El K-pop es un género de música y baile que triunfa entre jóvenes y adultos coreanos. Sin embargo, en los últimos años su popularidad ha aumentado de manera alarmante llegando a traspasar la frontera asiática. ¿Cómo descubrió esta disciplina y que le motivó a practicarla? «Lo descubrí gracias a una amiga. Como me apasiona todo lo relacionado con la danza me llamó mucho la atención y decidí practicarlo».

Formas parte de un grupo y en los últimos años han recolectado grandes éxitos dentro de esta modalidad. ¿Cómo fue el proceso de formar Rhythm Max? «Básicamente nos juntamos varias chicas aficionadas a este género. Al principio éramos unas completas desconocidas, pero con el paso del tiempo hemos crecido como equipo y formado una familia».

¿Cuánto hace que se formó el grupo? ¿Has estado en algún otro antes? «Comenzamos a finales de 2016 y hasta ahora. He estado en otros, pero de estilos de baile diferentes. Actualmente pertenezco a Élite, un grupo de competición de danza urbana en la categoría Megacrew. Pero no, nunca había estado en uno de este género».

«Nunca he considerado que estoy por encima de las demás, todas somos iguales»

Además de formar parte de Rhythm Max recibe clases en una academia de baile en Santa Cruz. ¿Es muy diferente la forma de trabajar de un sitio respecto a otro? «Sí, hay mucha diferencia. En una academia se exige un mayor esfuerzo y disciplina, más si estás en un grupo de competición como es el caso. Además, hay una coreógrafa y existe un proceso de creación de los bailes. Respecto al k-pop, se podría decir que más bien lo hacemos por diversión y todas aportamos opiniones e ideas. Sin embargo, a la hora de ensayar yo me encargo de dirigir los entrenamientos ya que tengo más experiencia y disciplina gracias a los años de formación en una academia de baile, pero siempre con el fin de llevar un orden y no perder el tiempo. Nunca he considerado que estoy por encima de las demás, todas somos iguales».

Existe un gran debate sobre esta disciplina. ¿Consideras que la gente tiene cierto rechazo hacia este género de música y danza coreana? «Por desgracia a una gran mayoría de personas no le agrada. Debería cambiar la mentalidad, el k-pop no es cosa de frikis, nos esforzamos igual que en otros estilos de baile por sacar adelante nuestras coreografías».

En el caso de estar interesado, ¿cómo podría unirse alguien a su grupo? «Contactando con nosotras a través de las redes sociales. Asistiría a un ensayo para ver su nivel y después todas en conjunto tomaríamos una decisión».

«Ensayamos muchísimo. Nos reunimos cuatro días a la semana, tres horas cada día»

Realizan coreografías de gran complejidad. ¿Cuántas horas ensayan a lo largo de la semana? «La verdad es que ensayamos muchísimo. Nos reunimos cuatro días a la semana, tres horas cada día. Incluso, a veces, cuando nos vemos apuradas quedamos los fines de semana en la calle para limpiar las coreografías».

En otros estilos de baile existen academias donde se imparten y los alumnos pueden formarse. Sin embargo, no encontramos nada parecido en esta modalidad. ¿Dónde se reúnen para ensayar y cómo preparan sus coreografías? «Pues hace poco que se están empezando a impartir clases de esta modalidad en algunas academias de bailes, como por ejemplo en Gran Canaria o Madrid. Nosotras lo hacemos por nuestra cuenta. Ensayamos en una sala en el Centro de Ciudadanos de San Jerónimo. Las coreografías las aprendemos mirando y analizando vídeos de artistas de este género».

A la hora de competir siempre ha existido una gran rivalidad entre equipos. ¿Consideras que esto también pasa en el k-pop o por el contrario, existe una buena relación entre los grupos? «Existe mucha rivalidad por ser el mejor, es por ello que trabajamos tanto. Aunque sí que es verdad que fuera de los escenarios hay un buen ambiente. Pero no siempre, la polémica entre algunos grupos está ahí».

¿Cuáles son sus artistas favoritos a nivel mundial? «Hay muchísimos grupos que tiene un nivel increíble. Entre los que más me gustan en los que más me inspiro están NCT, BTS, Ateez, Seventeen y Monsta x».

En la primera de ellas, Recurvo Instintivo a 20 metros, resultó ganador Christian Hernández Álvarez con un certamen casi impoluto. Tras él se posicionaron Aurora González Rodríguez y Yaiza Mendoza Sánchez. Esta categoría es una de las más complejas, ya que los arcos considerados como tradicionales, disparan sin elementos de puntería o estabilización.

En la segunda, conocida como Iniciación, el podio estuvo formado por Marlon Rodríguez Fernández, Diego Hidalgo Soto y Víctor Mayorca Luís. Esta competición resultó ser la más disputada e igualada del día, ya que siete fueron los participantes que intentaron alzarse con el título. En cambio, en la distancia de 30 metros, se apreció una clara superioridad de la vencedora a la postre, Marta Vila Gómez. A ella le siguieron en el segundo puesto Antonio Corbacho Nogales y en el tercer lugar Fernando Ferragamo.

El trofeo, organizado por el Servicio de Deportes de la ULL, fue dirigido por María Roldán, campeona de Tenerife y de Canarias de este deporte, además de ser la monitora de la actividad en nuestra universidad e integrante del equipo universitario Club Arco Tineret.

En definitiva, la cita se desarrolló con total normalidad y deportividad junto a una organización y participación que mejoró con respecto a otras ediciones.