El barrio de Santa Bárbara, en Icod de los Vinos, celebró el pasado sábado, 26 de agosto, sus tradicionales Cestos y Bollos. Cientos de personas acudieron a esta celebración para acompañar, junto con las distintas agrupaciones musicales, a las ofrendas en honor a la imagen patrona de la artillería. Dichos obsequios son los ya mencionados cestos y bollos.
La festividad comenzó en la zona conocida como Lomo Blanco, en la que los cestos fueron trasladados en vehículo hasta llegar a El Pino, en donde fueron descargados y realizaron una parada de descanso. En esta las personas presentes pudieron disfrutar de rosquetes, pelotas de gofio y bocadillos de chorizo, así como de los alimentos que asaban en las carretas que acompañaban el recorrido.
Una vez transcurrido un tiempo se siguió el trayecto, siendo que esta vez los cestos, al igual que los bollos, debían ser movidos a mano. Las formas de transporte son distintas según se trate de un cesto o de un bollo. Para estos últimos, son las proveedoras las que se encargan de llevarlos sobre sus cabezas a lo largo del recorrido.
Por otro lado, los cestos se trasladan en grupos de dos personas, las cuales cargan sobre sus hombros un extremo del palo del que cuelga la ofrenda.
En el recorrido se realizó otra parada en la zona de La Palmita, en la que al igual que en la anterior también se repartió comida y bebida. Una vez finalizada se continuó el recorrido hasta su final, que no es otro que la iglesia de Santa Bárbara.
Los cestos y bollos fueron ofrecidos a Santa Bárbara y colgados para que todos los asistentes pudieran observarlos. De igual forma los grupos de folclore canario que participaron en el recorrido también realizaron sus números musicales frente a la imagen religiosa.
Cuando ya empezaba a anochecer se procedió a colgarlos en su lugar definitivo, el arco previamente engalanado en la fachada de la iglesia del barrio. Mientras se procedía a su colocación, se pudo disfrutar de un baile al son de la música de Generación 0 y Grupo Relieve.
La tradición tiene su origen hace unos setenta años, como agradecimiento por las cosechas obtenidas en los campos de los habitantes de la zona. Los bollos son figuras de animales y objetos realizados con azúcar de forma artesanal por los vecinos del barrio, mientras que los cestos se realizan con alimentos naturales.