Un año más, el Auditorio Adán Martín acogió en la tarde de ayer, a las 19.00 horas, la nueva entrega de Musical.IES, bajo el titulo de Lo bello de vivir. En este caso, han participado 18 institutos con un total de 150 alumnos de edades comprendidas entre los 16 y los 18 años. El proyecto, promovido por el Cabildo de Tenerife y el espacio santacrucero, nació hace siete años con la intención de llenar el vacío que existe en los centros educativos en materia artística. Además, es una manera de expresión para todos aquellos que participan y sirve para crear lazos de unión entre institutos, jóvenes y familia.
El espectáculo comenzó sobre las 19.00 horas con un repaso por los peores momentos del año 2016, haciendo referencia a Alepo, el Brexit, los recortes en educación y el 21% de IVA cultural. Tras esto, se efectuaron 19 canciones en las que se lanzó un mensaje positivo que reivindica la unión y fuerza como forma de luchar frente a las adversidades. Todas ellas aludían a que la felicidad está en el amor o la amistad y que no hay nada más bonito que vivir.
En cuanto al repertorio, destacaron las baladas, algunas propias de épocas anteriores como las míticas Purple rain o Hallelujah y otras más actuales como The Greatest de Sia o tres de las canciones que conforman la banda sonora de La La Land. La selección musical es juvenil y acorde al tema elegido para la obra, además de alegre y dinámica. A lo largo del musical, se hacen continuas referencias al pasado, aparecen bolas de discoteca, vestimenta de los años 50, el movimiento Old School…
Durante la actuación, destacaron las dotes escénicas de los protagonistas, como Jose Pérez con la canción Another Day of Sun y City Of Stars, junto a Susana Novillo. Por su parte, Sandra Plasencia, estudiante de física en la ULL, protagonizó Something’s Gotta Hold On Me. Fueron interpretadas con maestría, con una puesta en escena atractiva que, combinadas con el baile y la voz de los actores, hicieron de este espectáculo un llamativo musical.
Tras una hora y media de música, cultura y buen ambiente concluyó con un homenaje a los siete años que lleva el proyecto en los escenarios, en el que el elenco en su totalidad participó en una coreografía conjunta muy dinámica que dio paso a los agradecimientos y saludos. El público, entregado desde el primer momento, se puso en pie para aplaudir el trabajo que estos jóvenes llevan realizando desde el pasado septiembre, un esfuerzo que se ha visto reflejado en cada paso y en cada acorde.