Daniela Fernández Brito, con tan solo 22 años, alterna los estudios de Estilismo en la Escuela de Arte y Superior de Diseño Fernando Estévez con su carrera como modelo de fotografía y pasarela. Le gusta leer, la música, bailar y, sobre todo, pasar buenos ratos con su familia y amigos más cercanos. Además, se define como una chica trabajadora que lucha siempre por lo que se propone. La palmera, poco a poco, ha logrado convertir su afición por la moda en un trabajo con el que disfruta enormemente.
¿Cómo llega la moda a formar parte de tu vida? «El mundo de la moda llega a mí desde que yo era muy pequeña. Recuerdo que tenía 14 años cuando mi madre comenzó a ser la maquilladora de miss y míster La Palma. Desde ese entonces yo la acompañaba. Aunque eso no era moda como tal, poco a poco empecé a interesarme por salir en desfiles y descubrí lo mucho que me gustaba subirme a la pasarela. A día de hoy puedo decir que el mundo de la moda ha estado conmigo desde hace mucho tiempo y me siento orgullosa».
¿Qué ha supuesto para ti el modelaje? »La moda para mí ha supuesto absolutamente todo pues significó un antes y un después en mi vida. Ahora mismo no me veo sin salir en desfiles y sin hacer test fotográficos. No me imagino de otra manera».
¿Cómo compaginas tus estudios con tu carrera como modelo? »Muchas veces se hace muy complicado trabajar y estudiar al mismo tiempo, pero como me gustan las dos cosas el día a día se hace más ameno. Intento tomármelo lo mejor posible y, sobre todo, con calma».
‘’Trabajar profesionalmente como modelo es cada vez más complicado’’
¿La ves como una afición, un trabajo o un estilo de vida? «Al principio todo comenzó como una simple afición. Lo hacía porque me gustaba y me sentía bien. Sin embargo, con el paso del tiempo me di cuenta de las oportunidades que me han ido saliendo y esto es algo que no podía obviar ya que en un futuro quiero trabajar como modelo de manera profesional, aunque hay que tener en cuenta que esto es cada vez más complicado».
¿Es sacrificado trabajar en un sector tan exigente? «Mentiría si dijese que no es complicado, aunque, como todo. También me atrevería a decir que la más exigente consigo misma soy yo. Me he encontrado en el camino a muchas personas maravillosas, a pesar de que dentro del sector de la moda haya mucha competencia. En Canarias somos muy buenos y tenemos que esforzarnos mucho para que nuestro trabajo cruce fronteras y todo esto lo hace más difícil».
Cuentas ya con una cierta madurez como modelo. ¿Cuál es tu trayectoria actual? «He estado en los desfiles de la Semana de la Moda en la Isla de La Palma. Además, ahí fui elegida imagen principal del evento. También he estado en Tenerife Moda, en dos ocasiones en Gran Canaria Bridal Collection, Botanical San Gregorio un año, Madrid Bridal en Cibeles y Madrid Bridal en el Círculo de Bellas Artes. También he salido en revistas como en Made Now, Vogue Italia y una revista de Estados Unidos y como vídeos he hecho un fashion film«.
«Me apasiona ponerme delante de una cámara y posar. Pero me quedo con los desfiles y la pasarela»
Trabajas como modelo de pasarela y de fotografía. ¿En qué sector te sientes más cómoda? «Las dos me encantan. Me apasiona ponerme delante de una cámara y posar, sentir la conexión con el fotógrafo y ver el resultado final. Pero, si tuviera que quedarme con una, sería, sin duda, con los desfiles y la pasarela».
Muchas personas ven a las modelos como seres fríos, frívolos y que solo se preocupan por su imagen. ¿Qué opinas de esta concepción? «Es verdad que muchas personas creen que solo nos preocupamos por ser y estar guapas todo el tiempo, pero eso no es así. Las modelos somos personas normales y, al igual que todos, nos gusta cuidarnos. Es verdad que trabajar como modelo profesionalmente te obliga a tener una mayor preocupación por tu físico».
¿Cambiarías algo del sector? «El mundo del modelaje siempre me ha aportado muchas cosas positivas. He aprendido, he crecido y me ha fortalecido a nivel personal y profesional. Eso no quita a que dentro del propio sector hayan cosas que se estén haciendo mal. Existe mucha competencia y mucha envidia. Sin embargo, al menos la realidad que yo he vivido aquí en Canarias es muy buena. Hay tan buen rollo con mis compañeras y las marcas que podría decir hasta que hemos formado una pequeña familia».
