El próximo viernes, 6 de abril, se celebrará un concierto benéfico a favor de la Asociación Canaria No al Acoso Escolar. El evento comenzará a las 20.30 horas en el Búho Club de La Laguna y las entradas se pueden adquirir en la web de ACANAE o a través del número 686 47 93 88. El importe a abonar es de 6 euros e incluye una caña. Artistas tinerfeños como Lucía Sweeran, Gamoralarte o Alejandro Santana, actuarán este día e interpretarán canciones que harán reflexionar a los asistentes sobre lo que supone el bullying.
Tori Ferrer, cantante que también se subirá al escenario en esta cita musical, afirma que “la asociación ACANAE no recibe ningún tipo de subvención y hay proyectos que se quieren hacer que, por el tema de la falta de dinero, no se pueden llevar a cabo”. En ocasiones, han contactado con esta organización sin ánimo de lucro desde centros escolares de otras islas y, debido a que no cuentan con un fondo económico, no se pueden trasladar.
La lucha debe ser constante
Desde que se fundó la entidad en junio de 2014, no han cesado de luchar contra el acoso escolar tanto físico como a través de las redes sociales. Ofrecen charlas y actividades a profesores, padres y alumnos para trabajar en la concienciación de la población sobre este asunto. El equipo de trabajo está compuesto por profesionales en el ámbito de la psicología, pero al no contar con recursos monetarios, se complica la labor de costear el servicio de terapia que pretenden ofrecer.
Se estima que una persona que sufre acoso necesita una sesión con el psicólogo a la semana, lo que implica un gasto de 50 euros. La idea es que “a estos profesionales se les pueda pagar para que la gente que no se lo puede permitir tengan la posibilidad de recibir un servicio específico y que no tuvieran que pagar nada o muy poco”, afirma Ferrer.
La cita no solo será para el disfrute del público, sino que “si tú aportas a la causa, yo te voy a hacer reflexionar a través de la música sobre lo que está pasando: hay canciones que están pensadas exclusivamente en relación al tema”. La realidad es que hay niños con 6 o 7 años que ya se sienten mal con quienes son o están marginados, y “no hay necesidad de estar así desde tan tempranas edades”, concluye Tori Ferrer.