Cristiano Ronaldo – Periodismo ULL https://periodismopre.ull.es Diario digital de la Universidad de La Laguna Wed, 17 Apr 2019 11:24:24 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.2 https://periodismopre.ull.es/wp-content/uploads/2016/04/cropped-PULL_Redondo-1-32x32.png Cristiano Ronaldo – Periodismo ULL https://periodismopre.ull.es 32 32 Una infancia libre de prejuicios https://periodismopre.ull.es/una-infancia-libre-de-prejuicios/ Wed, 17 Apr 2019 06:05:52 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=96359 Educar a los niños en valores como la tolerancia, la bondad y el respeto a la diversidad tiene una importancia indiscutible. Al igual que hacerlo en igualdad de género. En el desarrollo que se lleva a cabo durante la infancia, la familia y el colegio tienen un papel primordial. Por eso, hay que inculcarles los aspectos mencionados anteriormente acompañados de muchos más. Los que ahora son pequeños, junto con los que son jóvenes y adolescentes, serán en un futuro no muy lejano personas adultas. Adultos que podrán tomar decisiones que influirán en sus vidas y en las de otros, humanos que tendrán el deber de hacer de este mundo un lugar mejor, sin discriminación, para que así las generaciones posteriores puedan disfrutarlo.

Cristiano Ronaldo, jugador del Juventus Fútbol Club, se vio sumergido hace un par de días en una nueva polémica. Todo comenzó cuando el futbolista subió a sus diferentes perfiles de las redes sociales un vídeo en el que aparecía jugando en su casa con dos de sus hijos, Eva y Mateo. O, mejor dicho, jugando a la pelota con este último e ignorando por completo a la niña. En las imágenes se puede apreciar como el deportista se centra en pasarle el balón una y otra vez al niño. La pequeña, tras hacer varios amagos e intentar darle alguna patada al objeto reiteradamente, se percata de que toda la atención por parte de su padre es para el varón, y entiende de alguna manera que la pelota no llegará a sus pies. Se rinde y acaba yendo a buscar otras cosas con las que entretenerse. Finalmente, opta por coger un carrito de limpieza y un escobillón de juguetes.

La sección de comentarios del vídeo fue el lugar en el cual se empezó a denunciar el hecho. A su vez, en la red social Twitter, con el hashtag #EvaTambiénQuiereChutar, se criticó duramente la situación protagonizada por la familia. El audiovisual, que cuenta con más de 27 millones de reproducciones, se volvió viral rápidamente y personas de todas las partes del mundo acusaron al jugador portugués de machista.

¿Por qué ignoró a su hija y no le pasó la pelota?


Ronaldo, un personaje público que posee la friolera cantidad de 162 millones de seguidores solo en Instagram, quizás no fuera consciente de la realidad de ese momento. O quizás sí, pero no se percató del error que estaba cometiendo ya que, ante sus ojos de hombre blanco, triunfador y heterosexual, esta era una situación normal. Y ahí está el problema, en normalizar y reproducir conductas sexistas y machistas en nuestro día a día sin darnos cuenta, ya que a lo largo del tiempo se han ido asentando en nuestras vidas. Tenemos que erradicar este tipo de discriminaciones a través de la educación y la formación cuanto antes.

Vivimos en una sociedad que por tradición se basa en el binarismo de género, es decir, en la clasificación del sexo y del género como dos formas distintas que complementan a lo masculino y lo femenino. El sexo viene determinado biológicamente, ya que una persona nace como hombre o mujer. En cambio, el género es una construcción cultural y social que puede aprenderse, cambiarse o manipularse y que define diferentes características de la identidad y el comportamiento de una persona.

Los juguetes, agente de desigualdad de género en la infancia


Durante la infancia nos enfrentamos sin darnos cuenta a demasiadas situaciones sexistas que son impuestas por factores externos. Uno de los agentes principales que fomentan la desigualdad de género durante esta época de nuestra vida son los juguetes, ya que a través de estos se transmiten valores a los más pequeños. También, a raíz del juego, se aprenden actitudes y habilidades. La mayoría de los anuncios sobre ellos en revistas, en la televisión e incluso los escaparates de las tiendas, muestran distinciones de sexo entre niños y niñas que acaban influyéndoles, ya que sus mentes a estas tempranas edades son moldeables.

En épocas señaladas como la Navidad esto suele estar muy presente. Por un lado, tenemos las chicas, a las que se le suelen atribuir el uso de las muñecas, las labores de la casa, la belleza y el maquillaje, junto con el color rosa. En contraste, a los chicos se les suele identificar con los superhéroes, los coches, los deportes y el color azul.

La cadena de restaurantes McDonald’s siempre ha fomentado el sexismo con los juguetes que regala cuando compras un menú Happy Meal. En los últimos años se han popularizado bastante las peticiones en sitios web como Change.org para pedir a la empresa de comida rápida acabar con esta situación.

Todo esto lo único que hace es promover un juego que es cómplice de la desigualdad, y que coarta la libertad de los niños sin estos ser conscientes de ello, ya que se les dice con qué tienen que jugar independientemente de los gustos que tengan y qué roles tienen que seguir en la vida, encerrándoles en un determinado papel que concuerde con sus sexos. Para educar en igualdad hay que apartarles de todas esas costumbres y estereotipos que han sido impuestos por tradición de una generación a otra.

¿Qué pasa cuando un niño quiere jugar con una muñeca o una chica con un superhéroe?


Hay que respetar las decisiones de los más pequeños y aceptar la individualidad de cada persona, para así permitirles ser ellos mismos y reforzar su autoestima. Tenemos que fomentar un juego sin exclusiones de género y evitar los prejuicios, del mismo modo que impedir la distinción de juguetes y de colores por sexos.

Ejemplo de esto fue el caso de Adele. En el año 2016, la cantante británica visitó junto a su pareja y a su hijo Angelo de tres años, el parque californiano Disneyland. Para la ocasión, el niño quiso vestirse de princesa. Su madre, dejando a un lado los patrones de género apoyó la decisión del pequeño. De la misma forma lo hizo la actriz Megan Fox con su hijo, el cual se disfrazó por carnaval también de princesa, en esta ocasión de Elsa, una de las protagonistas de la película Frozen.

Solo puedo aplaudir este tipo de decisiones tan positivas tomadas por niños y padres. Del mismo modo, no debemos olvidar que las personas adultas deben corregir también el sexismo que forma parte de sus vidas, ya que en mayor o en menor medida todos cometemos conductas de este tipo. Confío en que poco a poco la sociedad vaya avanzando de manera positiva, permitiendo una convivencia en la que reine el respeto por la diversidad y por la vida de cada persona, al igual que por la libertad individual. Todos tenemos el derecho a ser felices.

 

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No son dioses https://periodismopre.ull.es/63848-2/ Tue, 15 May 2018 16:00:14 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=63848 No. No lo son. Pese a la creencia popular, las personas que juegan a fútbol no dejan de ser eso: personas. Siguen siendo terrenales. Sí, pese a que sean muy buenos en los suyo, levanten pasiones y sean casi superhéroes para muchos. Y aunque cobren cifras tan grandes que se nos escapan de la imaginación. Siguen siendo seres humanos, con derechos y obligaciones. Para lo bueno y para lo malo. No están exentos de sus deberes, porque sí, los tienen. Entre ellas, pagar sus impuestos al igual que el resto de ciudadanos del país.

Cristiano Ronaldo está siendo investigado por Hacienda por un presunto fraude de 14, 7 millones de euros en relación con sus derechos de imagen. Pero aún hay más, ya que el mejor jugador del mundo también se aprovechó de la Ley Beckham (rebautizada precisamente por culpa del ex jugador madridista) que permite a los extranjeros que se muden a España para trabajar, puedan tributar como no residentes.

Esto último no atenta contra la ley, pero sin duda es de dudosa moralidad. Lo que sí es delito son los cuatro fraudes fiscales de los que la Sección de Delitos Económicos acusa a la estrella del Real Madrid entre 2011 y 2014. Es probable que alguien por una cifra mucho menor acabe en la cárcel, pero en el caso del portugués se antoja casi imposible.

Existen antecedentes en España, y otras estrellas de la talla de Lionel Messi, quien fue condenado a 21 meses por defraudar 4, 1 millones de euros y por cometer tres delitos fiscales logró evitar la entrada en prisión gracias a multas económicas pagadas precisamente con el dinero antes ocultado. Otros futbolistas como Neymar Júnior, Iker Casillas o Xabi Alonso también vivieron la misma situación y pese a los indicios de delito, se libraron de cualquier pena milagrosamente. Y es más que posible que la historia se repita en esta ocasión.

No son dioses, pero a veces lo parecen. Por el trato de favor que reciben por parte de la justicia, que según refleja la Constitución debe ser igual para todos los ciudadanos, independientemente de su condición.  Y por el apoyo de una gran parte de la población, que no es capaz de dejar los fanatismos de lado y condenar acciones que van en contra de los intereses de todos.

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«Cuando salto al campo no hay otra reacción que no sea correr y darlo todo» https://periodismopre.ull.es/cuando-salto-al-campo-no-hay-otra-reaccion-que-no-sea-correr-y-darlo-todo/ https://periodismopre.ull.es/cuando-salto-al-campo-no-hay-otra-reaccion-que-no-sea-correr-y-darlo-todo/#comments Sun, 21 Jan 2018 21:08:27 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=45243 Miguel Romero Piedrahita estudia cuarto de Periodismo en la Universidad de La Laguna, juega al fútbol en el Parroquia Santos Reyes, conjunto gomero de la Primera Regional, hace covers, baila y escribe poesía, entre otras cosas. Detrás de esta extensa lista se esconde un viaje que empezó en Colombia, pasó por México, Península Ibérica y aterrizó en Tenerife, donde ya se ha asentado sintiéndose tal y como dice «un canario más». De su futuro profesional, trayectoria futbolística, sueños y aspiraciones habla con PERIODISMO ULL.

Actualmente juegas en el Parroquia de los Santos Reyes de La Gomera que se encuentra en Primera Regional. ¿A qué aspira el equipo y tú individualmente? “Realmente aspiramos a mantener la categoría para no meternos una presión excesiva. Pero siendo sincero yo soy muy exigente y si veo que tenemos potencial siempre me gustar llegar a la liguilla de ascenso o más. Yo me pongo estas metas exigentes porque a mi parecer cuando te propones solo salvar la categoría y desciendes es un fracaso, mientras que si optas a cotas más altas y no lo logras quedas a media y tabla y no quedas tan mal parado como la otra forma”.

Al ser un club de otra isla, ¿es complicado a la hora de partidos o entrenamientos? “Sí es verdad que jugar en otra isla es complicado porque dependes de la responsabilidad de los jugadores que no somos de La Gomera, en este caso. Yo estuve estudiando mucho tiempo en el campo del Taco San Luis con la gente de mi equipo y solo íbamos 3 y faltaban muchos. Otra vez nos trasladamos al campo del Valeriana y solo fuimos un compañero y yo, así que decidí entrenar por mi cuenta. Es complicado a la hora de cumplir si no tienes al entrenador aquí presente ni al grupo entero y, sobre todo, en términos de compenetración. Pero al final le echamos ganas y a ver lo que sale. Ja, ja, ja…”.

«De todos los sitios en los que he jugado diría que para mí el nivel en Tenerife es uno de los mejores»


¿Cuándo empezaste a jugar a fútbol y por qué? “Conocí el fútbol de pequeño al visitar un estadio en México, me gustó lo que vi y como quien dice copié y pegué. A lo que es jugar empecé en los parques y las canchas a eso de los 8 años y era un paquete, no sabía conducir bien el balón, los pases, etc. Solo tenía velocidad. Me federé a los 12 años en Murcia con el Molina de Segura y, a partir de ahí, fui mejorando y hasta hace unos tres años diría que no alcancé un nivel alto de juego”.

Eres colombiano y has vivido en Toledo, México y Tenerife. ¿Siempre has jugado a fútbol? “He estado en muchos sitios en la Península podría hacer una lista ja ja ja. Pero realmente no he jugado a fútbol en todos los sitios, por ejemplo en México estuve siete años y nunca me federé. De todos los sitios en los que he jugado diría que, en cuanto a nivel de juego, para mí el de Tenerife es uno de los mejores”.

¿Te ha sido difícil adaptarte a cada sitio nuevo? “La verdad que sí que fue difícil sobre todo porque las federaciones no lo ponen nada fácil a determinados países de Sudamérica a la hora de las fichas, etc. Es más tuve que estar 15 partidos parados aquí en Tenerife cuando fiché por el Barranco Hondo porque necesitaba un certificado de que estaba viviendo aquí, etc. Lo gracioso es que no venía directamente de América sino de Toledo, del mismo país, pero aun así tuve que hacer mucho papeleo y fue una vergüenza. Desde mi punto de vista tiene mucho que mejorar en este sentido la Federación Tinerfeña de Fútbol”.

«El fútbol me apasiona y siempre digo que soy más del fútbol que de cualquier equipo»


¿Cuál ha sido tu mejor momento deportivo? “Realmente han sido los que he vivido de tres años para acá porque me ha tocado el rol de liderar un poco el equipo, ser referente en ataque y es un reconocimiento de todo lo que luchado. Además, el Tenerife se fijó en mí y me quiso fichar, pero tuve dos roturas musculares justo en el encuentro en el que el ojeador vino a verme, así que no pude cumplir ese sueño”.

¿Cómo ha sido ese proceso de crecimiento como futbolista? “Pues lento pero con buenos resultados. Como comenté era bastante malo y yo aun así fui mejorando y haciendo oídos sordos, a pesar de todas las cosas que se decían. También en esto me ayudó bastante mi madre camuflando un poco la situación. El fútbol me apasiona y siempre digo que soy más del fútbol que de cualquier equipo y esto también fue importante a la hora de seguir adelante y crecer».

Un referente futbolístico y alguien a quien consideres que te pareces en tu forma de jugar… ¿Por qué? «Un referente actual, como buen madridista, sería Cristiano Ronaldo por el hecho del trabajo y el esfuerzo. Me veo identificado. Aún así no me gustaría olvidarme de Ronaldinho que para mí fue el dios del fútbol. Mejor que Pelé o Maradona. Realmente yo siempre he querido jugar como él porque siempre lo hacía todo con una sonrisa en la boca. En cuanto a quién me parezco diría que a Theo Walcott, ya que mi característica principal es la rapidez».

«Para mí la poesía es un trozo de vida que se queda guardado para siempre»


Estudias cuarto de Periodismo en la ULL, ¿es difícil compaginar el deporte con los estudios? “Yo considero que no. Lo difícil de compaginar son las actividades externas. En mi caso es trabajar, echar un ojo a un proyecto musical o antes participar en un musical y en un programa de radio”.

Terminas este año la carrera, ¿a qué te gustaría dedicarte y cuáles son tus planes académicos a corto plazo? “Me gustaría tener más tiempo para asentarme y escribir poesía y canciones a nivel profesional tomándomelo más enserio. En cuanto a lo académico no pretendo hacer ningún máster e, incluso, barajo la opción de entrar en el ejército, para poder vivir de algo, pensar qué hacer más adelante y trabajar durante los dos años que te piden”.

Eres un apasionado de la poesía. ¿Cómo desarrollas esta pasión? «No puedo vivir sin poesía y sin música. Ahora mismo no puedo dedicarle mucho tiempo a la lírica estricta y profesional, así que solo plasmo lo que siento. Los amantes de la fotografía dicen que las fotos son un trozo de vida que queda grabado para siempre pues para mí la poesía es lo mismo, un trozo de vida que se queda guardado para siempre. En mi caso las publicaciones que hago en las redes sociales, pequeños microrrelatos, las notas del móvil, etc”.

«Mis covers se ajustan a experiencias o situaciones que yo he vivido, aunque también me guio por el ritmo y si llego al tono»


Y la música… “Pues actualmente me centro en hacer covers de canciones porque no tengo los medios necesarios para hacer las mías propias, pero desde que tenga la posibilidad de tenerlos las haré. Mi idea es ser cantautor. Cantar y sentir aquello que canto. Para mí es igual de importante la voz, la música y sentir lo que cantas. A mí no me vale que la gente cante algo que no ha sentido o se haya imaginado. Muchos artistas lo pueden hacer pero yo no soy capaz. Mis covers se ajustan a experiencias o situaciones que yo he vivido principalmente, aunque también me guio por el ritmo e, importante, si llego al tono ja ja ja. Aun así a veces arriesgo, sale mal y lo subo igualmente para ver mi progreso en el futuro”.

Haces covers en Instagram. ¿Qué te viene a la cabeza para coger el móvil o la cámara y grabarte? “Lo primero que me viene a la cabeza es: ‘qué bonita es esta canción voy a escuchar y leer la letra’. Una vez escuchada y leída la analizo en cuanto a las emociones que transmiten cada parte. Aunque parezca que consiste en coger el móvil grabarte y ya, yo me tomo mi tiempo para ver qué intenta expresar en cada frase y esto lo aprendí en un taller de interpretación del Musical.IES. Otro motivo de porque los hago es para ver mis errores, corregirlos y palpar mi progreso para cuando me apunte en una escuela de canto, que espero que no sea dentro de mucho”.

«La experiencia en el Trofeo Rector fue muy buena y bonita, para quien le gusta el deporte es una gozada»


¿Cómo fue la experiencia del Musical.IES? «Pues en el Musical.IES estuve hace un par de años y tuve la suerte de participar en varios números como cantante y bailarín. Me quedé con una experiencia increíble y lo recomiendo mucho, ya que te enseña a quitarte los nervios de encima y reaccionar ante una audiencia muy grande, unas 5.000 personas en dos días. Ves cómo te tiemblan las manos pero te dices a ti mismo: ‘Esto lo tengo que sacar porque han confiado en mí'».

Has participado en algún Trofeo Rector. ¿Cómo fue la experiencia? “La verdad que fue muy buena y bonita, para quien le gusta el deporte. Jugar más de una vez por semana es una gozada. Cuanto más fútbol mejor. También tiene su lado negativo si entrenas, que no es mi caso ahora pero el año pasado sí me pasó. Entrenaba varias veces en semana y jugaba el Rector, por lo que se me sobrecargaban los músculos. Me propuse jugar a baja intensidad para no forzar pero, realmente, cuando salto al campo no hay otra reacción que no sea correr y darlo todo. Yo siempre me dejo todo en el campo e incluso llegué a jugar con una microrrotura muscular el torneo universitario”.

¿Mejorarías algo del torneo? “Si tuviera que mejorar algo diría las condiciones de los terrenos de juego. Cuando participé era peligroso jugar con botas que no fueran de césped natural y este no estaba en muy buen estado. Y quizás los horarios, aunque sé que es difícil organizar a toda una comunidad universitaria”.

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Ahora más que nunca https://periodismopre.ull.es/ahora-mas-que-nunca/ Sat, 23 Dec 2017 18:08:40 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=43456 Después de la abultada derrota de hoy en el Clásico (0-3), los blancos se posicionan a 14 puntos (con un partido menos) de su enemigo íntimo, el Fútbol Club Barcelona. Yo, madridista de pro, apagué la tele, me enzarcé en un par de debates wasaperos sobre las causas de tal debacle y, como amante del escribir, decidí ponerme delante del ordenador como bálsamo para mis heridas futboleras. Necesitaba contar qué significa y ha significado el Real Madrid para mí. Porque ahora más que nunca hay que tenerlo claro.

Mi madridismo no es de cuna, pero nació a temprana edad, concretamente a los cinco años. La causa, aún me la pregunto o no la recuerdo. A lo mejor, tuvo influencia la pasión vikinga que tenía el hermano de mi mejor amigo por aquel entonces, pero prefiero pensar que fue fruto de una casualidad.

Mi afición hacia el conjunto madrileño fue dando sus primeros pasos y, ¡vaya qué primeros!, ya que en la temporada 2001-2002 el Madrid de Del Bosque se alzaba con la novena Champions League. Sí la de la volea espectacular de Zidane al Bayer Leverkusen. Qué mejor manera de empezar esta pasión que, a día de hoy, genera en mí todo tipo de emociones (que se lo cuenten a mi madre).

El madridista de la clase


Disfruté la época de los galácticos con ilusión. Tanta estrella sobre el campo: Beckham, Ronaldo, Zidane, Raúl, Figo, Roberto Carlos, Casillas… Pero mis ojos y mi admiración plena estaban sobre un futbolista: Raúl González Blanco. ¡Oh capitán, mi capitán!

Por aquel entonces, estaba en primero de Primaria y era el centenario del club. A raíz de ello, el afamado tenor Plácido Domingo compuso un himno conmemorativo. Durante una actividad de clase, la profesora nos pidió que nos levantaramos del asiento y cantaramos una canción que nos gustara. Yo, como no podía ser de otra forma, aclaré la voz y, con orgullo, entoné en modo ópera la pieza de Plácido Domingo: «Hala Madrid, Hala Madrid, campo de estrellas donde crecí..». Había quedado marcado de por vida, el madridista de la clase. ¡Y encima la profesora colchonera! Pues bien, por si fuera poco, ese mismo año pude palpar el madridismo en primera persona y cumplir un sueño. Visitar ese campo de estrellas del que hablaba el artista, el Santiago Bernabéu.

Corría el año 2003 y era mi primer viaje fuera de las Islas. Todo por el Madrid. Pobre de mi madre (nada futbolera) que tuvo que acompañarme a cumplir mi capricho. Todo el viaje fue inolvidable, pero cuando subí las escaleras del estadio todo pasó a segundo plano. Petrificado y apoyado en una baradilla me quedé observando el coliseo con el que tanto había fantaseado. Allí estaba con la boca abierta y sin hacer movimientos, mientras mi madre me gritaba: «¡Jorge, Jorge!, ¿te gusta?». Tras recuperarme del shock, respondí: «¡Increíble!».

Desde ese entonces mi corazón se tiñó aún más de blanco. Tanto es así, que fue el principal motivo por el que sufrí en el colegio y en los primeros años de mi existencia. Esos fines de semana en los que el Madrid perdía eran duros. A veces lloraba, otras no me apetecía cenar y, para más inri, tocaba al día siguiente cole. Horrible. Tenía que soportar a mis compañeros chinchándome y eso lo detestaba, aunque a veces iba de gallito con la equipación. Era un precio que tenía que pagar.

Cumpliendo sueños


A ello no ayudó al zafarrancho que se montó en el club tras los Galácticos. Tres años sin títulos, un baile continuo de entrenadores y la dimisión de Florentino Pérez. Durante esa época tormentosa pude cumplir otro sueño, el cual era ver jugar al Madrid en vivo. La suerte del sorteo copero emparejó al Tenerife, por ese entonces en Segunda División, con mi amado equipo. Tenía que ir sí o sí, y así fue. Pero como suelen hacer muchos conjuntos en Copa, los blancos, que vistieron de negro ese día, llegaron al Heliodoro llenos de suplentes. Vamos que no pude ver a mi ídolo Raúl. Aún así, siempre guardaré el recuerdo de un golazo de Solari de falta que clasificó a los de la capital (1-2). Si se preguntan con cuál de los dos iba, creo que está claro.

Con Ramón Calderón en la presidencia, el Madrid enderezó el rumbo deportivo con dos títulos ligueros, pero el Barcelona de Rijkaard seguía intratable y reinaba en Europa con un fútbol envidiable. Fueron años duros para el madridismo y para mí también, aunque esas dos ligas las viví con mucha intensidad. A pesar de ello, pude volver al Bernabéu a ver un encuentro de Liga frente al Murcia, y esta vez con Raúl sobre el verde. Fue un enfrentamiento con pocos goles, pero ganó el Madrid y yo así era feliz. Gol de Sneijder por cierto. La gran remontada de la Liga de Capello o el pasillo del Barcelona al Real Madrid de Schuster, fueron otros dos orgasmos para mis sentidos.

Llegaba la era Pep para los culés. Tiempos difíciles. A pesar de las manitas, los 2 a 6 y demás humillaciones, visité por tercera vez el coliseo merengue en 2009. Esta vez con el Tete en Primera y viajando con una peña tinerfeñista. Vestía de blanquiazul, pero en el fondo tenía claro quién quería que ganara. Y mis deseos se cumplieron. Todavía me acuerdo cómo me perdí en ese inmenso estadio al ir a comprar una Coca Cola.

Tiempos difíciles


Ese fue el último año vestido de blanco de mi ídolo Raúl. Tengo guardado en la memoria su acto de despedida y cómo, sin querer, caían lágrimas de mis ojos. ¿De quién me compro yo ahora la camiseta?, me preguntaba. Aún así, siempre me quedará el consuelo de poder verlo a escasos metros anotando en el duelo liguero en el Heliodoro. Un festín blanco de goles que gocé en silencio.

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Como comenté, probablemente, haya sido la etapa más compleja, pero pasó y con ella llegó la de Mourinho. Volvimos a ser competitivos, ganamos una copa al eterno rival y se alzó la Liga con un récord de puntos. Fue bonito mientras duró, ya que el ambiente incendiario que creó el portugués desembocó en desastre y división. Tocaba sufrir de nuevo y, mientras, la Décima no llegaba.

Fueron años en los que mi casa tuvo que sufrir más que nunca mis gritos y mi pasión futbolística frente a la tele. «Jorge algún día te da un ataque, te voy a apagar el televisor», «¿ hoy juega el Madrid ?, ayy noo», «Jorge control», son solo algunas de las frases que, a día de hoy, me sigue diciendo mi familia cuando me siento a ver a mi equipo. Gajes del oficio.

«No tenía suerte en el amor ni en el juego como quien dice, pero mi Madrid triunfaba y eso me valía»


Y llegamos a estos cinco últimos años. Una época dorada: 3 Champions, 1 Liga, 2 Copas del Rey, 3 Mundialitos de Clubes, 1 Supercopa de España y 3 Supercopas de Europa. Todo un festín de entorchados.

En su primera temporada, Ancelotti logró el anhelo del madridismo: la Décima. Ya mi memoria apenas recordaba esa novena, así que deseaba volver a ver al Madrid conquistando la Champions League. Para mi desgracia, el mismo día de la final tuve mi graduación. Tuve que tirar de móvil y disimular para que nadie notara que hacía caso omiso al acto. Jugaba el Madrid y lo primero es lo primero (algo que también decía a mi exnovia cuando quería quedar y los vikingos disputaban un choque). La ceremonia avanzaba y los merengues perdían, encima contra el Atlético de Madrid. De las gradas derrepente, e interrumpiendo el evento, se oyó un grito de gol. Tocaba averiguar si era de los blancos. Y efectivamente, había nacido la leyenda de Ramos y el minuto 93. El desenlace, ya todos lo sabemos.

El exceso de mano izquierda mató a Carlo y llegó Benítez. Una vieja gloria en los banquillos que se estrelló con todo el equipo. Tocaba arreglar el desaguisado y Tito Floren tocó el corazón y añoranza del madridismo designando como técnico a Zinedine Zidane. El mago francés, el de las ruletas y controles exquisitos que admiré cuando era niño por la tele.

«Hasta el final vamos Real»


Zizou dio la vuelta a la tortilla, hizo temblar al Barça en Liga y se apuntó la undécima Copa de Europa contra el Atleti. Esta vez sí pude disfrutar de la final y de una tanda de penaltis, la cual viví tapándome con un cojín como si de una película de terror se tratase. Al final, Cristiano Ronaldo resolvió y la fiesta se apoderó de la habitación que compartía con varios amigos, para desgracia de los vecinos.

Pero estos tiempos tan felices se prolongaron al año siguiente. Doblete de Champions y Liga. Yo no tenía suerte en el amor ni en el juego, como se dice, pero mi Madrid triunfaba y eso me valía.

La nueva temporada daba comienzo con más éxitos y, por ende, alegrías para un servidor. Supercopa de Europa, baño y masaje al Barcelona en la Supercopa de España… Todo invitaba a dibujar un escenario victorioso. Se hablaba de la mejor plantilla de la historia, de paseo por Europa y en el campeonato liguero, etc. Pero hoy, solo unos meses después, la realidad es otra. Quizás el futuro de los blancos no esté del todo claro, pero yo, después de haber hecho un recorrido por todos mis recuerdos madridistas, sé que, ahora más que nunca, «hasta el final vamos Real».

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El verdadero significado https://periodismopre.ull.es/grandes-deportes-si-pero-minoritarios/ Sat, 16 Jul 2016 08:43:52 +0000 http://periodismo.ull.es/?p=7635 Desde tiempos inmemoriales el deporte ha unido equipos, ciudades e incluso países.  Lo utilizamos como fuente de liberación: animamos, gritamos, reímos, insultamos y hasta lloramos. Millones de personas han contemplado como récords mundiales (aparentemente imbatibles) se pulverizan, hasta el punto de parecer imposibles.

Personalmente, he vivido la mejor época deportiva de España: desde los récords mundiales de Mireia Belmonte, pasando por el impresionante palmarés de Nadal, hasta los innumerables logros de Contador. He visto a Beitia volar, a Carolina Marín soñar y a Gasol llorar de alegría. Sin embargo, nada unió más a España que el Mundial de Fútbol de 2010, cuando el equipo de Del Bosque se trajo la copa a casa.

Con el paso del tiempo, la verdadera esencia del deporte se ha ido perdiendo, hasta el punto de que, hoy en día, no vemos más allá de lo que algunos quieren. Por ello me pregunto: ¿Cuándo se ha convertido en un escaparate? ¿Cuándo nos ha dejado de importar los logros de nuestros deportistas? ¿Por qué los medios de comunicación ningunean a los deportes minoritarios, que por otro lado hacen grande a España?

«Importa más el pelo de Sergio Ramos que mi récord del Mundo»


«Importa más el pelo de Sergio Ramos que mi récord del Mundo», confesó Mireia tras su marca en los 400 metros libres, la cual no tuvo ninguna repercusión en España. Por otro lado, la selección de Rítmica alcanza el oro en el último mundial y ni una mención, ni una portada ni ninguna felicitación. Sin embargo, el destino veraniego de Messi o la nueva novia de Ronaldo protagonizan las secciones deportivas de los telediarios.

Para España, y según parece, para la mayoría de los españoles, la palabra deporte es sinónimo de fútbol. No contentos con eso, hemos convertido a los medios de información deportiva en revistas del corazón. Al final, nos ofrecen lo que consumimos y si vende más la ropa que Neymar se puso en su último cumpleaños que la medalla de oro de Ruth Beitia, la culpa es solo nuestra.

La clave del problema reside en la ignorancia, el desconocer el esfuerzo diario que realizan, el trabajo que implica alcanzar un mundial, el tiempo que debes invertir para participar en unas olimpiadas. En resumen, todo lo que se supone como necesario para conseguir la supuesta gloria.

Por un momento, quisiera que se pusieran en la piel de un deportista que corona un podio. Quisiera que vivieran la emoción, la felicidad y el orgullo que sienten todos y cada uno de los que nos representan. Quisiera que piensen en lo que significa dejar a tu país en lo más alto y que apenas se muestre una pizca de agradecimiento. Solo cuando esto ocurra, los españoles volveremos a recordar el verdadero significado del deporte.

 

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