Un edificio de cristal y un lago con paredes de hormigón reciben anualmente cerca de 2.500 solicitudes de apoyo investigador. No hablamos de la obra arquitectónica, sino de las acciones que se desarrollan dentro. SEGAI es un organismo perteneciente a la ULL que destina apoyo científico, instrumental y técnico a docentes y grupos de investigación durante sus proyectos.
Aunque el grueso de las operaciones que la entidad realiza es destinado a la universidad (cerca del 80% de su ocupación), también colabora con empresas, como Metrotenerife y Montesano, compañías para las que ha trabajado en diferentes investigaciones.
Los laboratorios del edificio cubren múltiples áreas de conocimiento, desde Electrónica e Industria Farmacéutica hasta la Conservación, Estudio y Restauración de Obras de Arte. Esta diversa oferta de ocupaciones hace que SEGAI acoja cada mes visitas de alumnos, políticos y grupos de investigadores interesados por su función y procedimientos.
Sin embargo, un gran organismo requiere una gran financiación y una gran infraestructura. Los equipos que constituyen SEGAI superan los 8 millones de euros y son subvencionados por el Ministerio de Economía y Competitividad (MINECO) y la UE entre otras instituciones.
Dentro de estos instrumentos se encuentran microscopios de última generación a través de los cuales “se puede analizar la muestra hasta lo más íntimo”, según apunta uno de los dos técnicos que trabaja en los laboratorios. Precisamente, este es uno de los datos que más preocupan a la organización, la multiplicidad y gran calidad de servicios que se ofertan, pero que solo cuentan con dos expertos activos en la actualidad.