No es sorpresa para ninguna persona que en cualquier lista de reproducción musical se encuentre alguna canción de origen latino ya sea urbano, hip hop o reguetón. Tampoco es asombro de nadie la capitalización que el género ha sufrido en la última década, es decir, gracias a la monetización de canciones que poseen rasgos tales como los latinoamericanos, esta categoría ha sufrido una sobreexplotación a nivel mundial. Esta cuestión no es de desagrado para el sector rítmico pero, si afecta a su historia.
Géneros como el hip hop, el rap, el estilo urbano o el reguetón proceden de los años cincuenta en Estados Unidos. El término «música latinoamericana» se comenzó a emplear para hacer una clara diferencia de los ritmos típicos de América Latina de los afroamericanos. Dentro de este concepto se encuentra un gran número de géneros como el merengue, la bachata, la salsa, la ranchera, el bolero, la bossa nova, la cumbia, el tango o el rock latino que son las más conocidas. Cada una de estas tiene su auge en los diferentes países, pero lo que cabe resaltar es que tienen en común idiomas donde predomina el español y el portugués de Brasil.
Con la influencia de otros estilos como el hip hop, en las calles surgió el movimiento latino el cual fue trasladado hacia Norteamérica gracias a los puertorriqueños que emigraban a Estados Unidos fusionando su propio criterio con el dancehall o el reggae comenzando así a dejar su propia huella en países ajenos a su cultura.
«Soy américa latina, un pueblo sin piernas pero que camina»
Aunque el comienzo exacto se encuentra en otra localización, la calle. Grandes artistas como Daddy Yankee, Residente, Bad Bunny o Don Omar son originarios de Puerto Rico, país del que más cantantes han triunfado mundialmente. Ninguno de estos vocalistas goza de una raíz fuera de la clase media baja, cada uno viene de familias trabajadoras pertenecientes a sitios de gran pobreza como Puerto Rico donde han tenido que luchar por obtener una vida que cubra sus necesidades mínimas.
Cuando Residente pertenecía aún al conjunto Calle 13, brindó a la cultura sencillos como Latinoamérica, un himno que hace mención al colonialismo y como acarrea a todas las adversidades latentes. América Latina resurge de la tempestad, luchando por lo que le pertenece. Sometido a gran fraude, el territorio lleva décadas expuesto a la capitalización, sumido en la explotación tanto de mano de obra como de sus materias primas, lo que ha provocado el avance de otras grandes potencias mundiales. Este desarrollo provocó el intento de imponer creencias ajenas al continente, tratando de eliminar aquellos elementos autóctonos del lugar conquistado para dar paso a una superioridad y abuso de poder.
«La presencia latina existe desde hace varias generaciones, son parte cada vez más importante de la sociedad más allá del problema horrible de racismo que hay hoy contra los migrantes que vienen de Centroamérica», declaraba tras la proclamación de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, Tomas Cookman, una de las figuras hispanoamericanas más influyentes como fundador del sello Nacional Records y responsable de LAMC, el ciclo de conferencias de referencia sobre música latinoamericana.
«No es lógico que en Canarias se deba viajar a otros países para desarrollar proyectos musicales porque en el Archipiélago no hay medios que lo permitan»
Sin ir tan lejos, Canarias ha sido otro territorio marcado por la penuria en cuanto al ámbito musical se refiere. Carlos Bruña Zamorín más conocido como Cruz Cafuné, es un cantante y rapero canario perteneciente al municipio de Tacoronte. A lo largo de toda su carrera ha tratado temas como la miseria y el uso de drogas en distritos canarios de índole obrero.
Haciendo alusión a lo difícil que era tratar de sobrevivir y esquivar las injusticias sociales ya sea el capitalismo o los abusos policiales, Cruz Cafuné dedica un disco completo a tratar desde un punto mínimamente ficticio la vida de su círculo de amistades. A diferencia de cualquier otro trabajo, Maracucho Bueno Muere Chiquito cuenta la vida de un chico perdido y desorientado que pide ayuda. Se desarrolla mediante notas de voz, es decir mensajes audio de los diferentes protagonistas emitidos tanto al principio o al final de cada canción sirviendo de hilo conductor a lo largo de la trama del álbum.
Asimismo, todo el LP trata de la vida de un chico tinerfeño, que vive en un mundo cruel y violento, en el que intenta tomar las decisiones correctas. Además, también se narra una historia de amor complicada entre una pareja que posee un gran antagonismo el cual provoca que no logren estar juntos debido a sus diferencias. Sencillos como Chivatos, reflejan como un grupo de amigos debe afrontar su vida como traficantes para subsistir a la pobreza, esquivar a aquellas personas que amenazan con delatarlos y teniendo que huir de la Policía.
¿Cómo es posible que si España no se considera un país subdesarrollado la tasa de paro juvenil canaria se encuentre en el 52,3 %? No es lógico que en Canarias se deba viajar a otros países para desarrollar proyectos musicales porque en el Archipiélago no hay medios que lo permitan. En el caso de Cruzzi, no es la primera vez que abandona las Islas para grabar sus singles o álbumes en Londres donde goza de un estudio perfectamente equipado.
Quizás se debería tener más en cuenta la voz joven a la hora de tomar decisiones o considerar los emprendimientos de personas como Residente o Cruz Cafuné que siendo representantes de lugares tan alejados el uno del otro, tratan de concienciar a través de la música las inmoralidades de las sociedades de clase baja que intentan sobrevivir al peso de plomo que conlleva el capitalismo y el desarrollo de barrios subdesarrollados.