Han pasado alrededor de dos meses desde que comenzó la crisis del COVID-19 en España, y con ella, el famoso estado de alarma. Unos meses en los que hemos recibido información edulcorada, suavizada. Soltaban pequeños datos cada día, con temor a fundar el pánico en los ciudadanos. Al principio, creíamos que se trataba de un virus chino que nos pillaba muy lejos de casa. Sin embargo, cuando nos adentramos en marzo, teníamos cada vez más casos activos en el país y no entendíamos cómo nos podía haber pasado esto.
Personas expertas y del mundo de la comunicación no quisieron darle mayor importancia. El mismo Fernando Simón llegó a afirmar que no tendríamos más allá de dos o tres casos positivos. Sin embargo, entre tantos oídos sordos, el periodista Iker Jiménez decidió investigar qué estaba ocurriendo en Wuhan a principios del mes de febrero.
Jiménez junto a su equipo colaborador, comenzó a indagar acerca de los posibles beneficios económicos y políticos que podría tener una pandemia de tales magnitudes. Sacó a la luz una serie de teorías conspiratorias, entre ellas, que el virus había sido creado por China para situarse como la mayor potencia mundial. Durante la crisis, Estados Unidos ha tenido numerosos enfrentamientos con el país asiático, razón de más, para creer que podemos encontrarnos en el epicentro de una guerra entre ambas potencias. También es cierto que, en la actualidad, las empresas europeas y americanas que han quebrado, han sido compradas por ciudadanos chinos. Son varios indicios que dejan la puerta abierta a todo tipo de creencias.
Se alertó de las posibles consecuencias
En su programa, Cuarto Milenio, durante una emisión que dedicó específicamente al COVID-19, explicó que no podíamos ignorar el problema, sino que teníamos que tomar medidas al respecto. Ese día invitó al epidemiológico de la Universidad de Harvard, Marc Lipstich, quien afirmó que entre el cuarenta y setenta por ciento de la población mundial podría infectarse. También, el investigador Pablo Fuentes añadió cuales podrían ser los posibles problemas a los que se enfrentaría nuestro país. Entre ellos, la escasez de material sanitario como respiradores y mascarillas, y la saturación de camas en las UCI. Además, aconsejó la creación de un protocolo de acción y su publicación, para que la ciudadanía pudiese responder con eficiencia a la situación.
Todas las afirmaciones que hizo, se han cumplido, como si de un vaticinio se tratara. El vídeo se hizo viral, teniendo en cuenta que se grabó el 20 de febrero, mucho antes de que las autoridades del Gobierno español destaparan la situación y cuando había apenas siete víctimas en Italia.
«Actuar como que no pasa nada es algo que no voy a hacer, en ningún momento diré que miren para otro lado»
Desde el comienzo, el creador de La nave del misterio se ha visto enredado en una serie de controversias y ataques. La razón principal es que, en cierto modo, alertó a la población de que podrían verse envueltos en una situación de crisis sanitaria como la que tenemos ahora. Pocas semanas después de que los casos positivos alcanzaran cifras estrepitosas, Iker Jiménez junto a su mujer Carmen Porter, anunciaron a través de las redes sociales que la emisión del programa se vería interrumpida indefinidamente. Muchos seguidores dudaron si se trataba de acto de censura o una simple medida de seguridad frente al virus.
En cualquier caso, esto no ha frenado las investigaciones del periodista, pues continúa desvelando secretos en Milenio Live, su canal de YouTube. Con más de un millón y medio de visitas en sus vídeos, revela hechos e informaciones que no vemos en ningún otro lado. Esto precisamente, es lo que considero un buen informador, a pesar de las adversidades, lucha porque la verdad predomine. Y esto, con dirigentes que censuran lo que no interesa, es una tarea realmente difícil.