Su llegada no genera mucha ilusión y optimismo en la Isla. Su escasa experiencia en la Liga Hypermotion con solo tres temporadas y mayoritaria experiencia en la tercera categoría del fútbol español no incitan a pensar en positivo. Por eso mismo, la afición tinerfeña no ha tardado en mostrar su descontento a través de las redes sociales. Es cierto que este nuevo proyecto a día de hoy no incita a creer en algo bonito, pero al fin y al cabo no es culpa de Óscar Cano, sino de quienes le contratan.

No sé qué habrán visto en el técnico granadino como opción prioritaria al banquillo blanquiazul. Tal vez haya sido uno de los últimos nombres de la lista de entrenadores tras el rechazo de otros como Paco López, Vicente Moreno y Abelardo. También ha podido ser las prisas de cerrar el banquillo lo antes posible. Puede que haya faltado paciencia y no haber valorado una opción más apetecible como la de Pepe Mel. O tal vez haya actuado el poder de la amistad ya que el máximo accionista del Club, José Manuel Garrido, coincidió con Cano en el Club Deportivo Castellón.

Muchas incertidumbres sobre Garrido, el cual su presencia está empezando a generar algo de incertidumbre. Es cierto que en la Isla hay un estado de malestar con la directiva ante la negativa de echar a Asier Garitano. Un asunto que todo el mundo veía claro, menos los propios dirigentes que en ningún momento se plantaron su destitución. Si se hubieran hecho las cosas bien, como haber destituido al técnico madrileño tras la derrota por dos a uno en Ferrol. A eso se le suma el fracaso de los fichajes, sobre todo los de invierno, que no supieron dar un salto de calidad cuando más lo necesitaba el equipo.

«El único motivo para enganchar a la afición es hacer buenos fichajes»

Al contrario, con el tema de futuros fichajes, los nombres con los que parece haber un acuerdo son bastante ilusionantes. La compra definitiva de Luismi Cruz, la casi llegada de Salvi Carrasco y Daniel Tasende y un principio de acuerdo con Jorge Pascual y Curro Sánchez. También han sonado otros nombres, como Erik Expósito, al que su llegada se ve imposible por cuestiones económicas. Algo que me sorprende, ya que en los últimos meses nos han vendido la moto de que ha ejecutado una ampliación de capital en el Club.

Me genera mucha intriga cómo va a ser la campaña de abono de este año. ¿Cómo vas a enganchar a la gente tras haberla ignorado durante meses con la negativa de echar a Garitano? ¿Cómo vuelves a ilusionar a la afición cuándo ves que el líder del proyecto acaba de descender a Tercera Federación con el Sabadell? ¿ Serán capaces de mantener una media de asistencia de quince mil personas en cada partido en el Heliodoro?¿Conseguirán traer fichajes de nivel para tener algo de esperanza? Son muchas de las intrigas que nos esperan en estos meses.

La afición blanquiazul está harta de ver cómo su equipo se ha estancado durante más de una década en la Segunda División del fútbol profesional. Muchas temporadas mediocres, algunas rozando el descenso y disipadas por dos casi ascensos que se esfumaron ante Getafe y Girona. La realidad es que en estos últimos años nuestras principales alegrías se están convirtiendo en ganarle a la Unión Deportiva Las Palmas, rival con el que el Tenerife siempre saca su mejor versión. Lo volvimos a ver este año en los dieciseisavos de la Copa del Rey dónde se les ganó de manera muy clara. Estas dos últimas temporadas han sido muy mediocres pero el mayor de los triunfos ha sido ganarle al conjunto vecino. Y por eso me pregunto lo siguiente. ¿Por qué no se juegan el resto de partidos a ese nivel e intensidad?

En fin, no queda otra que hacer piña, creer y confiar en nuestro club. Me amarro a la situación del Club Deportivo Leganés, equipo que acaba de ascender a La Liga EA Sports con un entrenador totalmente desconocido para la gran mayoría. Aunque cueste, pido paciencia e intentar dar una oportunidad a este nuevo proyecto. Estoy seguro de que si se consigue una buena cifra en la campaña de abonados e intentamos ver todo de una forma más positiva, el Club Deportivo Tenerife volverá a luchar a dónde merece estar: en Primera División.

Los primeros partidos dejaron ver un Tenerife competitivo, capaz de desafiar a cualquier oponente. Prueba de ello fueron los cuatro triunfos cosechados en los cinco encuentros iniciales. Esto supuso el mejor arranque liguero del Club isleño en 18 años y llevó a una comunión perfecta entre jugadores y afición. Como consecuencia, tras finalizar la décima jornada, lideraban en solitario la Liga Hypermotion.

A partir de ahí llegaron las lesiones y, junto a ellas, declaraciones que dejaban entender que el grupo no competía bien por su culpa. Con el paso de los meses, el balón ha dejado claro que el problema va más allá. Hasta la fecha, el conjunto dirigido por Asier Garitano suma cuatro victorias en sus últimos 21 compromisos ligueros, cifras que corresponden a las de un equipo que tiene como objetivo principal la salvación y no el ascenso.

Llegados a este punto, la temporada está tirada por la borda. Si se sigue así, lo más probable es que en el próximo curso no haya el ambiente favorable que había en verano, ni tampoco que el número de abonados se acerque al de este año.

«Da la sensación de que unos van por un lado y el entrenador va por otro»

Aunque los dirigentes protegen de manera constante al técnico ante los medios, da la sensación de que unos van por un lado y el entrenador va por otro. Me explico. Juan Guerrero, consejero deportivo, dice que Ángel es el mejor delantero de Segunda. Mauro Pérez, director deportivo, declara que el ariete ha sido el fichaje más valioso. Al mismo tiempo, José Miguel Garrido, máximo accionista de la entidad tinerfeña, asegura que junto a Enric Gallego, su compañero en la punta de ataque, son dos de los seis mejores delanteros de la categoría. Pues bien, este domingo, entra en el minuto 65. En Santander, hace diez días, juega media hora.

A su vez, Garrido anuncia hace unas semanas que van a hacer un esfuerzo económico para quedarse en propiedad a Luismi Cruz porque lo consideran un elemento fundamental. Al igual que Ángel, no es titular indiscutible siendo el futbolista más diferencial de la plantilla. Lo más llamativo es que en su lugar juega Álvaro Jiménez, que lleva arrastrando problemas físicos durante este último mes  y lo más normal es que no haya estado al 100 %.

A día de hoy, el Tenerife suma el 44 % de los puntos posibles. Ha hecho siete goles en dos meses. Nombres como los de Loïc,  Teto o Álvaro Romero han quedado relegados a un segundo plano sin motivo aparente.

Lo cierto es que el proyecto que Mauro dijo que iba a emocionarnos nos está llevando a la decepción y desesperación. Lo peor de todo es la percepción de que queda entre poco y nada de esa ilusión que transmitieron en julio a todo el tinerfeñismo.

Uno de los puntos que más llaman la atención es el tema del banquillo. El que a día de hoy es el máximo goleador del equipo con siete dianas, Ángel Rodríguez, alcanza tan sólo 51 minutos por partido. El que fue el fichaje del verano ha demostrado con lo poco que se le ha dejado participar, que a sus 36 años, es uno de los mejores delanteros de la categoría. Otro caso es el de Luismi, demostró con creces al inicio de temporada que uno de los puestos de la banda era suyo indiscutiblemente, y desde el inicio de año en los últimos cuatro encuentros sólo suma 124 minutos de los 360 disputados. Por último, está el caso de Álvaro Romero. Al jugador se le vetó la posibilidad de salir en invierno con la excusa de que se le consideraba un jugador importante. Sin embargo, tan solo suma 58 minutos en todos los partidos de liga.

Otro gran problema del Club es la conexión que parece haber desaparecido entre afición y entrenador. El partido en casa contra el Eldense confirmó los peores presagios: pitos y gritos contra el entrenador, más aún al final del partido con el asunto de Álvaro Romero, cuando el estadio interpretó la decisión de Asier Garitano como una falta de respeto hacia el jugador, al que se le ha relegado el puesto de último recurso ofensivo del equipo. Además del asunto del extremo sevillano, la demora de Garitano a la hora de realizar los cambios es otro asunto muy criticado por la afición chicharrera, pues el técnico vasco acostumbra a realizar el primer cambio pasados los setenta minutos de partido

«La conexión entre afición y entrenador parece haber desaparecido»

A diferencia del primer equipo, el CD Tenerife B ha dejado a lo largo de la temporada más que claro que tras muchos años sin oportunidades para los canteranos, este año son una opción muy a tener en cuenta para el primer equipo. El filial blanquiazul es líder en su grupo con tan sólo una derrota en 24 partidos, siendo además el conjunto que menos goles ha recibido. Figuras como Ethyan, que volvió tras militar el curso pasado en el Atlético de Madrid B, máximo goleador del equipo con 12 tantos, o Moha Ramos, guardameta ex del Madrid Castilla, que acumula siete porterías a cero en 17 partidos disputados como titular, son algunos de los llamados a subir al primer equipo más pronto que tarde.

El CD Tenerife se encuentra una temporada más, a falta de doce jornadas, en terreno de nadie con escasas posibilidades de meterse en puestos de playoff, sin convencer a la afición en juego y resultados, y con las sensación de que un año más toca pensar varios meses antes de lo esperado en la próxima temporada.