Mercedes Cañas es una cantautora madrileña que ha ido cultivando su éxito estos últimos años, a través de las redes sociales, permitiéndole publicar numerosos singles, como Ni un día más, Barquito de Nuez o Añil. Luego del éxito de su primera gira en 2022, este año vuelve con Rayo de Luz y su primera parada fue el pasado viernes, 10 de febrero, en el Búho Club de La Laguna.

La brevedad de su estancia en la isla, no le permite conocer mucho de ella, pero asoma su deseo de volver y «conocer de todo un poco, porque la realidad es que cuando vengo a un concierto es deprisa y corriendo».

Su pasión por la música le viene desde muy pequeña. Recuerda especialmente los momentos en los que su padre le ponía CD’s en el coche y ella sin dudarlo seguía las melodías. «Yo de pequeñita cantaba todo el rato, todo el día, era una pesada», indicó entre risas. 

Y fue cantando como empezó a abrirse camino entre las redes sociales, una herramienta que Cañas asegura es uno de los puntos más importantes de su carrera como artista: «Instagram es una herramienta superpotente que te da una visibilidad increíble y una exposición gratuita prácticamente. Todo el mundo la debería utilizar».

«Experiencias de amor, de desamor y lo de después» 

Sin embargo, no fue solo  su habilidad para cantar lo que la hizo destacar, sino las cuidadas letras que acompañaban esas canciones y que muchas veces estaban inspiradas en historias muy personales de la artista, como sus amistades, sus exparejas o «cosas que he vivido relacionadas con el amor. Experiencias de amor, de desamor y lo de después».

Han pasado ya tres años desde la publicación de su primer sencillo y Cañas expresa que esto se ha traducido en mucha más confianza a la hora de saber cómo quiere que suene su propia música. Así, hace referencia a sus inicios, en los que se sentía un poco perdida a la hora de decidir cómo sería ese sonido personal. Sin embargo, ahora asegura tener muy claros los instrumentos que quiere utilizar y la manera en la que suenan para construir su sonido ideal.

Esta confianza se ha visto reflejada en su motivación trabajando en su nuevo álbum, su primer proyecto a larga escala. «Este va a ser mi primer LP. Igual tiene once, doce canciones y, bueno, estoy trabajando en él todavía», subrayó Cañas.

Los sencillos de este disco ya han visto la luz y están siendo un éxito entre el público de la artista, quien además confirma que una de sus canciones favoritas es Como diciembre a enero: «la más reciente es con la que más te identificas porque es lo que te acaba de pasar».

Metas y expectativas

Autoevaluando su trayectoria, Cañas aprecia mucho «poder vivir en un momento donde la música no tiene porqué estar definida por un solo género, sino que puede ser un conjunto de todas las distintas corrientes musicales a las que estamos expuestos y de las que nos nutrimos».

A pesar de haber hecho una gira el año pasado y estar muy contenta por tener la oportunidad de hacer otra, esta vez más grande, la cantante madrileña asegura estar muy nerviosa, especialmente por la extensión de la misma. Por esa razón, rituales como el de escribir «el setlist corriendo en un papel para tenerlo cerquita» para luego poder salir y disfrutar, han sido esenciales durante su trayectoria.

El éxito de su primer concierto en Tenerife es solo una demostración de lo que probablemente le espera en el resto de la gira. Así, al preguntarle por su visión personal dentro de cinco años, Mercedes Cañas explica que le «encantaría poder seguir el camino que ha estado construyendo desde 2019». Dejar atrás aquel coche en el que de niña cantaba con los discos de su padre y cambiarlo por «una vida en los escenarios, de gira, con nuevas canciones y nuevos discos diferentes».

Cañas salió de una pequeña puerta al lado del escenario y cogió su guitarra. Sombra de metal, acompañada de coros del público y una sonrisa de la cantante, abrió el primer concierto de la gira Rayo de luz, que se extenderá por distintas ciudades de España cruzando la frontera hasta Lisboa.

Comparándose con Rapunzel, debido a la altura del escenario, la cantante se presentó y sonriente agradeció a los asistentes por ayudarla a cumplir sus sueños. Además, explicó que sus canciones tienen historias que a ella le gusta compartir. Así, hablando de su amor de la playa, empezó a cantar Veintes de julio y posteriormente Barquito de nuez. Sobre esta segunda canción dijo que «cada vez que la canto es como si fuese nueva». Tanto le gustó que la finalizó a capela al ritmo de unas palmas que, pronto, se convirtieron en aplausos.

Destellos del nuevo disco

«La próxima vez que venga será con disco y banda»,  expresó Mercedes Cañas, quien se encuentra preparando su próximo álbum. De esta manera, múltiples canciones «secretas» estuvieron presentes a lo largo de la noche, tales como: No tan lejos, No me conoces o Ya no eres el mismo, que será su siguiente single y cantó como adelanto en exclusiva. Aún así, la velada también estuvo repleta de las favoritas del público, que a todo pulmón la acompañaron al cantar: Tirando a lila; Añil; Ángel malo y Aguamarina, que será la primera canción de su próximo disco.

«¿Quién ha sentido eso de necesitar a alguien como la luna al cielo o Como diciembre a enero?»,  preguntó la artista para presentar su último single. Cantando sin micrófono, a medida que bajaba del escenario, Mercedes Cañas nos conmovió con un momento íntimo que empapó por completo la sala con ayuda de los coros de aquellos que vinieron a verla.

«Gracias a esto puedo imaginarme vivir de la música»

Tras consultar con el mood del público para saber si querían seguir cantando o escuchar otra canción secreta, estos pidieron más canciones nuevas. Así, Cañas compartió con el Búho Club una pieza que está en proceso y que sigue sin título. Una subida de tono al inicio mostró la novedad de la canción y provocó una cercanía que nos hizo sentir parte del proceso de creación: «Esto ha pasado en Tenerife y sólo pasará en Tenerife».

Intentó despedirse, pero el público le pidió más. «Os quiero mucho de verdad», apuntó y, acto seguido, comenzó a cantar una de sus canciones favoritas del próximo disco, aún sin título, seguida de Ni un día más, logrando crear un ambiente de nostalgia por el cierre del concierto. «Habéis dejado el listón muy alto», afirmó con una sonrisa la cantante refiriéndose a la calidez ofrecida por la audiencia, para finalizar su primer concierto en las Islas Afortunadas, tan afortunadas como lo fuimos quienes estuvimos presentes esa noche en La Laguna.