Daniel Hernández, presidente de la Coral Universitaria de La Laguna. Foto: PULL

«No todo el mundo tiene la oportunidad de poder ensayar desde casa»

Cultura / Ocio

Daniel Hernández es el presidente de la Coral Universitaria de La Laguna, una de las numerosas iniciativas culturales que ofrece la ULL a sus estudiantes y que se ha visto obligada a frenar sus actividades por la crisis del coronavirus. Hace 19 años, decidió dar el paso de presentarse a las pruebas de admisión y, desde entonces, ha madurado, como músico y como persona, dentro de la agrupación. Después de haber sido su vicepresidente durante varios años, en 2015 accedió al puesto que ocupa en la actualidad.

Siempre ha tenido un vínculo muy especial con la música. Así, la mayoría de los recuerdos que tiene, desde niño, poseen un trasfondo musical y sus primeros acercamientos a las melodías fueron gracias a un cassette de su padre con fragmentos del Réquiem de Mozart.

Desde muy joven sus amigos le insistían para que se apuntara a la sede del conservatorio en Lanzarote, isla de la que es natural, pero reconoce que nunca se atrevió a hacerlo ya que siempre ha sido una persona muy tímida. Cuando vino a Tenerife para estudiar Biología, conoció la Coral y, estando en tercero de carrera, se animó a presentarse al casting. «Me dije a mí mismo que ya iba siendo hora. Decidí dar el paso de hacer las pruebas y, hasta día de hoy, 19 años después sigo aquí», recuerda.

«Es un prejuicio muy común pensar que para disfrutar de este tipo de música hay que entenderla»


Daniel Hernández ha escuchado numerosas veces el tópico de que la música de coro o la clásica es para gente mayor, lo que rechaza, pues «todos tenemos la capacidad de sentir alguna emoción con cualquier tipo de música, ya sea pop, rock, heavy, música del siglo XIII… Da igual el género».

El repertorio de la Coral Universitaria es muy variado. Al respecto, su presidente subraya que «interpretamos desde composiciones de finales de la Edad Media, pasando por boleros, canciones de los Beatles o el Aleluya de Leonard Cohen, uno de los temas más versionados en los años setenta». Asimismo, confiesa que si tuviera que quedarse con lo más sonado de la agrupación, sin duda, serían las composiciones renacentistas y los arreglos corales de música popular. Y no solo esto, ya que durante varios años la agrupación fue coro titular del Festival de Ópera de Tenerife, permitiéndole contar con un amplio repertorio sinfónico coral.

El presidente destaca el orgullo que siente por la cantidad de premios y reconocimientos que ha conseguido el coro en sus 50 años de vida. Aunque la iniciativa nació en Tenerife ha realizado giras por toda Europa y visitado países como Tailandia, Vietnam o Camboya. «Es justo reconocer que, durante todo este tiempo, la Coral ha llevado el nombre de la Universidad de La Laguna fuera de España», destaca.

«En la vida no todo es trabajar o estudiar, necesitamos actividades variadas que diversifiquen nuestro tiempo» 


Para él, formar parte de la coral ha supuesto un antes y un después. Considera que participar en cualquier actividad cultural de la Universidad es una gran oportunidad para enriquecerte y conocer a gente con tus mismos gustos. «Es super importante porque te hacen salir de la rutina académica, en el caso de los estudiantes. En la vida no todo es trabajar o estudiar, necesitamos actividades variadas que diversifiquen el tiempo que pasamos en nuestra vida», reconoce. «Estar en un coro puede ser igual de enriquecedor que ir al gimnasio, al cine o salir de fiesta», admite.

Daniel Hernández confiesa que una de las mejores cosas que le ha dado la Coral ha sido ampliar su circulo social, ya que la mayoría de los amigos que tiene hoy en día los conoció en el colectivo. La agrupación musical le ayudó a deshacerse del temor a hablar en público y a ganar confianza en sí mismo. «Aunque he ido perdiendo el miedo escénico, es algo que sigo teniendo», reconoce entre risas.

«No van a perder nada por intentarlo, el ‘no’ ya lo tienen» 


Durante de su larga trayectoria en la Coral, ha conocido «muchísima música maravillosa» que cree que no hubiera descubierto de ninguna otra forma. «No van a perder nada y, como he ido aprendiendo con los años, el ‘no’ ya lo tienen por delante. Pero si te dicen que sí, estás ganando la oportunidad de hacer lo que de verdad te gusta», asegura. De pequeño nunca imaginó que llegaría a participar en proyectos de tanta magnitud como los que ha tenido la suerte de vivir. «He participado en producciones de ópera y de zarzuela. Incluso, hemos ido a una gira que nos planteó una orquesta canadiense, en una universidad de Montreal», confiesa.

La Coral Universitaria llevaba un tiempo ensayando un nuevo repertorio musical, con motivo de la celebración de su 50 aniversario previsto para el próximo curso. Sin embargo, reconoce que este parón por la crisis del COVID-19 ha hecho que el proyecto quede totalmente parado hasta que la situación se normalice. «Aunque podamos comunicarnos por wasap o e-mail, las circunstancias personales de cada uno no facilitan el poder mantener una dinámica de ensayo rutinaria. No todo el mundo tiene la oportunidad de poder ensayar desde casa», afirma.

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