Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TICS) están produciendo cambios en el mundo a una velocidad sin precedentes. A nivel mundial, las redes sociales son las plataformas más usadas por la población joven y adulta. La inteligencia artificial, Internet y las RRSS se han convertido en elementos esenciales en nuestras vidas. Sin embargo, es un espacio peligroso para los datos personales. La privacidad puede estar en riesgo debido a los ataques informáticos y cibernéticos. Por ello, las personas deben tener conocimiento sobre la protección y privacidad de datos en las redes sociales.
En la actualidad, las plataformas sociales se han convertido en un medio global cada vez más rutinario. Sin embargo, tienen una arista que impacta negativamente a la sociedad: la exhibición voluntaria de los datos personales. Por ello, la Agencia Española de Protección de Datos afirma: «Los servicios más usados de la red se prestan gracias a la cantidad de información y datos personales que aportamos. Debemos ser conscientes de los riesgos que esto puede suponer para nuestras seguridad y privacidad».
La participación en las redes sociales es totalmente universal (93,5 %) en las personas de 16 a 24 años. A medida que aumenta la edad, el gráfico va descendiendo. La disminución producida entre las personas de 44-54 años se debe a la dificultad de aprendizaje que presentan ante las nuevas tecnologías. En cambio, la Generación Z ha crecido plenamente en la era digital con ordenadores, móviles y con acceso a Internet. Por esta razón, el intervalo de 16 a 24 años es mayor que el resto de columnas.
Según el informe Digital 2021, cada vez hay menos personas españolas que no usan redes. No obstante, en 2020, se sumaron 8,1 millones de internautas activos en España. Casi el 80 % de la población total se encuentran presentes en las plataformas sociales. Internet preserva los malos recuerdos, los errores del pasado, las fotos o vídeos de los que nos gustaría renegar. Por ello, es necesario utilizar las redes sociales con un mínimo de conocimiento sobre protección de datos y ciberseguridad.
Laura Davara, doctora en Derecho y abogada experta en Protección de datos y Redes Sociales, señala que las RRSS pueden presentar muchísimos riesgos para las personas: la pérdida de la privacidad, la vulneración de la intimidad, la violación del derecho al honor, además de peligros íntimamente relacionados con ellos como la suplantación de identidad y la estafa.
Anuncios y las redes sociales
¿Por qué Instagram te anuncia fotos, vídeos o marcas en relación a tus gustos? Las redes sociales saben las necesidades del consumidor debido a las cookies (permite que los sitios recuerden información sobre tu visita) y al algoritmo de la plataforma. «Nada es gratis en la vida. Y las redes sociales no son una excepción. El producto eres tú, tus datos», afirma Davara. Además, también apunta que el problema principal radica en que las personas no leen las condiciones de uso y la política de privacidad de las redes sociales. Por lo que son ellos mismos quienes, de manera indirecta, aceptan este uso de datos.
Las plataformas sociales cuentan con un espacio de pago para promocionar diferentes productos. Los profesionales de la publicidad, a través de los datos personales, realizan un proceso de segmentación por gustos y edades. Por ejemplo, si desean anunciar viajes a Sierra Nevada, será más efectivo enviar ese spot a individuos que publiquen fotos haciendo esquí. «Las plataformas sociales pueden saber incluso tu nivel adquisitivo, pues si publicas demasiado pueden saber mucho de ti», apunta la experta en Protección de Datos.
«Nada es gratis en la vida. El producto eres tú, tus datos»
El periódico británico, Financial Times, creó una calculadora ficticia para concienciar a la población acerca de cuánto valen nuestros datos personales. El medio impreso relata que la información general sobre una persona (edad, sexo y ubicación) tiene un valor de 0 0005 dólares/persona o 050 dólares por 1000 individuos. Laura Davara señala: «En mi opinión, la calculadora ‘está muy baja’, creo que en el mercado negro de datos el valor es mucho mayor al que refleja esta herramienta».
Un 17,2 % de las personas internautas indicaron solicitar al administrador o proveedor web que actualicen o eliminen sus datos personales. La razón que puede justificar el descenso podría ser el desconocimiento, por parte de los individuos, sobre el derecho de supresión en la web, recogido en el artículo 17 del Reglamento General de Protección de Datos (RGDP).
Ciberseguridad en las redes sociales
Desde finales de 2021, comienzo del 2022, el término de ciberseguridad ha adquirido mayor importancia para la sociedad digital, debido a los ataques informáticos y cibernéticos. Instagram, Facebook o WhatsApp son las aplicaciones más frecuentes para este tipo de ataques.
Carlos Trujillo, doctor en Derecho Civil y docente en la Universidad de La Laguna, apunta que las empresas como las páginas webs deben garantizar a las personas buenos mecanismo de ciberseguridad para evitar brechas o accesos no autorizados a nuestros datos personales.
Existen numerosas amenazas, peligros e incluso enfermedades relacionadas con las nuevas tecnologías: ciberacoso, grooming, suplantación de identidad, fake news, adicción, entre otras. «En términos generales, la población joven no suele ser consciente de los riesgos que hay en Internet», afirma Trujillo.
En este sentido, debido a todos los problemas sobre los datos personales en el espacio virtual, la Unión Europea desarrolló el Reglamento Europeo de Protección Datos. A su vez, en España creó una normativa que garantiza el derecho fundamental a la protección de datos: la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de derechos digitales.
Finalmente, Carlos Trujillo apunta: «Las recomendaciones para poner a salvo nuestros datos son que las personas no deben tener perfiles abiertos en las redes sociales. Además, tienen que intentar compartir los menos datos posibles y que tengan poca trascendencia. Y por último, al entrar en una web no tienen que aceptar todas las cookies, solo aquellas que las personas quieran elegir».