No suelo escribir este tipo de cosas, pero en esta ocasión y dada la situación en la que nos encontramos, tengo que hacerlo. En el Festival Starmus 2016 he aprendido muchas cosas nuevas sobre la Astronomía y su complejidad, y sobre la importancia de conocer el más allá. Entre los insistentes estaba Stephen Hawking. ¡Cómo no! Pero hubo una ponencia del científico Chris Rapley en donde reclamó la necesidad de poner los ojos sobre la Tierra, que me hizo pensar mucho sobre la importancia de concienciar a los demás. Y es que aunque el Mundo se gasta, el cambio climático sigue ocupando el décimo puesto en nuestra lista de preocupaciones. Desesperante.
Los refugiados y las relaciones internacionales copan, hoy en día, la actualidad informativa, pero no nos damos cuenta de que vamos a tener que incluir en un futuro muy inmediato no solo a los que huyen de la guerra, sino también a los refugiados por el tiempo. El cambio climático y la consecuente subida del nivel del mar podría acabar con ciudades como Londres, pero nos pilla lejos e, incluso, hay países como Islandia, Dinamarca y Noruega que se niegan a proteger el diez por ciento del Ártico, como quedó patente en el reciente Convenio Ospar celebrado en Tenerife.
El cambio climático es un asunto muy serio y una de las soluciones para ponerle freno es terminar con la extracción de petróleo en el Ártico, actividad que, además, mata a miles de especies. Por todo esto, algo tan sencillo como firmar la petición de Greenpeace para proteger este territorio del Planeta es importante. Yo firmo.
¡Salva el Ártico y crea conciencia!