Discriminación – Periodismo ULL https://periodismopre.ull.es Diario digital de la Universidad de La Laguna Tue, 24 May 2022 13:00:54 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.2 https://periodismopre.ull.es/wp-content/uploads/2016/04/cropped-PULL_Redondo-1-32x32.png Discriminación – Periodismo ULL https://periodismopre.ull.es 32 32 Yésica Felipe: «La base para erradicar la discriminación está en la educación» https://periodismopre.ull.es/yesica-felipe-la-base-para-erradicar-la-discriminacion-esta-en-la-educacion/ Wed, 18 May 2022 17:02:48 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=209163 Yésica Felipe Simón, es trabajadora social en la Asociación LGBTI* Diversas Canarias. Cuenta con experiencia en trabajo con jóvenes, menores y mujeres víctimas de violencia de género. La profesional forma parte del equipo técnico de la asociación desde hace un tiempo y participa tanto directa como indirectamente en todos los proyectos y servicios que ofrece la entidad, especialmente en el proyecto Asterisco, un servicio de acompañamiento psicológico para las personas de la comunidad y sus familias.

¿Cómo nace Diversas? «Es una asociación LGBTI* que nace hace aproximadamente siete años. Empezó siendo una asociación de jóvenes del colectivo que hacían actividades de ocio y sociabilización. A medida que fue creciendo, se dieron cuenta de que las personas LGBTI* que participaban necesitaban de un recurso con profesionales con especialización que dieran respuesta a sus necesidades. Por ello, la línea de actuación, no solo se centró en realizar talleres de sensibilización en los institutos de la zona norte de la Isla, sino también en crear proyectos sociales que dieran respuesta a esas necesidades».

¿Por qué decidieron expandirse a toda la Isla? «Al inicio la zona de actuación era el norte de Tenerife, porque ya existía otra entidad en la zona metropolitana, Algarabía. Con quienes nos coordinábamos para gestionar los casos. Pero, desafortunadamente, esta entidad cesó definitivamente su actividad el año pasado. Por lo que, en la actualidad, el ámbito de actuación de Diversas es todo el Archipiélago, siempre teniendo presente que hay otras asociaciones y/o entidades e intentando trabajar en red con ellas».

En la actualidad, ¿Qué proyectos ofrecen a la sociedad? «Algunos de nuestros proyectos son: el #espacioCERO; Asterisco, que es un servicio de intervención social y acompañamiento psicológico; Sex Educa, un programa de intervención educativa en diversidad para jóvenes; Libertad, Sex And Chill y SAIVDO, un servicio de atención integral a víctimas de delitos de odio y/o incidentes LGBTI*fóbicos. Mi trabajo se centra principalmente en la intervención social con las personas LGBTI* y sus familias».

El proyecto Asterisco


¿Cómo ha sido su trayectoria en el proyecto Asterisco? «Este proyecto lo llevo a cabo junto a mi compañero Adam, que es el psicólogo de la entidad. Atendemos a las personas LGBTI* y a sus familias. Acompañamos en el proceso de tránsito y salida del armario. Incluimos a las familias o parejas, siempre y cuando la persona lo decida. Nosotros entendemos que somos la herramienta que las personas usuarias utilizan para cumplir o llegar a una meta. Por ello, desarrollamos un plan de atención individual junto a la persona, en el que la situamos como centro, siendo ésta la protagonista o agente de su propio cambio y evolución».

¿De dónde surge la idea de crear este proyecto? «Asterisco es un proyecto que nace tras el confinamiento por COVID-19. La pandemia fue como abrir la caja de pandora para muchas personas, las cuales necesitaban atención psicológica especializada. En un inicio el proyecto solo se centraba en la atención psicológica, pero a medida que fueron aumentando el número de personas usuarias, se hizo más que evidente la necesidad de actuación en la parte social. La cuestión no solo es lo que afecta a la salud mental, hay otros aspectos en la vida de la persona, a otros niveles y en otros ámbitos, que pueden ser la causa o afectan directamente al bienestar emocional».

«La cuestión no solo es lo que afecta a la salud mental, hay otros aspectos en la vida de la persona»


¿Qué resultados han obtenido con la creación de Asterisco? «Con este proyecto también se ha creado la Red Asterisco, que supone la adhesión de ayuntamientos de la zona norte de la Isla, desde Buenavista hasta La Laguna. Para el trabajo en red, se da una mejor respuesta a las personas LGBTI*. En cada ayuntamiento se tiene una técnica de referencia para la gestión de casos, y el trabajo colaborativo, lo que favorece dar una mejor respuesta a la ciudadanía LGBTI* y crea sinergias entre profesionales».

¿Qué podrías comentar sobre lo que has aprendido en tu trayectoria en Diversas? «Me he visto en un proceso de aprendizaje enorme, porque venía de trabajar en otros ámbitos, con otros perfiles. Sobre todo con personas víctimas de violencia de género, así como con jóvenes, pero no específicamente con personas LGBTI*. El acompañar a la persona en todo el proceso de tránsito o salida del armario, ha sido un aprendizaje enorme para mí, no solo a nivel profesional, sino también personal. Es una satisfacción acompañar a las personas, conocer su historia y ver todo lo que juntas trabajamos para dar respuesta a sus necesidades, y que ésta se empodere alcanzando su meta final».

La situación del colectivo en Canarias


Siendo Canarias una de las Comunidades Autónomas más abiertas a otras culturas, a comparación de la Península, ¿El índice de agresiones al colectivo es menor? «Creo que ser víctima de un delito de odio por identidad o por orientación sexual, o de LGBTI*fobia, no es porque seas de un sitio u otro, no tiene que ver con la procedencia, ya que la gran mayoría de personas LGBTI* desgraciadamente, a lo largo de su proceso vital están expuestas a sufrir algún delito de odio. Y esto tiene que ver con la estructura social que sigue siendo patriarcal y de la que nace una cultura machista».

«El problema no solo está en la cultura machista, sino también en los discursos de odio que se siguen escuchando»


¿Se podría resumir a que todo es debido a la cultura machista existente? «El problema no solo está en la cultura machista, sino también en los discursos de odio que se siguen escuchando y sobre todo, en personas que tienen el poder de la palabra. La palabra construye pensamiento, y si la sociedad ve que esos prejuicios que ya tienen, se validan en el discurso de personas que son referentes o que ocupan puestos de poder, entienden que la opresión o LGBTI*fóbia que ejercen no es violencia, no es discriminación y es lo validado y lo que es moralmente correcto. Nosotras creemos que la base para erradicar la discriminación está en la educación».

¿Cómo definen ustedes «delito de odio»? «Un delito de odio, en lo relacionado a las personas LGBTI*, implica cuando se ejerce violencia física o psicológica, hacia una persona por su expresión, identidad y/u orientación sexual. Incluye discriminación, amenazas, vejaciones, humillaciones, y se puede dar en diferentes ámbitos de su vida».

¿Qué le diría a quien está buscando ayuda y no sabe qué hacer? «Que no piense que está sola, que aunque crea que es una Isla, hay muchas alrededor, un Archipiélago enorme, donde puede sentirse acogida y segura. Que se informe y busque asociaciones o entidades, que hay recursos y profesionales que pueden ayudarle. Existe Diversas, con un equipo técnico compuesto por un médico, dos integradoras sociales, un educador social, una trabajadora social y un psicólogo, dispuestos a ayudarles y acompañarles para dar respuesta a las necesidades que presenten. Que si no tienen entornos seguros, que no tengan miedo y busquen apoyo».

El futuro de Diversas


¿Qué esperas ver en la organización dentro de 10 años y a ti misma? «Deseo que siga creciendo estando yo o no. Ya que es esencial que exista un recurso que ofrezca estos servicios para la población LGBTI*. Con respecto a mí, soy una persona de vivir y disfrutar el momento. De aprender al máximo y compartir con las personas que forman parte de mí presente. Ya que el futuro no está escrito, y por mucho que planees y creas que tienes la respuesta, siempre la vida se encarga de cambiar todas las preguntas y de ofrecerte realidades o experiencias con las que no contabas, ni imaginabas».

Existen personas que creen que ser parte del colectivo es “moda” ¿Qué opinas al respecto? «Todo supone un cambio generacional, el hecho de considerar que las realidades de las personas LGBTI* son una moda, es cumplir con una afirmación que supone un prejuicio. Por ejemplo, en la época de nuestros abuelos y abuelas, era impensable que una persona pudiera vivir abiertamente su identidad u orientación sexual, sin ser discriminadas e incluso castigadas o detenidas por ello. Había una Ley en España ‘De vagos y maleantes’, por la cual se castigó e incluso encarcelo a personas LGBTI*».

«Las personas LGBTI* hemos existido siempre, lo que ahora hay más sensibilización»


¿Consideras que muchos de los actos contra el colectivo vienen de una no visibilidad histórica? «Para las personas que vivieron en las etapas de opresión y de no visibilidad, al llegar a las décadas en las que empieza a haber más libertad, les supuso un escándalo y una moda. Al igual, que en la actualidad, a las personas que crecen con una educación más conservadora e influenciada por todos los prejuicios hacia las personas LGBTI*, también les supone una moda. Pero, las personas LGBTI* hemos existido siempre, lo que ahora hay más sensibilización, más información, más recursos, más espacios seguros, y por ello, hay más visibilidad».

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«La mujer tiene un mayor riesgo de pobreza en la tercera edad» https://periodismopre.ull.es/el-tipico-reparto-de-roles-y-el-contrato-a-tiempo-parcial-perjudican-a-la-mujer/ Mon, 08 Mar 2021 08:00:11 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=155200 Itziar García Méndez, investigadora predoctoral en el ámbito del Derecho del Trabajo y la Seguridad Social en la Universidad de La Laguna, apuesta por conseguir que las personas tengan unas condiciones de trabajo dignas. Tras duros años de estudio, descubrió su vocación dentro del Derecho Laboral, gracias a sus profesoras del Máster de Dirección de Recursos Humanos, quienes en sus clases magistrales le transmitieron la pasión por la disciplina. Actualmente, se encuentra desarrollando su tesis doctoral, centrada en el análisis jurídico del tiempo de trabajo. Además, la próxima semana participará en el I Congreso Internacional de Derecho de la UE.

¿Las mujeres son discriminadas en las empresas?  «No, no deberían serlo, pero lo son. No hay más que ver la diferenciación retributiva que sufren las personas de sexo femenino en los Estados de la Unión Europea, por ejemplo. La discriminación por razón de sexo, directa e indirecta, es con lo que se encuentran las mujeres. En la actualidad, la LISOS, o sea, la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social, establece como infracción muy grave, las acciones discriminatorias. Las multas oscilan desde aproximadamente los 6000 hasta llegar a los 190 000 euros».

¿Qué es exactamente la brecha salarial de género?  «La Gender Gap es un gran reflejo de la precariedad de las empleadas en el mundo laboral. Tradicionalmente, la población tiende a pensar que la brecha abarca las diferencias retributivas de los trabajadores y trabajadoras por el desempeño de las mismas competencias. No obstante, este va más allá porque aborda la retribución desigual por ocupaciones profesionales que disponen de un valor semejante. Cuando hablo de la precariedad a la que hacen frente las mujeres, en este caso, me refiero a la contratación parcial, que está totalmente feminizada, y a la temporalidad».

«En el 2020, la tasa de trabajadoras con una relación contractual a tiempo parcial llegaba casi a triplicar la tasa de los varones»


¿Por qué las asalariadas son las que más trabajan con contratos a tiempo parcial?  «Toda la vida, han tenido que hacer frente a la doble presencia dado que necesitan responder a las exigencias de las funciones productivas y reproductivas. Por este motivo, la mayoría se acogen al contrato a tiempo parcial para poder insertarse en el espacio productivo, sin dejar de lado el doméstico. Este tipo de jornada es el más utilizado por estas, ya que son las que mayoritariamente se hacen cargo de las responsabilidades domésticas».

Como ellas tienden a trabajar en jornadas más cortas, ¿tienen más tiempo libre que ellos? «¡No, claro que no! Debido a las cargas familiares a las que generalmente se les asocia, suelen tener una carga de trabajo muchísimo mayor, ya que deben atender a las demandas del entorno profesional y doméstico. Evidentemente, esto supone un riesgo psicosocial que pone en evidencia las desigualdades de los diferentes sexos en la conciliación de la esfera pública y privada del tiempo. Sin ninguna duda, esto va a repercutir en las circunstancias con las que van a acceder a prestaciones como la jubilación o el desempleo. Asimismo, esto desembocará en contextos de pobreza para las mujeres en el futuro».

Recientemente, se escucha mucho el término de corresponsabilidad, ¿es similar a la conciliación?  «No, no es lo mismo. La corresponsabilidad es un concepto que nace de la conciliación. Este último, así grosso modo, plantea los derechos de ausencia de los trabajadores sin hacer demasiado hincapié en quién debe disfrutarlo. Por lo tanto, al no especificar quién es el titular del permiso, se fortalece la concepción de que la mujer sea la figura que debe salir del mercado de trabajo para encargarse de sus responsabilidades en el hogar».

«La protección de los derechos de conciliación centrados en la mujer perpetúan el tradicional reparto de roles»


Entonces, ¿qué es la corresponsabilidad? «La corresponsabilidad tiene por objeto el reparto de las tareas entre los miembros de las familias, quitando cualquier referencia de género y fomentando el reconocimiento de los derechos laborales de los trabajadores y que cuidan a sus hijos o parientes. De esta manera, se intenta lograr la coordinación, la colaboración y la implicación de los trabajadores, las de sus familias, la de los empresarios y la de la propia sociedad».

¿Existen herramientas para garantizar la igualdad en las empresas?  «Sí, por supuesto. Hay planes de igualdad que son un conjunto de medidas que se aplican con el objetivo de alcanzar la paridad efectiva en la organización, tras haber realizado un diagnóstico de la situación. Antiguamente solo eran una obligación para los centros con más de 250 individuos. Ahora, con la entrada en vigor del Real Decreto-Ley 6/2019,  la obligatoriedad de este se reduce de 250 a 50. De hecho, en 2022, todas las empresas que cumplan con ese requisito, deberán tenerlos integrados».

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La gordofobia: una discriminación normalizada socialmente https://periodismopre.ull.es/la-gordofobia-una-discriminacion-normalizada-socialmente/ Wed, 27 May 2020 08:39:13 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=137172 ¿Es el peso una cuestión de privilegios? No encontrar tallas en las tiendas de ropa, ser percibido como alguien con baja autoestima y problemas de salud e incluso ser rechazados de empleos solo por su talla de ropa. Estas situaciones que a la mayoría nos parecen irreales están presentes en el día a día de las personas con sobrepeso. La gordofobia es el odio estético hacia las personas con obesidad, a las que se menosprecia en diferentes ámbitos sociales, laborales y culturales, especialmente si son mujeres. Una excusa social en el que la estética de una persona dicta la forma en la que ha de ser tratada.

El cine es uno de los ámbitos en el que la gente obesa esta  discriminada. Hay un número reducido de personas con sobrepeso que tienen una importancia relevante en la actuación. Los papeles principales que estos desempeñan giran en torno a sus kilos, en una gran parte de las ocasiones, como si este rasgo fuese el único destacable de su trabajo.

El movimiento Body Positive tiene el objetivo de normalizar los diferentes tipos de cuerpos y fomentar la diversidad de tallas representadas socialmente. Algunos sectores han criticado esta iniciativa afirmando que mediante ella se fomenta la obesidad y que las personas al verse apoyadas decidan no cambiar su peso, incrementando las consecuencias de salud que trae consigo. Un argumento que se sustenta en  el odio o discriminación para conseguir que una persona baje de peso a toda costa con el objetivo de garantizar supuestamente su bienestar físico, incluso por encima de un estado mental saludable.

«El movimiento Body Positive tiene el objetivo de normalizar los diferentes tipos de cuerpos y fomentar la diversidad de tallas representadas socialmente»

La cantante Adele hace unas semanas publicó en Instagram una foto suya en la que se observaba que había bajado de peso. Los comentarios que recibió la famosa variaban entre mensajes de apoyo y críticas, sin embargo, fue especialmente llamativo que algunas personas considerasen que ahora que había adelgazado estaba mucho más sana y que otros en su misma situación deberían seguir su ejemplo. Estar delgado no siempre es sinónimo de estar sano, sobre todo cuando ni siquiera nos hemos preguntado si ha llegado hasta ahí de forma saludable.

Fomentar la discriminación y falta de apoyo hacia alguien solo por tener sobrepeso puede traer consigo graves consecuencias, como trastornos de conducta alimentaria.  En el año 2018 fue la tercera enfermedad crónica en Adolescentes más común, según la Sociedad Española de Médicos y Familias .  Al año siguiente  ya se registraban alrededor de 400 000 personas que padecían esta enfermedad  según los datos recabados por  la Asociación Española para el Estudio de Transtornos de Conducta Alimenticia.

La salud no es solo algo físico, también se trata de un estado mental adecuado. Es cierto que la obesidad provoca una tendencia hacia ciertas enfermedades, como la diabetes. Sin embargo, no se trata de hacer sentir mal a esas personas por estar así, y obligarlas a cambiar mediante discursos de odio, sino de tratarlas como a cualquier otra persona independientemente de su aspecto físico. Si realmente nos preocupamos por su bienestar, no normalicemos la gordofobia.

 

 

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Yuli Pérez, toda una mujer https://periodismopre.ull.es/yuli-perez-toda-una-mujer/ Tue, 20 Aug 2019 07:00:24 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=106938 En junio del año pasado, la Organización Mundial de la Salud publicó una nueva edición de su manual de la Clasificación Internacional de Enfermedades para sustituir a la del año 1990 y que entrará en vigor el uno de enero de 2022. En ella, la transexualidad pasó de considerarse un ‘trastorno mental’ a denominarse ‘incongruencia de género’. La modificación que efectuó la Organización es un logro para el colectivo LGTBIQ+, aunque todavía queda camino por hacer, ya que aún no se ha despatologizado de manera total la transexualidad.

Yuli Pérez nació en Tenerife con genitales masculinos. Desde que tuvo uso de razón se dio cuenta de que ese cuerpo no le pertenecía. Su familia la apoyó desde el principio, al igual que su madre fue un gran pilar para ella, que comprendía a la perfección quién era su hija. A temprana edad intentó visibilizarse como mujer, aunque su entorno más cercano prefirió que no lo hiciera para protegerla. Fue a los once años cuando apartó la ropa de niño de su armario y comenzó a manifestarse de cara a la sociedad tal y como era realmente.

En octubre de 2014, el Parlamento de Canarias aprobó la Ley de no Discriminación por motivos de identidad de género y de reconocimiento de los derechos de las personas transexuales. Dentro del ámbito escolar, se encarga del ‘acompañamiento’ del alumnado. Pretende fomentar el respeto por los estudiantes y facilitarles, entre otras cosas, el poder acceder a los baños y vestuarios correspondientes. Pero siempre no ha sido así.

En España, un 83 % de los menores y adolescentes trans piensan en el suicidio. De ese 80, un 40 % lo intenta y, finalmente, más de un 7 % lo lleva a cabo. En Canarias tenemos al menos un suicidio al año de personas trans, que en la mayoría de los casos es un menor de edad.

El 80 % de las mujeres trans españolas está en paro. Foto: J. González

Forzada por el bullying


En 2009 Yuli llegó al colegio La Salle La Laguna para cursar Secundaria. Allí comenzaron los problemas y se abrieron las puertas que la llevaron al infierno. La transfobia que se respiraba en aquellas aulas donde solo había agresiones e insultos a una niña, tanto por parte del alumnado como del profesorado, hizo que acabase acudiendo a un psiquiatra: «Me escupían y me tiraban del pelo. Incluso se me obligaba a ir al baño de chicos», afirma. El médico la sedaba a base de sertralina y diazepam para que así pudiera llevar mejor la situación, evitando que las crisis de ansiedad se apoderasen de su día a día. A causa de los tratamientos tan fuertes acudía a clase dormida y su rendimiento escolar se vio perjudicado. Por decisión propia dejó a un lado todas esas pastillas y optó por enfrentarse a sus miedos, plantando cara a las situaciones injustas que estaba viviendo y oponiéndose a sus acosadores.

«En el instituto me decían que me estaban apoyando y tratando como yo quería, pero esto no era verdad», destaca. Fue expulsada del centro por escupir a un profesor, el cual le había pegado una bofetada tras aparecer allí vestida con mallas y tacones. Como consecuencia de este acto, que tuvo lugar por querer defenderse ante una agresión injusta, decidió no volver nunca más al lugar y emprendió un viaje personal hacia su empoderamiento como mujer, enfrentándose a la discriminación y al rechazo social.

En la actualidad, un bajo número de personas trans consiguen llegar a las universidades. Por el bullying y la transfobia recibida durante el colegio y el instituto temen que les vaya a pasar algo peor en las facultades, ya que en estos lugares hay una mayor libertad individual.

Yuli fue víctima de violencia machista durante tres años y medio. Foto: J. González

«Mi expareja intentó matarme dos veces»


Tiempo después retomó sus estudios en un centro para adultos y consiguió costearse el tratamiento hormonal que necesitaba. A los dieciséis años el amor llamó a su puerta. Ella la abrió sin saber que se adentraría en una relación tóxica, llena de sufrimiento, maltrato psicológico y físico. Ya no salía de casa. Su pareja la sometía, haciéndole creer que tenía que hacer siempre lo que él quisiera. Le robaba a la adolescente el poco dinero que tenía para pagar sus hormonas y así él poder comprarse droga.

Tras un año de irregularidades a la hora de cumplir con el tratamiento hormonal llegaron las consecuencias: un aumento de peso «exagerado» al que se sumó una autoestima «pésima». La situación fue aprovechada por su pareja para hundirla y maltratarla psicológicamente. «Me decía que estaba gorda y fea y que siendo una mujer transexual no iba a encontrar a otro que me quisiera», cuenta.

Yuli, tras estar tres años y medio aguantando este tipo de situaciones, se reveló contra su agresor. Un día la empujó por las escaleras desde un cuarto piso. Contó la terrible agresión a otras personas pero nadie la creía: «Me vi realmente sola y me sentí abandonada». Su familia era consciente de la tesitura, pero no quiso ser partícipe para que ella se diera cuenta de que tenía que conseguir salir de ahí y poner fin a esa relación problemática. Optó por callar y aguantar el maltrato verbal y físico. Este último se manifestaba a través de los moratones que dejaba en su piel: «Me llegó a hacer bastantes heridas por todo el cuerpo». Cansada de todo, intentó irse de la casa donde vivían juntos. A raíz de esto, el varón trató de matarla dos veces. La joven se armó de valor y animada por la Policía consiguió denunciarlo.

En España, la Ley de Violencia de Género no ampara a las mujeres trans, a menos que tengan su DNI modificado. Si en el documento la afectada apareciese como chico, la ley no la protegería al entender que la agresión es «entre dos hombres». Yuli tenía el suyo actualizado, por lo que empezó a recibir una de las ayudas económicas que el Gobierno facilita a las víctimas de violencia machista. Poco a poco, respaldada por un centro de mujeres maltratadas, fue logrando salir del horrible entorno en el que se encontraba y recuperar la libertad que había perdido. Una de las soluciones que le dieron fue la de irse a Gran Canaria para empezar una nueva vida, idea que no creyó correcta: «Querían alejarme a mí de él cuando realmente él era quien me estaba acosando y maltratando».

Un protocolo pionero en toda España


En marzo de 2019, la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias aprobaba, tras años de lucha constante por parte del colectivo, un protocolo de atención sanitaria a las personas trans, siendo calificado como «pionero e innovador» en todo el país. Con él, se contempla la atención en cualquier etapa de su vida y pretende mejorar la «sensibilización de los profesionales sanitarios», para así acabar con la «estricta visión médica» que siempre se ha llevado a cabo. Del mismo modo contribuirá a no estigmatizar ni juzgar, todo dentro de un «espacio terapéutico cercano y seguro» con el objetivo de que la persona pueda vivir con naturalidad su proceso de transición de género.

TransGirls se constituyó en septiembre de 2018 y está integrada por más de 50 mujeres. Foto: J. González

TransGirls, activismo y reivindicación


Hoy, Yuli Pérez es una persona nueva, luchadora y feliz. Reivindica un cuerpo curvy y natural, para así hacer entender a la sociedad que las chicas trans no tienen que seguir un mismo canon de belleza: «No siempre tenemos que ser altas, delgadas y tetonas con los labios operados».

Preside la asociación TransGirls, constituida en septiembre de 2018 e integrada por más de cincuenta mujeres que fomentan el respeto por la diversidad. Entre todas asesoran y educan en relación al tema, ya que dentro del colectivo LGTBIQ+, las personas trans e intersexuales son las que más pasan desapercibidas. Ofrecen charlas de orientación y concienciación en colegios y universidades para dar visibilidad. Además, denuncian que en nuestro país el 80 % de ellas está en paro, debido a que sufren una doble discriminación laboral por el hecho de ser mujeres y trans. «Muchas ejercen como prostitutas porque no consiguen encontrar trabajo», subraya.

TransGirls, junto a más asociaciones de toda España, lucha por la implantación de una Ley Trans Estatal para acabar, entre otras cosas, con la exclusión laboral que sufre el colectivo, al igual que para poner fin a la discriminación y las desigualdades.

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