Mediante el trabajo participativo del Aula de Superhéroes y Superheroínas un total de 57 niños han descubierto siete superpoderes con los que cuentan para ejercer su rol de personas comprometidas con el presente, tales como el desarrollo humano sostenible, tolerancia, paz, feminismo, diversidad cultural, solidaridad y cooperación. Desde este planteamiento se ha conseguido que los menores incrementen su conducta en relación a los valores que promueve la Educación para el Desarrollo y que descubran las capacidades y habilidades que poseen para transformar la realidad que les rodea.

La evaluación realizada de forma participada a esta iniciativa ha permitido obtener datos para medir el impacto que está teniendo la aplicación de su quinto plan de grupo. Este equipo de trabajo, que comenzó su andadura en 2010, ha centrado su labor en la sensibilización y acción en la educación para el desarrollo, con alumnado de cuarto y quinto curso de los centros de Infantil y Primaria de Las Chumberas y El Fraile, ubicados en San Cristóbal de La Laguna y Arona, respectivamente.

Desde 2017 y hasta la actualidad, 60 personas han participado en el proceso de planificación y puesta en marcha del plan de trabajo en 21 encuentros realizados en diversas zonas de la Isla y en los que han participado entidades como Justicia y Paz, Aldeas Infantiles, la Coordinadora de ONG de Canarias y Cruz Roja. Ejemplo de ello ha sido, que en el CEIP Las Chumberas el alumnado, por iniciativa propia, haya impulsado la recogida de material escolar para enviar a Gambia, a través del proyecto de cooperación que lidera la asociación Correcaminos Solidario.

La iniciativa

CodesarrollarTE organiza su labor en torno a la promoción de la Educación para el Desarrollo, trabajando en la línea de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los Derechos Humanos. La Educación para el Desarrollo es un proceso que trata de sensibilizar a la ciudadanía para actúe a escala local sobre problemas globales.

Desde este grupo y desde el conjunto de la estrategia Juntos En la misma dirección, existe una apuesta clara por la Agenda 2030 y el compromiso con la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, convirtiendo a la comunidad educativa, en este caso, en población aliada del desarrollo humano sostenible.

Laura García Núñez, graduada en Psicología por la Universidad de La Laguna, y Carlos Benítez, antropólogo cultural, son dos de los muchos voluntarios que participan. Las actividades de este conjunto se han centrado, desde el principio, en el trabajo con gente joven. En la actualidad están inmersos en la planificación de un nuevo proyecto: Aula de superhéroes y superoheroínas. Estará dirigido a niños y niñas de diferentes colegios de la isla chicharrera. “Son el futuro de este mundo y creo que desarrollamos una labor bastante importante en este sentido”, explica Benítez.

No obstante, en esta agrupación han asumido que no es necesario esperar a que los pequeños se conviertan en adultos para transformar su realidad. Como personas que son, mantienen relaciones sociales con otros niños, con los adultos y, por tanto, “su discurso es igual de potente y necesario”, afirman los participantes. Además, se persigue que descubran que «la tolerancia, la lucha contra la discriminación de género o el reconocimiento a la diversidad cultural como algo positivo» son sus superpoderes.

«No podemos involucrarnos más porque nuestra vida no se puede basar en un voluntariado»

El objetivo principal de CodesarrollarTE es interactuar con los más pequeños para que, tal y como subraya Benítez, “se conviertan en personas participativas y analíticas con el entorno que les rodea”, a la vez que fomentan valores como la solidaridad o la lucha contra la pobreza. Por ello, una de las bases de su acción son los conocidos como Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, que buscan cumplir una serie de valores de aquí hasta el año 2030.

Con respecto a la atención que reciben por parte de los menores, García Núñez dice tener la sensación de que “están más abiertos a interesarse por estos temas que los mayores”. A su vez, el antropólogo cree que quizás esta sea la manera adecuada de enseñarles a ser participativos, ya que “ellos tienen el cimiento de su propio desarrollo”. Por tanto, CodesarrollarTE no busca dar charlas de una hora, sino, como ellos mismos explican, “transmitir un contenido de forma dinámica”.

Este equipo tiene una meta y, aunque tengan que presentarse voluntarios tanto en los colegios como en los institutos para poder llevarla a cabo, están dispuestos a cumplirla. “Se trata de sembrar una pequeña semilla y dejarla ahí, quizás los niños involucran a sus profesores para saber más sobre el tema”, admite la psicóloga. «No nos ha costado nada que nos cedan una hora lectiva cada día durante siete semanas”, revela. Sin embargo, también opina que los centros académicos deberían celebrar este tipo de actos de manera curricular.

Detrás de los movimientos llevados a cabo por los participantes de Juntos en la misma dirección hay un trabajo enorme, “pero no podemos involucrarnos más porque nuestra vida no se puede basar en un voluntariado”, lamenta García. Tanto ella como Benítez no dudan en aseverar que dicha labor les permite desarrollar una parte de sí mismos, “una inquietud”. No obstante, no deja de ser parte de su tiempo particular y por eso creen en la responsabilidad del sistema educativo para invertir en los recursos humanos necesarios y, así, poder estar de forma continuada.

Explicar la igualdad de género

Parece complicado explicarle a los pequeños lo que significan conceptos como la igualdad de género o la solidaridad, pero en CodesarrollarTE están preparados para enfrentarse a estas situaciones. García Núñez pone un ejemplo de cómo pidieron a los niños y niñas que recogieran unas pelotas que habían tirado por el suelo. Al acabar, la recompensa fue mayor para ellas que para ellos aunque habían realizado el mismo trabajo. La voluntaria les explicó, entonces, que esas cosas pasaban cada día. “Les estamos enseñando el concepto de brecha salarial sin nombrarlo”, expresa.

La música también es un recurso eficaz. “No podemos decirles que no escuchen reggaetón porque vamos a vernos todos en los carnavales y nos van a ver bailando este tipo de música”, añaden ambos. Sin embargo, reconocen que los niños se dan cuenta de que el modelo social que expresan las canciones de dicho estilo musical no es adecuado. “Les damos tiempo para reflexionar y cuando lo hacen se dan cuenta de que ellos no son así”, indica el colaborador.

«La perspectiva de nuestro trabajo siempre será intercultural»

Dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se incluye el trato de la inmigración, lo que ambos reseñan que “si no trabajamos la solidaridad, tolerancia, igualdad de género o la paz como base, no podremos enseñar a los estudiantes que existe la diversidad cultural”. Todos los equipos de trabajo de Juntos en la misma dirección, aunque tengan diferentes temáticas, contribuyen a un fin que es poner en valor los beneficios que produce la variedad cultural. Por tanto, “la perspectiva de nuestro trabajo siempre será intercultural”, sentencia Benítez.

Una de las actividades que llevarán a cabo en los colegios es que los jóvenes se pongan en la piel de un refugiado que intenta llegar a Europa y es rechazado. De esta manera trabajan la tolerancia y dan a conocer la realidad de cientos de personas. “Por cosas como esta participo en CodesarrollarTE, porque aprendo, conozco a gente increíble y me río muchísimo”, concluye García Núñez.