La charla comenzó con la intervención de Sara Ceballos, profesora de Derecho Público y Privado que expuso el marco jurídico en el que se encuentra el acoso sexual callejero. Según ella, «la violencia de derechos más frecuente que sufren las mujeres son los actos de naturaleza sexual no consentidos o que constriñen la libertad sexual pública y privada, especialmente los de ocio». Además, recalcó que «esto no es un problema individual ni de las víctimas, sino social y estructural que parte de una cultura arraigada a patrones estereotipados, discriminatorios y machistas».

Ceballos destacó la importancia de aportar datos precisos sobre los casos de acoso y de que las víctimas cuenten con un asesoramiento desde el minuto uno por un equipo especializado en violencia de género. Esto permitiría que las denuncias fuesen revisadas y elaboradas por expertos, de tal modo que no recayera en ellas la obligación y la carga de tener que probar todos aquellos datos aportados en su denuncia. «Cuanto mejor elaborada este la denuncia, más fácil será que las víctimas no se vean sometidas a los procesos de revictimización», afirmó.

«Los varones debemos mirar hacia dentro y reconocer el monstruo del machismo y el patriarcado instalado en nuestra mentes»

La segunda parte de la mesa redonda la abarcó Juan Vianney, también del Programa de Doctorado Interuniversitario de Género y Ana Padrón. Ambos expusieron los datos de las encuestadas realizadas, tanto a hombres como a mujeres para el estudio. Los resultados son impactantes. Seis de cada siete mujeres en España afirman haber sufrido situaciones de acoso sexual normalizadas en espacios de ocio. Vianney afirmó que «estas tienen que lidiar con este tipo de violencia en todos los ámbitos de su vida». Esto demostró que, casi en ningún lugar, ya sea privado o público, la mujer se libra de ser potencialmente agredida.

Además, hay que tener en cuenta que la mayoría de estas continuan en silencio debido a la culpa y vergüenza que la sociedad impone sobre las víctimas, llevándolas así a creer que no tienen valía. Esto hace que se normalice y que la violencia que se ejerce contra ellas se justifique. Es importante exponer como la cultura machista distorsiona la percepción de los hombres para reconocer estos comportamientos, minimizando así el acoso sexual que se ejerce y que muchas veces se califica como «acciones inocentes». Según Vianney: «Los varones debemos mirar hacia dentro y reconocer el monstruo del machismo y el patriarcado instalado en nuestra mentes».

Las conclusiones del estudio expuestas por Ana Padrón dejan ver que las mujeres son quienes sufren mayoritariamente acoso sexual. Son las que tienen una mayor sensación de inseguridad, evitan espacios oscuros e ir solas por la calle. Nueve de cada diez mujeres afirma haber sufrido comentarios sexuales inapropiados. El acto concluyó con la despedida de los ponentes y las preguntas del público. Esta mesa redonda sirvió para lanzar un mensaje a la sociedad y así cambiar la perspectiva con las que miramos el mundo. Todas las personas participantes coinciden en que la mejor forma de modificarla nos viene dada a través de la teoría del movimiento feminista, y aunque es un trabajo muy complejo y requiere de mucha implicación, es necesaria. 

Los resultados del trabajo serán presentados hoy miércoles, 13 de diciembre, a las 17.30 horas en la Facultad de Economía, Empresa y Turismo por el rector de la Institución académica, Francisco García, y el alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, junto a las personas implicadas en el proyecto: Josué Gutiérrez, director del estudio; y Ana Goretty y Juan Vianney, especialistas en Sociología.

Los datos han sido obtenidos a través de una encuesta que permitió el estudio de las principales cuestiones que impactan en la calidad de vida de la ciudadanía. Así, el estudio servirá para proponer soluciones prácticas a los desafíos que enfrenta este territorio y establecer las políticas adecuadas para procurar el cambio.

El estudio permitirá analizar la percepción sobre la situación económica personal y del municipio, conocer la idea que se tiene del panorama político local y averiguar cuáles son los principales problemas que afectan a la sociedad. Igualmente, determinará los principales problemas del barrio o zona de residencia, conocer las demandas de quienes respondieron la encuesta y, con todo ello, generar un modelo de barómetro que logre analizar las preocupaciones y necesidades de la población lagunera a lo largo del tiempo.