También, tendrán puestos de marcas relacionadas con la moda sostenible vendiendo sus productos y una mesa con aperitivos. El resto de la jornada tendrá lugar en diferentes espacios de la Universidad de La Laguna (ULL). Contará con el siguiente horario y actividades:

• Martes 16 y miércoles 17: comienzan las charlas, como por ejemplo E.G.C del fanzine, impartida por el artista Toni Lemus, y talleres, entre los que destacan El mundo del tatuaje: primeros pasos, ofrecida por Zaira Baute.
• Jueves 18 y viernes 19: mercadillo de 10.30 a 19.30.
• Domingo 21 y lunes 22: mercadillo de 10.30 a 18.00 en la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología.
• Martes 23 y miércoles 24: mercadillo de 10.30 a 18.00 en el Aulario General de Guajara.

Se trata de un evento cuyo objetivo es promover las artes gráficas y el diseño. El alumnado tendrá a su disposición espacios donde podrán exhibir sus trabajos y vender productos artísticos. Habrá una exposición de arte y contarán con la asistencia de profesionales consolidados en el sector que ofrecerán charlas informativas y talleres con plazas limitadas sobre fotografía, reciclado de ropa, cartelería y creación de marcas. Gracias a esto, las personas que participen serán parte de un ambiente ajustado al el intercambio de ideas y a su crecimiento personal y profesional.

Uno de los eventos más destacados viene de la mano de Dácil Roca, ilustradora y Senior Concept Artist para animación, videojuegos y editoriales. Dará una charla sobre cómo comenzar en el mundo de la ilustración y «no morir en el intento». Por otro lado, Filip Zagorsky, diseñador polaco con talleres de diseño por todo el mundo, ofrecerá uno de ellos sobre diseño de cartelería con medidas mixtas, como la cianotípia y la risografía.

Respecto a la problemática que inspira esta iniciativa, Nerea Izquierdo estudiante de Diseño y organizadora del evento, comenta que: «En muchas ocasiones, quienes estudian Arte y Diseño enfrentan barreras para acceder a oportunidades de exhibición y aprendizaje que les permitan desarrollar sus habilidades y establecer redes de contacto dentro de la industria».

El evento de presentación, que contó con la asistencia del rector del centro docente, Francisco García, así como la gerenta, Teresa Covisa, y el vicerrector de Transformación Digital, Vicente Blanco, sirvió para descubrir las mejoras que el dúo universitario ha ido implementando en el vehículo, adaptándolo a un trazado que perteneció al ya extinto París-Dakar y que pondrá a prueba a los equipos participantes. Serán unos 2 400 kilómetros los que tendrán que recorrer desde el norte al sur de Marruecos, en pleno desierto, subidos a este turismo que, por exigencias de la organización, debía de tener más de 20 años de antigüedad.

Ropa, enseres, productos informáticos y material escolar

Pablo Rodríguez y David Tort, ambos estudiantes de Ingeniería Mecánica de la Universidad de La Laguna, serán los encargados de vivir la experiencia en este viaje en el que han podido recaudar hasta setenta kilogramos de material solidario como ropa, enseres, productos informáticos y material escolar. Además, el equipo completo está conformado por Hugo Aguiar y Sergio de la Rosa, también alumnos de la Institución académica, que en esta ocasión supervisarán la expedición desde Tenerife.

La aventura de UNIRAID, que dispondrá de un itinerario de nueve días recorriendo el desierto, no se desarrollará como una competición sino como un viaje solidario con el que el alumnado tendrá que completar seis etapas navegando con un libro de ruta. Esta será la primera vez que un equipo de la Universidad de La Laguna participe en un evento de estas características. Por eso, desde la Institución se han realizado todos los esfuerzos para ayudar al equipo a recaudar fondos e, incluso, se puso en marcha una exitosa campaña de crowdfunding en la página web institucional a finales del pasado año.

Este proyecto, que nació hace aproximadamente un año, ha consistido no solo en la mejora del vehículo en sí mismo, sino que también se ha desarrollado como un plan de emprendimiento. Las personas participantes han ido buscando vías de financiación, consiguiendo entidades colaboradoras dentro y fuera de la Universidad, destacando la Cátedra Fundación Cepsa de Transición Ecológica e Innovación o la Cátedra Fundación DISA de Jóvenes Emprendedores, con las que han podido cumplir su objetivo: participar en UNIRAID.

¿Cuáles son los objetivos principales en los que se pensó al comenzar con esta iniciativa? «El objetivo principal era poder llegar a diseñar y fabricar un monoplaza eléctrico de competición y competir con él. Este sueño se cumplió hace dos años, en Barcelona, cuando se consiguió llevar el coche al campeonato de España y pudo correr. Ahora mismo estamos trabajando en lograr competir en más países, no solo a nivel nacional sino también en otros países de Europa».

Si pensamos en una visión futura, ¿a dónde cree usted que puede llegar el Fórmula? «Yo creo que no tiene límites, el estudiantado pone en práctica los conocimientos teóricos que adquieren en la Universidad. El techo del proyecto es lo que quiera hacer el alumnado, si seguimos creciendo como lo hemos hecho hasta este momento, apuntar a ganar las competiciones más importantes como por ejemplo, la de Alemania, no es para nada una idea descabellada».

«Tenemos que funcionar como una empresa»

¿En qué etapa se encuentra el proyecto actualmente? «Ahora nos encontramos desarrollando una nueva versión del monoplaza, con baterías de última generación que nos han sido proporcionadas por Tesla, que es un nuevo patrocinio. También estamos mejorando nuestra estructura organizativa, ya que al final tenemos que funcionar como una empresa que desarrolla vehículos de competición e intentamos vender dicho prototipo a una empresa. Por eso, no solo se necesitan habilidades y conocimientos ligados a la ingeniería, también son necesarias otras áreas como dirección de empresas, marketing, diseño…».

¿Son bastantes las personas que se involucran o considera necesario tener más de nuevo ingreso? «Realmente somos un grupo muy pequeño en comparación con la mayoría de equipos. Hay algunos de aproximadamente cincuenta o cien personas, y aunque todos los años crecemos poco a poco, siempre buscamos gente nueva, ya que cada año hay alumnado que se gradúa y termina la universidad y alguno que entra nuevo. Al fin y al cabo es un trabajo de relevos, hay personas que dejan su paso y dan oportunidad a la gente nueva que venga a la universidad».

¿Cree que esta iniciativa tiene la repercusión que realmente se merece? «Sinceramente, está lejos de tener la repercusión que se merece. Es comprensible, ya que el equipo es bastante joven, y al ser el primero de las Islas el evento era desconocido para la mayoría de las empresas y estudiantes. En la Península, por ejemplo, es difícil encontrar una empresa que no quiera colaborar con un fórmula student, ya que para ellos es sinónimo de difusión de su nombre y de prestigio».

¿Cómo funcionan los patrocinios en el Fórmula ULL? ¿Se necesita un número mínimo de ellos? «Generalmente, la competición no te limita de ninguna manera en ese aspecto. No existe una cantidad mínima o máxima ni se limita el método de colaboración. Las empresas patrocinadoras pueden aportar productos, servicios, dinero en efectivo… En nuestro caso, este año en especial estamos buscando nuevas colaboraciones, ya que consideramos que tenemos mucho que ofrecer y que podemos dar un salto adelante a nivel de estructura empresarial».

¿Cómo es el lugar de trabajo? «La Universidad de La Laguna y la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología, nos proporcionamos múltiples espacios en los que trabajar, como por ejemplo aulas, laboratorios, naves… De esta manera, los miembros del equipo siempre tienen un lugar al que ir a trabajar. Este año estamos intentando disponer también de aulas en Guajara, para que el alumnado de grados distintos a ingeniería, tengan disponible un espacio cerca en el que trabajar y no tengan que trasladarse hasta Anchieta».

«La competición es un proyecto que surge por y para el alumnado»

¿Cómo se distribuyen las labores en el taller? «Nos gusta tener una buena organización, por lo que las distintas áreas técnicas, las que tienen que ver con el trabajo directo en el coche, tienen su correspondiente jefatura, que distribuye el trabajo en función de los conocimientos, la experiencia y el interés de cada miembro del equipo».

¿Quiénes colaboran principalmente en el proyecto? Estudiantes, profesorado, gente externa… «El campeonato en sí es una iniciativa que surge por y para el alumnado, tienen el protagonismo de esta disciplina y son quienes organizan y dirigen los equipos. Luego, por supuesto, el profesorado colabora con asesoramiento, que en este caso tenemos un gran personal docente detrás ayudándonos, pero todas las decisiones son tomadas por estudiantes».

¿Cuál es el procedimiento y los requisitos para poder formar parte de esta iniciativa? «Hemos tenido siempre un único requisito, que es el interés. No se exige ningún tipo de conocimiento previo, realmente buscamos gente que se quiera involucrar. Muchas empresas valoran el haber participado en un equipo de fórmula students. Por ello, cualquier persona, no solo que le guste el mundo de las carreras  y del motor, sino el mundo empresarial, está invitado a unirse. El procedimiento para entrar al equipo es sencillo, en nuestro perfil de instagram hay un enlace a un formulario, tienen que rellenarlo y nos ponemos en contacto».

¿Es necesario que el estudiantado pertenezcan a un grado o una rama de estudios específica? «Para nada, de hecho siempre hemos insistido en que cualquier rama de estudio es bienvenida, siempre que se quiera trabajar y se quiera poner en práctica aquello que a cada persona le gusta y le apasiona, el equipo de ULL Dynamics es su lugar».

«Queremos que el proyecto perdure en la Universidad en las generaciones posteriores»

¿Por qué decidieron comenzar este proyecto? «Hemos visto que hay una gran tasa de abandono de la universidad en Canarias y por eso tenemos como objetivo principal aumentar la motivación del alumnado. Para esto, hemos buscado traer un proyecto ajeno a la institución para que la gente de aquí pueda participar y su trayecto durante la etapa universitaria sea mucho más ameno y ambicioso».

¿Cómo les surgió la idea de ULLRAID? «Un profesor nos ofreció apuntarnos a un curso que había para el alumnado que quisiera aprender a desarrollar sus ideas emprendedoras. Eso hizo que, aunque íbamos un poco a ciegas y no sabíamos en qué nos acabaríamos metiendo, un pequeño grupo de clase se animara a intentarlo. Perfilamos el proyecto un día que mirábamos YouTube para inspirarnos. Decidimos qué queríamos y se lo propusimos a la Universidad de La Laguna como un evento anual».

¿Qué objetivo se han marcado como equipo? Nosotros queremos ser el primer equipo de Canarias en participar en este evento. Además, buscábamos darle un plus,  haciendo que parte de lo que llevemos y se entregue en el evento se vincule con los Trabajos de Fin de Grado y de Fin de Máster. Así, estos trabajos que suelen consistir en realizar un documento y entregarlo se transformarían en algo que podríamos construir; aparatos que mejoren la vida de la gente de las aldeas».

«La inscripción incluye una baliza de seguimiento para geolocalizarnos en caso de que nos perdiéramos en el desierto»

¿Qué debe hacer cada participante concretamente? «Lo primero que haríamos sería coger un coche y prepararlo para poder realizar al evento. Esto es importante porque es un vehículo que irá por dunas y debe adaptarse al trayecto para poder «sobrevivir» ahí. Luego, como mínimo, hay que recoger 40 kilos de material solidario, que es el que se repartirá por las distintas zonas. Nuestra idea es que, con el paso de los años, iremos construyendo esos pequeños proyectos que se hagan en Trabajos de Fin de Grado o fuera de estos y los entregaremos como parte del material».

¿Qué tipo de vehículo se debe llevar? «Tiene que tener más de veinte años. En cuanto al modelo, lo que se suele llevar es a lo mejor un SEAT Panda o un Marbella, coches de ese estilo que son mecánica fácil, entre comillas. Además, son modelos ligeros, que es algo que se busca. Se busca que sea liviano para las dunas y la hora de empujarlo».

¿Qué necesitan para participar en el evento? «Primero hay que pagar una pequeña inscripción en la que están incluidos aspectos como el propio viaje en barco desde Algeciras hasta Tánger o una media pensión diaria. Incluso te cubre la asistencia mecánica en carretera, por si hubiese alguna avería en el coche. Para este último caso, si el vehículo quedara totalmente inutilizado por dicha avería, una grúa podría recogerlo y traerlo de vuelta. Además de esto, la inscripción incluye una baliza de seguimiento para geolocalizarnos en caso de que nos perdiéramos en el desierto o nos desviáramos del camino».

«Una vez recibamos las primeras partidas presupuestarias, le abriremos las puertas a cualquiera que quiera unirse»

¿El equipo estará compuesto solo de alumnado? «Sí, de hecho hemos recibido varias propuestas de personas interesadas en participar. Esto fue hace unos meses, en las Jornadas Técnicas de Ingeniería, donde tuvimos la oportunidad de participar y explicar con detalle en qué consistía la idea. El problema es que nos encontramos en una etapa muy temprana de desarrollo, por lo que tuvimos que rechazar muchas de las propuestas de inscripción. Una vez recibamos las primeras partidas presupuestarias, le abriremos las puertas a cualquiera que quiera unirse, ya que queremos que el proyecto perdure en la Universidad en las generaciones posteriores».

¿En qué fase consideran que se encuentran? «Pues aunque podríamos decir que cada vez estamos un poco más cerca del final, hasta que no consigamos la inversión no habremos dado un paso más. Nos mantenemos con la idea de que aún estamos en desarrollo.»

¿Cuentan con el apoyo de la Universidad para el proyecto? «Bueno, aún estamos contactando con algunas cátedras e incluso con la asociación de antiguos alumnos, Alumni. De hecho, conseguimos una reunión con la directora de Internacionalización y Cooperación de la ULL hace poco, pero en general estamos manteniendo conversaciones incluso con empresas privadas. Cualquier ayuda siempre será bien recibida para el proyecto».

En cuanto a la organización, ¿consideran que es una iniciativa complicada de llevar a cabo? «Creemos que nuestro proyecto cuenta con la ventaja de que no necesita tanta dedicación como algún otro que ha estado más de tres o cuatro años a la espera de ser aprobado. De hecho, creemos que podría estar listo para febrero, o como muy tarde, para la siguiente edición. Además, que sea tan sencillo de organizar aporta otro punto a favor: poder compaginar la participación en el proyecto con los estudios dentro de la Universidad. Es algo que pretendemos desde el principio, con la intención de que cualquier persona pueda enfocarse en su carrera.»

«Todo el material solidario estará enfocado en el bienestar y comodidad de la gente»

¿Qué tipo de material solidario tienen pensado llevar? «El mínimo que debemos llevar son 40 kilos. Si organizáramos una recolecta o algún evento del estilo creemos que podemos sumar comida, material escolar o ropa. También hemos visto que muchas facultades de la península, donde ya se involucraron con este proyecto, aportaron diversas creaciones. Algunas fueron sillas de ruedas adaptadas a terrenos abruptos, hornillos que pueden calentarse con placas solares e incluso una carretilla especializada para transportar agua de forma eficaz, la cual realizaron para una aldea de Camerún. Como se puede ver, todo el material solidario estará enfocado en el bienestar y comodidad de la gente.»

Si al final tienen éxito y el proyecto sale adelante, ¿lo volverán a repetir en el futuro? «Sí, la idea principal es poder participar. Una vez tengamos eso asegurado, comenzaremos a plantear la viabilidad de la construcción de las ideas e incluso la opción de incluir un segundo vehículo, lo que duplicaría la cantidad de material solidario que podríamos transportar y aumentaría la participación. Por tanto, queremos que sea un proyecto anual con vistas a que cada edición sea mucho mejor.»

¿Se han puesto en contacto con otras universidades de Canarias? «De momento no. Sin embargo, algunas personas de las universidades de la península sí se han interesado en ver si estamos avanzando y saber si nos acabaremos sumando a las reuniones previas. En ellas, los miembros se conocen y se ayudan en todo lo que pueden para que todo salga bien. Aunque podamos ir, tenemos el hándicap de estar en las islas Canarias, lo que nos impide trasladarnos con facilidad a la Península. Es por eso que también estamos negociando una partida presupuestaria que nos garantice el transporte del coche hasta Cádiz o Huelva, que suelen ser las localizaciones de estas reuniones.»

¿Qué le dirían a quien tenga interés en ULLRAID? «Lo primero es que estamos dispuestos a recibir a cualquiera que quiera aportar su granito de arena. incluso a concertar reuniones con entidades públicas o privadas para aclarar aspectos más detallados como ayudas económicas, patrocinios o dudas. Y, bueno, en general estaría bien recibir ayuda con la gestión de las redes sociales, sobre todo para darnos a conocer más, ya que aún somos cinco personas y se nos hace imposible dedicarle tiempo a todo.»

Las Jornadas Técnicas de Ingeniería (JTI) tuvieron lugar durante el pasado martes y miércoles, 14 y 15 de marzo, en la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología. El propio estudiantado universitario fue responsable de la organización y se enfocó en los cursos de las cuatro ingenierías que se imparten: Electrónica, Informática, Mecánica y Química Industrial. Este evento multidisciplinar de libre acceso se celebra de manera anual en la Universidad de La Laguna. Tiene el objetivo de acercar a las personas en formación al mercado laboral, para que puedan crear contactos con empresas o proyectos de investigación de su interés.

Cheuk Kelly Ng, alumno de Ingeniería Informática y miembro de la organización del evento, explicó que otros de los propósitos de este evento son orientar al alumnado sobre la elección de la empresa con la que realizar las prácticas externas o trabajar tras graduarse. Para ello se programaron actividades como la interacción con los veintiséis puestos colocados a lo largo del pasillo del centro y que ofrecieron información al público.

El evento supuso una oportunidad para las compañías y organizaciones que asistieron, quienes desde su puesto asignado pudieron difundir su actividad y conseguir sumar participantes para el futuro. Así lo expresó Himar Suárez, alumno de Ingeniería Mecánica y miembro del grupo Formula Student ULL Dynamics. «Las Jornadas nos están dando a conocer a las personas que están aquí estudiando para que puedan venir, unirse al proyecto y ayudar», expuso.

Unas Jornadas llenas de ocio y premios

Al margen de la orientación al futuro laboral, se desarrollaron actividades lúdicas como sorteos, tanto presenciales como online, trivials e incluso una búsqueda del tesoro. Para disfrutar de ellas, era necesaria una previa inscripción gratuita y se repartieron a las personas ganadoras premios que fueron desde mandos y alfombrillas para ordenador, hasta juegos de mesa, altavoces portátiles o un smartwatch.

Una de las competiciones más llamativas fue la de videojuegos arcade, donde se pudo jugar al Tetris Classic y al Pac-man, llevándose el premio quien consiguiera la mejor puntuación al final de cada día. También destacó el concurso al mejor estand, cuyo resultado dependió de la votación popular del público. La empresas ganadoras de los días 14 y 15 fueron Lãberit y Expero, a las que se les entregó un diploma y un reconocimiento mediante una publicación en las redes sociales de las JTI.

La última acción programada fue un torneo del videojuego League of Legends, que contempló recompensas para el primer y segundo puesto. Este se celebró en el Salón de Grados de la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología el viernes, 17 de marzo, a las 16.00 horas.

Los pequeños detalles marcan la diferencia. Esa es la máxima que se difunde en los estamentos de las formaciones que compiten en el Mundial de Fórmula Uno. Una pieza un miligramo más pesada o un componente ligeramente desviado de su posición natural abocan al fracaso. Esa presión no se reproduce solo en las élites. En los talleres de la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología de la Universidad de La Laguna una pequeña representación del alumnado también trabaja en busca de la perfección. Estos son los integrantes del equipo Formula Student ULL Dynamics.

El evento Formula Student congrega al estudiantado de múltiples centros desde el año 2010. Este programa se ha convertido en una referencia para las estructuras más influyentes del automovilismo deportivo. Uno de los requisitos básicos que las compañías imponen a sus nuevas incorporaciones es el de haber participado en una prueba cada vez más atractiva. Los números hablan por sí solos. En la edición primigenia se inscribieron once universidades, mientras que en la previa a la pandemia concurrieron cien.

En las competiciones tradicionales prima la velocidad sobre el resto de las cosas, pero en el Formula Student se toma en consideración diversos factores para establecer la clasificación definitiva. Quienes acudan el lunes 29 de agosto al trazado barcelonés de Castellolí, escenario de la duodécima edición, deberán presentar un plan de negocio y una justificación de los costes de fabricación antes de rodar con sus respectivos monoplazas en los test de resistencia, velocidad y maniobrabilidad.

Un equipo impulsado por el alumnado

La escudería Formula Student ULL Dynamics nació en 2017 a partir de un grupo de estudiantes encabezado por Adrián Martín. El actual jefe de equipo propuso a la Universidad de La Laguna la posibilidad de organizar un proyecto de esta envergadura: «Cuando entré a la ULL quería fabricar un prototipo eléctrico. En las redes sociales vi que otras universidades estaban inmersas en la construcción de coches para esta competición, por lo que me pareció una buena idea que aquí podríamos llevar a cabo».

Además del beneplácito de la Institución tinerfeña, Martín y el resto de personas que contribuyeron a la fundación de la formación tuvieron que contactar con varias empresas para lograr la financiación necesaria. El canario afirma que «la parte presupuestaria ha sido, sin ninguna duda, la más compleja del proceso porque partíamos de cero y no podíamos ofrecerles nada para ver. En esas condiciones no era fácil conseguir el apoyo».

Martín no ocupa el puesto de mandamás desde que su sueño se hizo realidad. Por aquel entonces se encontraba en el primer curso del Grado en Ingeniería Electrónica Industrial y Automática, sintiendo que «era demasiado prematuro y carecía de las capacidades para dirigir a un grupo». Al año siguiente, ya con cierto nivel de preparación universitaria, heredó el rol que previamente habían compartido los hermanos José y Javier Macías, dos compañeros que jugaron un papel fundamental en la consolidación de la estructura.

 Un lustro de trabajo colectivo

En los cinco años de vida del equipo Formula Student ULL Dynamics siempre se ha remado hacia un objetivo común: el de medir sus habilidades frente a las de otras universidades con un monoplaza de fabricación propia. Martín asegura que «hemos estado trabajando en el coche desde el día uno, muchas veces sin tener nada que palpar u observar». De hecho, la inminente edición del Formula Student Spain no será la primera competición eléctrica en la que tomen la partida. El verano pasado ya lo hicieron en un evento reservado a motocicletas impulsadas por la energía más sostenible de la industria.

Los motores de combustión nunca figuraron en los planes de la escudería canaria. «Apostamos por un bólido eléctrico porque es la tecnología del futuro. No era realista hacer un coche alimentado de gasolina porque al final se trata de un proyecto de innovación educativa», sentencia Martín. Este movimiento se adelantó a los realizados por los propios organizadores del Formula Student. En la versión alemana de esta competencia los vehículos impulsados por combustibles fósiles están prohibidos por normativa.

Carlos Álvarez, el máximo responsable del Departamento de Electrónica, manifiesta que este proyecto «supone un reto, ya que mi campo abarca las baterías, los circuitos, los giros del motor y el cableado».  Asimismo, destaca como momento histórico de la formación el día en el que se comprobó el correcto funcionamiento de la unidad de potencia: «Habíamos estado desarrollándola durante cinco años a ciegas. Confirmar que no tenía ningún problema fue un paso muy importante y que nos indicaba que cumplíamos con los plazos».

El mundo de los porqués

¿Por qué fabricamos esta pieza con este material? ¿Por qué la situamos en esta posición? Y así un sinfín de preguntas que buscan explicaciones precisas y fundamentadas. El reglamento de los campeonatos Formula Student exige una disciplina profesional a todos los equipos participantes. Ningún movimiento puede realizarse sin su debida justificación lógica. Uno de los documentos a presentar en los prolegómenos de la prueba precisamente comprende los pasos dados en materia de ingeniería y sus motivos.

Miguel Domínguez, miembro del Departamento de Electrónica, sostiene que «un proyecto como este te aporta la capacidad de entender el porqué de aplicar una determinada ingeniería, el porqué de un determinado diseño y saber comprender desde el punto de vista electrónico y mecánico el diseño de cualquier elemento». Esto ayuda a los integrantes de la formación a conocer con integridad el vehículo que están construyendo al mismo tiempo que les permite adquirir unos conocimientos que no alcanzarían dentro de las aulas.

Aaron Rodríguez, responsable de los aspectos mecánicos del monoplaza, es otra de las personas que ha tenido que formularse decenas de preguntas para encontrar la mejor solución en términos de rendimiento y balance del bólido. El majorero expone que «la suspensión ha sido lo más laborioso, ya que sus puntos no son tomados al azar, tienen que cumplir sí o sí, de lo contrario afectarían a la dinámica del vehículo». Por otro lado, ha sido el encargado de cortar y soldar los componentes del primordial arco de seguridad.

La ilusión frente a las limitaciones presupuestarias

El automovilismo, en todas sus variantes, es un deporte en el que el presupuesto marca las aspiraciones de sus practicantes. En Formula Student Spain no hay fijado tope alguno, por lo que las escuderías con mayores recursos pueden invertir cantidades desorbitadas de dinero en materiales de primerísima calidad. Las universidades con más respaldo de empresas privadas lucen más de dos millones de euros en sus cuentas bancarias, cifras impensables en el seno del equipo con base en San Cristóbal de La Laguna.

«El obstáculo económico hace que sea muy difícil competir con otras universidades apoyadas por grandes multinacionales porque contar con más dinero permite acceder a mejor tecnología, pero además permite cometer más errores», lamenta Carmelo Militello, catedrático en Ingeniería Mecánica. El argentino establece aquí una similitud con el Mundial de Fórmula Uno, certamen en el que la brecha económica entre las formaciones que luchan por las victorias y las que batallan por los últimos lugares de la tabla es abismal.

A este contratiempo en Formula Student ULL Dynamics se sobreponen invirtiendo ilusión en cada minuto de trabajo con el bólido. La pasión que destilan las personas implicadas en este programa de innovación sedujo a la barcelonesa Cristina Santos, una de las últimas incorporaciones a la plantilla: «El entusiasmo que vi me incentivó a entrar en el equipo. La forma en que viven esta experiencia es realmente contagiosa».

Se avecinan unas jornadas de poco descanso y mucho esfuerzo en las instalaciones de la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología de la ULL. Esta misma semana la escudería se desplazará al trazado catalán de Castellolí para participar por vez primera en el evento que supuso el germen de este equipo único en el Archipiélago.

¿Cómo se está desarrollando el presente curso? «El curso va bien, pero con las limitaciones propias por la situación generada por la Covid-19. Las clases se hacen en el aula, pero hay estudiantes que se conectan remotamente y tenemos que darla como semipresencial-presencial, según el caso, lo cual siempre complica un poco la situación. Yo ahora mismo estaba grabando vídeos y material para clase. Las dificultades son las propias por la situación. De resto, bastante bien».

¿Ha notado consecuencias en el Máster debido a la pandemia? «Sí, porque en realidad es un Máster muy práctico. Intentamos hacer mucho lo que se llama aprendizaje invertido: estudiar material en casa y trabajar en el aula. Yo tengo clases intensivas y se dan tres horas a la semana seguidas, pero eso me puede suponer seis horas de grabación, más lo que me lleva prepararla, por lo que no es lo mismo que dar clase en el aula, por lo menos para mí».

¿Se espera alguna novedad en las características del curso que viene? «Siempre estamos mejorando y preguntando al estudiantado cómo lo ve. A nivel de tecnología, trabajamos con motores Unity y Unreal. El año pasado nos centramos mucho en el primero ya que sobre todo los estudios pequeños e indies trabajan mucho con él. Además, mi departamento aprobó un gasto presupuestario para incluirnos en un programa que es de certificación de esta herramienta. Esto nos da la posibilidad de que nuestro estudiantado pueda certificarse en él en la Universidad de Laguna».

«Yo estoy dando clase ahora mismo y debo tener casi 40 horas de video grabadas»

¿Qué cualidades debería tener el alumnado que se decidiera por entrar en el Máster de desarrollo de videojuegos? «Yo creo que querer hacer videojuegos. Hacer uno es muy diferente a jugarlo. Requiere constancia y probar, pero lo que debes tener es querer hacerlos. Hay gente que no sabe si quiere hacer juegos hasta que no lo prueba. Normalmente esto es una obra colectiva en la que tú aportas tu parte que sepas hacer bien y otra gente aporta la otra parte. El abanico de opciones es muy grande, puedes ser diseñador, productor u otra variedad de cargos».

¿Podría hacer una valoración de la industria del videojuego en la actualidad a nivel nacional? ¿Cree que se valora de manera acertada a esta industria? «La industria en España está peleando por que le hagan caso los gobiernos. En realidad, está poco valorada. El sector es una potencia en consumo, pero no somos una fuerza productora. Hay varias asociaciones que tienen por objetivo cambiar eso. Lo que se piden son ayudas como las que existen en otros sectores audiovisuales, ya que un videojuego cuesta mucho dinero hacerlo, lleva bastantes años y a veces hace falta una inversión de riesgo para poder sacar esos juegos adelante. El sector va creciendo en España. Los grandes focos actualmente son Madrid y Barcelona, pero evidentemente estamos lejos del objetivo, que es tener tanto peso en producción como el que tenemos en consumo. Estamos lejos, pero hay mucho talento».

¿Cómo ve el mundo del desarrollo de videojuegos actualmente? «Sin duda está creciendo y  hay más demanda de gente, eso está claro. Cada vez se consume más contenido digital, especialmente videojuegos. Últimamente se hacen cosas más avanzadas. Sí que es verdad que lo más preocupante es el tema de los abusos en las grandes producciones, aunque esto no es algo exclusivo de nuestra industria en sí. Yo no creo que el sector esté estancado ni nada por el estilo, lo que pasa es que es cada vez una industria más amplia y vamos a ver más cosas de distinta naturaleza».

La organización corre a cargo del alumnado de todas las ingenierías de la Universidad de La Laguna (ULL).

El objetivo principal de este congreso es orientar al estudiantado para que sepan cuáles son las entidades que predominan en este sector y los trabajos que pueden desempeñar en las prácticas tras la finalización de los estudios. Según Luisana Lara Briceño, estudiante del Máster Universitario en Ingeniería Industrial y componente del comité organizador de las JTI, esta iniciativa ayuda a descubrir cómo es la ingeniería de Canarias, sus salidas y las industrias actuales y activas en el Archipiélago.

Se crearán, en total, cuatro salas virtuales para poder llevar a cabo cada una de las diversas ponencias. Cada entidad tendrá alrededor de treinta minutos para explicar a qué se dedican, qué tipos de proyectos desempeñan y qué perfiles suelen buscar cuando están abiertos a nuevas contrataciones. Se dispondrá de quince minutos para preguntas y respuestas tras cada conferencia.

En el mes de abril de 2019, se llevó a cabo la primera edición de estas reuniones en el hall de la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología (ESIT). Los organizadores contactaron con el Recinto Ferial de Santa Cruz de Tenerife para utilizar varios de sus módulos para crear distintos stands. A lo largo de ese día participaron de manera presencial más de veinte empresas dedicadas a la ingeniería. No obstante, debido al estado de alarma provocado por la situación sanitaria de la Covid-19, el año pasado no se pudo realizar este evento.

¿A qué edad comenzaste a jugar y por qué? «Comencé a los seis años, aunque fue a los cinco cuando mi bisabuelo me enseñó el juego. Después de haberlo descubierto, les pedí a mis padres que me enseñaran y me apuntaron a una academia, donde aprendí muchas cosas».

¿Puedes compaginar bien esta actividad con los estudios universitarios? «De momento no me está yendo mal, lo único negativo es que ya no puedo practicar tanto porque la Universidad me requiere más tiempo de estudio».

¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta? «Siempre me han gustado desde pequeño los juegos que te hagan pensar y plantear estrategias y el ajedrez encaja perfectamente en esos gustos. Sinceramente, no me disgusta nada, lo único que me puede llegar a molestar es la actitud de algunas personas en el aspecto competitivo, pero como en todo siempre hay gente que se pasa de la raya».

«Considero este juego beneficioso para la mente»

¿Has llegado a ser profesional o te has planteado serlo? «Se supone que ya he llegado a serlo, así que en su momento si me lo llegué a plantear como profesión. Sin embargo, a día de hoy no lo considero, ya que no le dedico tanto tiempo como antes».

¿Cuál es el logro del que te sientas más orgulloso? «Llegar a ser subcampeón de Canarias en 2016».

¿Has pensado en dejar de competir? «Sí, lo he pensado porque no lo compaginaba del todo bien con las clases, pero nunca lo llegué a dejar del todo, puesto que considero a este juego beneficioso para la mente».

¿Tienes algún referente? «Mi gran referente es Bobby Fischer, uno de los mejores jugadores de la historia».

«En Canarias este deporte no está tan valorado como debería»

¿Consideras que se valora bien este deporte en el Archipiélago? «No está tan valorado como debería estarlo y realmente es una pena».

¿Cómo ha afectado el confinamiento a tu rutina deportiva? «La verdad que no ha afectado mucho, ya que se ha logrado hacer competiciones por Internet. En mi opinión, se puede llevar mejor que otros deportes debido a que se puede practicar en casa con libros especializados y un tablero o de manera online».

¿Cuáles son tus objetivos de futuro? «Ahora mismo me estoy centrando más en el grado universitario, pero no puedo negar que cuando lo acabe me enfoque más en la competición. Mi objetivo cercano es continuar jugando».

AdaLoversConf ha querido crear una agenda cremallera que aúne el talento de las profesionales canarias y que, este, sea un evento de relevancia en nuestro país, por lo que muchas de las ponentes vienen desde la Península. Se trata de una iniciativa de la comunidad sin ánimo de lucro AdaLoveDev, la cual nació en el año 2018. Su objetivo es dar visibilidad a las mujeres en el sector tecnológico, además de crear una comunidad inclusiva y participativa en la que todas sus componentes tengan igualdad de oportunidades. Actualmente, desarrollan varias actividades para alcanzar sus metas. Algunas de las labores que realizan son talleres, charlas, coloquios y clases en colegios e institutos. Asimismo, participan de forma activa con otras comunidades como GDG Tenerife, Python Canarias o Canariasjs y en diversos eventos como Summertech, Pybirras, PyDay o TLP.

Las entradas para la I AdaLoversConf ya se encuentran a la venta en su web y el coste es 20 euros; incluyendo café, infusiones, zumos en la apertura del evento, así como el desayuno, el almuerzo y la merienda.

 La agenda de las protagonistas

A las 8.00 horas, la jornada se iniciará con un café, y entre las 8.30 y las 9.00 horas, las coorganizadoras de la AdaLoversConf, Alexandra Rivero, Isabel Aguiar y Yodra López, darán la bienvenida a los participantes y darán paso a la ponencia estrella, de Nerea Luis. De 10.15 a 11.00 horas, Flutter and the Dart Side, ¿Pero, por qué? Urbanistas del código, Machine Learning y los videojuegos: Unity serán las ponencias que pondrán los motores del evento en marcha, impartidas por Alexandra Rivero, Marta Lobo y Vanessa Galcerá, respectivamente.

De 11.00 a 11.30 horas, se producirá el descanso. Marta Álvarez (Test en React), Isabel Aguilar (De su padre y de su madre), Yodra López (Refactorizar y como refactorizar esa cuestión) y Susana Ozores (Testeo del lado del servidor) retomarán la jornada a las 11.45, hasta las 13.30 horas que se parará para almorzar. De forma paralela, Cristina Climent ofrecerá el taller Visualización de datos con Carto o Tableau.

Extinguiendo hitos: En desarrollo funciona, Diseñadores vs Desarrolladores: Que lo que el Producto une no lo separe Nada, ¿Por qué me encanta MVI en Android? y Arte e Inteligencia Artificial: todas GANamos serán las charlas protagonistas con las que Laura Lacarra, Isaura Fontcuberta, Gema Socorro  y Nerea Luis, en ese orden y simultáneamente, ilustrarán la tarde,  así como el taller de Cristina Díaz: Machine Learning, Artificial Intelligence, Cloud, desde las 14.45 horas hasta las 16.30 horas.

El último descanso tendrá lugar de 16.30 a 17.00 horas. Tras este, la ESIT se preparará para recibir los talleres de Usabi, denominado Introducción a ReactJS y de Jennifer Torres, Mapping attack à vectors. Mientras, Helene Doumenc y Laura Murillo  con De Quality Assurance a Quality Enablers y Cloud irán poniendo fin al día de las mujeres tecnólogas. Josefina Pérez Cruz-Auñón y Mireia Scholz Díaz serán las encargadas de poner el punto y final a la velada con sus charlas Motivating teams y Actions on Google y DialogFlow con Firebase.

En primer lugar, Salas enumeró los ingredientes que iban a hacer falta para elaborar el pan. Resaltó que los principales serían agua, harina, sal y levadura. En cuanto a la última, a pesar de que existen varios tipos, optó por trabajar con una fresca, seca, de cerveza y masa madre. Esta última aumenta la calidad del producto y no suele ser utilizada en la producción industrial.

«Son hábitos experienciales, donde la gente aprende con la práctica»

A continuación, explicó los pasos a seguir para una correcta elaboración. Antes que nada, se deben conseguir las condiciones idóneas en la masa para que la levadura haga su efecto, es decir, que esté entre 25 y 30 grados. «Si nos pasamos esta se corta y, si por el contrario, nos quedamos por debajo, va actuar de una forma muy lenta», afirmó. Luego, se deja reposar entre una o dos horas y, por último, se introduce en el horno a 200ºC durante unos cincuenta minutos.

Amador quiso resaltar la importancia de estos eventos que se desarrollan en la institución lagunera porque «son hábitos experienciales, donde la gente aprende con la práctica», sentenció. Por otro lado, Alfonso Salas aseguró que si hubiera venido más gente se habría perdido el trato personal y, por lo tanto, la esencia del evento. Por su parte, Natalia Rodríguez recordó que «debes implicarte en tu entorno a partir de tus demandas e inquietudes para desarrollar unas conductas más prosostenibles».

Estas prácticas pertenecen a un ciclo de tareas independientes que tienen como finalidad destacar la autosuficiencia de los participantes en aspectos relacionados con la producción y el consumo de productos agrícolas y de uso frecuente. Además, pretenden acercar a las personas asistentes a la cultura agrícola y despertar o incrementar la sensibilidad ambiental, esta como medio para fomentar actitudes de respeto del entorno y del medio natural y urbano, facilitando la educación en valores.

En esta ocasión, se realizaron cremas y jabones con fines cosméticos o medicinales, empleando ingredientes ecológicos y favoreciendo la reducción del consumo de plástico y sustancias de síntesis industrial. Al final del taller, Alfonso Salas ofreció a los partícipes varios de los productos realizados en ocasiones anteriores, así como también los elaborados ayer, incluyendo cacao de labios. Por último, realizó agua aromática a partir de pétalos y agua hervida.

Este tipo de encuentros están orientados sobre todo a bloggers o periodistas que utilizan este gestor de contenidos, el cual está enfocado en la creación de cualquier tipo de página web. Estos usuarios suelen desconocer cómo sacarle el máximo provecho a sus entradas o noticias. Asimismo, los coordinadores ofrecen funcionalidades ocultas para hacer que estos accesos sean más atractivos para los usuarios y los motores de búsqueda, así como a gestionar categorías, etiquetas, imágenes, etcétera.

La conferencia comenzó con la ponencia Cómo recuperar ventas en tu e-comerce, a cargo de Carlos Rodríguez. En ella explicó cómo recuperar ‘carritos abandonados’ (persona que comienza el proceso de compra en una tienda online pero no lo finaliza), y cómo fidelizar a los clientes. La desconfianza por parte de los usuarios, el exceso de campos a rellenar o la dificultad a la hora de añadir un producto son algunas de las causas que motivan al consumidor a no efectuar la compra a pesar de visitar el site.

Alternativas seguras

Además, enumeró varios de los motivos por los que los compradores abandonan sus pedidos: el proceso de pago es muy largo, necesidad de crear una cuenta, lentitud de la red informática, e incertidumbre para dejar los datos de la tarjeta de crédito/débito por precaución.

Sobre las posibles soluciones, Rodríguez resaltó que, «tenemos que hacer que nuestra página sea segura mediante el empleo de un certificado SSL». Este documento es un título digital que autentifica la identidad de un sitio vitual. Añadió que, hay que facilitarle al beneficiario el proceso de compra y de esta forma, ubicar la opción ‘añadir al carro’ en un zona visible.

Por otro lado, subrayó la importancia de evitar campos, pasos innecesarios y errores de carga. El informático explicó que las características del plug-in (programa informático que contiene un grupo de funciones que ayudan a mejorar WordPress en todos los aspectos) permiten ver, borrar y recuperar carritos abandonados de cibernautas no registrados.

«Cuiden el contenido de sus emails de recuperación de datos, es importante comunicar bien siempre», fue uno de los consejos que este ponente ofreció al público asistente.

Herramientas de seguimiento de usuario

A continuación, tomó la palabra Jacob Celso Rodríguez Torres, encargado de dar voz a la segunda ponencia: ¿Sabes qué hacen los compradores en tu e-comerce? Empezó su intervención repasando el ciclo de vida de un navegante: desde que entra al espacio virtual a través de una fuente, como puede ser una red social o una búsqueda directa con el navegador, pasando por el efecto rebote, el cual se produce cuando los usuarios visitan tu ciberespacio, y la abandonan directamente sin visitar ningún sitio más de la misma, hasta la adquisición del producto final.

El docente expresó que las páginas electrónicas «emplean herramientas de seguimiento de usuario para analizar su conducta en la red». Esto se hace mediante un mapa de calor de clicks con aplicaciones como Google Analitycs, o con Inpectelet, grabadora de movimientos virtuales. «Con ello podemos mejorar el posicionamiento y la experiencia del internauta», dijo Rodríguez Torres sobre su funcionalidad.

Para finalizar, explicó que «estas funciones intermedian con la analítica web de Google», entre ellas Popcorn Metric, Amplitude, Omniture o Hotjar. Sin embargo, cada una tiene un enfoque y un objetivo particular.

La marquesina dispone también de un sistema de monitorización de la energía producida, al tiempo que da cuenta de la consumida en tiempo real. Al acto acudieron la gerente de la institución académica, Lidia Pereira; la vicerrectora de Infraestructuras y Servicios Universitarios, Norena Martín; el director general de Chint Electrics, Antonio Ferre y el  delegado para Canarias, Sebastián Martínez. También, estuvieron presentes representantes de la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos y de la Asociación de Instaladores Electricistas.

El profesor asociado Julián Monedero hizo una presentación previa de la instalación, de la que destacó que se estima que produzca 6488 kilowatios por hora al año de energía renovable eléctrica, lo que supondría un ahorro de 5,03 toneladas métricas de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera de forma anual. “Se trata de un claro ejemplo de movilidad sostenible en la universidad tanto para profesorado, como para personal de administración y servicios y alumnado”, señaló el experto. Apuntó que esta instalación puede servir  para prácticas de los alumnos de diversas titulaciones: Máster en Energías Renovables, Grado en Arquitectura Técnica (que contempla asignaturas sobre sostenibilidad), Máster en Ingeniería Industrial y Máster en Gestión e Innovación Tecnológica de la Construcción.

Martín señaló que la Universidad de La Laguna está revisando todos sus procesos para apostar por el uso de energías más limpias: “Queremos cambiar la mentalidad de nuestra comunidad educativa y en ello la implicación de nuestros alumnos, futuros ingenieros e ingenieras, resulta crucial”. La vicerrectora agradeció expresamente la donación de la multinacional, que servirá para “un claro acercamiento de nuestro alumnado a las nuevas tecnologías”. Chint Electrics, con más de diez mil millones de dólares de facturación anual, 30 000 empleados y presencia en los cinco continentes, es el tercer fabricante de material eléctrico del mundo y está enfocado sobre todo en su última época a la producción y acumulación de energías renovables.

Perdomo explicó que Betancourt fue impulsora en la mejora de la máquina epicilíndrica, desarrollada por su hermano, y pionera en la elaboración de nuevas recetas de tintes para la seda. También, colaboró en el avance de las manufacturas sederas. “Nos encontramos ante una mujer ilustrada, de nuestra tierra, que contribuyó al debate generado sobre métodos relacionales científicos y tecnológicos, que permitieron el progreso económico y social de las Islas”, añadió. Contribuyó a la ciencia y a la técnica de la época. Además, según varios estudios, era una gran conocedora de la química y se puede confirmar que tuvo varias discípulas.

“Tiene que llegar a obtener un reconocimiento mayor que el que se le ha dado hasta ahora»

La profesora mencionó a otras mujeres ilustres, como María de Viera y Clavijo o la Marquesa Villanueva del Prado, en las que se centra una investigación con muchos interrogantes. Asimismo, afirmó que la reconstrucción histórico-sociológica de estas aportaciones, como la de María de Betancourt, tiene como propósito fundamental acercarse a la narrativa canaria relacionada con el género femenino y divulgar las prácticas de estas.

Perdomo Reyes comentó que, con los progresos realizados por María de Betancourt a la máquina epicilíndrica, hizo que se transformara la producción de tejidos, realizada totalmente de manera artesanal, en una producción de carácter industrial, lo que supuso un avance significativo en calidad y beneficios económicos para la explotación de la seda en Tenerife. Con respecto a la elaboración de las recetas de tintes, la ponente declaró que existe un libro donde se recogen dos de sus fórmulas, siendo la primera memoria científica firmada por una mujer.

Por último, la docente hizo una pequeña valoración sobre la figura de la protagonista de la cita. “Se merece ser conocida junto a los grandes científicos canarios por su espíritu ilustrado, su visión de modernización de la industria de la seda, su gran esfuerzo por desarrollar nuevas técnicas y métodos en la elaboración de tintes. Tiene que llegar a obtener un reconocimiento mayor que el que se le ha dado hasta ahora”, concluyó.

El ingeniero comenzó presentando la temática a tratar dentro del ámbito de la robótica: la reconstrucción del espacio. Toledo aseguró que «los sensores son los ojos y los oídos de los robots y los que facilitan una idea del mundo exterior». Los dispositivos sensoriales ayudan a la máquina a esquivar obstáculos y a moverse de un lado a otro. Pueden ser en dos o tres dimensiones, siendo los últimos los de mayor coste.

Antes de centrarse en su actual proyecto, el profesor aludió a otro del que fue miembro, la creación del «vehículo verdino». Un automóvil eléctrico y autónomo, creado de manera integra en la ULL, que se puede desplazar sin ser conducido. «Es un coche que te lleva de un punto a otro con decisión de como ir o como navegar», expone el experto. El proyecto fue realizado con sensores 2D, que aportan una representación espacial en un mapa y son menos efectivos que los de 3 dimensiones.

Facilitar la vida de las personas

Su experimentación actual pretende aplicar esta tecnología a las sillas de ruedas con el fin de facilitar las vida de las personas. Una de las opciones más viables es la «visión estéreo, un mecanismo que permite calcular la distancia y facilita los desplazamiento, muy similar a la visión humana. A pesar de que la recreación que se hace del espacio es de menor calidad, es válida para desarrollar la función que se precisa. «Gran parte de la investigación se basa en buscar sistemas que sean asequibles», apuntó.

El desarrollo se podrá aplicar, según Toledo, en personas que no tengan la suficiente movilidad para manejar los mandos de su silla eléctrica. Una posibilidad para llevarlo a cabo es la tecnología eye tracking, es decir, controlar mediante el seguimiento de ojos los movimientos deseados. El avance se podrá aplicar, entre otros, en enfermos de esclerosis lateral amiotrófica o tetrapléjicos.

La realidad aumentada consiste en combinar el mundo real con el virtual mediante un proceso informático, enriqueciendo la experiencia visual y mejorando la calidad de comunicación. Gracias a ella se puede añadir información visual, y crear todo tipo de experiencias interactivas.

En AtRAe, según aclara el ingeniero, se llevan a cabo diferentes proyectos de este estilo como: diseño, creación y validación de materiales didácticos y de entrenamiento, Interacción hombre-máquina, visión por computador… Esto ha dado lugar a la creación de aplicaciones, con el objetivo de mejorar tanto la docencia como la vida cotidiana de las personas.

Martín Gutiérrez asegura que las empresas se han dado cuenta del potencial que ofrece esta ciencia, y muchas de ellas ya incluyen estas ideas en sus productos. Así, aparecen aplicaciones explicativas de realidad aumentada sobre su uso y funcionamiento, todas ellas disponibles en Google Play. Además, los estudiantes de la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología participan de manera directa en estas investigaciones, a través de los trabajos de fin de carrera, fin de máster o doctorado.

«Se trata de que los alumnos tengan una experiencia memorable»

El profesor resalta la importancia de motivar al alumnado en la enseñanza, ya que de esta manera se retienen mejor los conocimientos adquiridos. “Se trata de que los alumnos tengan una experiencia memorable. Si tu eres capaz de recordar de una forma agradable lo que has aprendido, eso no se te va a olvidar nunca», añade.

Uno de las iniciativas más innovadoras ha sido el de la Universidad de La Laguna virtual. Fue creado con la finalidad de que se pudiera utilizar en las titulaciones online, conferencias… Incluso, ganó el premio al trabajo de innovación educativa 2013 de la ULL .

En la actualidad, el desarrollo de las gafas virtuales ya empieza a ser patente. “La gente no es capaz de percibir que con unas lentes de este tipo se puedan hacer ciertas cosas», señala el investigador. Adquirir una de ellas sale alrededor de unos 3000 euros, sin embargo, se está estudiando y analizando mucho en este sentido. Digicapital es una empresa que se encarga de hacer informes sobre este tipo de técnicas: «Casi el 90 %  que se destina a este tipo de tecnologías va dirigido a desarrollar unos anteojos que puedan llegar a todo el mundo. Se calcula que entre el 2020 y el 2025 todo el mundo podrá tener acceso a ellas”.

Programas informáticos de ingeniería con gafas de realidad virtual

Actualmente desde AtRAe, se trabaja en utilizar los programas informáticos de ingeniería, a través de gafas de realidad aumentada y virtual. Para poder llevarlo a cabo, han presentado el proyecto en las convocatorias de innovación que abre el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. Si obtienen el presupuesto, comprarán materiales y contratarán personal cualificado para fomentar todo este sector.

De esta forma, serían pioneros en este ámbito, ya que ahora mismo solo se han utilizado a modo de prueba. Por otro lado, lo pretenden impulsar, en colaboración con otras universidades, dentro del programa Horizonte 2020.

Esta edición se centra en la ciberseguridad. El acto comenzará con la presentación de los trabajos de investigación e innovación del alumnado. Continuará con ponentes de la talla de Alfonso Ferreira, director del Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia. Asimismo, de forma paralela a esta cita, se realizarán tres actividades: Desarrolla un videojuego, el Taller Futur@s Informátic@s y  el Taller de introducción al hacking.

La inscripción se debe efectuar mediante el envío de un correo electrónico, desde la cuenta institucional de mensajería, a la dirección del congreso. El pago de los 2 euros de la matrícula se recogerán en la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología el 27 y 28 de noviembre, en una mesa cerca de la entrada.

La jornada comenzó con la intervención de la profesora de Ingeniería de Sistemas y Arquitectura de Ordenadores, Silvia Alayón, que destacó la importancia de poder controlar un ordenador mediante la vista: «Hay aplicaciones que benefician, sobre todo, a personas con dificultades de movilidad». Del mismo modo, sentenció que una manera «divertida» de conseguirlo es estimular los ojos jugando a videojuegos especializados para todas las edades.

A continuación, la ingeniera y responsable del Grupo de Ingeniería Eléctrica y Bioingeniería, María de la Peña Fabiani Bendicho, presentó un proyecto de fin de carrera sobre un casco que emite señales eléctricas que posibilitan averiguar la edad de las personas o incluso si tienen alzheimer, traumas o enfermedades. Asimismo, puntualizó que se está llevando a cabo un trabajo que consiste en utilizar esas manifestaciones cerebrales para controlar una silla de ruedas. Seguidamente señaló: «Si les gusta algo, no dejen de hacerlo por ser una chica».

La arquitecta y componente del Laboratorio de Fabricación Digital de la ULL (FABLAB), Dámari Melián, aseguró que desde el instituto tenía muy claro a qué dedicarse pese a que «era una carrera de hombres». Además, explicó cómo se desarrolla la labor de diseño e impresión 3D.

Para finalizar, la ingeniera e investigadora del proyecto Wooptix, Ángela Hernández, habló sobre las cámaras de visión plenóptica, que dan la posibilidad de jugar con el enfoque de una imagen, una vez sacada.

Los estudiantes contaron con cinco minutos para presentar una serie de estudios tecnológicos ante un jurado. Se organizaron también varios talleres relacionados con la robótica, el desarrollo de aplicaciones para móviles y de páginas web o el diseño 3D. La cita llegó a su fin con la entrega de premios.

Pertenece a la programación del Día Internacional de la Mujer y ha sido ideado por el colectivo femenino Tech&Ladies. El programa contará con la participación de grupos de investigación, como el grupo de Criptología de la ULL (CryptULL), entidades y empresas en forma de stands y cursos de formación. Además, tendrán cabida numerosas charlas divulgativas que aproximarán al alumnado al diseño o la impresión 3D y talleres enfocados al desarrollo de aplicaciones, páginas webs o robótica.

Tech&Ladies pretende acercar a los alumnos y al resto de la sociedad los problemas a los que se enfrentan las académicas cuando lidian con el mundo que rodea la tecnología. Además, exponen sus soluciones, métodos de enseñanza y fomentan el desempeño mujeril de carreras ligadas al sector técnico. Así, aseguran que este grupo “propone dar visibilidad a las mujeres que trabajan en tecnología rompiendo con el paradigma actual”.