La nota positiva y solidaria del día la dieron tres jóvenes estudiantes de la Universidad de La Laguna: Albert Andrés Navarro, Víctor Hernández Molina y Maximiliano Gaudio. Todos participaron en la carrera bajo la etiqueta de los Pachacho Runners, apoyando el trabajo de Pablo Federico Gaudio, fisioterapeuta por la ULL y cabeza pensante del proyecto solidario por el que corrían esa mañana: Ve A Por Tu Macedonia. El objetivo de estos héroes anónimos no fue otro que ayudar a Izan, un niño aragonés de dos años que sufre parálisis cerebral. La verdadera meta, por tanto, era completar el desafío para dar voz y colaborar con la causa: «Mi pequeño tesoro llamado Izan».

Desde otra perspectiva más profesional cientos de corredores lucharon por alzarse con la victoria final, pero solo seis fueron los afortunados. Agoney Díaz Herrera, del Bikila Canarias, fue el ganador absoluto masculino en los 5.000 metros con un tiempo de 15 minutos y 53 segundos. Raquel González García, del Funes Team, reinó en categoría femenina marcando en meta 19 minutos y 40 segundos. En los 1o kilómetros, el caboverdiano Osvaldo Torres impuso su ley con un tiempazo (32:34). Por su parte, Cristina del Val se alzó con el triunfo en féminas, tras parar el crono en 42 minutos y 58 segundos.

En la prueba reina del día, la media maratón, Abderrahim El Jaafari se impuso con autoridad con 1 hora y 5 minutos, tras marcar un ritmo de 3:06 por kilómetro. Entre las mujeres volvió a reinar, como en la última edición, la corredora que posee el récord de Canarias de la disciplina, Aroa Merino. La conejera paró el crono en 1 hora y 12 minutos.

Los alumnos de la ULL, en cambio, disputaron varias pruebas. Hernández Molina y Gaudio, por su parte, estuvieron presentes en los 21 kilómetros. El primero, nacido en La Palma y estudiante de Periodismo, paró el crono en 1 hora y 54 minutos y nos confesó sus sensaciones durante la prueba. «En los primeros 10 kilómetros me he sentido muy bien, he ido más rápido de lo que esperaba y eso al final me ha pasado factura en la segunda parte», admitió. Por otro lado, el futuro maestro finalizó la prueba en 2 horas y 20 minutos, tras no encontrarse del todo bien durante el recorrido. El estudiante de Magisterio sufrió unos problemas musculares en los gemelos que le impidieron correr con normalidad, tal y como nos contó al llegar a meta.

El catalán Navarro, estudiante de segundo de Periodismo, participó en los 10.000 metros y finalizó la prueba en 1 hora y 4 minutos. En la Plaza de la Catedral, punto y final de la media maratón, nos contó que «la parte más dificil ha sido la mitad de la carrera, veía la meta muy lejos y las piernas no me iban como yo quería».

En la prueba de 5 kilómetros se proclamó vencedor Jonay González, con una marca de 15.35 minutos y, en féminas, Jasmin Eden paró el cronómetro en 19.03 minutos. En la otra modalidad, que consistió en realizar dos vueltas al circuito, el vencedor fue Agoney Díaz (35.52 minutos), y en mujeres, Laura Van Den Beucken (37.40 minutos). Uno de los asistentes, con ya dos ediciones a sus espaldas y podio incluido en una de ellas, fue Joaquín González, estudiante de tercero de Derecho en la ULL, quien reconoce que llegó a las filas del equipo de atletismo CC Tenerife Santa Cruz tras pasar por el fútbol. Luego, hace tres años, obtuvo el título de juez de atletismo, aparcando poco a poco la vida de competición por la de juez.

Este año, la organización de la Carrera Nocturna designó a diez jueces, entre ellos a Joaquín González, el cual fue elegido como juez árbitro de la competición por el Comité Canario de Jueces. Su labor se centró en controlar la prueba bajo los términos reglamentarios marcados por la RFEA y la IAFF, resolver reclamaciones y velar porque todo salga correctamente.

El atletismo es uno de los deportes más sacrificados. En Tenerife solo cuenta con solo 20 licencias en la categoría promesa, 19, 20 y 21 años.  Estas cifras, no pasan desapercibidas para González, quien reconoce que es en estas edades donde principalmente se produce el mayor abandono, algo que suele coincidir con la etapa universitaria. «Entrar a la universidad implica, en muchos casos, dejar de realizar deporte de alta competición, ya que es difícil compaginarlo y mantener el nivel en ambos ámbitos. Instituciones como la ULL y su Servicio de Deportes deberían preocuparse más y ofrecer más ayudas y actividades relacionadas», reclama González.

Preguntado por qué eligió este deporte, el joven atleta no titubea ni un segundo: «Esto no es solo correr, sino que abarca mucho más: velocidad, fondo, saltos, lanzamientos, relevos… Desde mi punto de vista, como todo deporte requiere de un gran sacrificio, pero lo que le hace especial es que el rival eres tú mismo y las marcas a batir son las tuyas propias. Compites para superarte a nivel deportivo y personal».

3000 participantes, mucha emoción, diversión y dos vencedores finales, Agoney Díaz en la categoría masculina y Marta Arnay en la femenina. Sin embargo los ganadores de estas pruebas no son solo estos corredores profesionales que marcaron tiempos estratosféricos en la tarde-noche del sábado, sino también personas con una historia humana y de superación detrás.

Una de ellas y con grandes lazos con la ULL es Sergio Alonso Delgado. Este profesor de Educación Física y director de un colegio público vive el deporte con mucha intensidad desde hace muchos años y la Universidad de La Laguna ha influido en ello. «Yo siempre he hecho ciclismo porque es mi pasión, actualmente lo practico en la categoría élite en el equipo E.C. Loro Parque los Silos Natural, pero las lesiones en su momento frustraron mis aspiraciones en este deporte y ahí fue cuando apareció la ULL exactamente en el año 2000 para descubrirme un nuevo deporte, el ultimate frisbee«, asevera.

Desde ese año este apasionado del deporte ingresó por medio del SDULL en el equipo universitario para disputar y ganar varios campeonatos de España, varias participaciones en campeonatos del mundo por clubs y europeos, además de mundiales con la selección nacional.

Posteriormente, Sergio Alonso dejó la competición para acabar trabajando para la universidad como entrenador del conjunto Ultimate Frisbee Guayota ULL, además de ser docente de la formación práctica de los cursos CLE y director hasta el año 2011 del evento de referencia internacional, Dr. Sand & Mr. Grass Tournament. «Este deporte hizo que cambiara mi percepción de la actividad deportiva y ello ha influido en mi día a día actual. A pesar de estar más centrado en el ciclismo siempre intento disputar la conocida Blue Trail y también como no la San Silvestre».

Un asiduo por tanto de este evento, tanto de participante como de espectador, que reúne a atletas de alta competición que pelean por la última victoria del año, amantes del deporte que buscan mejorar sus tiempos de pasadas ediciones y participantes que quieren pasar el último día de 2016 pasándolo bien y haciendo deporte. «Mi tiempo de este año pasó de los 45 minutos, en años anteriores rondaba los 19,20  minutos en finalizarla, pero esta edición tenía un objetivo extradeportivo. Esta San Silvestre ha sido especial para mí porque he podido correrla con mi mujer por primera vez después de varios intentos fallidos por las lesiones, así que mi gran objetivo era pasar por primera vez la meta de su mano», admite.

Una experiencia que cobra muchos y diferentes significados y que para Sergio Alonso Delgado debe ser un evento indiscutible en el calendario de cualquier deportista en Canarias: «La recomiendo por completo para pasar una última tarde del año diferente. Es más que una carrera, ya que hay buen ambiente, buena organización, muchísimo nivel en el primer cajón y es un buen cierre de año para todo aquel que disfrute, no solo del running, sino de cualquier actividad física».

Una edición se cierra, pero ya son muchos los que se preparan para la de 2017. Doce meses por delante para soñar de una forma u otra con la última prueba popular del año.