El Salón de Actos de las Secciones de Arquitectura Técnica e Ingeniería Civil de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería fue el lugar que acogió esta jornada. La formación, que está incluida en el marco de los Seminarios Intercátedras 2021/2022, duró desde las 9.30 hasta las 11.30 horas. Fue para todo tipo de público, ya que se impartió información sobre el propio consumo de energía solar para uso residencial, empresarial y de administraciones públicas.

Julián Monedero, al comienzo de la presentación, profundizó sobre el autoconsumo, el concepto clave de la charla. Recalcó que para que fuera posible, se deben cumplir tres criterios fundamentales: que haya, al menos, una persona que gaste en energía eléctrica; que las instalaciones sean cercanas y adscritas, y que, además, estén conectadas a la red.

La opción más rentable

El docente explicó que la tecnología de generación no está limitada a las renovables, sino que puede ser de cualquier tipo eléctrico. Asimismo, dijo que hay una instalación que destaca «considerablemente» por encima de las otras: la energía solar fotovoltaica. «Ha roto la barrera de la rentabilidad por su bajo coste y su contribución al desarrollo económico y social local», afirmó el ponente.

El curso también presentó el trabajo realizado para la Cátedra en el que analizaron nueve perfiles de usuarios con una instalación fotovoltaica para comprobar sus gastos y su rentabilidad. Fueron cinco de nivel residencial y cuatro de nivel industrial. Los resultados confirmaron la viabilidad de estos paneles.

La tecnología usada evita pagar las elevadas tarifas de luz y, además, hace que aumente el valor de la propiedad. El ahorro a medio plazo puede rondar entre el 20 % y el 40 % respecto a otros modelos de electricidad. Monedero explicaba que la rentabilidad fotovoltaica se obtendría si la instalación cubre la mitad del consumo diurno. En cuanto a los gastos, dependen sobre todo del tamaño y de la calidad de los materiales elegidos.

Ahorro y eficiencia energética

El director de la empresa Dobontec explicó que los bancos facilitan la financiación a la hora de la instalación, ya que han sacado productos muy específicos para inversiones en ahorro y eficiencia energética. Estas ventajas destacan por el ahorro en el IRPF, en el IBI y en los gastos de las entidades privadas.

Monedero, para finalizar, resumió que las subvenciones que se pueden obtener se dividen en dos modalidades: sobre el precio de la instalación, en el que cada Comunidad Autónoma establece la cuantía y las condiciones de las ayudas, aplicandose de manera porcentual sobre el precio total de la instalación, y sobre impuestos del Estado, que se otorgan a nivel municipal aplicando al IBI y al ICIO, y que suelen rondar alrededor de los 1500 euros.

El fin principal es la realización de una indagación novedosa y potencialmente muy rentable, pero de alto riesgo. ERC, se divide en cuatro subvenciones: Advanced Grants (AdG), Consolidator Grant (CoG), Proof of Concept (PoC), Synergy Grants (SyG), Starting Grants (StG). El primero es el más alto de los cuatros niveles. Esta subdivisión consiste en ayudas destinadas a investigadores principales y consolidados que cuenten con logros significativos en su campo durante los últimos diez años. Su lema es reforzar la excelencia, el dinamismo y la creatividad de la investigación europea.

Los dos estudiosos, que han sido premiados con esta subvención son los científicos Eduardo Fernández Camacho y Aníbal Ollero. El primero quieren tratar de integrar sensores  móviles colocados en vehículos terrestres. El proyecto plantea el estudio de una planta de energía solar, pero se podría aplicar a otros sistemas como el control de tráfico de ciudades, la gestión energética de edificios, etc. El segundo investigador intenta superar las limitaciones de los robots manipuladores aéreos en lo que respecta al tiempo de vuelo y la seguridad en la interacción con las personas. Los robots aéreos que se desarrollarán serán capaces de planear, batir las alas, posarse de forma muy precisa y manipular con otras extremidades.