Mónica Hernández Pérez es psicóloga y en este momento se encuentra cursando el máster en Psicología General Sanitaria en la Universidad de La Laguna. Desde la carrera, ha estado interesada en la Psicología del Deporte, realizando sus prácticas y su trabajo de fin de grado en ese ámbito. En la actualidad, realiza las prácticas de máster en un gabinete y sigue conectada a la Psicología del Deporte a través de diferentes formaciones. Además, es deportista de alto nivel en la disciplina de frontenis.
Aunque la situación actual afecta a todos los colectivos, puede que al deporte de una forma diferente. La profesional considera que han tenido que interrumpir sus entrenamientos y poner en pausa el trabajo que llevan realizando durante meses. A esto se suman las diferentes competiciones importantes que han sido aplazadas. Sin embargo, confiesa que tanto ella como los demás deportistas se aferran a la convicción de que lo importante en este momento es la salud y el bienestar colectivo y le gusta reforzar la idea de que su esfuerzo, como el de todos, está contribuyendo a frenar este virus.
En su caso, continúa entrenando cada día, realizando sus prácticas y estudiando. Confiesa que en los primeros días de confinamiento le costaba más organizarse y concentrarse, pero con el paso de los días, fue consolidando sus hábitos y distribuyendo mejor el tiempo. Ahora, intenta dedicar las mañanas a ejercitarse y las tardes a temas de carácter académico. Dedicando siempre parte de su día a cuidarse, conectar consigo misma y realizar actividades que le gustan.
«Lo esperable es que pasemos por diferentes estados psicológicos a lo largo de este periodo»
¿Cuáles son las principales áreas en las que está interviniendo la Psicología Deportiva durante este tiempo de confinamiento? «A través de múltiples áreas y estrategias. Cumple con la misión de asesoramiento a deportistas para acompañarlos en esta nueva etapa y trabajar para gestionar la situación y sus consecuencias de la mejor manera posible. Del mismo modo, los profesionales de esta rama pueden ayudar a los jugadores y entrenadores a mejorar sus estrategias y a potenciar habilidades psicológicas para cuando vuelva la competición. Muchos de los psicólogos nos encontramos actualmente inmersos también en tareas de investigación, mediante las cuales pretendemos conocer y analizar las características de esta nueva etapa que estamos viviendo, sus consecuencias y las posibles intervenciones para mejorar el bienestar de los deportistas y la sociedad en general».
¿Qué síntomas pueden mostrar que el confinamiento nos está afectando negativamente? «Las emociones como el miedo, la frustración o la tristeza son normales en este momento y debemos aceptarlas como tal. Si es cierto que en determinados casos puede haber una afectación psicológica más importante, pues cuando estas emociones dominan nuestro día a día y no nos permiten avanzar es recomendable pedir ayuda profesional. Creo que lo esperable es que todos pasemos por diferentes estados psicológicos a lo largo de este periodo y no por ello significa que estemos ante una situación preocupante o alarmante».
¿Qué efectos tiene la falta de competición durante tanto tiempo? «Tiene efectos tanto a nivel físico como psicológico. Muchos deportistas teníamos ciertos objetivos en mente que ahora han cambiado de fecha. Aceptar esta situación requiere tiempo y un proceso psicológico complejo. Además, las dudas sobre cuándo y cómo volverá la competición pueden generar ansiedad e incertidumbre, así como pensamientos negativos y falta de motivación. La aceptación, la comprensión y el trabajo de estos efectos psicológicos es importante».
¿Cómo debería ser la vuelta a la actividad habitual? «Considero que debe ser progresiva, debe existir un periodo de preparación antes de adentrarnos en la competición. Debemos prepararnos físicamente para evitar lesiones y mentalmente para competir con confianza y seguridad».
«Es una buena etapa para querernos y cuidarnos»
¿Cuánto cree que puede aguantar nuestra mente este estado de confinamiento? «No creo que exista un tiempo límite, al final estamos formando nuevos hábitos y nuevas rutinas. Mientras cuidemos de nosotros tanto física como mentalmente, creo que podemos aguantar hasta que progresivamente se levante el estado de alarma. Cada persona es diferente, cada situación es diferente y cada uno de nosotros estamos viviendo este periodo de forma única y personal».
¿Es importante tener una rutina? «Tener una rutina es importante, organizar nuestro día a día para tener tiempo para cumplir con nuestras tareas y entrenamientos y también para tener momentos para nosotros, para disfrutar y hacer aquello que nos gusta o nos apetece. Es una buena etapa para querernos y cuidarnos con aquellas actividades que nos complacen. Del mismo modo, creo que no debemos empeñarnos en ser productivos a todas horas del día. Las rutinas están bien, pero la flexibilidad también es importante. Si nos dejamos llevar por las redes y todas sus propuestas podemos caer en el error de sentirnos poco productivos o pensar que debemos hacer más de lo que nuestro cuerpo y mente nos pide».
¿Qué recomendaciones da para gestionar mejor la situación? «Nuestros sueños siguen siendo nuestros y nuestras metas siguen aquí, aunque hayan cambiado de fecha. Es un buen momento para aplicar a nuestras vidas todo eso que el deporte nos ha enseñado. Somos personas que en su día a día se enfrentan a nuevos retos, acostumbradas al sacrificio y al esfuerzo. El deporte nos ha formado en valores y estrategias que podemos desplegar para adaptarnos a este momento inesperado. Desde la Psicología del Deporte podemos destacar diferentes recomendaciones que pueden ayudar a los deportistas a gestionar esta situación. Durante la entrevista hemos mencionado algunas como el establecimiento de rutinas y el entrenamiento mental. También es aconsejable cuidar la alimentación y el descanso, así como dedicarnos tiempo».