El antropólogo Pablo Estévez abrió la sesión de la segunda jornada de la IV Semana de la Antropología Social que tuvo lugar en la mañana del jueves 20 de abril. Durante su ponencia, homenajeó a Fernando Estévez con la lectura de un extracto de su último ensayo titulado La jaula identitaria: la obra de Fernando Estévez en los límites, publicado hace apenas seis meses.
El estudio se centra en la crítica y en el análisis de la labor de investigación que realizó el honrado antropólogo, una tesis que “te hace indagar y no quedarte con la respuesta fácil”. “No deberíamos usar la obra de Fernando para cerrar un período, sino seguir recurriendo a él para autocriticar la Antropología y criticarnos a nosotros mismos”, comenzó a leer Pablo Estévez, quien, además, consideró que esta disciplina debe estar en continuo movimiento y evolución.
Asimismo, se comentó la percepción que se tiene de identidad en la actualidad y la idea que el homenajeado advertía en sus trabajos de un concepto tan amplio y criticado. “Dentro del movimiento feminista hay una crítica a la identidad sexual, puesto que la impuesta por la sociedad es heteronormativa y binaria”, añadió el antropólogo. “La verdadera preocupación por la identidad surge por la preocupación de quiénes somos ante los demás”, declaró citando las palabras de su tío.
Al mismo tiempo, se detuvo a hablar sobre la identidad canaria y sus características, de acuerdo con los estudios realizados por Fernando Estévez y el análisis que este realizó sobre la obra del pintor Manolo Millares, en los cuales se destaca cierta influencia del pasado guanche. “El arqueólogo cambió la narrativa convencional con respecto a nuestros antepasados y aspiró a una arqueología que mostrase la naturaleza humana, así como la exploración del subconsciente”, comentó. “Limitarse a criticar las antiguas formas de poder allana el terreno para las nuevas formas de poder”, concluyó suscribiendo la reflexión de su pariente.