La Universidad de La Laguna promovió ayer, 13 de marzo, una nueva edición de ULL Opina, denominada Retos para una Movilidad Sostenible. El caso de Tenerife. Rosa Marina González Marrero, coordinadora del evento y directora de la Cátedra de Economía y Movilidad, fue partícipe del programa. En él, analizó el uso del transporte en la Isla y las posibles actuaciones para alcanzar un movimiento sostenible, a través de la intervención La movilidad en Tenerife. Diagnóstico y casos de estudio.
La ponente puntualizó que el traslado “es un derecho que está sujeto a determinados límites”, en relación con los impactos socioambientales asociados a cada medio y sistema de transporte. Además, a pesar de que sea decisión del ciudadano escoger un vehículo u otro, Marrero remarcó la importancia de la movetos para una Movilidad Sostenible. El caso de Tenerifeilidad sostenible.
“Desde Europa se ha apostado por este tipo de movimiento”, señaló. Para alcanzar este objetivo, se expusieron diversos métodos. Entre ellos, se encuentran la reducción de máquinas de combustión tradicional, el fomento de los sistemas de transporte multimodales y la priorización de aquellos que son públicos.
“Somos el segundo territorio español en número de vehículos por kilómetro de carreteras»
Por otro lado, en cuanto al objeto de análisis, manifestó que “Tenerife se enfrenta a importantes retos para conseguir unos patrones de movilidad sostenibles”. De este modo, los principales causantes de las barreras son los problemas de traslado que acarrea la isla: existen niveles de congestión de tráfico en determinadas vías y saturación de lugares. De la misma manera, hay un elevado número de accidentes de espacio y una gran ocupación del mismo por infraestructuras varias. “Somos el segundo territorio español en número de vehículos por kilómetro de carreteras”, explicó.
Asimismo, la Intensidad Media Diaria (IMD), la cual mide el volumen de viajes anuales, es superior a la de grandes ciudades como Barcelona y “esa tendencia es al alza”. A su vez, la directora añadió con preocupación que “el sur de la isla se empieza a sumar a esta inclinación, cuando anteriormente no se veía afectado por esta problemática”. De esta manera, el mayor porcentaje de los residentes que acuden a la zona hacen uso de un motorizado privado y el 13,4 % acude en transporte público. Sin embargo, el 72,9 %, usan estos servicios por falta de vehículo propio. “Es una demanda que hay que tener controlada, porque desde que mejoren sus condiciones económicas, usarán el coche”, alarmó la ponente.
Por otra parte, otro de los agentes influyentes en los impactos negativos es el turismo. “Los turistas se desplazan más que los residentes, tanto en viajes internos como externos”, destacó. De este modo, se lleva a cabo un uso desproporcionado del vehículo privado y esto produce la mayor parte de externalidades negativas. “Son más preocupantes cuando se trata de un espacio natural protegido”, aseveró la coordinadora.
A pesar de que el Parque Nacional del Teide sea el más visitado de España, se observa un gran número de consecuencias desfavorecedoras y “no existe ningún plan de gestión de la movilidad de las visitas”. Con el fin de minimizar las externalidades que producen, se propuso el uso de modos de transportes sostenibles. Del mismo modo, se optó por visitas a pie, de modo que los visitantes alcancen un mejor contacto con el paisaje y aporte un beneficio socioambiental. “Hay una asignatura pendiente que se debe intentar fomentar”, concluyó.