en el 92,2 % de las ocasiones.

Anteriormente, la mujer no estaba incorporada al deporte. Esto estaba sumado a un discurso patriarcal que le imponía lo que debían hacer. No obstante, poco a poco fueron integrándose  y, durante la dictadura de Francisco Franco en España, se empezaron a diferenciar los deportes que practicaban las mujeres y los que practicaban los hombres. Hace tiempo que el mundo del deporte dejó de estar en manos exclusivamente del varón, pero su reflejo en los medios sigue sin ser del todo equitativo.

José Luis Rojas: «La elección de las palabras tiene una dimensión ética»

Dentro de la profesión periodística, el periodismo deportivo se considera un hermano menor. Este es, en definitiva, una especialidad del mismo, y es por ello que debe ceñirse a los mismos estándares, patrones y principios deontológicos esenciales del periodismo en general. No obstante, no siempre ocurre así.

En la actualidad, dentro del terreno informativo, la comunicación deportiva se califica, según informes recientes, como una de las declaraciones periodísticas que transmite y propaga estereotipos sexuales. Este sexismo se puede ver reflejado de tres formas distintas: en primera instancia, el uso de lenguaje sexista que, en lugar de corregir, abre la brecha de la desigualdad entre hombres y mujeres. Así lo afirma José Luis Rojas, profesor e investigador de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, quien asegura que “la elección de las palabras tiene una dimensión ética”.

Según Laura Castro, periodista y presidenta de la Asociación por el Deporte Femenino, “existen numerosos estudios y tesis sobre el tratamiento del deporte femenino en los medios de comunicación, que concluyen con que las mujeres sólo ocupan del 3 al 5 % de las noticias deportivas y, en la mayoría de los casos, figuran como acompañantes”. Asimismo, Luis Beltri, especialista en Marketing Deportivo, tras un estudio de revisión diario de los medios escritos, asevera que “el tratamiento del deporte femenino es casi nulo”.

La última forma en la que puede verse reflejado este sexismo, es el trato de las mujeres como objeto carnal. Los medios de comunicación confunden la deportividad femenina con el erotismo, es decir, presentar una noticia de deporte femenino viene adherido a la exhibición erótica de la mujer en fotografías. “El uso de las imágenes que acompañan los textos no ayudan a exterminar los estereotipos sino todo lo contrario, contribuyen a perpetuar la cosificación de las mujeres. Las tratan como objetos y difunden sus atributos físicos”, asevera Laura Castro.

Los medios de comunicación y los Juegos Olímpicos de 2016

El mayor evento deportivo, en el que participan atletas, tanto hombres como mujeres, de todas partes del mundo, son los Juegos Olímpicos. La última edición se celebró en Río de Janeiro (Brasil) y los medios españoles trataron esta competición en sus publicaciones. En el periódico deportivo Marca, durante las competiciones, se pudieron encontrar noticias como “Winifer Fernández, la belleza dominicana por la que nos encanta el voley”. Junto a este titular, una galería de fotos de la jugadora de República Dominicana, que juega en la posición de defensa, recepción y líbero.

Asimismo, el periódico El Mundo, cuando aun no se habían iniciado los Juegos Olímpicos, envió un titular que no trajo buenas críticas: “La lista de buenorras internacionales en los Juegos Olímpicos”, y otra fotogalería cuyas detracciones obligaron a esta cabecera a cambiar el titular a “Las atletas olímpicamente atractivas”.

Beltri confiesa que “los medios deben preocuparse, desde su inicio, de que el tratamiento informativo sea igualitario”. Es importante tener un ethos, un carácter o forma de ser para luego aplicarlo a la actividad profesional. “Un periodista y el medio para el que este trabaja deben cumplir con los preceptos éticos fundamentales de verdad, justicia e igualdad antes de informar”, explica José Luis Rojas. De hecho, la Asamblea General de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España promulga en el Artículo 1 que “el periodista actuará siempre manteniendo los principios de profesionalidad y ética […]”.

Escáner del machismo

Marca, el diario deportivo más leído de España, presenta titulares como “Alex Morgan te aficionará al fútbol femenino”, “El placaje más humillante y sexy de la Lingerie Bowl”, “Los mejores culos del Atletismo” o “Lingerie Football, las chicas que juegan al fútbol en lencería”. Casos como estos, Luis Rojas los califica como pseudo-noticias, y explica que, “en muchas ocasiones, no hay contenido noticioso, sino que más bien se construyen piezas fundamentadas en el morbo, la sensación, la anécdota o el rumor, elementos todo ellos muy alejados del periodismo y más propios del mundo del espectáculo”.

Otras cabeceras como AS  plasmó en la contraportada una foto de una mujer atractiva usada como reclamo para sus lectores, acompañada de un titular que explicaba que “hay que alejar del deporte a los intolerantes homófobos y machistas”. Sin embargo, en este periódico es habitual toparse con esta clase de imágenes. «Que a día de hoy se siga publicando la contraportada de As con mujeres no deportistas semidesnudas dice bien poco de ese periodismo”, concluye Rojas.

Las féminas Leticia Romero, Leonor Rodríguez, Astour Ndour y el resto de sus compañeras superaron a Serbia en semifinales (68-54). En la final, a pesar de liderar el partido en el primer cuarto, cayeron ante la imparable EE.UU. (101-72) colgándose la medalla de plata. En el cuadro masculino, los de Scariolo, entre los que estaba el tinerfeño Sergio Rodríguez, alcanzaron el bronce. Tras sucumbir ante Estados Unidos en semis (82-76), la Roja luchó por la medalla y ganó de uno a Australia (89-88).

A pesar de que estos fueron los dos únicos títulos que recibieron las Islas (de los 17 que se trajo la Selección Española) el resto de participantes canarios también se hicieron notar en Río.

Uno de los favoritos a medalla de esta expedición era el boxeador grancanario Samuel Carmona, el cual se quedó a las puertas de su primer premio olímpico. Después de superar al doble campeón Patrick Barner en octavos, las sensaciones eran muy buenas. Sin embargo, esto no le ayudó a vencer al colombiano Yurberjen Henry en cuartos, que por decisión dividida de los jueces consiguió la victoria. También, a un paso de las semis, el equipo de balonmano, en el que jugaba Elizabeth Chávez y Marta Monqué, cayó ante Francia (20-27).

En halterofilia, el tinerfeño Andrés Mata se hizo con el récord de España de levantamiento con un peso total de 343 kilogramos, 153 en arrancada y 190 en dos tiempos, situándose segundo en la final B y séptimo en la clasificación general, a 36 kilos del primer puesto.

También en vela, Joaquín Blanco, que participaba en la modalidad Láser Standard, finalizó la competición en trigésimo quinto lugar. Por su parte Alicia Cebrián, que lo hacía en Láser Radial, sorprendió con un duodécimo puesto. La grancanaria Tara Pacheco acabó sexta en los preliminares de la clase Nacra 17.

Rafael Cabrera, en el debut del golf como deporte olímpico, se afianzó una decimocuarta posición entre los 68 participantes. Su vecina, Carla Suárez finalizó su actuación individual en octavos después de haber perdido contra la estadounidense Madison Keys (6-3,3-6,6-3). La tenista también participó en las dos modalidades de dobles junto a Garbiñe Muguruza (que cayeron en cuartos contra las rusas Katerina Makarova y Elena Vesnina) y David Ferrer (que no lograron pasar de la primera ronda).

Por su parte, Ray Zapata, consiguió 15.083 puntos en la modalidad de suelo, en gimnasia artística, puntuación que lo situó undécimo. El conejero, a pesar de ser uno de los favoritos, no consiguió pasar a la final, a la que accedían los ocho mejores. Por último, el triatleta Vicente Hernández, 13º en el ranking mundial, alcanzó el vigésimo séptimo puesto con un tiempo de 1:48´50”.