Asha Ismail – Periodismo ULL https://periodismopre.ull.es Diario digital de la Universidad de La Laguna Wed, 09 Mar 2022 19:59:09 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.2 https://periodismopre.ull.es/wp-content/uploads/2016/04/cropped-PULL_Redondo-1-32x32.png Asha Ismail – Periodismo ULL https://periodismopre.ull.es 32 32 Ángeles Rodríguez: «Visibilizar sin tabúes la ablación es una responsabilidad» https://periodismopre.ull.es/angeles-rodriguez-visibilizar-sin-tabues-la-ablacion-es-una-responsabilidad/ Mon, 07 Mar 2022 08:01:01 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=193415 El Museo de Naturaleza y Arqueología (MUNA) acogió en su recinto este pasado viernes, 4 de marzo, la primera jornada de prevención y actuación ante la mutilación genital femenina (MGF), prolongada hasta el día siguiente. Asistieron como ponentes diferentes activistas y asociaciones que luchan, cada una a su manera y desde un ámbito en particular, por los derechos humanos. «Estas jornadas nacen de la necesidad de escucha a las voces que tienen que tomar el espacio, no podemos centrar el debate desde una mirada etnocéntrica. Tenemos que sentarnos y escuchar» explicó Kika Fumero, directora del Instituto Canario de Igualdad.

La primera jornada se llevó a cabo en dos partes a lo largo del día. La parte matutina estuvo estructurada en tres fragmentos diferentes. El primero, de la mano de Asha Ismail, fundadora de Save a Girl Save a Generation, quien aplanó el terreno comenzando con información básica acerca del tema. Tal como los tipos de MGF, las causas, consecuencias y los lugares de mayor incidencia, insistiendo también en la forma de prevención y actuación ante algún posible caso. Incluso, compartió su historia personal y lo que la inspiró a crear su organización, pues ella fue mutilada, vendida por su familia a un hombre y violada por el mismo en su noche de bodas, del cual se quedó embarazada. Todo esto comenzó a una corta edad, pues calcula que fue mutilada más o menos a los cinco años, pero no está segura, ya que en su comunidad no consideran la fecha de nacimiento como algo relevante.

Los medios de comunicación como herramientas de sensibilización


Seguidamente, fue el turno de unirse al micrófono de Nicole Nndongala, directora de la asociación Karibú, y María Ángeles Rodríguez, representante de la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF). Esta última, siguiendo la misma línea de intentar sensibilizar a las personas sobre la MGF, y enseñando la forma correcta de hablar de este tema en los medios de comunicación, afirmó que «el intentar emplear palabras que visibilicen y coloquen en su lugar lo que estamos hablando es transformador y, además, es una responsabilidad. Crea realidades». Así, comentó que hablar de las cosas por su nombre real y sin tabús es una de las mayores formas de visibilización, debiendo tener al mismo tiempo cuidado con revictimizar a las mujeres afectadas.

Para acabar el turno de la mañana y a modo de conclusión, hicieron acto de presencia Mbaye Gil Sánchez, fundador de la Asociación Sunu-Gaal, y Farhana Mahamoud, vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Africanas en Canarias (AMAC). A pesar de basarse en responder preguntas específicas, hicieron remarcable hincapié en que «el trabajo en equipo siempre suma», que en la empatía y en la unión está la fuerza y la respuesta a la mejora.

La solución está en la educación


Por la tarde del mismo viernes siguió y se dio cierre al primer día de estas jornadas, que concluyó al día siguiente en el mismo lugar con un taller y una ronda de charlas llevadas a cabo por el mismo grupo de ponentes. El turno de la tarde estuvo conformado por mesas de debate de temas distintos, en forma de diálogo entre las personalidades de las distintas asociaciones y activistas, dando pie también a que la asistencia participase. El objeto de debate de la primera de las mesas fue el trabajo de prevención con mujeres migrantes, los aprendizajes que dejan y el reto que suponen. «Aprender de los errores para no cometerlos en el futuro» ha sido la corta pero sin embargo concreta conclusión a la que han llegado sus ponentes.

El segundo debate trató sobre la atención desde el trabajo social y la importancia de la mediación intercultural. Por su parte, Farhana Mahamoud hizo un llamamiento al Gobierno de Canarias en busca de apoyo para poner en marcha los protocolos y planes de intervención que, según afirma el Gobierno, ya están listos. La abogada de extranjería Loueila Mint El Mamy añadió que «el código penal castiga, pero no se debe castigar, sino educar y enseñar». La jornada finalizó con unas últimas declaraciones que sintetizaron lo hablado a lo largo del día y una despedida de la mano de Kika Fumero.

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Asha Ismail: de víctima a activista contra la Mutilación Genital Femenina https://periodismopre.ull.es/asha-ismail-y-su-lucha-por-erradicar-la-mutilacion-genital-femenina/ Sun, 06 Feb 2022 07:00:42 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=190419 Hoy domingo, 6 de febrero, se celebra el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina (MGF). Sin embargo, no existe en la actualidad una cuantificación de víctimas que la han sufrido. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la cifra de mujeres y niñas vivas que han sido sometidas a esta práctica oscila entre 100 y 140 millones. En esos datos estimados no entran las «niñas fantasma», quienes han muerto desangradas o a causa de infecciones y otros efectos colaterales. De ellas se acuerda Asha Ismail, fundadora de la organización Save a Girl Save a Generation.

La activista somalí, nacida en Kenia, fue infibulada cuando tenía aproximadamente cinco años. Se trata del tercer tipo de MGF, el más agresivo de todos. Consiste en extirpar la totalidad de los labios mayores y menores, así como el clítoris, para después coser, dejando tan solo un orificio muy pequeño para expulsar orina y sangre menstrual. Cuando la mujer que la cortó y la cosió hubo terminado, Ismail tuvo que pasar un mes atada, sin apenas moverse, para que las heridas pudieran cicatrizar.

Durante gran parte de su vida, el dolor y las complicaciones para ir al baño fueron su rutina. No tardaron en aflorar otros traumas e inseguridades que todavía hoy perduran. Todo ello fue a peor cuando, siendo aún muy joven, la vendieron al que fue su primer marido. Todavía recuerda cómo, en la noche de bodas, mientras su familia celebraba, su marido llamó a una mujer para que cortara las costuras de su vulva. Y, sin dejar tiempo para que cerrasen las heridas, la violó.

«Activista por accidente»


Entonces no lo sabía, pero ya estaba comenzando a gestar a su primera hija. Y con ella, la semilla del que sería el activismo que ya lleva muchos años practicando. Ismail se declara «activista por accidente», y es que nunca pensó que dedicaría su vida a luchar contra la MGF. Pero, con el nacimiento de su hija Hayat, quien hoy tiene 32 años, decidió que ella no pasaría por lo mismo.

Al principio, charlaba con otras mujeres para intentar que no sometieran a sus hijas a la MGF. En la actualidad, Save a Girl Save a Generation cumple esa misma misión. En la organización, acompañan, asesoran y ofrecen educación sanitaria y sexual a mujeres para que no perpetúen esta práctica que deja secuelas durante toda la vida. Entre ellas, infecciones cíclicas, traumas, complicaciones en el parto, muerte del bebé, dolor al orinar, menstruar o mantener relaciones sexuales, inseguridades, etc.

Ismail explica que el único sentido que tiene la mutilación es el sometimiento de la mujer al hombre. Aunque los hombres no son quienes la practican, afirma que solo se continúa haciendo para que las niñas puedan casarse, a menudo para salir de la pobreza o cumplir el rol social que les corresponde. Es más, asegura que, si se tratase de un asunto masculino «ya se hubiera acabado».

Su madre, aunque en su momento pagó para que las infibularan a ella y a sus hermanas, también practica un activismo similar, a través de la conversación «de tú a tú» con otras mujeres. Ismail considera que es su forma de pedirle disculpas, aunque ya hace tiempo que la perdonó. «Ninguna madre quiere hacer daño a su hija», razona, para añadir que tan solo lo hizo porque era lo que se esperaba de ella y para evitar la exclusión de sus hijas.

La MGF se practica en 92 países, no solo africanos


Parte de los conocimientos que Ismail quiere expandir con su activismo tienen que ver con el antirracismo y la eliminación de estigmas hacia África o la religión musulmana. A menudo, se considera que la MGF solo se practica en el continente africano y por motivos religiosos. No obstante, quiere dejar claro que el Islam no la contempla. Es más, según explica, solo la realizan ciertas etnias concretas, y no el continente entero.

Pero esto va más allá de África. La Mutilación Genital Femenina, con diversas variantes y por distintos motivos, se practica también en Asia, América e incluso Europa, en un total de 92 países. En el pasado, en la historia reciente y en la actualidad. Por ejemplo, durante los siglos XVIII y XIX, se creía que una cura médica para la histeria consistía en la extirpación del clítoris.

La pobreza causada por la pandemia podría generar unas 2 millones de víctimas adicionales de MGF


Resulta muy complicado arrojar una cifra concreta sobre el número total de casos de MGF, tanto pasados como presentes. En palabras de Ismail, es porque «no interesa» contabilizarlas o llevar un control, debido a que se trata de un asunto de salud femenina. Aunque esta práctica está prohibida en casi todos los países, se sigue haciendo desde la clandestinidad debido a la falta de educación, lo cual se traduce en más víctimas mortales.

La pandemia por la Covid-19 ha causado, entre otras cosas, un importante aumento de la pobreza. Muchas veces, la única salida que se le puede dar a las niñas en esa situación es casarlas. Y, a pesar de que algunas familias no tuvieran pensado mutilarlas, decidieron hacerlo por ese motivo. También, aprovechando el cierre prolongado de las escuelas, sabiendo que no detectarían que las habían mutilado.

Unicef estima que, a causa de la pandemia, podrían darse unos 2 millones de casos adicionales de MGF que, sin la pobreza asociada al coronavirus, no se hubieran producido.

Con el panorama general, Ismail considera «complicado» que la MGF pueda erradicarse en pocos años, según establecen los objetivos de la Agenda 2030. No obstante, se declara «optimista» pero «no loca». La educación, el acceso que permiten las tecnologías a la información y la eliminación progresiva de ciertos tabúes son, a su modo de ver, importantes agentes del cambio.

De hecho, asegura que tanto en su entorno como en el de otras mujeres que acuden a su organización, ha habido una modificación en el pensamiento. Cada vez más mujeres se niegan a mutilar a sus hijas. Eso, para ella, es esperanza puesta en el futuro. Un futuro en el que la Mutilación Genital Femenina forme parte del pasado. Y así, algún día, tan solo se recordará porque fue una práctica que sufrieron las abuelas, quienes decidieron cortar el ciclo.

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Mucho más que arte y activismo en el I Festival Voces de Mujeres https://periodismopre.ull.es/mucho-mas-que-arte-y-activismo-en-el-i-festival-voces-de-mujeres/ Mon, 15 Nov 2021 07:00:36 +0000 https://periodismo.ull.es/?p=188464 Arte, debate, reflexión, interculturalidad, feminismo y activismo, más que de la mano, unidos en uno solo. Desde este pasado viernes 12 de noviembre hasta ayer, domingo 14, la Casona de San Luis en Santa Úrsula acogió el I Festival Voces de Mujeres con una programación cargada de actividades tan diversas como quienes las prepararon. Cantantes, escritoras, activistas, arquitectas, abogadas y muchas más profesionales en su ámbito se reunieron para, en un evento tanto artístico como reivindicativo, dar voz a mujeres con mucho que decir.

La organización corrió a cargo del Instituto Canario de Igualdad y el Ayuntamiento de Santa Úrsula, con el apoyo de Canarias Crea Canarias y la producción de Karmala Cultura. Representantes de dichas instituciones inauguraron las jornadas en la tarde del viernes con una pequeña presentación que dio paso a una mujer que se define por su carisma, fuerza y potencia. Ella es Asha Ismail, activista contra la Mutilación Genital Femenina (MGF) tras haberla sufrido, y fundadora de la asociación Save a Girl Save a Generation.

Ismail ha vivido casi cinco décadas con secuelas físicas y emocionales de la MGF, lo cual utiliza en su activismo. Foto: NBDV

Al haber sido infibulada -tercer tipo de MGF, el más agresivo- a los cinco años, relató cómo todavía hoy ese trauma continúa teniendo efectos en su vida. No obstante, eso no le quita las fuerzas y ganas de luchar para que, en un futuro, esta práctica pase a ser parte de la historia.

Algo parecido le sucede a Loueila Mint El Mamy, abogada especializada en extranjería, quien fue la siguiente ponente. Ella, siendo consciente de los privilegios que tiene por haber podido entrar en los mecanismos de la sociedad blanca y europea, persigue que las personas migrantes tengan los mismos derechos que ella y cualquier otra persona. Por ello, se vuelca en trabajar con inmigrantes en situación irregular que han llegado por vía marítima. En concreto, a través de la peligrosa Ruta Canaria.

La tarde tomó un rumbo diferente con un taller impartido por la escritora Ana Vidal, donde los autocuidados se convirtieron en el foco reivindicativo. En él, las participantes se escribieron cartas de amor a sí mismas a partir de tres pautas: definir pequeñas rarezas que las hacen únicas, recordar momentos en que se hicieron felices sin mediación de segundas personas y planes de futuro que vivir consigo mismas. Con esos elementos, redactaron textos que les puedan servir de apoyo en momentos duros en los que necesiten amor.

Para cerrar la noche, la cantautora Tata Zirga dio un concierto, inicialmente a solas con su ukelele, y más tarde acompañada de un clarinetista y un guitarrista. Antes de empezar, destacó que, a pesar de ser feminista, el empoderamiento ha sido y sigue siendo un proceso largo para ella. Es más, en su caso, siente que se empapa de él cuanto más se junta con otras feministas.

La cantautora compartió algunas canciones que creó en base a experiencias de su vida. Foto: NBDV

El Festival, como no podía ser de otra forma, pretendía incluir a todas las personas que quisieran formar parte. Bajo esta premisa, también hubo dos espacios de cuentacuentos, durante la mañana del sábado y el domingo, bajo la voz experta de Bonaí Capote. La narradora oral de tradición bubi narró y escenificó una serie de historias dirigidas a la infancia, en las que también hubo canciones, juegos, humor e interacción con el público.

Capote trata las historias con mucho humor y escenificaciones corporales. Foto: NBDV

Para sus padres, madres y demás personas adultas, hubo dos charlas paralelas. El sábado fue el turno de Belén Galmar y Jessica Barrios, dos empresarias que deconstruyeron mitos sobre el emprendimiento. El domingo, el de la artista y tejedora de derechos Verónica Silva, con una charla y acción colectiva.

Galmar y Barrios, entre otros aspectos, ofrecieron a la audiencia distintas claves para emprender con conocimiento de causa y sabiendo que este modelo de trabajo no está hecho para todo el mundo, y que no por ello se es menos. También comentaron una serie de consejos dirigidos a quienes sí quieren emprender su propio negocio, como la importancia de diferenciarse a partir de una etiqueta personal, así como saber reconocer las oportunidades.

Después, prosiguieron las intervenciones de las trabajadoras sociales Laia García, Laura Nieto y Mary Puerma. A través de una charla-taller, desmintieron mitos y verificaron información sobre la trata de personas, sufrida por más de 3 de cada 1000 personas. El 50 % de las víctimas son también explotadas sexualmente, cifra que va a asociada a la prostitución, que solo en España mueve cinco millones de euros cada día. Esta práctica, además, va ligada a la vulnerabilidad y al desconocimiento de los propios derechos.

Transcurridas algunas horas, las arquitectas Elena Vega y Marta Vega emprendieron una pequeña marcha exploratoria por Santa Úrsula en la que mostraron a la asistencia cómo fomentar la inclusividad, la diversidad y los espacios seguros a través del diseño urbano. Con las claves necesarias para analizar críticamente las estructuras, abrieron un debate de propuestas sobre cómo mejorar los entornos públicos para que quepa en ellos toda la ciudadanía y pueda sentirse representada e incluida.

Las arquitectas centran su trabajo en el ecofeminismo y la importancia de la participación ciudadana en la configuración urbanística. Foto: NBDV

Tras la marcha exploratoria en la ciudad tinerfeña, con la que la gente comenzó a ver el diseño urbano con otros ojos, el público se trasladó al campo de refugiadas de Al-Roj a bordo del documental El retorno: la vida después del ISIS de Alba Sotorra. En él, se cuenta la historia de mujeres occidentales de distintos países que se unieron a la organización terrorista y viajaron a Siria sin conocer las acciones que realizaba. Habían sido captadas y engañadas por algunos de sus miembros. Sus vidas dan ahí un vuelco irreparable y, tras varios años en medio de la guerra, desean regresar a casa para rehacerse, pero sus naciones las consideran terroristas y no las quieren de vuelta.

Al terminar la proyección, la asistencia se quedó momentáneamente en shock, sin saber cómo expresar todo lo que el largometraje le había removido por dentro. Pero la poesía logró cambiar la tónica de la noche de la mano de las escritoras Ana Vidal, Patricia Figuero y Paloma Chen. Con la moderación de Izaskun Legarza, directora de la Librería de Mujeres, recitaron algunos de sus trabajos. Con ellos, manifestaron rabia, dolor, humor y amor. Y cada una, con un toque y un tono especiales y diversos. Ana Vidal desde la serenidad y un humor rebelde; Patricia Figuero con palabras rotas y emocionales; Paloma Chen, reivindicativa, con fuerza e ironía.

Paloma Chen, poeta y periodista, actualmente se centra en la exploración de la identidad como chino-española. Foto: NBDV

Al día siguiente, durante el cuentacuentos de Capote en la mañana, Verónica Silva puso en valor el papel del arte textil a través de una charla y acción colectiva. Al tratarse históricamente de una tarea femenina que no tenía cabida en los museos, mujeres como ella llevan años emprendiendo proyectos reivindicativos en los que recontextualizar esta labor con un mensaje político. A través de múltiples iniciativas como Tejiendo Derechos, Tejedoras Subversivas, Las Penélopes y diversas exposiciones, las formas y motivos que crean con hilos mandan potentes mensajes feministas.

Las personas participantes aprendieron a tejer después de una charla sobre feminismo desde el arte textil. Foto: NBDV

Las últimas horas del Festival se presentaron como espacios en los que reflexionar y dar a conocer realidades diversas. La primera de ellas, La voz como territorio, exploró la identidad, la fuerza personal y los distintos mecanismos que contribuyen a la expresión. En esta participaron Vicky Fotabon, docente afrodescendiente y activista queer, por la diversidad corporal y el antirracismo; Farhana Mahamud, abogada saharaui especializada en extranjería, y Paloma Chen, periodista y poeta de ascendencia china.

En la siguiente mesa de debate también participó Farhana Mahamud bajo el contexto de la migración de mujeres africanas hacia el Archipiélago. Junto con Sukeina Ndiaye, activista y representante de la mujer saharaui en Canarias, y Awa Diop Pathe Ndiaye, presidenta de la Asociación Senegalesa DIAPO, abordaron el fenómeno migratorio africano con perspectiva de género desde su experiencia trabajando en primera fila como abogada e intérpretes.

Entre otros temas, se habló de los muchos motivos que las llevan a migrar (opresión y prácticas machistas, expolio de recursos, catástrofes naturales, aspiraciones de vida, etc.) o de las violencias a las que están expuestas en el trayecto y la llegada a Canarias por falta de protocolos y de consideración de su vulnerabilidad y necesidades específicas como mujeres.

La artista Sara Fratini fue la moderadora de la primera mesa de debate. Foto: NBDV

La noche prosiguió de la mano de la periodista Ruth de Frutos, quien, de forma interactiva, reflexionó sobre la cobertura mediática de la violencia machista. A través de casos actuales, propuso varios puntos de análisis. Uno de ellos fue la excesiva mediatización que se hace de las víctimas en vez de poner el foco en sus agresores, lo cual contribuye a la revictimización en múltiples contextos sociales. No obstante, no centró su intervención en los crímenes, puesto que el machismo se detecta en manifestaciones comunicacionales muy diversas pero, al no señalarlos, se neutraliza la violencia.

Destacó algunas prácticas que pueden ser útiles para hacer frente a ello. Por ejemplo, generar narrativas alternativas desde la contrarrepresentación y utilizar la alegría como arma política para crear redes y fomentar los autocuidados. También, para el tratamiento correcto de asesinatos o agresiones, quiso remarcar que cada caso es un mundo, por lo que se debe analizar el contexto más que la situación concreta de la víctima.

Una vez claras ciertas claves, y con mucha información nueva en la mochila después de tres días intensos, la cantautora tinerfeña Mariana colocó el broche de cierre a este primer Festival Voces de Mujeres. Aunque, según auguran las asociaciones organizadoras, habrá muchas más. Con una sensibilidad hipnotizante, transmitiendo emociones contagiosas al público, Mariana interpretó una serie de canciones nuevas, de creación propia, acompañada por su guitarra. Entre melancolía y amor, su última canción la escribió para su abuela y, en general, todas las mujeres de nuestras vidas.

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