La agrupación dirigida por Sebastián Gil encabezará un cartel que contará con artistas como Fasur Rodríguez, Germán López, Cristina Santana, Pedro Manuel Afonso, Esther Alfonso o Iván Torres, vocalista de Efecto Pasillo. Sin embargo, no queda ahí el elenco. Como sorpresa, Acordes por Ucrania disfrutará de la presencia del organista ucraniano Volodymyr Kotenko y la participación de alumnado y profesorado de la Academia de Música de Dnipropetrovsk.

El concierto se dividirá en cuatro partes. En primer lugar, Kotenko hará una introducción en solitario, tras ello, los coros infantiles de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria interpretarán tres canciones. La segunda parte del espectáculo comenzará de la mano de la Gran Canaria Big Band a los que se irán uniendo el conjunto de artistas musicales invitado. Asimismo, el evento contará con la intervención virtual del estudiantado ucraniano de la Academia.

El director de la Gran Canaria Big Band incide en la importancia de acudir al espectáculo porque de ello dependerá una importante aportación económica a la crisis humanitaria y por «la calidad artística que atesora el cartel». Gil añade que «no es solo una ayuda económica, sino también moral y artística a las familias y al gremio musical del país». Además, recalca la necesidad que sienten desde la banda de mandar un mensaje de paz: «Es un grito para que cese la guerra a través de nuestra mejor arma: una música que puede paliar emocionalmente estos malos momentos».

«Esta realidad necesita de un lenguaje universal como la música»

Iván Torres, vocalista de Efecto Pasillo, destaca la necesidad que siente de colaborar en un evento con este trasfondo solidario, algo que le «permite estar conectado con una realidad que necesita de un lenguaje universal como la música para aliviar el dolor».

El grancanario adelanta que no habrá ninguna canción de su repertorio, sino que entonará acompañado de un piano Imagine de John Lennon, en lo que considera «un himno atemporal y referente de paz que emocionará al público». Torres invita al público a acudir en masa al auditorio para sumar todos juntos a una causa acuciante y en la que desea mandar un mensaje de «concienciación, compromiso y de solidaridad».

Este grupo de jóvenes artistas destaca por su estilo tan diverso y peculiar. Una mezcla de pop, funk, rock y ritmo latino. Una combinación que ha funcionado y que los ha posicionado en el número uno de las listas de los 40 Principales en España. Sus componentes son Iván Torres, Javier Moreno, Nau Barreto y Arturo Sosa, todos ellos naturales de Canarias.

El conjunto musical comenzó en el 2007, en Gran Canaria, cuando participó en un concurso y ganó. A partir de ese momento, grabaron su primera maqueta En el aire que se escuchaba en las emisoras locales. Mientras los jóvenes daban una función en Las Palmas, Tato Latorre, un productor de Barcelona, los escuchó y se interesó por los músicos. Por ello, consiguieron debutar en el 2010 con su primer álbum titulado Efecto Pasillo, que coincide con el nombre de la agrupación. En este mismo período ganan el premio Grupo Revelación del Año en la capital oriental de las Islas.

Desde entonces, su carrera no ha dejado de crecer, siempre con el recuerdo del eco que resonada en el corredor en el que descansaban al ensayar. Hoy prosiguen con su último disco Barrio las banderas, que incluye once sencillos, entre los que destacan Caballo de batalla o Salvajes irracionales, un lanzamiento que los ha llevado de gira por toda España en 2017. Los integrantes lo definen como un sonido variado, bailable, positivo y que busca las raíces del folclore canario. Los intérpretes consideran que la música va más allá de los países, de las fronteras y de las cuestiones burocráticas, de ahí el apodo de este trabajo.

¿Cómo surgió la idea de componer un grupo musical de estas características? ¿A qué se debe el nombre de vuestra agrupación? “Todos veníamos de diferentes formaciones, con lo que ya teníamos bastante experiencia y algunas cosas claras. Queríamos formar un grupo diferente al resto, con un directo muy bien trabajado y canciones propias que nos hiciesen llegar lejos. En aquel primer local no había ventanas ni nada de ventilación, así que después de horas y horas de ensayos teníamos que salir a tomar aire a un pasillo que se formaba entre dos edificios a la entrada. Allí era donde hablábamos, decidíamos y soñábamos, y donde nació Efecto Pasillo”.

«Al ser cuatro, tenemos gustos diferentes, y de esa fusión nace el sonido de Efecto Pasillo»

¿Cómo definirían su estilo musical? “Últimamente se nos ha llamado los Reyes del Happy-Pop, y aunque las etiquetas no suelen ser buenas, ¡en este caso nos encanta! Nosotros solo intentamos hacer buenas canciones, y son estas las que nos indican con qué estilos «vestirlas». Entre los muchos que nos gustan, está el pop, rock, reggae, urbano, latino, etc. Al ser cuatro, tenemos gustos diferentes, y de esa fusión nace el sonido de Efecto Pasillo”.

Con Pan y Mantequilla alcanzaron el número 1 de la lista de Los 40 principales, ¿qué supuso esto para ustedes? “Esa fue una de las sorpresas más grandes de nuestra carrera. Pan y Mantequilla fue la canción que nos dio a conocer al gran público, y nos dio la visibilidad necesaria para hacer llegar nuestra música a mucha más gente. Después vinieron más números uno, todos muy especiales, pero esta quizás sea la canción que nos ha dado más alegrías. Por el momento…”

“Recibir reconocimientos nos da aún más fuerza e ilusión”

¿Cómo vivieron el momento de vuestra nominación a los Premios 40? “Cualquier nominación es un premio en sí misma, y ya llevamos unos años siendo afortunados en este sentido. Nosotros seguimos trabajando duro cada día para tener el mejor disco, la mejor gira, el mejor videoclip, porque es lo que queremos, y recibir reconocimientos así, nos da aún más fuerza e ilusión”.

¿Qué sienten cuando se suben al escenario? “Es el momento más bonito, nosotros somos un grupo de directo y eso se nota en las tablas. Los conciertos son, desde el principio, la base de todo. Es donde hay una mayor conexión con el público, por eso le ponemos tanto cariño. Este año estamos trabajando para dar el mejor espectáculo que hemos ofrecido hasta ahora”.

A parte de humildad, desprendéis energía, buen rollito y optimismo en letras como Cuando me siento bien, ¿sois así de alegres en el día a día? “Pues la verdad es que sí. Ja, ja, ja… Somos buenos amigos y nos lo pasamos muy bien juntos, estamos siempre de risas y buscando lo mejor de la vida, y eso es algo que se traduce en nuestras canciones. Obviamente también tenemos momentos de bajón, pero con el apoyo de los compañeros siempre logramos darle la vuelta a una situación y sacarle el lado positivo”.

“Intentamos mantener la esencia”

¿Cómo recuerdan los comienzos: primeros ensayos, primeras actuaciones…? “Son buenos recuerdos, y en buena parte intentamos mantener la esencia de aquellos momentos. Recordamos ensayos interminables, y justo después salir a pegar carteles de nuestro próximo show por toda la cuidad. En esos conciertos muchos eran amigos y conocidos, pero poco a poco nos fue conociendo más gente, y ese es nuestro público canario, que a día de hoy sigue dándonos tanto cariño y siendo una de nuestras mayores motivaciones”.

¿Qué encontramos dentro del nuevo álbum, Barrio Las Banderas? “Lo hemos puesto todo en este disco. Para componerlo tuvimos varios «encierros» en diferentes lugares; Punta Paloma en Cádiz, la sierra de Madrid, Lanzarote, La Graciosa, Sabadell… Hemos querido mantener el sonido y la esencia buenrollista, y además añadir diferentes sabores, como música latina, nuevos estilos urbanos, y mucho folclore. Es un disco más serio quizá, y muy interesante, con las miras puestas en el público internacional”.

“Sentimos una gran conexión con Latinoamérica”

¿Cómo consiguieron dar el salto a Latinoamérica? “A base de mucho trabajo. Desde que empezamos a ser conocidos ha sido uno de nuestros objetivos claros. Sin dejar de lado a nuestra gente de España, sentimos una gran conexión con Latinoamérica por nuestra condición de canarios, ya que históricamente hay mucho en común. Su manera de entender la música va en la misma dirección que la nuestra”.

¿Qué supuso para ustedes fichar por una compañía discográfica tan reconocida como Warner Music? “Fue un gran paso en nuestra carrera. Nosotros ya teníamos ganas de trabajar y llegar lo más lejos posible, y Warner Music nos brindó la infraestructura necesaria para conseguirlo. Además, hemos dado con un excelente equipo humano con el que encajamos perfectamente. Estamos muy agradecidos, y aprendiendo muchísimo de la industria”.

Han participado en una campaña en contra de la violencia de género, Quiéreme libre. Amar no es controlar… “Nos sentimos muy afortunados de poder colaborar en este tipo de iniciativas. En este caso, el Cabildo de Gran Canaria nos llamó para ser la cara visible de este proyecto, con el tema Libre por bandera. Lo que se promueve con esta campaña es el respeto y la libertad, mayormente entre los más jóvenes y, especialmente, en un entorno digital. Con las nuevas tecnologías se están dando situaciones de control entre parejas mediante mensajes o redes sociales, y eso es lo que tratamos de erradicar”.

“En ratos libres, seguimos componiendo”

¿Tienen algún otro proyecto o alguna colaboración en mente? “Efecto Pasillo siempre está tramando algo. Ahora estamos barajando diferentes colaboraciones, y preparando un viaje y algunas actuaciones en Latinoamérica, empezando por nuestro México querido, a principios de 2018. Simultáneamente, estamos cerrando la gira de verano en España para presentar Barrio Las Banderas, y en ratos libres y momentos de furgo, seguimos componiendo”.

Como decís que No importa que llueva, ¿utilizan más el paraguas o la gabardina? “Ja, ja, ja… Somos más de paraguas. De hecho, tenemos nuestro propio modelo con el lema de No importa que llueva«.