Airam Villegas, mejor conocido como Stereoman, es un rapero y compositor lagunero. También es fundador y uno de los trece componentes del Veneno Crew. Su tema, Hijo del Sol y la Luna cuenta con más de tres millones de visualizaciones en plataformas como YouTube y se ha convertido en un himno reconocido a nivel nacional. Participó en el último Granca Live Fest y tiene colaboraciones con artistas como Átiko Gris y Mikelo. Un referente de la cultura underground canaria que ha marcado a la generación de principios de siglo.
¿Cuáles son sus grandes influencias musicales? «Mis grandes influencias llegaron sobre todo cuando era un niño. Desde la salsa al bolero, también mucho folclore, Michael Jackson o Bob Marley. Después conocí el rap americano. Pedro Guerra, con su Rap a duras penas, fue quien me descubrió el género en español. No obstante, lo que más he escuchado es Big Pun, Wu Tang Clan, Cypress Hill…».
¿Qué significa el Veneno Crew para usted? «El Veneno Crew es mi familia. Es donde nací y me hice un hueco musicalmente. Por ello, siempre irá conmigo a donde vaya. Es una actitud».
¿El Veneno Crew pensó alguna vez en salir fuera de las Islas? «Claro que lo pensó e incluso lo hizo. Lo que pasa es que en aquel entonces no muchos promotores se atrevían a hacerse cargo de trece componentes. Los costes se disparaban al ser tantos y no era algo fácil realmente».
¿Cómo vivió sus inicios? ¿Tiene algún recuerdo que guarde con especial cariño? «Los inicios siempre son duros, pero cuando te ilusionas y le metes ganas poco a poco todo sale para adelante. Anécdotas hay miles… sobre todo de cuando no teníamos ni pie de micro, el filtro antipop, por ejemplo, era un calcetín remangado. Sin duda, veinte años dan para mucho».
«Tener un micrófono en la mano es una responsabilidad, por ello, debo ser consecuente»
¿Qué le inspira a hacer música? «A mí me inspira prácticamente todo lo que hago en el día a día. Escribo de mis vivencias, sentimientos e inquietudes. Intento ser lo más sincero posible con quienes me siguen y, por encima de todo, conmigo mismo».
Una de sus canciones se llama Taganana. ¿Qué valor ha tenido Anaga a lo largo de su carrera musical? «Anaga siempre ha formado parte de mi vida. En la entrada de la casa donde crecí había un mosaico de azulejos que lo ponía en mayúsculas para darle nombre al hogar. Para mí era una señal de amor a sus cumbres y sus playas. Mis familiares me llevaron cuando era un niño a caminar y de acampada y, ahora de mayor, sigo pasando mis buenos ratos en la playa de Almáciga o Benijo y comiendo en Casa Paca».
Empezó en el rap canario a finales de los 90. ¿Qué diferencias cree que puede haber con quienes están iniciando su trayectoria en la actualidad? «La diferencia es abismal. Antes rapear o escuchar rap era motivo de burla. Llevar pantalones caídos y gorra era lo raro en tu grupo. Ahora muchas personas quieren dedicarse a esto o ser cantantes de otros géneros como el reggaetón. El acceso a los medios de grabación ya no es un problema. En definitiva, todo es más sencillo y está mejor visto».
El reggae y el rap son géneros muy reivindicativos por definición. ¿Considera que sus letras realmente logran hacer reflexionar a quienes las disfrutan? «Yo, en concreto, no pretendo educar, pero tampoco dar mal ejemplo. Sí que es cierto que, sobre todo desde que soy padre, intento no hablar disparates porque siento que tener un micrófono en la mano es una responsabilidad y, por ello, debo ser consecuente».
¿Cree que la cultura underground que logró unir a los 13 del veneno sigue presente entre jóvenes de las Islas? «Hay personas que todavía la mantienen viva, pero por desgracia no son muchas. En mi opinión, llama más el trending o sonar en las radio fórmulas».
¿Cuáles son sus próximos proyectos? «Tengo mucha música pendiente a salir. En los próximos meses sacaré bastantes proyectos de Stereoman, pero en lo que estoy invirtiendo más energía es en el EP que sale el 22 de octubre junto a mi hermano Fernikhan bajo el nombre de Soy Veneno».
