La jornada contará con la participación de diferentes asociaciones y organizaciones enfocadas en discapacidades. Entre ellas, Fundación Canaria Personas con Sordera (Funcasor), Fundación Sonsoles Soriano, Federación de Asociaciones de Personas Sordas de las Islas Canarias (Fasicán), Colegio Echedey y Hermanas Hospitalarias. Estas son un elemento clave en los procesos de Aprendizaje-Servicio. «Sin ellas sería imposible llevar el acto a cabo», expone Cáceres.

Según Alex García, la jornada está dirigida tanto a personas con discapacidad y al estudiantado de Trabajo Social, como a todas las personas que tengan interés en asistir. «La puertas estarán abiertas para todo tipo de público», aclara el alumno.

«Existen personas con capacidades y habilidades diferentes»

El evento persigue el objetivo principal de sensibilizar a la sociedad acerca de los tipos de discapacidades que existen. Según palabras de García, se intenta concienciar de que el hecho de tener una discapacidad no hace a las personas incapaces. «Se quiere dar a entender que no existen personas con o sin discapacidad, sino que existen personas con capacidades y habilidades diferentes», concluye.

«Se trata de un evento que da información detallada y contextualizada sobre los cambios que implica la aplicación de esta nueva normativa», explica Celsa Cáceres, la directora académica del proyecto y profesora del Departamento de Ciencias de la Comunicación y Trabajo Social de la Universidad de La Laguna. «Lo que queremos es ayudar a explicar de manera profunda el cambio de paradigma que supone la reforma de la normativa», asevera Cáceres.

La jornada, organizada por la Fundación Tutelar Canaria Sonsoles Soriano Bugnion, contará con el apoyo de profesionales del ámbito jurídico y del Trabajo Social que se encargarán de abordar, desde un punto de vista práctico, las cuestiones de carácter teórico y disciplinar de la reforma legislativa. El evento se presenta como un acto conmemorativo por el Día Mundial de las Personas con Discapacidad, celebrado cada 3 de diciembre.

División de la jornada

La primera parte del seminario, que se llevará a cabo mañana a las 16.00 horas, estará enmarcada en las medidas de carácter general de apoyo a la personas con algún tipo de discapacidad. De manera más específica, se desarrollarán los aspectos voluntarios y judiciales.

Destinada en especial al alumnado del Grado en Derecho o Trabajo Social, la sesión inicial de la actividad concluirá con una ponencia que expondrá, entre otras cosas, los aspectos que tienen como fin facilitar el acceso a la justica de las personas con discapacidad.

En lo que respecta al segundo día de jornada, contará con diversos stands de las entidades y organizaciones presentes en el acto. De esta forma, se aspira a mostrar el papel que tienen los grupos profesionales destinados a la ayuda social. También, se explicarán temas como el papel de la Fiscalía, la importancia del informe social y pericial, el papel de la abogacía y, finalmente, el impacto de la Ley 8/21 en las entidades que trabajan en el ejercicio de la capacidad jurídica.

«Las jornadas han generado una triple alianza»

Por otra parte, de acuerdo con la Convención Internacional de Derechos de las Personas Con Discapacidad (PCD), se estudiará la necesidad de apoyo para ejercer la capacidad jurídica, además de las bases principales para transformar las formas de tutelas en lo que a la incapacitación judicial se refiere.

Tras la preparación de la jornada, Celsa Cáceres afirma que se ha generado una triple alianza. «Por un lado, hay que poner en valor la alianzas universidad-sociedad. También la que se ha generado con la Fundación colaboradora que, además, ha sido un referente de apoyo. Y, por último, una alianza disciplina con la Facultad de Derecho y, sobre todo, con el alumnado».

Las jornadas, que cuentan con tres ediciones anteriores, surgieron cuando, según Cáceres, “nos dimos cuenta de que la Facultad era inaccesible”. Además, afirma que “en ese momento decidimos que era necesario visibilizar esta realidad social y hacer que los alumnos se concienciasen en este ámbito y aprendiesen divirtiéndose”. Organizaciones como Coordi Canarias, Apanate, Fasican, Funcasor, Inserta, Down Tenerife, Apedeca, Fundación Tutelar Sonsoles Soriano, Atem Tenerife, ONCE y Ascatec colaboraron con las jornadas realizando múltiples actividades para promover y dar a conocer su labor.

Guatativoa Teatro ejecutó la obra Bailar un tango en Madrid. El elenco, formado en su totalidad por personas con discapacidad, demostró su valía y dotes artísticas, rompiendo barreras y falsos estereotipos. En cuanto a las actividades, además de un circuito con silla de ruedas, hubo juegos como el de mito o verdad para desmontar falacias creadas a partir de la discapacidad o una dinámica con cartas de memoria, en la que tenías que buscar parejas con símbolos que representaban diferentes tipos de discapacidad.

Como afirma Cynthia Fernández, en las Jornadas “aprendes a trabajar las diferentes discapacidades de forma más lúdica, a trabajar en equipo y organizar eventos de esta categoría”. Por su parte, Víctor Sosa considera que “es una oportunidad para llevar a la práctica lo aprendido en clase y hacer que los estudiantes que no estudian Trabajo Social conozcan de primera mano la diversidad social que existe”.

¿Cuáles son las dificultades más comunes a la hora de la integración de las personas sordas en el ámbito escolar? “Las que tienen que ver con las barreras de la comunicación. La mayor parte de las personas sordas no adquieren espontáneamente el lenguaje verbal como consecuencia de su sordera, sin embargo, la vía que se utiliza en los colegios es el lenguaje oral. Si no se introducen dispositivos o estrategias comunicativas que compensen ese déficit, las personas sordas se quedan con menos de la mitad del mensaje que se transmite”.

¿Qué distinción hay entre personas con sordera e individuos sordos? “Las personas sordas profundas no oyen nada y no se pueden aprovechar de la funcionalidad de las prótesis auditivas. En este caso, deben utilizar el lenguaje de signos como vehículo comunicativo. Por otro lado, están las personas hipoacusias que tienen una pérdida auditiva, pero sí pueden aprovecharse de las ayudas auditivas, como los audífonos. Necesitan dispositivos como la frecuencia modular, que lo que hacen es establecer una línea de comunicación directa entre la persona que habla y la que escucha, eliminando todos los ruidos. Es la ideal. Asimismo, hay que destacar la existencia de un subgrupo de personas sordas. Son tratadas con un implante coclear desde su infancia, por lo que pasan a ser consideradas como personas con sordera, ya que, tienen un dispositivo que les permite oír”.

¿Cómo funciona este implante coclear? “Este aparato sustituye la cóclea que es una de las partes más importantes del oído y lo que hace es que las personas tengan un equivalente en sus pares oyentes, tanto en la adquisición del habla como en la capacidad de reconocimiento auditivo. Se le implanta al bebé, entre los doce y 24 meses, que es justo cuando comienza a hablar y se ganan tres o cuatros años en el tratamiento de la sordera”.

Implantación del lenguaje de signos en los colegios

¿Qué metodología debe seguirse en los centros educativos? “A nivel didáctico hay que mantener estrategias y metodologías activas y dinámicas, que dejen que los niños progresen a su ritmo. La base es garantizar que niños y niñas con sordera escuchen y comprendan lo que se les cuenta. Luego, a las personas sordas las debemos ayudar con la implantación del lenguaje de signos, facilitando su integración, no solo educativa sino también social”.

¿Cómo puede la sociedad facilitar la integración de estas personas? “Si queremos que las personas sordas disfruten más de los servicios que tiene la sociedad abierta, debemos hacer unos servicios accesibles, eliminando la barrera de la comunicación con dispositivos tecnológicos. Hasta hace un par de años, las personas sordas que sufrían un accidente no podían comunicarse con el 112. Se acabó diseñando un sistema alternativo para ellas. Otro ejemplo, cuando una persona mayor que utiliza audífonos quiere ir al teatro, estos deben tener bucles magnéticos que limpien el sonido. En los tranvías, no solo tiene que oírse el nombre de la parada, también tendría que haber una pantalla que indique el lugar, etc. Son personas que tienen inquietudes y motivaciones, igual que nosotros. La única diferencia es que muchas de las situaciones cotidianas no las pueden realizar porque no oyen. Considero que las personas sordas se contentarían con una sociedad más visual y menos auditiva”.

Por parte de las instituciones, ¿qué medidas cree que debe llevar a cabo el Gobierno?  “Una respuesta institucional sería que hubiera ayudas económicas con la cuantía suficiente para sufragar realmente los gastos derivados de la sordera. Los implantes los paga la Sanidad Pública, pero el repuesto y mantenimiento corre a cargo de las familias. Además, a partir de los 18 años no los cubre, es decir, solo hay una cuantía hasta los seis años y otra hasta los 18. Ante esto, actualmente hay una proposición de ley en el Parlamento de Canarias para hacer frente al coste”.

«Los Servicios Sociales realizan un trabajo de primera línea y, a veces, no hay tiempo ni recursos»

¿Cómo ha sido trabajar para los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Tacoronte y La Orotava? ¿Presentan muchas diferencias? “No hay diferencias. El trabajo es el mismo, pasa por atender a la gente, intentar comprender lo que nos transmite y ayudar a que lo comprenda ella misma. Así como a que se organice los recursos internos y externos que tiene a su mano para resolver los problemas que plantea. Nosotros somos un recurso más. Es un trabajo de primera línea, y llegan muchas situaciones complicadas, a veces, no hay tiempo, ni recursos para hacer un buen trabajo social”.

¿Cree que ha habido una mejoría notable en las acciones de integración, desde la última vez que trabajó para el Ayuntamiento? “En términos absolutos no. Ha mejorado en algunos aspectos, pues hay más recursos y personal y más políticas públicas orientadas a resolver la vida de la gente, pero, por otro lado, la saturación y presión que recibe el personal, tanto del público como de la parte política es mucho mayor”.

¿Qué herramientas de integración utilizan las diferentes entidades de la agrupación de Desarrollo Hiedra? “Lo que usan es un modelo basado en itinerarios de integración profesional. Es una secuencia de etapas donde la persona desde el minuto uno hasta la parte final toma parte del proceso. La persona es entrevistada y se le estima su perfil socio profesional. Una vez claro, a través de pruebas o actividades, la persona define su expectativa laboral y se inicia la búsqueda de empleo. A veces, encuentran lo que les gusta, otras veces no. Cuando encuentran ese trabajo en el que encajan, se les contrata. Y lo que queda es un seguimiento intermitente por parte de las organizaciones”.

¿Tiene proyectos futuros en mente? “Ahora estoy en un equipo de seis miembros y estamos trabajando sobre la relación entre derechos humanos y trabajo social. Concretamente el nivel de conocimiento y compromiso de los trabajadores sociales con los derechos humanos. El exploratorio se realizó el año pasado y ahora profundizamos. En la primavera de 2019 esperamos tener los resultados enlatados”.

En la reunión participaron, por parte de la organización colegial, su vicepresidenta de Cristina Delgado y la vocal Candelaria Delgado. Por parte del centro docente, además del rector, estuvieron presentes el director de Secretariado de Titulaciones del Vicerrectorado de Docencia, José Miguel Cáceres; la decana de la Facultad de Ciencias Políticas, Sociales y de la Comunicación, Josefa Marrero; la vicedecana de Ordenación Académica del mismo centro, Celsa Cáceres; y la coordinadora del Área Departamental de Trabajo Social, la profesora Asunción Cívicos.

Aunque es pronto para precisar detalles sobre esa acción formativa, Desde la Universidad se baraja la idea de ofertar un mínimo de 40 plazas y que sea semipresencial para que pueda compatibilizarse con el desempeño profesional del alumnado.