Las salidas profesionales del título son las de dietista-nutricionista, trabajo en el ámbito comunitario o de salud pública, en el ámbito de la restauración colectiva, ámbito industrial, docente y de investigación.  Se ha solicitado al Vicerrectorado de Internacionalización la firma de ocho convenios de movilidad con universidades belgas, italianas, rumanas, chicas y turcas para llevar a cabo los respectivos programas de movilidad del alumnado.

Entre las competencias a las que habilita el título universitario figuran el reconocimiento de los elementos esenciales de la profesión del dietista-nutricionista, «incluyendo los principios éticos, responsabilidades legales y el ejercicio de la profesión, aplicando el principio de justicia social a la práctica profesional y desarrollándola con respeto a las personas, sus hábitos, creencias y culturas», entre otras. Conocer, valorar críticamente y saber utilizar las fuentes de información relacionadas con nutrición, alimentación, estilos de vida y aspectos sanitarios o tener la capacidad de elaborar informes y cumplimentar registros relativos a la intervención profesional del nutricionista- dietista son otras de las competencias descritas en la web.

Se destaca también la importancia de identificar y clasificar los alimentos y productos alimenticios, saber analizar y determinar su composición, sus propiedades, su valor nutritivo, la biodisponibilidad de sus nutrientes, características organolépticas y las modificaciones que sufren como consecuencia de los procesos tecnológicos y culinarios o conocer los procesos básicos en la elaboración, transformación y conservación de los alimentos de origen animal y vegetal.