El Festival de las Artes del Movimiento (FAM) da comienzo hoy, martes 12 de enero, en el Auditorio de Tenerife. El espectáculo cuenta con siete funciones de danza contemporánea sucedidas a lo largo de esta semana, la última tendrá lugar el domingo 17. Las representaciones comenzarán a las 19.00 horas en la Sala de Cámara de martes a viernes. El sábado habrá doble función, la primera a la hora habitual y la segunda a las 19.45 horas, y el domingo cambiará su ubicación a la Sala Sinfónica. Las entradas pueden adquirirse a través de la página oficial del Adán Martín o en taquilla hasta dos horas antes del comienzo por un precio de ocho euros.
La primera actuación lleva el nombre de Refugio y será interpretada por Acerina Amador, creadora de la obra. Amador busca crear una reflexión alrededor de la idea del animal humano-no humano, a través del trabajo de las pensadoras Donna Haraway, Vinciane Despret, Tristán García e Ilda Teresa de Castro.
Le seguirá Divino Desierto de El Jablero Cía, interpretado por Acerina H. Toledo y Juan Cabrera. Está inspirada en las particularidades y paisajes de las islas de Lanzarote y Fuerteventura y en la adaptación al medio de sus habitantes. La idea surge del encuentro de los dos artistas procedentes de cada una de las islas.
A la escucha será la tercera función del festival, creada e interpretada por Teresa Lorenzo. Una obra relacionada con la espera, los estímulos y la intuición que nos llevan a improvisar.
La compañía de danza Natalia Medina presentará el siguiente espectáculo, Nozomu, una creación surgida en el confinamiento por la necesidad de un reencuentro en el escenario. Se compone de tres piezas independientes unidas por un anhelo común.
El Pastor es una obra inédita de la compañía Nómada nacida también durante la cuarentena. El pastor se identifica con los líderes y surge el pensamiento de que en todas las épocas, como en la que estamos viviendo, existen personas capaces de dirigir a una sociedad frágil, el rebaño.
La penúltima actuación será Directo 9, de la compañía Pisando Ovos, dirigida a los nuevos lenguajes escénicos en la que se muestra el concierto como forma de reunión de la sociedad actual. La función gira alrededor de la crudeza de los estados físicos extremos que transitan hacia una composición poética por medio de los restos de movimiento e las esencias personales que aparecen en los bailarines.
The marriage of heaven and hell, del Instituto Stocos, cerrará el Festival. La representación se inspira en la obra homónima de William Blake, que combina danza, composición electroacústica, tecnología interactiva y ciencias cognitivas en un formato escénico.