Algunos integrantes del equipo Teidesat. Foto: N. Orozco

Estudiantes de la ULL desarrollan el nanosatélite Teidesat

Ciencias

El equipo Teidesat, grupo formado por aproximadamente veinticinco estudiantes de varias disciplinas (Física, Astrofísica e ingenierías) de la Universidad de La Laguna, presentó ayer jueves, 28 de marzo, en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias, con motivo del XII Congreso de Estudiantes de Física (COEFIS), un proyecto de nanosatélites, que presenta unas dimensiones mucho más pequeñas que las habituales: diez centímetros de ancho, largo y alto, y un peso de 1’3 kilos. Los estudiantes de la Institución lagunera, pioneros dentro de esta, cuentan con el apoyo del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), que les tutoriza.

La parte innovadora, según explicó Javier González Vilar, uno de los integrantes del equipo, es que este es «un satélite de comunicación óptica». Es decir, en una de las caras llevará una serie de leds que van a apuntar a la Tierra y emitirá pulsos de luz. Estos serán registrados desde un telescopio, que se encontrará en Izaña. De esta manera transmitirán mensajes, pero con una diferencia significativa con respecto al sistema convencional. Y es que «en la actualidad, la transferencia de datos se hace por radio, y sus ondas no permiten enviar tanta información como con las de luz, las cuales tienen una frecuencia mucho menor», apuntó el ingeniero mecánico.

El tamaño, como aseguró Carmen Corbella Pardo, otra estudiante de ingeniería mecánica, «es una ventaja, y al mismo tiempo, todo lo contrario. El hecho de tener que adaptar todo a su capacidad, es una complicación». Ahora bien, según aseguraron, una de las partes positivas es su coste. Ronda entre los veinte mil euros fabricarlo, un precio mucho más asequible que los de mayor envergadura.

Javier González: «Nuestra prioridad es entrar en la convocatoria de la ESA»


La Agencia Espacial Europea (ESA) ha puesto en marcha un concurso denominado Fly your satellite!, donde estudiantes de distintas universidades de toda Europa forman sus propios equipos y desarrollan nanosatélites. Los elegidos se beneficiarán de que la ESA costee el lanzamiento del mismo. Esta parte del proceso, que suele ser la más cara, oscila los cincuenta mil euros, esto es solo en casos muy excepcionales, suele ser más caro.

González Vilar afirmó: «Nuestra prioridad es entrar en la convocatoria de la ESA». Ahora bien, dejó claro que «si no lo conseguimos, buscaremos otra alternativa. Queremos llevarlo a cabo, cueste lo que cueste».

Hasta el próximo verano, la fecha exacta está aún por determinar, no se sabrá si, finalmente, han sido seleccionados para las primeras fases por la ESA.

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