crítica de cine – Periodismo ULL https://periodismopre.ull.es Diario digital de la Universidad de La Laguna Wed, 25 Apr 2018 13:54:34 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.2 https://periodismopre.ull.es/wp-content/uploads/2016/04/cropped-PULL_Redondo-1-32x32.png crítica de cine – Periodismo ULL https://periodismopre.ull.es 32 32 ‘Ready Player One’ y la revolución de la calidad visual https://periodismopre.ull.es/ready-player-one-y-la-revolucion-de-la-calidad-visual/ Wed, 25 Apr 2018 17:00:18 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=63803 Dile a Kubrick que el mayor homenaje a su carrera vendría de la mano de su colega Spielberg y se pondrá más contento que Jack Nicholson dando hachazos en el mítico Hotel Overlook. Ahora dile que su película, El Resplandor, es el spot de un film sobre realidad virtual, cultura pop y videojuegos. Se habría levantado de la tumba y él mismo habría golpeado la cinta al grito de “¡Aquí esta Jack!”. Ready Player One es una oda visual, un placer para los sentidos. Protagonizada por Tye Sheridan,  Olivia Cooke,  Ben Mendelsohn,  Mark Rylance y Simon Pegg, entre otros, este largometraje recaudó 181,3 millones de dólares en los primeros 3 días desde su estreno.

Wade Watts (Tye Sheridan) es un joven que huye de una sociedad distópica, monótona y gris jugando al mayor y más popular videojuego de realidad virtual: OASIS. Se trata de “un universo virtual completo” en el que “la gente entra por todo lo que puede hacer y se queda por todo lo que puede ser”. Cuando su multimillonario creador muere, todos los jugadores lucharan por encontrar el eastter egg que se esconde en los lugares más recónditos de la plataforma. El premio: heredar toda su fortuna, incluido OASIS. Wade, junto a sus amigos, competirá contra la inicua corporación internacional IOI en numerosas pruebas ambientadas en la cultura pop de los 70, los 80 y los 90.

El perfeccionismo que desplaza a la obsolescencia


Ready Player One está basada en la novela homónima del escritor estadounidense Ernest Cline. Spilberg quiso mantener la infinidad de referencias y guiños a videojuegos, series de televisión, animes, películas, comics y grupos musicales que inundan, fotograma a fotograma, la trama principal. Se trata de la fórmula perfecta para atrapar a las generaciones de 3 décadas de expansionismo cultural. Sin embargo, el aclamado cineasta afirmó haber rechazado plasmar en la gran pantalla todas las menciones a sus películas que, al parecer, no eran pocas.

Es difícil para un director septuagenario transmitir la ética y el estilo de vida gamer sin que suene a crítica o quede anticuado. Sin embargo, el perfeccionismo de este virtuoso del séptimo arte reproduce, e incluso revitaliza, la concepción social de los shooter, los multiplataforma, los de carreras o los de rol. La moraleja que se construye no se aleja de la actual y autócrata filosofía de las pantallas digitales. Un futuro próximo fundado en el miedo social y el cobijo del hardware.

Un CGI sutil y preciso


El tratamiento del CGI (Imágenes generadas por ordenador) delata una obra maestra. Preciso, pues no urge la ambición de una exactitud visual completa, un error que ha arruinado producciones enteras. Combinado con la fotografía y la edición, las escenas de acción potencian la atención de la sala, y el espectador permanece quieto en sus asientos, esclavo del multiplano. La música nos transporta en el Delorean de Regreso al Futuro justo a los años 80.

Una pieza digna del 4K. La revolución del cine es un hecho. Ready Player One es la prueba.

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«El arte es tener la mente abierta, seguir tendencias que aporten algo original» https://periodismopre.ull.es/el-arte-es-tener-la-mente-abierta-seguir-tendencias-que-aporten-algo-original/ Tue, 24 Apr 2018 15:01:19 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=60198 David Fuentefría Rodríguez es profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la Universidad de La Laguna. Su labor se centra en el mundo del cine, las series, el periodismo y la hibridación de géneros, entre otros. De esta forma, en su currículum se encuentran varios análisis destinados al lenguaje audiovisual, a la publicidad, junto con la música rock, y otros orientados hacia la historia de la gran y pequeña pantalla. Ha trabajado en los periódicos  El Día y La Gaceta de Canarias y en gabinetes de comunicación de eventos como el Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife y el Festival de Cortos de La Orotava. Además, coordina el grupo de investigación Cineficaa.

El docente está en este ámbito por pura vocación, pues ya de pequeño dibujaba y escribía. “Opté por la escritura y, al final, lo orienté hacia el periodismo porque también me interesaba cómo funcionaba el mundo. El tema del arte viene por ahí, fue una cuestión puramente personal. Y lo de la investigación pues una vez que empecé a ejercer el periodismo, a los tres meses, me dije que necesitaba algo para oxigenar mi parte artística”, comenta. A su vez, durante su juventud, tuvo un referente: Jesús Quintero, El loco de la colina. «Para mí un ejemplo de periodista. Me gustaba mucho como se dirigía al público. Incluso, cuando yo estaba en la radio, trataba de imitarle”, confiesa.

En la actualidad, está a la espera de publicar su cuarta obra, un manual de crítica de cine para periodistas que se titulará Tu alma por medio dólar. “Es un libro, que, por una parte, le debo a los alumnos de Periodismo. Detrás, hay un proyecto de innovación educativa que hicimos el año pasado, relacionado con el Aula de Cine de la Universidad, de la cual soy secretario. Lo que hice fue coger la página web del Aula de Cine y dejar que escribiesen para detectar las fortalezas y debilidades que tenían a la hora de enfrentarse a lo audiovisual”, manifiesta. Así, el volumen proporciona varias de sus indagaciones en su etapa periodística hablando con varios directores y una serie de pautas para saber elaborar un buen comentario. Igualmente, expone que durante los días 4, 5 y 6 junio, junto al periodista José Andrés Dulce, realizará un seminario sobre la crítica.

La expansión gallega


Al mismo tiempo, acaba de finalizar un sondeo sobre cómo el espectador entiende y disfruta de la influencia de la literatura moderna en diferentes series. Y, relacionado con ello, está la animación gallega. “Estoy acabando un trabajo, que empecé el año pasado, sobre el auge que tuvo la animación gallega en España durante los años 90 y principios del 2000, un poco hasta que empezó la crisis económica en 2008. Hubo un aumento tremendo en Galicia y yo, fiel un poco a mi estela, lo estoy relacionando con la tradición y las leyendas de la zona. Estoy investigando un poco todo esto, los escritores gallegos que se internaron en las leyendas, que son prácticamente todos, y cómo se ha trasladado a las películas de animación de esa época”, revela.

Asegura que lo peor de su puesto es la gestión que tiene que realizar, y, lo mejor, sus alumnos, ellos le refrescan y aprende con cada uno. Asimismo, a la hora de seleccionar los temas a examinar se basa en sus gustos: “No tendría sentido sacarse la carrera investigadora tan larga, como tienen los profesores, si no fuésemos a trabajar en lo que nos gusta. En mi caso, me he dado cuenta que he trabajado mucho en cine y literatura, pero es una cosa espontánea porque leí mucho cuando era joven y, por tanto, he encontrado un montón de referentes para luego en el cine explicar cosas que no se entienden y analizarlas en profundidad”.

“Todos tienen algo”


También, ha realizado grandes proyectos destinados a las series, una categoría que está de moda y que lo atribuye a que los grandes expertos del cine se han ido a este tipo de producciones. Igualmente, el educador no destaca ninguno de sus trabajos. “Me gustan todos. Todos tienen algo. Incluso los que ya veo poco actuales, en su momento, creo que eran punteros”, observa. Como ejemplo, nombra su tesis doctoral acerca del director de El club de la lucha, David Fincher, y la hibridación de los géneros, que, en su momento, le gustó mucho. Dice en broma que tiene en cuenta las reglas de la película de Fincher para la revisión de exámenes.

Por otro lado, opina que el arte es muy difícil de definir: “En 1917 Marcel Duchamp se compró un unirario industrial, lo puso en una exposición de París y declaró que aquello era arte. Entonces, desde ese momento, hay gente que sostiene que el arte está siempre en los ojos del espectador. Para mí es construirte un bagaje, tener la mente abierta, saber apreciar el porqué de las cosas y tener pensamiento lateral. Seguir tendencias que, realmente, aporten algo original”.

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