El Tenerife Espacio de las Artes (TEA) acoge durante el verano la exposición Velar la forma, una recopilación de cuarenta años de trabajo del artista tinerfeño José Herrera, formado en la Facultad de Bellas Artes. La muestra, comisariada por Gilberto González, incluye obras expuestas en Museos como Patio Herreriano de Valladolid y Reina Sofía. Estará abierta al público de martes a viernes, de 12.00 a 20.00 horas, y sábados y domingos de 10.00 a 20.00 horas. La entrada es gratuita.

Pretende que quienes la visiten vivan una experiencia de suspensión temporal y espacial, abstrayéndose del ruido ambiental y mental. Las creaciones son de distintas procedencias y periodos, desde 1982 hasta 2022, y se vinculan a la idea del silencio y el equilibrio de las formas. Para el artista, lo ausente es igual de importante que lo presente.

¿Qué pintas, cómo y por qué? «Pinto mayoritariamente animales. Sobre todo leones, leones africanos. Empecé a pintar leones porque cuando era pequeña, mi hermana me dijo que probara un poco de todo. Pinté un león y fue la primera obra que de verdad me hizo pensar y recapacitar sobre estudiar Bellas Artes. Los formatos que estoy haciendo ahora mismo son 80F o 40F, o sea, formatos grandes. Y últimamente me estoy basando en materiales de acrílico, sobre todo lo que son aguadas, lavados, chorreados, etc. Pinto sobre muchos temas pero sobre todo aquellos relacionados con África o con Canarias».

¿Por qué leones? ¿Qué buscas transmitir?  «Considero que me veo a mí misma a través de ellos. Una vez pinté un cuadro, que era una leona mamá, llevando a sus crías por un lago. Con él quise representar a mi madre, a mi hermana y a mí. Y lo quiero transmitir es lo salvaje, lo intuitivo, el movimiento, el instante… pero también quiero que cada persona pueda llegar a ver lo que le apetezca. No tengo un objetivo concreto, quiero que sea una expresión, que tú lo veas y puedas decir: me transmite esto, aunque no sea lo que yo quiero transmitir. Yo me considero una pintora expresionista en todas sus facetas».

Ser feliz, es el fin de todo lo que hacemos

¿Cómo te definirías, como pintora, en una palabra? ¿Por qué? «Extrovertida. En mis obras se nota que lo soy. Pongo manchas, arriesgo… En vez de una palabra yo podría dos: extrovertida y arriesgada. Creo que se transmite muy bien en mis obras. Muchos artistas me han dicho al ver mis cuadros que me arriesgo mucho. También soy muy rápida pintando, es algo, no sé si positivo».

¿Cuál es tu historia con el arte? ¿Cuándo supiste que querías ser artista? «Mis padres dibujaban cuando eran jóvenes, cuando tenían mi edad más o menos. Curiosamente mi madre pintaba tigres y mi padre caballos. Y yo leones… Desde pequeña, en primaria, me interesé por la rama y todo el mundo me decía que de mayor iba a ser artista. Poco a poco se me fue inculcando y casi inconscientemente me fui metiendo en ese mundo y fui creando y tocando un poco cada disciplina. Es un poco tópico pero llevo toda mi vida, casi sin saberlo, creando y haciendo arte».

Familia de artistas… ¿Te apoyaron entonces tus padres en tu camino artístico? «La verdad es que a mis padres les daba igual lo que hiciera  siempre y cuando fuera feliz con lo que estudiara. Eso es lo que me han inculcado: si yo soy feliz con lo que hago, se me va a dar bien. Ser  feliz, es el fin de todo lo que hacemos. Entonces sí, me han apoyado. Además son los primeros que critican mis obras. Siempre les pregunto su opinión porque, aunque ellos no son expertos en la materia, me gustan las críticas constructivas de familiares, amigos y también de profesores y compañeros de clase».

¿Crees que se puede ser artista sin tener estudios artísticos? «Creo que se puede ser artista sin tener estudios artísticos. Pero es verdad que todas las técnicas, documentación, la historia del arte que me ha aportado la carrera, no la podía haber conocido de otra manera. Uno puede tener el interés y la intención de conocer nuevas técnicas, pero en la carrera te enseñan tanta variedad y tocas tantas disciplinas que aprendes un poco de todo. Si quieres tener más conocimientos, tienes que estudiar una carrera artística para poder tener un estilo propio. Yo antes de entrar a la carrera pintaba en óleo y ahora me dedico exclusivamente a los lavados en acrílico».

«El arte cura almas, cura corazones y cura el mundo»

¿Has tenido oportunidad de exponer en algún sitio? «Mi primera exposición fue en la Facultad de Bellas Artes, en la Semana de las Artes. La segunda fue en Fuerteventura, en el Museo Juan Ismael, fue una exposición feminista con varias mujeres artistas de la isla. También expuse en el Desván Blanco, que es una galería de Román Hernández, un profesor de la Facultad. Además he donado algunas obras al centro de salud de Fuerteventura y a otras entidades».

Aún estás estudiando pero ya tienes contacto con el mundo profesional. ¿Consideras importante ir abriéndote camino en el mercado antes de finalizar del todo los estudios? «Creo que es importante, antes de finalizar los estudios, ir involucrándote en el mundo laboral. Una vez que sales afuera no sabes lo que puede pasar. Salimos a ciegas, por eso está bien ir dándonos a conocer. Todos los que estudiamos Bellas Artes queremos ser artistas, pero también creo que hay que tener una segunda opción. La mía, por ejemplo, es dar clase. También estoy un poco metida en la rama de arteterapia».

¿Se podría decir que tienes un as bajo la manga por si ser lo de ser artista no sale bien? «Exactamente. Hay muchos artistas en el mundo y es cuestión de estar en el lugar adecuado, en el momento adecuado y en la situación adecuada. Eso es lo complicado. Mientras gano dinero por una parte dando clase, puedo dedicarme a mis obras y seguir intentándolo».

¿En qué consiste la arteterapia? «Yo siempre digo que es curar con el arte. Hice un voluntariado de arteterapia para mujeres dependientes en Fuerteventura y en vez de con psicología las tratábamos con el arte, es algo muy bonito y muy poco conocido también. Vale la pena que la gente investigue un poco porque, como acabamos de ver en la cuarentena, el arte cura almas, como yo siempre digo. Cura almas, cura corazones y cura el mundo».

«Mi Instagram es como mi propio museo, expongo ahí mis obras»

¿Cómo has vivido esta cuarentena como artista y como estudiante de artes? «Como estudiante, no he podido seguir con el TFG porque hago lienzos de gran formato y tuve que dejarlos en Tenerife, no pude transportarlos a Fuerteventura, donde estoy actualmente. Pero he practicado otras técnicas, como el dibujo. Y me he sorprendido porque he vendido más durante el confinamiento que antes. También me dio tiempo de hacer una página web y actualizar todas mis redes sociales. Además hemos hecho grupos de WhatsApp de artistas de Canarias, de Fuerteventura en mi caso. Me ha ido bien en general, los estudios se me han complicado bastante pero lo he sabido sobrellevar con un poquito de esfuerzo y confianza».

Tienes una cuenta artística en Instagram. ¿Qué peso tienen para ti las redes sociales? «Las redes sociales, en la era en la que vivimos, son muy importantes. Los encargos me llegan por ahí. Además, las redes permiten que la gente conozca tu trabajo. Mi Instagram es como mi propio museo, yo expongo ahí mis obras y quien quiera comprarme una o hacerme algún encargo solo tiene que contactar conmigo».

¿Cuáles son tus metas a corto y largo plazo? «Mi meta es ser una artista reconocida. Algo que me define mucho, es ser una persona soñadora. Yo siempre he dicho que nunca es tarde para soñar… Son expectativas muy altas las que tengo, pero me encantaría exponer algún día una obra en el MoMA. Con esfuerzo todo se puede. A corto plazo mi meta es hacer el Máster de Educación, Diseño y Artes Plásticas, y a largo plazo me gustaría enseñar a todas las personas que pueda. Compartir mis conocimientos y mi arte».

¿A qué edad comenzó a pintar? ¿Recuerda su primer cuadro? «Con seis o siete años ya dibujaba El príncipe Baltasar Carlos a caballo, de Velázquez. Empecé haciendo retratos desde bastante joven, no recuerdo cual fue el primero, pero desde los 12-13 años ya les hacía retratos a mis amigos».

¿Qué es para usted la creatividad? «La creatividad está en todo. Creo que si Leonardo da Vinci hubiera sido médico, habría sido un médico brillante. Lo mismo que Einstein, si él hubiera sido pintor, habría sido un pintor tremendo. Considero que la creatividad está en todos los campos del saber y en la persona, en esa curiosidad por desvelar aquello que desconoce y por profundizar en aquello que le interesa. En una ocasión me preguntaron si el lienzo era un reto para mí: el reto es una constante en mi vida y el lienzo es testigo de ello. Sin embargo, una vez terminas una obra, deja de tener ese interés para ti. El lienzo se convierte en una especie de laboratorio en el que investigas, vas mejorando y vas descubriendo cosas, una vez has subido ese peldaño ya te estás encontrando con otro».

Dicen que la experiencia es un grado ¿Ocurre lo mismo en el marco creativo? «Creo que la madurez en el campo creativo se alcanza cuando adquieres una forma determinada de entender o tienes una visión pictórica muy personal donde no hay compartimentación; hagas lo que hagas, lo haces bajo tu forma de actuar. Así se empieza a crear y componer, se deja de tener cierta preocupación por aquellos aspectos técnicos, materiales e instrumentales para dedicarte, sin distracción, a aspectos puramente creativos: la mancha por la mancha, el color por el color…».

«El dibujo reduce la información a lo esencial»

¿Cómo puede estimularse la creatividad con la práctica del dibujo? «Estamos teniendo un problema y yo lo estoy notando en los últimos dos o tres años una barbaridad: el mal uso que se hace del móvil. Se está copiando y así no se aprende ni a dibujar, ni a entender los cuerpos o el entorno en el que estos se desarrollan. Por lo tanto, flaco favor nos está haciendo nuestro desenvolvimiento físico en la vida. Leonardo da Vinci decía que el arte consiste en que la mano obedezca al entendimiento. Hay que comprender y solo se comprende mediante los dibujos al natural y la visión binocular que nos permite ir recorriendo las superficies, conociendo cómo se desarrollan los cuerpos y cuál es la estructura de estos».

¿Qué ventajas ofrece el dibujo al natural? «Es curioso, a principio de curso suelo preguntar si hay algún medico en la clase de Anatomía artística y me han levantado la mano en dos o tres ocasiones, precisamente, han sido esos alumnos los que, a final de curso, se acercaron a mí y me dijeron: gracias Miguel, ahora sí que puedo decir que sé anatomía. Esto sucede porque han dibujado huesos y músculos y eso les ha obligado a conocerlos, a recorrerlos visualmente. El dibujo reduce la información a lo esencial y prescinde de todo aquello que es anecdótico o superficial».

¿En qué consiste la Anatomía artística? ¿Qué técnicas emplea? «Entre los objetivos principales está el de interesar al alumno por la estructura de todos los cuerpos a través de la anatomía humana: los movimientos, las articulaciones, la actitud, las proporciones y, sobre todo, aquello que tiene que ver con las cualidades dinámicas y estructurales del cuerpo que intervienen en la actitud y posturas del modelo. Las soluciones de la arquitectura, la ingeniería o la mecánica están todas en el cuerpo humano».

¿Qué le suele inspirar para sus cuadros? «Busco la belleza. Trabajo en el campo del realismo mágico porque juego con la abstracción de elementos que salen al escenario, se encuentran y, una vez ahí, construyen. El dibujo natural del cuerpo humano es lo que más me gusta, de hecho, la figura humana se ha utilizado desde siempre para enseñar a dibujar por los movimientos, las posturas… A través de este tipo de dibujo desarrollamos otras capacidades como la de síntesis, sensibilidad, percepción y representación a tres dimensiones».

«Velázquez llegaba a desproporcionar intencionadamente los cuerpos buscando un resultado estético»

¿Son los retratos capaces de reflejar la personalidad del retratado? «Sí, tanto que podríamos hacer un retrato de una persona por su mano. Marilyn Monroe movía la mano, la dejaba caer y ¡era una belleza! Todo tiene que ver con la composición, los dedos son una serie de elementos que pertenecen a una forma mayor que es la mano y, por lo tanto, esta se compone según la posición de los dedos. Así se aplica con todo. Lo de los retratos es fascinante, ya no solo por conocer todos aquellos rasgos que tienen que ver con la tipología facial, sino por todos aquellos que tienen que ver con la expresión. Cuando miro un rostro veo colores, rasgos de sinceridad, superficies bondadosas, cañadas en la piel… Es un disfrute».

Presentó en Madrid la exposición Homenaje a Velázquez, también realizó una conferencia en el Museo del Prado sobre Los dibujos de Velázquez ¿Es un referente para usted? «Sí. Velázquez llegó a entender la pintura con un puro hecho de investigación pictórica y se adelantó más de 200 años al fenómeno de la abstracción: las manos de Las Meninas están resueltas con tan solo tres pinceladas. La tesis que hice sobre sus dibujos me sirvió para demostrar que Velázquez llegaba a desproporcionar intencionadamente los cuerpos buscando un resultado estético. Cuando pintaba un cuerpo vestido, en su cabeza estaba el cuerpo desnudo. Por mi parte, he hecho numerosas interpretaciones de sus cuadros que han resultado ser reconocidas a nivel internacional. Hubo una que tuvo mucha repercusión, entre otras cosas por la originalidad y la valentía de desnudar a las vírgenes y a Jesucristo en la cruz».

¿Cuál es su obra más significativa? «Hay una obra que hice con mucho interés y se encuentra en la Sala de la Constitución. Se trata de una alegoría sobre la Constitución de 1812, un díptico de tres metros por dos de altura con un desnudo de mujer en posturas, acompañada de otros elementos propios de la época como el bastón de mando, el libro en la cadera, etcétera. No es un desnudo total porque tiene un paño que cubre partes y el escenario es típico canario. Es una de las obras que más satisfecho me ha dejado».

«Un reconocimiento a nuestra historia»

El pasado 11 de abril se inauguró la galería pictórica de retratos de rectores del centro académico. ¿Cómo surgió esta idea? «Era algo necesario porque es un reconocimiento a nuestra historia. El proyecto de la galería pictórica de retratos para mí ha sido un honor, no solo por ser el encargado (por la experiencia y el estudio previo), sino también por haber podido desarrollarlo compartiendo la experiencia con pintores conocidos y que han sido profesores de dibujo aquí, en la Facultad de Bellas Artes. Esto último ha facilitado las cosas ya que, al estar en contacto con la pintura natural, comprenden y utilizan el material fotográfico como un referente para interpretar y no para hacer una copia. No ha sido fácil, pero es un proyecto muy bonito en el que todos han colaborado».

¿Qué busca transmitir a través de sus creaciones? «Una vez me pararon por la calle para decirme: Miguel, ayer estuve cinco horas delante de un cuadro tuyo y aquello me transmitió una tranquilidad tremenda, además, iba descubriendo cosas nuevas según lo observaba. ¿Me pregunta qué busco? Busco que me digan eso, es lo más bonito que hay».

El evento, que comenzó el lunes 20 de mayo y finalizó ayer, contó a lo largo de la semana con diferentes actividades culturales como la impartición de un recital de poesía, una ponencia acerca de la relación entre el arte y la educación o una exposición fotográfica. La principal finalidad de estas sesiones fue resaltar el papel de jóvenes canarios vinculados con cualquier ámbito artístico y cultural.

«Hay una línea que sigue Marrero en su producción que es muy significativa, se trata de la búsqueda de un lenguaje»

La jornada comenzó con la charla de Alejandro Adeva acerca de la trayectoria artística de Marrero, estudiante de Bellas Artes en la ULL, que ha trabajado pintura, escultura y grabado. Al principio, hizo hincapié en las distintas influencias pictóricas que albergan el trabajo del artista. En concreto, el surrealismo barroco de Nicola Samori, que se caracteriza por destruirlas para atribuirles una mayor violencia visual y así fortalecer el mensaje dramático. «Hay una línea que sigue Marrero en su producción que es muy significativa, se trata de la búsqueda de un lenguaje», detalló el ponente y mostró varias reinterpretaciones de obras del artista José de Ribera realizadas por el estudiante. Además, destacó que «Marrero ofrece una nueva forma de reinterpretar esas obras».

En cuanto al trabajo de grabado del estudiante, Adeva resaltó que «emplea una técnica mixta en la elaboración». En la que se combinan métodos contemporáneos y modernos en la realización del grabado, que se distinguen de los procedimientos empleados tradicionalmente. Y calificó a esta faceta del artista de «rompedora y original». En lo que se refiere a las producciones escultóricas se caracteriza por una compleja y peculiar técnica de esculpir en bronce. Aunque también ha elaborado esculturas de yeso, que no requieren un proceso de construcción tan arduo como el anterior.

«La tradición y la modernidad se aúnan perfectamente en su obra»

«La tradición y la modernidad se aúnan perfectamente en su obra», comentó el estudiante de Historia del Arte sobre Marrero. A lo que añadió que existe una evolución artística y técnica en sus trabajos y en ellos se refleja una búsqueda incesante de una expresión personal. Esto último consideró que es una actitud intrínseca en todos los artistas y mencionó la singularidad del lenguaje creado por el pintor canario César Manrique. «Debemos tratar de apreciar a todos los pintores, escultores, poetas o filósofos que salen de nuestras facultades y que intentan hacerse un nombre en un mundo tan complejo como el del arte», explicó Adeva. Y

Reclamó, además, la necesidad de defender el patrimonio cultural canario y despojarnos del prejuicio basado en la creencia de que el arte foráneo posee mayor calidad que el local. Y concluyó con las siguientes palabras: «Hay que apoyar a los artistas de nuestras facultades de la ULL, que son los que dejarán testimonio de lo que fue, lo que es y será nuestra cultura».

Por otro lado, Carlos Hernández, estudiante de cuarto año de Filosofía, explicó su trabajo de fin de grado, que se basa en un análisis sociohistórico de la saga Star Wars. En él, trata temas como el feminismo, las discriminaciones raciales o los totalitarismos en las diferentes películas. «¿Por qué Star Wars? Porque soy un friki que te cagas», afirmó el ponente antes de adentrarse en el contenido de su estudio.

Decidió realizar su trabajo sobre estos filmes porque recogen una riquísima variedad de elementos éticos, teológicos o políticos. Además, destacó el impacto internacional de la saga y la realización de múltiples trabajos acerca de los componentes filosóficos que yacen en ella.

«Ronald Reagan en muchos de sus diálogos utilizaba ideas metafísicas inspiradas en Star Wars»

Gran parte de su intervención se centró en los valores patriarcales existentes en varias películas de la saga, pero que van desapareciendo a lo largo de los años. Sobre todo la sexualización y cosificación de los personajes femeninos, que Hernández consideró que se hallaban bajo una dependencia del rol masculino. Tan solo la protagonista de El despertar de la fuerza, Rey, constituye para él la única que no recae en los estereotipos de damisela en apuros o cuidadora.

En relación con la política explicó que existen una serie de paralelismos de la trama de Star Wars con el periodo de la Guerra Fría. Como por ejemplo, el combate virtual más que físico, el espionaje o el uso de satélites. «Ronald Reagan en muchos de sus diálogos utilizaba ideas metafísicas inspiradas en Star Wars», mencionó Hernández como ejemplo de que la fantasía se confunde con la realidad.

Durante la construcción de la facultad ya comenzaron a aparecer diversos problemas, por ejemplo el hecho de que el terreno esté atravesado por cables de alta tensión. La solución fue pasar dichos cables por debajo de los cimientos de la estructura.

“Nuestro deber es informar y exigir lo mejor para los alumnos de Bellas Artes”, asegura la representación estudiantil. Afirman que las aulas no son adecuadas para realizar el tipo de actividades que se llevan a cabo en las carreras BBAA, Conservación y Restauración de BBCC y Diseño, pues no disponen de espacios amplios y luminosos. Por otro lado, existen clases en las que la distancia entre fregaderos y enchufes no respeta el reglamento de seguridad estipulado. Además, muchas de ellas se encuentran divididas por paneles que se mueven por la fuerza del viento y provocan la caída de las obras de alumnos de la facultad.

Asimismo, los estudiantes denuncian que el edificio esté construido con hormigón, ya que imposibilita que los profesores den lecciones educativas debido a las condiciones atmosféricas del día. Entre otros desperfectos, destaca que en la mayoría de los huecos de las escaleras hay humedad, y en ocasiones se forman charcos cuando llueve.

Las medidas que se han tomado a cabo son pocas e incluso han empeorado la situación. Por su parte, los alumnos temen las consecuencias, como podrían ser electrocuciones o enfermedades por cambios bruscos de temperatura en las aulas.