Fast Fashion – Periodismo ULL https://periodismopre.ull.es Diario digital de la Universidad de La Laguna Sun, 30 Jun 2024 18:39:15 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.2 https://periodismopre.ull.es/wp-content/uploads/2016/04/cropped-PULL_Redondo-1-32x32.png Fast Fashion – Periodismo ULL https://periodismopre.ull.es 32 32 El precio de nuestro consumo https://periodismopre.ull.es/el-precio-de-nuestro-consumo/ Fri, 28 Jun 2024 06:55:48 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=295038 La cultura de la moda rápida comenzó a extenderse en la década de los dos  mil, y a día de hoy ha conquistado la sociedad a través de sus precios, prendas accesibles y actualizadas a las últimas tendencias, devoluciones gratuitas y un sinfín de facilidades que  llevan al consumo. Industrias como Inditex, Primark o Shein ofrecen opciones atractivas y mucho más económicas, convirtiéndonos en seres vulnerables al consumismo.

La mayoría de las veces el fast fashion impone estereotipos que fomentan las compras rápidas y crean patrones de identidad, lo que lleva a un ciclo continuo e interminable. El público objetivo se sitúa entre los 18 y los 26 años, siendo las mujeres el sector demográfico mayoritario. La principal ventaja de la moda rápida es que democratizan la ropa elegante para las masas. Pero, ¿a qué precio?

Cuando compramos prendas sin ver más allá de un trozo de tela no somos conscientes de las realidades que esconden. Estas industrias recurren a países en vías de desarrollo y con menor regulación, pues poseen una mano de obra mucho más económica, aumentando las ganancias a costa de jornadas laborales que superan las 17 horas diarias, como es el caso de Bangladesh, Camboya o Vietnam.

«La producción desenfrenada de la ropa a bajo coste arrastra consigo un grave impacto medioambiental»

La mano de obra, en su mayoría, es mujer y menor. No suele contar con medidas de protección y sufre acoso laboral e, incluso, violencia física por un salario ínfimo. Todo para satisfacer nuestra demanda y avaricia insaciable.

Lejos del debate ya existente sobre las cuestiones éticas de este tipo de empresas, la producción desenfrenada de la ropa a bajo coste arrastra consigo un grave impacto medioambiental. La moda es la segunda industria más contaminante, pues genera hasta un diez por ciento de las emisiones mundiales de gas de efecto invernadero.

Llegados a este punto, hay razones suficientes para dejar de lado este tipo de consumo rápido, pero la cosa no cambia. Cada vez son más quienes se suman a este negocio, aportando a la explotación, contaminación y mediocridad. ¿Cuál es el verdadero precio de nuestro consumo?

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¡Tienes un cupón a punto de expirar! https://periodismopre.ull.es/tienes-un-cupon-a-punto-de-expirar/ Tue, 06 Jun 2023 06:50:10 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=254597 Shein es una de las tiendas online más conocidas. En principio se dedica a vender ropa, pero su amplio catálogo incluye, incluso, utensilios de oficina o elementos de decoración. Sus precios bajos y variedad de artículos lo han vuelto la cuna del fast fashion y el consumismo excesivo. La aplicación recibe tantas críticas como clientela. Sigue un modelo de trabajo muy poco ético y mucho menos sostenible. Esto le permite ofertar más productos a menor coste.

Las compras en Internet han cambiado nuestros hábitos de consumo y se han adentrado en nuestra vida de manera intrusiva y definitiva, sobre todo en la industria de la moda. Las tendencias son cíclicas y se mueven constantemente. La diferencia ahora es que esos ciclos duran mucho menos y las prendas dejan de usarse antes.

Las tiendas tradicionales, más aún en Canarias, donde la mercancía suele llegar un poco más tarde, no pueden adaptarse al ritmo con el que se mueve la moda, las páginas online, sí. Por tanto, empresas como Shein fabrican productos en grandes cantidades para satisfacer la demanda, pero con una baja calidad para reducir su tiempo de vida útil.

«Nunca te vas a olvidar de que está ahí»

Para continuar potenciando las ventas, Shein envía, cada día, numerosos correos electrónicos y notificaciones a los teléfonos móviles. Por tanto, desde que te descargues su aplicación y hagas una cuenta, nunca te vas a olvidar de que está ahí, aunque en ese momento no pretendas comprar nada.

La aplicación siempre está pendiente de ti: si alguna prenda que te gusta está a punto de quedarse sin existencias, te avisará. Si no has entrado a recolectar tus puntos de descuento diarios, te avisará. Si alguno de los muchos cupones  que te regala está a punto de caducarse, te avisará.

Mensajes como «¡Tienes un cupón a punto de expirar!» o «Un artículo de tu cesta está a punto de agotarse», te mantienen alerta y pendiente de tu próxima compra. Es decir, la aplicación hace todo con tal de que no olvides que tienes miles de opciones esperándote. Además, mientras estés utilizando Internet, no puedes escapar de las compras online. Su publicidad se extiende hasta cualquier página web o red social.

«Quienes consumen sus productos hacen la promoción»

Nunca pierde ninguna oportunidad de publicitarse, en especial cuando quienes consumen sus productos les hacen la promoción. Shein les motiva, mediante juegos de azar, para que compartan códigos y enlaces a su página. El juego funciona de la siguiente manera: cada persona recibe un código. Al compartirlo y utilizar el de otras personas, te proporcionan monedas.

Dichas monedas pueden utilizarse en una ruleta llena de premios. El más esperado es una compra por valor de cien euros. Por supuesto, las posibilidades de lograrlo son bajas, pero eso no impide que miles de personas compartan sus códigos y hablen de la aplicación en todas sus redes sociales. Todas estas acciones promueven las ganas de consumir de la clientela, que acaba realizando pedidos gigantescos de artículos que no necesitaba.

Las compras digitales son una experiencia distinta a las físicas. La forma de pago es muy sencilla y tampoco ves cómo pierdes tu dinero, por lo que se siente casi como si fuera gratis. Luego, está la espera, que normalmente es entre quince días y un mes. El entusiasmo va creciendo cada vez más, y se vuelve aun mayor cuando abres un paquete con algo que no recordabas haber pedido. Entonces, la emoción es la misma que cuando recibes un regalo.

Sin embargo, la promoción de los artículos no acaba ahí. Una vez los tienes, Shein te animará a que dejes comentarios en cada uno de los artículos que has adquirido, una vez más, a cambio de puntos. Así, puedes convencer con tu opinión a otra persona para que también se haga con el producto. De ese modo, el círculo del consumismo no solo no cesa, sino que se retroalimenta sin parar.

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María Azcárate: «Hay que comprar de forma responsable» https://periodismopre.ull.es/maria-azcarate-hay-que-comprar-de-forma-responsable/ Sat, 17 Sep 2022 12:59:06 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=225886

María Azcárate (Mía) es diseñadora de moda y fundadora de MIA Sustainable Collection, una empresa canaria de ropa sostenible que lucha contra el consumismo, la mala gestión de los recursos, la falta de trabajo local y el modelo fast fashion (moda rápida y contaminante), siendo este un problema que, a pesar de que existe desde hace muchos años, se está promoviendo cada vez más en la economía mundial debido a las microtendencias de las nuevas redes sociales.

¿Qué es la fast fashion«Es el consumo desmesurado de ropa. No somos conscientes del porqué la estamos comprando en muchas ocasiones, ya que estamos satisfaciendo una necesidad inmediata que nos juega en contra. Cuando lo relacionamos con las redes sociales nos damos cuenta de que no podemos repetir la misma ropa, debemos ser diferente… Al final, todo es psicológico. Son compras abusivas e inconscientes».

¿En Canarias es un problema? «Sí, debido a la globalización han llegado muchísimas industrias de todo el mundo que no nos cuentan de dónde viene el producto o cómo lo hacen. Hay empresas de todo tipo que se centran en la fast fashion. Aquí tiene más hincapié debido al turismo que ha atraído a grandes masas cuyo dinero no se queda en las Islas, sino que se va a otro lugar».

«La moda sostenible paga bien a las personas que la trabajan»


¿Cuál es el propósito de la moda sostenible? «La sostenibilidad es algo que se sostiene en el tiempo. Hay que diferenciar la moda sostenible del slow fashion (que es dejar de consumir tanto, hacer intercambio de ropa, comprar de segunda mano…). Si algo se ha producido de tal forma que pueda cerrar el ciclo, desintegrarse y volver a la tierra de donde viene, es moda sostenible. Es una prenda que no explota los derechos humanos ni el medioambiente».

¿Es cierto lo que dicen sobre que la moda sostenible es cara? «No podemos hablar de caro o barato cuando comparamos cosask que son incomparables. La moda sostenible es consciente, paga bien a las personas que la trabajan, desde el cultivo de la semilla de algodón hasta el tejido y la prenda. Además, en el proceso se cuida el medioambiente. Si tenemos en cuenta esto y lo comparamos con un precio irreal del valor de un producto que no ha tenido en cuenta estos puntos y ha explotado a gente por el camino, pues no es lo mismo».

¿Qué otras opciones tendría la ciudadanía para evitar caer en la compra de moda rápida? «Hay que empezar a ser consciente, consumir menos y entrar en el slow fashion o pasos a seguir para llegar a comprar de forma responsable».

MIA Sustainable Collection cuenta con un agricultor ecológico para biodegradar sus prendas. Foto: N. S.

¿Piensa que las microtendencias actuales suponen un problema para el medioambiente? «Donde hay que poner el foco es en la educación y en la cooperación mundial. Es necesario generar comunidad y comunicar el trabajo detrás de una prenda y un estilo de vida que no es consciente con el Planeta. Las redes sociales son la forma que tiene la juventud de informarse y llevar a cabo las tendencias. No hay que fomentar el máximo consumo con precios baratos».

¿Es culpa de las grandes empresas o el cambio es individual? «El cambio es individual. Somos responsables de cada acción que tomamos y de cada compra que hacemos. Para mí, una compra es un voto con el que eliges el tipo de sociedad y futuro que quieres. No podemos esperar a que venga de arriba. Ahí hacen lo que la mayoría del pueblo quiere. Tenemos que aprovechar la conectividad que hay hoy en día para mejorar».

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El verde nunca está de moda https://periodismopre.ull.es/el-verde-nunca-esta-de-moda/ Tue, 14 Jun 2022 05:55:54 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=214314 Muchos colores son tendencia este verano, como el blanco o el rosa. Se combinan con gafas de sol, bolsos llamativos o sombreros que destacan entre la multitud, porque la importancia de marcar la diferencia individual está por encima de la colectividad. Por eso el verde de la sostenibilidad nunca está de moda. En la actualidad, la forma más barata de comprar prendas es mediante la moda rápida (fast fashion), cuya elaboración es poco ética y dañina para el medioambiente.

Las personas que trabajan en esta industria lo hacen en condiciones deplorables que se comparan a las fábricas antiguas en las que se robaban ideas y diseños. El proceso de fabricación de una pieza textil conlleva mucho tiempo y dinero. Es importante garantizar a la clientela que su producto es de calidad y necesario en sus armarios, cuidando hasta el más mínimo detalle.

La moda tradicional se centra más en el cuidado del medioambiente. Foto: N. S.

La moda tradicional o slow fashion está compuesta por una fibra natural, mientras que la rápida se realiza con fibras sintéticas que desprenden microfibras, una de las principales causas de la contaminación de los océanos. Cuando la prenda se deseche tardará desde una semana hasta quinientos años en desaparecer por completo. Las marcas fast fashion se ciñen a la obsolencia programada, de esta forma ponen una fecha corta de caducidad a sus productos para que duren menos y que así la gente compre más.

Shein es una famosa tienda de ropa online que se ha mantenido en auge estos últimos años. Realiza réplicas de profesionales del diseño o prendas originales sin tanta calidad para venderlas a un precio más barato y entregarlas a domicilio en el plazo de una o dos semanas, incluso menos. Muchas personas que no tienen tanto nivel adquisitivo adquieren sus productos en esta plataforma, algo que es completamente normal y comprensible.

Sin embargo, la tasa de rotación de la moda rápida genera un consumo excesivo, y el consumo excesivo genera un impacto ambiental negativo. Además, las personas que trabajan para que compremos a un precio más barato son explotadas, con una media de 75 horas semanales y un solo día libre al mes. Según una investigación de Public Eye, la confección de un vestido simple da unos 42 céntimos a quien lo trabaja.

«En España tan solo se recicla un 12,16 % de la ropa que se fabrica»

Aplicaciones como TikTok o Instagram han logrado que los ciclos de tendencia sean cada vez más cortos, de tal forma que cuando alguien va a comprar un pantalón con corte de campana, este ya ha pasado de moda por otro más ajustado debido a la influencer que decidió ponérselo ayer por la noche.

Los seres humanos somos intrínsecamente inseguros por naturaleza. Vivimos en una sociedad en la que concedemos mayor importancia a la vida de los demás antes que a la propia, y de esto son culpables en gran medida las redes sociales. Tenemos la necesidad de destacar, de demostrar que somos superiores a otra persona para sentirnos mejor con nuestra conciencia.

Nos relacionamos en un mundo construido con una lupa en el que las imperfecciones son debilidades y las perfecciones fortalezas. La importancia y valía de la gente se mide en su consistencia en las tendencias. Si tienes el último iPhone, ¡eres genial! Si conseguiste el vestido que llevó Kylie Jenner en el evento de la semana pasada, ¡nadie puede contra ti! Pero si tu ropa es todo lo contrario, caerás mal. A las personas les cuesta diferenciar que la opinión pública no es válida para sujetos anónimos de la multitud.

Reutilizar la ropa que ya no usemos supone un menor impacto medioambiental. Foto: N. S.

La moda ética comenzó en 1998. Es un movimiento que propone elegir prendas elaboradas sin explotación ni contaminación del medioambiente. Si las piezas cuestan poco es que alguien cobró poco por hacerlas. Muchas diseñadoras como Katharine Hamnett o Stella McCartney se han comprometido a crear moda éticamente para frenar el desperdicio.

La clientela puede colaborar en la moda positiva adquiriendo ropa reciclada o reciclable, de fabricación local y comprando menos cantidad con mayor calidad. Uno de los materiales que se utilizan en estas prendas son el algodón ecológico o la lana. Muchos mensajes son lanzados en desfiles para concienciar a la gente del impacto medioambiental.

Stella McCartney es vegetariana y sigue un proceso textil respetuoso también con los animales. Para la temporada otoño/invierno de 2018 utilizó piel y cuero de imitación para reivindicar el uso de estos materiales en la industria.

«Todos los años se desperdician 92 millones de toneladas de textiles»

A pesar de que existen marcas sostenibles que no son tan caras, no es culpa de la gente no poder permitirse comprar artículos de slow fashion. Las personas de bajos ingresos no son las que mantienen a flote la moda rápida. Son las empresas que deciden continuar con este modelo las responsables de la contaminación y las condiciones precarias de trabajo.

Existen otras opciones que no implican gastar dinero en comprar más ropa, pero conllevan más tiempo. Un ejemplo puede ser la reutilización de prendas antiguas o la creación de algunas nuevas a partir de las viejas. Con unas tijeras, aguja e hilo, se puede confeccionar una camisa larga para que pase a ser una corta; o transformar unos pantalones vaqueros cortándolos con el patrón adecuado. Hay infinitos vídeos en plataformas como YouTube que reinventan la moda.

El aesthetic es un mundo nuevo en la industria en el que la estética prevalece ante las tendencias. Se basa en tomar un tópico para hacer de él una personalidad. El cottagecore es un tipo de estética que se centra en conectar con la naturaleza, llevar trajes o sombreros. El dark academia es más ambientado a las bibliotecas, tonalidades marrones, gafas y pantalones. Los aesthetics ayudan a que el ciclo de tendencias disminuya, ya que no pueden verdernos algo cuando nuestro estilo está definido.

El ‘cottagecore’ es una de las estéticas más famosas en la actualidad. Foto: N. S.

Según Marshall McLuhan «hoy nada está pasado de moda porque todo está de moda. Cualquier prenda de cualquier época está a disposición de todo el mundo». Y citando a un referente en la industria como Christian Dior: «Sencillez, buen gusto y pulcritud son los tres fundamentos del buen vestir».

La conclusión más lógica y sostenible que se puede sacar de estas referencias es que lo más ecológico que podemos hacer para destacar es encontrar nuestra propia identidad, de esta manera nadie podrá vendernos una nueva cada mes.

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