El ciclo ULL Debates vivió ayer miércoles una nueva sesión de este evento. El acto se celebró en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna, y contó con la participación de Miguel Ángel Moratinos, quien fue Ministro de Asuntos Exteriores desde el año 2004 al 2010 y, actualmente, ejerce de presidente de la Red Española de Desarrollo Sostenible. Moratinos se encargó de la ponencia principal, que trató sobre el Desarrollo Sostenible bajo el lema Los Retos ante la Agenda 2030: Claves para el futuro.
En el coloquio posterior, se le unieron al ex ministro Gabriel Ferrero, vocal asesor para la Agenda 2030; Javier Benayas, profesor titular del Departamento de Ecología de la Universidad Autónoma de Madrid y José Antonio Valbuena, consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Seguridad del Cabildo de Tenerife. Los cuatro protagonizaron un debate en torno a las preguntas realizadas por la mediadora María Fresno, periodista del Diario de Avisos.
La cita se abrió con un vídeo sobre los 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS), donde aparecieron numerosas personalidades a favor de estos. A continuación, Francisco Javier García Rodríguez, vicerrector de Relaciones con la Sociedad de la ULL, llevó a cabo la apertura explicando los objetivos y argumentando acerca de los retos que debemos afrontar para nuestra supervivencia. Asimismo, agradeció la colaboración de los ponentes y de la moderadora.
Moratinos: “Es el peor de los momentos. Es el mejor de los momentos. La desesperanza del invierno es la esperanza del verano”
Tras esta introducción, dio comienzo la ponencia del exministro, quien dio las gracias al rector por la invitación, y afrontó los dilemas que nos esperan en los próximos años. En su intervención hizo referencia al vídeo de entrada, en concreto a los personajes públicos, los ciudadanos y todos los elementos que lo integraban, así como la importancia de la Agenda 2030. Explicó el surgimiento de esta haciendo referencia a Dickens: “Es el peor de los momentos. Es el mejor de los momentos. La desesperanza del invierno es la esperanza del verano”. Esta frase, en su opinión, simboliza perfectamente el contexto en el que nos encontramos como raza.
Expuso que la humanidad tiene la fuerza de decidir como quiere que sea su destino, ya que, por primera vez en su historia, no depende de la naturaleza para la toma de decisiones. «Los avances, tecnologías y técnicas suponen una posibilidad real de avanzar en un mundo mejor», señaló. Con respecto a las Naciones Unidas, apuntó que pese a no gozar de su mejor momento en credibilidad y fiabilidad, ha establecido esta Agenda ante los grandes problemas que azotan nuestro mundo.
«La sostenibilidad ha sido considerada un factor secundario, con congresos muy separados en el tiempo, y sin un sistema de análisis de resultados efectivo», afirmó. En este sentido, remarcó que por esa razón Naciones Unidas se hizo cargo del asunto, aprobando los 17 objetivos. Tras un proceso de naufragio de todos los planes anteriores, se trazó una Agenda Global para afrontar el problema de raíz, los 17 objetivos y las 169 metas.
Moratinos: “No será un camino de rosas, habrá decisiones políticas difíciles, pero no hay alternativa”
El ex ministro reseñó que «no se puede permitir que se establezcan prioridades en los objetivos, y debemos unirnos todos para conseguir alcanzar el cumplimiento de los ODS. Es una tarea ardua y revolucionaria”. Pese a la firma de todos los Gobiernos, independientemente de su ideología, dijo que se debe conseguir “tomar decisiones acordes al desarrollo sostenible”. «No será un camino de rosas, habrá decisiones políticas difíciles, pero no hay alternativa”, admitió.
Para ello, indicó que el papel de las Universidades debe ser central, ya que las considera un foco para la investigación y la concienciación sobre los problemas de sostenibilidad. También la sociedad, las empresas y los individuos, es vital en el desarrollo, no solo las administraciones. Se buscará desde Naciones Unidas una mayor monitorización, visualización y control de los objetivos en los países. «Para apoyar esta Agenda hace falta recursos financieros. Y los hay», repuso el ponente. «El problema radica en que hay una tremenda falta de decisión política para fijar estos, y menos aún para la asignación a los ODS».
Concluyó apelando a la positividad, y remarcando que el pesimismo es el snobismo del siglo XXI. Expresó que el optimismo debe de ser consciente y responsable. «No debemos asustarnos, pues si lo hacemos quizás como decía Hawking, deberíamos coger una nave e ir a colonizar otra galaxia. Pero yo soy de este planeta. ¡No me quiero ir de la Tierra!. Debemos coger los ODS y hacerlos nuestros. Pues son el futuro de la Humanidad», sentenció.
Tras la conclusión, se le unieron los otros invitados y la coordinadora del debate para dar comienzo a este. María Fresno planteó, en primer lugar, si el optimismo al que invitaba el ex ministro no rayaría en lo utópico. El resto de participantes no lo consideró así, sino que siguieron el hilo argumental tendido por Miguel Ángel Moratinos. Los ODS, defendió Javier Benayas, son un pilar fundamental al que agarrarse. Y el establecimiento de la Agenda 2030, un paso esencial hacia la Sostenibilidad.
Ante la posterior pregunta de la mediadora sobre la importancia de la Universidad, argumentó que esta debe adaptarse, se deben redefinir las facultades, reenfocar sus objetivos alrededor del plan de la ONU. Jose Antonio Valbuena habló de la huella ecológica, que en España siempre ha sido deficitaria. Arguyó que el mundo está en una crisis económica permanente desde los años 60, siendo el cambio climático su consecuencia mas visibilizada, pero no la única.
Valbuena: «La voluntad política no debe sustentar el plan, sino la ley»
«El ser humano es depredador por naturaleza, siempre consume mas recursos de los necesarios, pero igualmente es superviviente. Aquí está el optimismo. Somos capaces de adaptarnos, de sobrevivir, pero debemos construir desde un cambio de mentalidad. Muchas veces basamos los criterios en lo opcional, y por eso no funciona. Debemos hacer que no sea opción, que sea obligación para conseguir cambiar las cosas, para poder ser sostenibles. La voluntad política no debe sustentar el plan, sino la ley», explicó el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Seguridad del Cabildo de Tenerife.
Fresno atacó entonces el tema de las multas por saltarse el plan de la ONU. Moratinos incidió que desde el organismo internacional se deben crear medidas, por ejemplo, que si incumples este, y perteneces al Consejo de Seguridad, pierdes tu derecho de pertenencia. Gabriel Ferrero mostró que la obligatoriedad es necesaria, pero que la Agenda nació justo de lo contrario, pues los países firmaron desde la opcionalidad. Igualmente cree que se deben crear leyes al respecto, y defendió las comprobaciones y análisis del cumplimiento de los objetivos que llevará a cabo Naciones Unidas.
Benayas reforzó esta defensa: «uno de los grandes defectos de los desfasados Objetivos del Milenio era la falta de capacidad de evaluación, y los ODS si lo consiguen». «La implementación de los indicadores de los efectos secundarios es algo muy positivo. Si bien hay países que se benefician de una fuente de riqueza como la condición de paraíso fiscal o la producción armamentística, crean un efecto secundario negativo en otros países» . Además, aseveró que «estas conductas deben ser sancionadas».
Ferrero: «España no cumple ahora mismo ninguno de los objetivos, y debemos empezar a trabajar para alcanzar el objetivo 2030»
La coordinadora del coloquio puso el énfasis en la situación de España en el cumplimiento del plan. Moratinos argumentó que «si bien no está mal, podría ir mejor. El problema es la falta de seguimiento y evaluación. Con la creación de estos indicadores y estadísticas, se puede controlar mejor la acción de los países, que se esforzarán más para conseguir cumplir los planes de Desarrollo Sostenible. España no cumple ahora mismo ninguno de los objetivos y debemos empezar a trabajar para alcanzar el objetivo 2030», señaló.
Sobre el acuerdo, Ferrero dio a entender que su mera existencia supone la posibilidad de juicio de la ciudadanía sobre la labor del Gobierno en Desarrollo Sostenible, algo que funciona como incentivo para los países. Mostró su satisfacción por la existencia de un movimiento muy importante desde administraciones locales, comunidades autónomas, provincias y empresas de apoyo a los ODS. Comentó que «se está cambiando el paradigma y la cultura con respecto al desarrollo sostenible». Para España, Valbuena expresó su deseo de creación de una ley que acabe con las peculiaridades que no permiten una adaptación a la Agenda 2030.
Fresno preguntó entonces por el punto de vista de los ponentes sobre qué Comunidad Autónoma cumple mejor el playing de acción marcado por la ONU. Estos, sin embargo, establecieron que no se quedan con ninguna en particular, pese a los avances de la Comunidad Valenciana o El País Vasco, pues entienden que lo importante es que crezcan todas juntas, apoyándose y trabajando a la par. Moratinos repuso que «Llevamos poco tiempo, y aunque hay algunos territorios más avanzados, y otros que están empezando, es injusto señalar, pues todo progreso nacerá del trabajo colaborativo.
A nivel de Canarias, Valbuena ejemplificó que hay municipios canarios que se han preocupado a nivel educativo, y otros, a nivel de empleo. “No estamos en el nivel 0, pero debemos intentar seguir mejorando, pues queda mucho por delante”. Todos los expositores defendieron que cada territorio tendrá más o menos dificultades y necesidad de cumplir los objetivos, pero que el fin último es el cumplimiento de todos a nivel general.
El siguiente punto del debate giró en torno a la posibilidad de la introducción de gas natural en las Islas, preguntando si consideraban un paso atrás este proceso. El presidente de la Red Española de Desarrollo Sostenible estableció que cree que se deben abandonar las energías fósiles, y no respalda la inclusión del gas en Canarias, tras lo cual estalló el aplauso de parte del público en apoyo a estas palabras del exministro.
Moratinos: «Contra el pesimismo de la razón, crece el optimismo de la voluntad»
Concluyó la charla con una pregunta en base a los datos de desigualdad, que mostraban unas diferencias cada vez más grandes, y que como se podía mirar con optimismo datos como esos. Moratinos expuso que pese al pesimismo de los datos, se debe hacer algo, y ser positivos,» porque es la mejor forma de afrontar algo que no es solo necesario, es vital». El político defendió que no se gana nada desde el pesimismo. «El ser humano tiene que resistir. Tiene que cambiar. Tiene que crear nuevas condiciones. Contra el pesimismo de la razón, crece el optimismo de la voluntad” Defiende el ministro. “La batalla será dura, pero la podemos ganar”.
Gabriel Ferrero argumentó que se debe producir un cambio de paradigma. «Históricamente el progreso significaba crecimiento, diferencia. Esto debe reajustarse, y que el progreso lleve hacia la igualdad y la conciencia con la naturaleza. No nos queda más remedio», expresó. “Cada uno de los 17 ODS son 17 batallas, las más importantes de la humanidad” finalizó Valbuena.
La sesión de Debates ULL puso el broche final con la exposición del Rap de los Objetivos del Desarrollo Sostenible.